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martes, 30 de octubre de 2012

Desarrollo científico y democracia

     Siempre se ha pensado que ciencia y sociedad se influyen mutuamente. Pero el más completo estudio en paralelo, por una parte, de la historia  de la ciencia desde los orígenes mismos de la sociedad humana y, por otra, de su historia social y económica, fue realizado por el científico irlandés, destacado por su labor pionera en el ámbito de la cristalografía de rayos X y Premio Lenin de la Paz, John D. Bernal (1901-1974).

     John D. Bernal, en el prefacio de su obra Historia Social de la Ciencia, escribe: "(...) mi propósito es destacar una vez más en qué medida el progreso de la ciencia natural puede ayudar a determinar el de la sociedad misma. y esto no solo en los campos económicos suscitados por la aplicación de los descubrimientos científicos sino también por las consecuencias del efecto que produce en la estructura general del pensamiento". En efecto, en esta obra John D. Bernal ha puesto, de forma clara y rotunda, que el impacto que genera el desarrollo científico en una sociedad es enorme: no se trata solo de su impacto sobre el desarrollo económico, sino que actúa directamente sobre la cultura.

      Actualmente, ya ha empezado a jugar un papel muy importante, en la cultura, los recientes descubrimientos en el campo de las neurociencias, entre ellos, los relacionados con las neuronas espejo. El concepto de empatía figura en cada vez más programas de educación.

     En relación con la empatía, Jeremy Rifkin indica: "La capacidad de reconocernos en el otro y de recoocer al otro en nosotros es profundamente democratizadora. La empatía es el alma de la democracia. (...) Cuanto más empática es una cultura, más democráticos son sus valores y sus instituciones de gobierno". (La civilización empática. La carrera hacia una conciencia global en un mundo en crisis, pág. 159)

     Por otra parte, las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación están permitiendo que el ser humano quede liberado de múltiples tareas, con lo que dispondrá de más tiempo para pensar sobre la abundante información que estás tecnologías ponen a su disposición. Como defiende Amartya Sen, en esas condiciones, una democracia implica que el ciudadano participe "activamente en la deliberación política".

     Como era de esperar, en el proyecto de Declaración Universal de la Democracia, presentado en el Foro Mundial celebrado en octubre, se hace referencia al papel que pueden ejercer la Tecnologías de la Información y la Comunicación. "Las modalidades de participación que ofrecen las nuevas tecnologías de la comunicación y la información contribuirán sin duda a ampliar la capacidad de los ciudadanos para expresarse libremente, reafirmando de este modo una democracia auténtica", dice en el art. 3.3.

     En resumen. A pesar de los muchos logros de la democracia representativa, hay que reconocer que el mundo de ahora no es el de hace unos años. En los últimos años, han tenido lugar descubrimientos cientificos, y aplicaciones técnicas de esos descubrimientos, que obligarán a introducir algunas modificaciones en el sistema.

    

viernes, 26 de octubre de 2012

Democracias occidentales

     Con ligeras diferencias, todas las democracias occidentales son democracias representativas. El gobierno del pueblo y para el pueblo que, de una manera u otra, señalan las Constituciones de los países occidentales desarrollados se llevan a cabo a través de elecciones y votos: los ciudadanos delegan en los representantes elegidos el oficio de gobernar y, después, se desentienden del mismo o se refieren a él solo para criticarlo.

     Sin embargo, como ya se ha indicado, "en la filosofía política contemporánea ha ganado amplia aceptación -si bien no siempre aceptada por los institucionalistas políticos- la idea de que la democracia se entiende mejor como el gobierno por consenso". Para eso son imprescindibles ciudadanos que "se sientan partícipes y comprometidos de verdad con los valores y principios éticos y democráticos", lo que no significa que tengan amplios conocimientos de economía, psicología, política y sociología.

     Pero ¿en cuántos países occidentales desarrollados con democracias representativas, se ha informado a los ciudadanos del problema generado por el sector financiero?; ¿en cuántos se ha tenido la valentía suficiente para explicar cuál es la solución que pretendía imponer el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), ambas instituciones totalmente ademocráticas?; ¿en dónde se ha informado, con detalle, de los pros y los contras de soluciones alternativas?  A través de los votos de los ciudadanos, lo que debía ser una democracia se ha convertido en una plutocracia, es decir, según el diccionario de la RAE, en una "preponderancia de los ricos en el gobierno del Estado".

