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martes, 28 de noviembre de 2017

Centros urbanos del siglo XXI



Mientras que las Ciudades Democráticas (Smart Citizens) constituyen,  como indiqué hace unos días, un proyecto sobre nuevas tecnologías orientadas a la participación ciudadana, las Ciudades Inteligentes (Smart Cities)  es un proyecto impulsado, únicamente, por grandes empresas multinacionales  (principalmente en los países de renta alta) tendente a introducir tecnologías de información y comunicación para gestionar servicios urbanos en su mayoría resueltos, hasta ahora,  con razonable eficiencia por el sector público.
La teoría dice que una ciudad inteligente es aquella que hace uso de los avances tecnológicos para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. La práctica, sin embargo, indica que este concepto tiene múltiples consecuencias relacionadas con lo que se entiende por calidad de vida de los ciudadanos,  por ejemplo, participación democrática.  En realidad, se trata de un “movimiento de vuelta” de los procesos de privatización desarrollados las últimas décadas, en el que se minusvaloran  algunas cuestiones fundamentales, como por ejemplo, que la implementación de estos programas no es ni tan sencilla, ni tan resolutiva (resuelve, cualquier asubti o problema con eficacia, rapidez y deterninación), ni tan resiliente (capaz de recuperar su estado iniicial) frente a la obsolescencia tecnológica como suelen pretender sus promotores. Se corre el riesgo de multiplicar la dependencia estratégica de las ciudades y de fortalecer el poder de cárteles a la búsqueda de beneficios corporativos, capaces de poner a las autoridades urbanas contra las cuerdas en momentos concretos.
 Se tiende a olvidar que las nuevas tecnologías se utilizan eficientemente en la ciudad desde hace mucho tiempo -antes de convertirse en Smart cities-, abarcando desde la gestión interactiva de los semáforos en el tráfico urbano hasta la más reciente implantación de programas inteligentes para suministrar información online de la llegada de autobuses urbanos a sus correspondientes paradas.
La elección de uno u otro modelo de ciudad es muy importante, más teniendo en cuenta que las áreas urbanas crecen a gran velocidad. Naciones Unidas señala que, según sus cálculos,  el 70% de los seres humanos  habitarán en centros urbanos  en 2050 (El País del 12 de diciembre de 2010, “¿Qué es una ciudad inteligente?).
Paralelamente a la Red de Ciudades Democráticas, se está produciendo la eclosión de una gran cantidad de experiencias urbanas de carácter claramente alternativo, por ejemplo, la red de comunidades de transición o el movimiento de decrecimiento o movimiento de solidaridad, entre otras. Gran importancia tiene, a mi juicio, la Red de Ciudades Creativas, creada por la UNESCO en 2004. Según la UNESCO, “su vocación es estimular la cooperación internacional entre las ciudades miembros para hacer de la creatividad un motor de desarrollo urbano sostenible, de integración social y de vida cultural”. Se subraya la importancia de la cultura y la creatividad como motores esenciales para el desarrollo urbano sostenible.
Ante esta realidad, cabe preguntar, si puede este nuevo municipalismo, estas redes de comunidades y ciudades,  pueden ser capaz de reinventar una práctica democrática que permita  acometer, con éxito, los grandes problemas de nuestro tiempo, es decir, si podría ser la antesala de una democracia global, como decía desear Boutros Ghali, ex secretario general de Naciones Unidas. 