     Aunque los votos, por supuesto, tienen una función muy importante, se trata solo de una parte del proceso democrático. Votar a secas puede ser en sí mismo completamente inadecuado, como lo muestran con elocuencia las insólitas victorias electorales de tiranías o regímenes autoritarios. Muchos dictadores en el mundo han conseguido enormes victorias electorales, sin coacción abierta sobre el proceso de votación, sino a través de la supresión de la libertad de información, de una no-información de los candidatos (utilización de demasiados eufemismos) o de la generación de un clima de miedo o de ansiedad.

     Sucede, con frecuencia, que los discípulos enseñan a sus maestros. Cuando Occidente se creía la cuna de la democracia, resulta que hay democracias más desarrolladas que la suya. Un ejemplo lo puede ser Botsuana, citado por Joseph E. Stiglitz y descrito ya en este blog. Un año la sequía puso en peligro la vida de muchas personas en el sector ganadero, al mismo tiempo que en la industria de los diamantes presionaban sobre el presupuesto del país. "Botsuana se apretó el cinturón y armoniosamente pudo superar la crisis".  La necesaria austeridad no ocasionó la "clase de rupturas sociales tan frecuentes bajo los programas del FMI". En el contexto de una democracia, los representantes del pueblo supieron llevar a cabo un gobierno por consenso o participativo. Como es natural, casi nunca hay éxito sin mancha y aunque no sé cuál fue la mancha en este caso, lo más importante es que los habitantes de Botsuana se sintieron seres humanos, dueños de su destino.

domingo, 21 de octubre de 2012

Utilidad de los foros, cumbres, reuniones ...internacionales

     En la conversación que mantuvieron Miguel Delibes, escritor y miembro de la Real  Academia de la Lengua Española, y su hijo, Miguel Delibes de Castro, eminente biólogo, ya citada, el primero pregunta a su hijo qué opinión le merecen las que él considera "pretenciosas reuniones internacionales". Delibes-hijo le indica: "Desde luego, las grandes cumbres han dado de sí menos de lo que esperábamos, pero sin duda mucho más que si no se hubiesen celebrado. Defiendo, por tanto, la utilidad de estas reuniones, incluso aunque sirvieran solo como símbolos, como mensajes a la ciudadanía de que los problemas (...) son serios, están ahí y tenemos que darles importancia".

     Los Delibes, padre e hijo, dialogan sobre problemas ambientales, pero considero que sus indicaciones son perfectamente extrapolables al Foro Mundial para la Democracia, organizado por el Consejo de Europa. Este Foro y el proyecto de Declaración Universal de la Democracia deben de verse como un "mensaje a la ciudadanía", una indicación de que la democracia, tal como se practica en estos momentos en Occidente, tiene un problema serio.

     Uno de los artículos, "Trasfondo económico de la ciudadanía", recogidos en el libro Democracia sin ciudadanos. La construcción de la ciudadanía en las democracias liberales (Edición de Victoria Camps, Ed. Trotta, Madrid, 2010), Oriol Farrés Juste, profesor de la Universidad de Gerona, señala la actual "subordinación de la política a la economía". Este profesor, después de describir hacia donde está llevando esta subordinación (privatización, incluso de los servicios públicos, influencia de los lobbies sobre los gobiernos, apropiación empresarial de bienes comunes de la Humanidad, conversión de todo en mercancía, incluso medicinas y alimentos, propiedad de particulares y materia de especulación financiera), indica la necesidad de que el ser humano luche para poder "como tal, erguirse y construir un escenario digno de seres capaces de acciones y palabras, digno también de calidad de vida, excelencia y virtud, y digno, por decirlo una vez, de ciudadanía".