viernes, 24 de noviembre de 2017

Ciudades democráticas



Este mes de noviembre se ha convertido en la capital de la innovación democrática, según Máriam Martínez-Bascuñán (#CiudadesDemocráticas”, El País. 18 de noviembre de 2017). Ese evento ha girado en torno a las nuevas tecnologías orientadas a la participación ciudadana. Entre esas tecnologías, en Madrid, se ha utilizado CONSUL,   una herramienta que permite a una ciudad desplegar procesos de participación ciudadana en Internet, en poco tiempo y de forma segura, es decir, permite poner en manos de los ciudadanos  la toma de decisiones sobre la configuración del espacio urbano, los presupuestos de la ciudad y las prioridades en la gestión municipal. Además se trata de un programa de software libre, con lo que no requiere el pago de licencias y puede ser modificado para adaptarse a las necesidades de cada organización y facilitar el intercambio de conocimientos y experiencias.
Según http://madridpress.com, el concejal de Participación Ciudadana, Transparencia y Gobierno Abierto, Pablo Soto, ha firmado en el Palacio de Cibeles el compromiso para que siete ciudades se unan a la red de participación ciudadana que usa CONSUL para desarrollar sus propias plataformas.
Este evento ha contado con la colaboración de personas de todo el mundo preocupadas con la necesidad potenciar la participación ciudadana en la democracia y confía en la sabiduría de las multitudes. En este blog, se ha dedicado varias entradas a este tema: Sabiduría de las multitudes,¿Cuándo una decisión colectiva es más sabia que una individual?Democracia y sabiduría de las multitudes, Inteligencia colectiva.
La democracia reducida a su dimensión representativa hace aguas y es necesario  incluir la deliberación y la participación de los ciudadanos, en palabras del economista Premio Nobel, Amartya Sen, pasar a una democracia por consenso o participativa.  Máriam Martinez escribe: “No se trata de recurrir a las bases para legitimar decisiones que a veces ya están tomadas en petit comité y se refrendan por plebiscitos. Lo que proponen es activar la imaginación política para una nueva concepción y creación de la público: pensar y deliberar sobre el significado que otorgamos a los bienes que son de todos”.   Christian Laval y Pierre Dardot  llaman “democracia radical” a esa gestión de los bienes comunes por los ciudadanos (Alternativa política. Democracia radical). “Se trata de construir un modelo de ciudad alejado de la concepción del ciudadano como cliente consumidor”.
En la correspondiente página web, en este evento han participado muchos activistas, políticos, programadores…..  
¿Cómo podría extenderse este proyecto democrático, desde mi punto de vista, imposible de controlar por los lobbies de las grandes empresas y el sector financiero?

jueves, 23 de noviembre de 2017

Negocio bancario



“La banca se vuelca con el crédito al consumo para mejorar su rentabilidad”. “ante la caída de la rentabilidad del negocio bancario, las entidades […] se han volcado en el crédito al consumo”. “En cantidades concedidas, ese crédito ya iguala lo otorgado en hipotecas”.  (El País, 21 de noviembre de 2017)
En el periódico se indica que “la crisis inmobiliaria y financiera ha provocado que haya menos ventas de inmuebles, se soliciten menos hipotecas y las entidades endurezcan los criterios para brindarlas”. Ello estaba restando negocio a los  bancos, y por ello se han centrado en el crédito al consumo. En cantidades concedidas, este crédito ya iguala lo otorgado en hipotecas. Sin embargo, ¿quién no recuerda con lo sucedido con las hipotecas?
“En un entorno de rentabilidades muy bajas, el crédito al consumo es muy rentable. Tiene unos tipos de interés  muy altos y una morosidad que con la recuperación se ha controlado”, explica Juan Fernando Robles, profesor de banca en el Centro de Estudios Financieros.  “En el supuesto de que estos créditos entren en mora, los bancos tienen fácil desprenderse de ellos vendiéndoles a fondos buitres muy activos en estos momentos”. Creo que no es difícil adivinar que puede suponer para los ciudadanos esa venta a los fondos buitre.
Recordamos el origen de la crisis financiera y nos preguntamos si existen motivos para alarmarse,  Según el periodista, autor de este trabajo, “los expertos señalan que no es todavía una situación preocupante. Pero hay que vigilar su evolución“. 
A juicio del portavoz de la Asociación Española de Banca, José Luis Campuzano, las cifras de concesión de crédito demuestran que "la banca tiene como prioridad financiar el crecimiento". Crecimiento, según indica el economista Santiago Carbó en la misma página ("El largo Black Friday"), estimulado por una astuta combinación de importaciones internacionales que propician un consumo prolongado y la realización de pagos online que puede tener algunas ventajas pero que, también, puede exacerbar el consumo más allá de sus niveles de equilibrio".  
No se trata de no consumir, sino de consumir solo lo necesario, como exige un Desarrollo Sustentable o Sostenible. El crecimiento económico que apoya la banca y quienes empujan o propician un continuo consumo,  nos conduce al precipicio, porque no es acorde con las características del ser humano (el ser humano es un ser empático y que nació para algo más que consumir) y no es compatible con las características del planeta Tierra en que vivimos (nave espacial  cerrada de recursos limitados que solo recibe del exterior la energía que procede del Sol alrededor del cual gira).
En todo esto hay, además, algo muy importante. Se trata de que el ciudadano no piense. Hay una guerra contra la democracia. EEl sistema, cada vez más, está construido para servir a las élites y eso choca contra la democracia real. Los ricos creen que se podrán defender solos del impacto ambiental que está provocando el vigente sistema económico.