     Desde mi punto de vista, el profesor Oriol, llama a una distinta forma de democracia que permita al ser humano seguir avanzando en el proceso de humanización, pasando de súbdito a ciudadano, como tantas veces indica Federico Mayor Zaragoza, uno de los autores del proyecto de Declaración Universal de Democracia.

viernes, 19 de octubre de 2012

Pensar y actuar

     Como es costumbre, a continuación, el apartado PENSAR Y ACTUAR del último boletín informativo de la Oficina de Cooperación Internacional para el Desarrollo de la Universidad de Valladolid, al que hoy me parece oportuno añadir la sección "Enlaces de interés"

                                  
PARA PENSAR Y ACTUAR

Semana Pobreza Cero. Del 15 al 26 de octubre.


                                               Rebélate contra la pobreza.                                                
    
ENLACES DE INTERÉS


Colectivo Novecento: Blog de economía crítica y pensamiento político



miércoles, 17 de octubre de 2012

Declaración Universal de la Democracia

     Del 5 al 11 de octubre último se celebró en Estrasburgo el Foro Mundial de la Democracia, organizado por el Consejo de Europa. En ese Foro, Federico Mayor Zaragoza y Karel Vasak presentaron un proyecto de Declaración Universal de la Democracia. En http://www.ubuntu.upc.edu/index.php?pg=2&ncom=31&lg=esp#_blank tienen a su disposición el texto completo de ese proyecto, para el que Ubuntu pide adhesiones. (Ubuntu es un foro mundial de redes de la sociedad civil).

     ¿Por qué, a estas alturas, una Declaración Universal de la Democracia? ¿Acaso porque el sistema representativo, habitual en todas las democracias occidentales, ha dejado de representar a los ciudadanos y se limita a cumplir, sin consultar con nadie, a las instituciones internacionales que dirigen el vigente sistema económico-social?  Ya antes de que empezase la actual crisis financiera, el sociólogo y politólogo Guillermo O'Donell (1936-2011) pronosticó la "muerte lenta de la democracia".

     En el texto del citado proyecto de Declaración Universal de la Democracia, se habla de "democracia participativa" (Art. 3.2). Sin duda a los autores no les satisface -no consideran una forma de democracia ajustada a los tiempos actuales- la actual democracia representativa.

     La democracia participativa no renuncia a su carácter de democracia representativa, pero incluye una mayor participación de los ciudadanos que la que les otorga la democracia representativa, en la que la máxima participación ha consistido, hasta ahora, en la celebración de referendos en  algunas ocasiones muy especiales.

     Amartya Sen, premio Nobel de Economía, considerado como "la conciencia de su profesión", dice en su libro La idea de la justicia (Taurus, 2010): "La democracia debe juzgarse no solo por las instituciones formalmente existentes sino también por el punto hasta el cual pueden ser realmente escuchadas voces diferentes de sectores distintos del pueblo" (pág. 17); "Al ponderar los pros y los contras de la democracia, tenemos que otorgar un adecuado reconocimiento a la atracción del gobierno participativo" (pág. 353); "... en la filosofía política contemporánea ha ganado una amplia aceptación la idea de que la democracia se entiende mejor como el gobierno por discusión" (pág. 354).  También indica Sen que para que sea posible una democracia participativa los ciudadanos deben de dejar de ser considerados como "máquina de calcular" (teoría de la "elección racional").

     Los analistas políticos indican que, en una democracia participativa, nuestros representantes tendrán un conocimiento más íntimo, que en el caso de un gobierno altamente centralizado, de las necesidades de la población. (Ahora ninguno de los representantes políticos saben lo qué es que sus hijos pasen hambre).

     Estudios realizados por economistas, sociólogos y psicólogos han demostrado que las personas que participan en la toma de decisiones son más felices que las que se limitan a aceptar o aplicar las decisiones de otros, debido a que se sienten responsables del mejoramiento de la calidad de vida. La actividad participativa convierte  las personas en mejores ciudadanos; la participación desarrolla la capacidad de las personas de trabajar en colaboración con los demás, de identificar prioridades y de lograr que las cosas se hagan y los proyectos se realicen.

     Imposible en unas pocas líneas resumir todos los beneficios para todos -incluidos los organismos sectoriales, las empresas  y los gobiernos- que se derivan del establecimiento de una democracia participativa. Hay muy buenas razones a favor de una democracia participativa.