viernes, 17 de noviembre de 2017

Migrantes económicos



En el periódico El País del 6 de noviembre de 2017 he  leído  una noticia que me ha parecido muy importante comentar. “El limbo legal de los migrantes del clima” “El aumento del nivel del mar ligado al calentamiento global comienza a obligar a comunidades a dejar sus hogares”.

 Según esa noticia, Anja Mihr, investigadora alemana experta en derechos humanos, señala que existe una gran diferencia entre los refugiados y los migrantes climáticos: los últimos no tendrán la posibilidad de regresar a unos hogares que ya no existen o no son habitables.  Por otra parte, como no son refugiados políticos no pueden acogerse a lo que se indica en la Convención de Ginebra, es decir, como se indica en el título de la noticia, se encuentran en un “limbo legal”.

Y se señala: “El Acuerdo de París contra el cambio climático pasa de puntillas por este problema. Solo insta a los firmantes a ‘respetar, promover y tener en cuenta sus respectivas obligaciones’ relativas a ‘los derechos humanos, el derecho a la salud, los derechos de los pueblos indígenas, las comunidades locales, los migrantes …’

 ¿Se han presentados muchos casos de migrantes climáticos? ¿Existen estimaciones acerca del número de migrantes económicos pueden surgir?

Según ACNUR, en los próximos 50 años podrían migrar por razones climáticas hasta 1.000 millones de personas, principalmente en los países más empobrecidos. Y también afectará directamente nuestros territorios: en el sureste de España, los desplazamientos regionales se agudizarán a raíz de las sequías y falta de agua. “El problema se complica aún más cuando se incluye la variable de los fenómenos extremos –como inundaciones, sequías y olas de calor-, que en algunos casos aumentan en intensidad o cantidad, según varios estudios científicos e informes de Naciones Unidas. La oficina de la ONU para la Reducción del Riesgo de Desastres alertó el mes pasado de que 13,9 millones de personas se ven desplazadas de sus hogares forzosamente cada año en el mundo. (El País, 6 de noviembre de 2017).

Buscando, he encontrado una noticia de 2015 (El País, 27 de abril de 2015) en la que el periodista empezaba relatado el que se considera el primer caso de migración climática: caso de una familia que pidió asilo en Nueva Zelanda porque en la isla en que vivían, situada a dos metros sobre el nivel del mar en el Pacífico, las fuentes de agua se contaminado de sal debido a la subida del nivel del mar ocasionada por el calentamiento global.