    

sábado, 13 de octubre de 2012

Nuevo orden económico

     Hace años que empezó a  mencionarse la "urgente" necesidad de establecer um nuevo orden económico. Se trataba de poner un poco de orden en la actual "economía de casino" y evitar en lo posible la consiguiente incertidumbre ecónomica (crisis). Hace tiempo que empezó a denunciarse la condición obsoleta de instituciones como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización Mundial de Comercio (OMC), pero nadie se atrevía a afirmar que el sistema está podrido y que es indispensable -urgente- cambiarlo profundamente.

     Los escándalos financieros y sus catastróficos resultados; la existencia de paraísos fiscales; el creciente aumento de las desigualdades económicas no solo entre países sino también dentro de un mismo país y las consecuencias de todo tipo debidas a esas desigualdades: revueltas, enfermedades  y consiguiente descenso de vida media, ..., son solo algunas de las ineludibles señales de la urgencia de un nuevo orden económico global. ("Deberíamos haber aprendido ya que en un mundo de desigualdad manifiesta (...) no va  ser totalmente seguro, ni  siquiera para sus habitantes privilegiados", Koffi Annan, ex secretario general de la ONU).

     Pero ¿cómo hacerlo ahora cuando los gobiernos han claudicado de su obligación de representar a los ciudadanos y cuidar su bienestar?  En un principio, se dice que se necesitarían unos presidentes de gobierno con gran visión y audacia política. Unos dirigentes capaces de proponer y construir formas económicas alternativas, en las que el mercado esté subordinado a los derechos humanos, la democracia y la sustentabilidad ambiental. ¿Dónde están?

     En un muy conocido relato épico de los mayas quichés, El Popol Vuh. Las antiguas historias del Quiché, se dice: "Entonces el Corazón del Cielo les echó un vaho sobre los ojos; los cuales se empañaron como cuando se sopla sobre la luna de un espejo. Sus ojo se velaron y solo pudieron ver lo que estaba cerca, solo eso era claro para ellos. Así fue destruida su sabiduría...". (Extraído del libro Los efectos de la política europea. Un análisis crítico, José J. Romero, coord. 2002)

     Según los mayas, cuando los dioses quieren castigar a los mortales les empañan la vista para que no puedan ver sino lo que está cerca.  Nuestros dirigentes hace años que han olvidado que habían sido elegidos para representar al pueblo. Han sido castigados por los dioses y no ven que su manera de obrar contraviene la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Constitución de sus países, no son capaces de ver lo qué significa no apoyar a la enseñanza y sanidad públicas, no ven a las personas que tienen que ir a comedores sociales para, literalmente, no morir de hambre, etc.

     Ante esta situación, los expertos y no expertos llevan tiempo diciendo que la solución se encuentra en la sociedad civil. "El siglo XXI será de la sociedad civil o no será".

jueves, 11 de octubre de 2012

Comportamiento criminal

     "No existe peor crimen que negar oportunidades a aquellos que, en principio, tienen toda la vida por delante, una biografía por construir. De hecho algunos de los logros más nobles de los humanos surgieron de intentar derribar barreras que obstaculizaban el libre desarrollo de las personas para conseguir que el largo camino que conduce de la cuna a la tumba sea independiente del origen social, el sexo o la raza. Muchas, aunque no todas ni en todas partes, de estas barreras han sido o están siendo abolidas".  Así empezaba un artículo escrito por José Manuel Sánchez Ron, miembro de la Real Academia Española y catedrático de Historia de la Ciencia en la Universidad Autónoma de Madrid.

     El título del artículo era Asesinos del futuro y se refería a las consecuencias que, para nuestros descendientes, podía tener el cambio climático.  Fue escrito antes de que se iniciara la crisis que estamos sufriendo.  Y lo menciono ahora porque para hacer frente a esa crisis algunos gobiernos están obstaculizando "el libre desarrollo" de algunas personas, no futuras, sino presentes.

     Ya sabemos cómo empezó todo. Empezó por la avaricia y la ambición de una élite privilegiada, que desconoce el significado de la palabra "ética" y continuó porque las instituciones internacionales -pilares del vigente sistema económico- decretaron que tenían que ser los ciudadanos los que sacasen a esas élites del hoyo en que habían caído.  En palabras de Martin Wolf, "no nos gusta que un gran número de bancos se derrumbe. Para quien cree en la economía de mercado...".