Un importante precedente. Por su profesión, un guía de alta montaña, ha observado el medio natural del que vive y en el que se nueve. Asegura que los cambios de los que ha sido testigo a lo largo de su vida son “preocupantes”. Si desaparecen los glaciares, va a haber un importante problema de falta de agua y las lagunas se van a desbordar provocando inundaciones. Así que ha acudido a los tribunales en busca de ayuda para costear las obras necesarias para prevenir desbordamientos de agua. Acusa del deshielo andino a la mayor empresa productora de electricidad de Alemania. La Corte de Hamm ha considerado de demanda “coherente”, y se pronunciará sobre la probable apertura de la fase probatoria. Esa fase va a ser complicada y necesitará la ayuda de peritos independientes como geólogos y científicos climáticos.  El portavoz de la empresa acusada se defiende diciendo que “todos contribuimos a las emisiones y eso supondría que todos podríamos acusar a todos. A una aerolínea, a una empresa de transportes …”. 

Sea por solidaridad o por nuestro propio interés, es evidente que necesitamos dar una respuesta a esta nueva realidad.

La lucha contra el cambio climático se hace cada vez más necesaria. Una acción política que ponga límites a las emisiones de carbono y empuje la adaptación de nuestras sociedades a un nuevo modelo sostenible.

martes, 14 de noviembre de 2017

Generaciones futuras



¿Debe preocuparnos el mundo que vamos a dejar a nuestros hijos y nietos? Sin duda. No se trata, solo, de arreglar nuestro mundo, sino de construir el que queremos para nuestros hijos y nietos. “¿Por qué debemos preservar un planeta habitable si no fuera por nuestros hijos y nietos?”. 
Es un tema que preocupó  profundamente al oceanógrafo Jacques-Yves Costeau, autor de numerosos artículos, más de veinte libros y produjo más de noventa películas. Según él, “la humanidad probablemente ha perjudicado a la Tierra en el siglo XX más que en toda la historia humana anterior”. Jacques-Yves Costeau, fallecido en 1947, y no pudo observar, cómo,  debido a las características del vigente sistema económico, se ha incrementado ese deterioro en los últimos años.
El sueño de michos años en defensa de los derechos  humanos de las generaciones futuras, de Cousteau, inspiró, en 1994, el proyecto de Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Generaciones Futuras, que, posteriormente, fue sometido a la asamblea general de Naciones Unidas (ONU). La Declaración sobre las Responsabilidades de las Generaciones Actuales para con las Generaciones Futuras fue adoptada el 12 de noviembre de 1997 por la Conferencia General de la UNESCO. Según Federico Mayor Zaragoza, ésta es la primera vez  en la historia que la solidaridad se aplica a entes jurídicos que no existen.
Esta Declaración está estrechamente relacionada con el concepto de desarrollo sostenible, adoptada en 1992 por la Cumbre de la Tierra. El desarrollo sostenible es el conjunto de políticas que “garantizan las necesidades del presente sin  comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”.
Miguel Delibes y Miguel Delibes Castro en La Tierra herida. ¿¿Qué mundo heredarán nuestros hijos? (2005:160) escriben  “Suele atribuirse el desinterés por el futuro del medio ambiente a la ausencia de una ética intergeneracional. En otras palabras, se supone que, aunque casi nunca lo hagamos, deberíamos, adoptar las decisiones e hoy teniendo en cuenta las condiciones en que vamos a dejar el mundo para los hombres de mañana. Probablemente, sin embargo, este discurso se ha quedado, almenos en parte, anticuado, puesto que las decisiones de hoy ya están haciendo sufrir a las generaciones de hoy. Ya estamos purgando nuestros pecados. No hay que discutir, por tanto, los pros y los contras de una ética intergeneracional aparentemente contrapuesta a otra ética intrageneracional. Hay que hablar solo de ética, para todos y para todo tiempo”.
“Ética que sin duda nos lleva a topar con los pobres, capa humana sobre la que repercuten todos los problemas, especialmente los más graves”. Para sustentar esa última opinión indican: “como bien sabemos, una gran tormenta tropical tal vez cause en Florida cuatro o cinco muertes, pero el mismo huracán, en Haití, matará a miles de personas”.  
Las elites del vigente sistema económico nunca se han mostrado sensibles a los efectos del cambio climático ni sobre las generaciones actuales ni sobre las generaciones futuras. Solo los ciudadanos podemos hacer algo.