     ¿Cómo se podía llevar a cabo ese "rescate"? Practicando a virtud de la austeridad.  ¿Todos los ciudadanos? No, solo las clases medias y bajas. (En realidad, esa política -ajuste estructural- ya se había empezado a practicar en los países llamados del Tercer Mundo, aunque, en general, entretenidos con otros quehaceres, en Occidente no nos dimos cuenta de sus  consecuencias. Véanse algunas de las primeras entradas de este blog).

     En resumen. ¿Qué se está haciendo, por ejemplo, con los niños que van a la escuela -una escuela sin los necesarios recursos materiales y humanos- con hambre y cuyos padres tienen que acudir a la ayuda de la Cruz Roja u organizaciones análogas para poder subsistir o con los jóvenes que tenían puestas todas sus ilusiones en ir a la universidad y que han tenido que olvidar tal pretensión porque sus padres no pueden pagar las correspondientes tasas o con los jóvenes que no pueden conseguir una vida independiente porque no encuentran empleo?  ¿Qué se está haciendo con los derechos humanos básicos: derecho a la alimentación, derecho  la educación y derecho a la sanidad?

     Es digno de resaltar la circunstancia de que todo eso está teniendo lugar en países democráticos en cuyas Constituciones, de una u otra manera, se habla del "gobierno del pueblo".

     Como ciudadana de uno de esos países, termino con las palabras con que Sánchez Ron terminaba su artículo: "me duele de forma casi insoportable. (...) De hecho, sufro incluso más por la indignidad del comportamiento criminal del que participo. Seré recordado, ay, como miembro de una tribu global de asesinos".

martes, 9 de octubre de 2012

Desigualdad económica y social en Occidente

     En un reciente artículo periodístico, José María Ruiz Soroa, abogado, recuerda el análisis que Pierre Rosanvallo, intelectual e historiador francés, hace del constante aumento de la desigualdad económica y social que se viene registrando en las sociedades occidentales desde 1970.  ¿Qué ha pasado?

     Aunque los exitosos han convencido al resto de los ciudadanos de que "se lo merecen", es decir, que sus escandalosas retribuciones son debidas a su capacidad y no a un pacto de la élite en el poder, la realidad es que se deben a una especial organización social.

     ¿Cómo se explica que determinadas "habilidades" -relacionadas con el deporte y las finanzas, que no aportan nada al bienestar de la población- merezcan retribuciones muy superiores no solo a la media sino incluso a las que recibe, por ejemplo, un investigador, un médico o un profesor universitario, cuyo trabajo puede proporcionar grandes beneficios a la Humanidad?  ¿Qué especiales cualidades tiene el gestor de una entidad bancaria que ha abandonado el cargo dejando en la ruina a la entidad de que era responsable? ¿Por qué, hace unos años, en empresas tan exitosas o más que muchas de las actuales, la desigualdad de retribuciones entre trabajadores y directivos fuera mucho menor que ahora?  (Indica José María Soroa que sin darnos casi cuenta se ha pasado de una escala de retribuciones de 1:6 a otra de 1:300).

     Existen múltiples razones para afirmar que en este proceso juega un importante papel el sistema económico-social que se ha implantado durante las últimas décadas. Únicamente dos ejemplos:

    a) El trabajo es una mercancía que los directivos de las empresas pueden comprar al precio más bajo posible. No existe, sin embargo, ninguna limitación para la remuneración de los directivos, quizás porque, según el sistema, no realizan ningún trabajo.

     b) ¿A qué se debe la diferencia de resultados de españoles y finlandeses en el informe PISA? Está demostrado que no se debe a que el coeficiente intelectual de los finlandeses sea superior al de los españoles, sino a un diferente sistema de enseñanza: centros públicos con profesores muy motivados y valorados socialmente. Mientras que, en el sistema económico-social vigente, la educación es una mercancía de la que se encarga la empresa privada; en consecuencia, solo podrá tener una buena educación quien tenga dinero para pagarla. Otra, muy importante, fuente de desigualdad.

     En relación con lo anterior, Adela Cortina, en el artículo Aporofobia, ya mencionado, indica, (según ella, siguiendo a Kant en su obra La paz perpetua) la existencia de "tres tipos de ética, encarnados en tres tipos ideales: la ética de los demonios estúpidos, la de los demonios inteligentes y la de las personas amén de inteligentes, justas y solidarias".  De la descripcion de las características que definen cada tipo, se llega a la conclusión de que los occidentales nos estamos comportando como demonios estúpidos, como seres sin sensibilidad moral, carentes de inteligencia y, por tanto, incapaces de vislumbrar las consecuencias de nuestro comportamiento.


    Las consecuencias las indicó Kant y, en la actualidad, son expuestas por un número cada vez mayor de analistas políticos. En palabras de Adela Cortina, "hasta un pueblo de demonios, sin sensibilidad moral, preferiría la paz a la guerra, la cooperación al conflicto, la colaboración a la exclusión, con tal que tengan inteligencia". Una inteligencia que en Occidente hemos renunciado a usar en los últimos años.
    

lunes, 8 de octubre de 2012

Aporofobia

     Aporofobia es una palabra que, por ahora, no figura en el diccionario de la lengua española, pero que propone Adela Cortina, catedrática de Ética y Filosofía Política en la Universidad de Valencia y presidenta de la Fundación ETNOR, basándose en que la "Real Acadenia Española de tanto en tanto introduce en su diccionario nuevos términos por razones diversas", entre las cuales la más poderosa es que la palabra propuesta "designe una realidad tan efectiva en la vida social que esa vida no pueda entenderse sin contar con ella". Por analogía con otras palabras, en el diccionario de la Real Academia, se podría encontrar: aporofobia (del gr. á-poros, pobre, y fobéo, espantarse) f. Dícese el odio, repugnancia u hostilidad ante el pobre, el sin recursos, el desamparado.

     Porque, salvo en muy contadas ocasiones, los pobres no son culpables de ser pobres y, principalmente, porque nadie puede elegir el lugar de nacimiento -el lugar de nacimiento es más misterioso que el de la muerte-, es  de justicia proporcionar a estos ciudadanos la atención necesaria para que, el menos los niños, puedan desarrollar todas sus potencialidades como seres humanos. Para un país, no obrar de esta manera es, además de injusto, antieconómico, pues pierde las aportaciones futuras de talentos que quedan sin cultivar plenamente.

    ¿Por qué dice Adela Cortina que la vida en nuestro país -un país que se considera civilizado- la vida no puede entenderse sin contar con la palabra aporofobia?

     La realidad se encuentra en el injusto e inhumano vigente sistema económico, cuyo único objetivo, por encima del desarrollo humano, es el crecimiento económico. Un sistema en el que la economía carece de ética; en el que ni los gobiernos ni nadie debe entrometerse en la libertad absoluta de movimientos para las operaciones de mercado; que ha decretado que todo, incluso derechos humanos como son la salud y la educación, deben ser objeto de compra-venta, es decir, sean mercancía, ...

    En palabras de Adela Cortina, "esto [la aporofobia] sucede en el ámbito de la economía, en el que buena parte de la humanidad queda excluida de consumir productos básicos para la supervivencia, sencillamente porque no interesa lo que podría ofrecer a cambio. El libre mercado, dice la teoría clásica, garantiza mayor soberanía para el consumidor. Lo que no aclara a renglón seguido es que merece el título de consumidor quien puede pagarse el consumo, quien presente una demanda solvente, porque es éste un juego de toma y daca, en el que ejerce su libertad no el que quiere sino el que puede".

     El sistema, al principio, anunció toda clase de beneficios, pero, durante todo el tiempo que lleva en funcionamiento, ha puesto de manifiesto la necesidad de modificar algunos de sus aspectos para hacerlo más justo y más humano. Es lo que se llama cambio de paradigma,

     Sin embargo, este cambio de paradigma presenta grandes dificultades, porque tropieza con un grupo que, aunque pequeño -alrededor del 1 por ciento de la población mundial-, goza de un gran poder al amparo de gobiernos que, por razones puramente egoístas, son partidarios de la inalterabilidad de ese sistema económico y practican la aporofobia en su actividad política.

    A pesar de todo, la historia demuestra que el ser humano no es domesticable, que ha tropezado con obstáculos, incluso mayores, y en todos los casos ha salido fortalecido, ha ganado en humanización. Todos somos responsables.