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miércoles, 8 de diciembre de 2021

Agricultura sostenible y cambio climático

En la Agenda 2030 el Objetivo de Desarrollo Sostenible 2 (“Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición, y promover la agricultura sostenible) y el Objetivo de Desarrollo Sostenible 13 (“adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos”) son dos objetivos íntimamente relacionados. Además, según la FAO, la agricultura está muy relacionada con el ODS 6 (“garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos”), el ODS 8 (“promover el crecimiento económico inclusivo y sostenido, el pleno  empleo productivo y el trabajo decente para todos”, el ODS 12 (“garantizar  modalidades de consumo y producción sostenibles”). Ahora me voy a referir a la relación entre agricultura sostenible y cambio climático.

El cambio climático afecta a la agricultura de diferentes maneras; los impactos se relacionan con el incremento de la temperatura promedio, la modificación del patrón de precipitaciones , el aumento de la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos (sequía, inundaciones, tornados, ciclones, olas de calor), el incremento de la concentración de dióxido de carbono, el deshielo, ...  los cuales influyen en la producción de alimentos y amenazan la seguridad alimentaria.

Los periodos de sequía prolongados, las olas de calor, la reducida disponibilidad de agua y el exceso de precipitaciones disminuyen el rendimiento de los cultivos y afectan a la salud y el bienestar del ganado, y con ello la disponibilidad de alimentos. El cambio climático es una amenaza para la seguridad alimentaria; en particular, para las poblaciones más vulnerables.

Al mismo tiempo, las actividades agrícolas y ganaderas contribuyen al cambio climático a través de las emisiones de gases de efecto invernadero, principalmente de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso.

Sin embargo, la buena gestión de los conocimientos generados por la ciencia del cambio climático podría impulsar la aplicación de estrategias de mitigación y adaotación favorables para reducir las emisiones, maximizar la producción y favorecer el desarrollo de sistemas de producción mejor adaptados al cambio climático.

Y al mismo que tratamos de ser efectivos y hacer los deberes reduciendo la emisión de gases, debemos adaptar la forma en que producimos la nueva realidad. Adatar y minimizar los daños que esta alteración de la temperatura, las lluvias y otros fenómenos están provocando ya.

Adaptar y mitigar. Porque no hay soluciones mágicas y 7.500 millones de personas -subiendo- tienen que comer. Todos los días, lo suficiente. Y procurando que la temperatura media del planeta  no supere los 20 C.

  ¿Cuántos gases emite la agricultura? La cuota de emisiones de gases de efecto invernadero que se le pueden achacar a la producción de comida es nada desdeñable. La agricultura, la ganadería, la explotación de los bosque y el uso de la tierra –ese sector que los expertos llaman AFOLU- suponen prácticamente un cuarto de los gases de efecto invernadero emitidos por el hombre. Hay buen margen para recortar.  Por un lado se pueden reducir las emisiones en el sector. Y, por otro, tanto, como los suelos como los bosques, bien cuidados y manejados, pueden secuestrar y almacenar dentro de sí gases de efecto invernadero, evitando así que contribuyan al calentamiento.  Así que es muy importante, ante las necesidad de tierra de cultivo o cría de animales, proteger los bosques y selvas, plantar más árboles, usar la madera de forma sostenible.

Pero, dentro de este sector, el que más emite es el ganado. A los animales de granja   se les puede achacar el 14,5% de todas las emisiones provocadas por el hombre. El principal señalado es el ganado vacuno, que a través de sus flatulencias (una importante fuente de metano) y sus excrementos, a veces dejados sin tratar y otras usados como estiércol, contribuyen a casi    dos terceras partes de ese 14,5%.

Es importante el cambio de dieta.  Pero todas las predicciones dicen que la demanda de proteínas animales aumentara en las próximas décadas en lugar de disminuir. Y otra pega que tiene esa aproximación es que no tiene en cuenta que 1.000 de los 2.200 millones de pobres del mundo dependen de sus animales para comer o ganarse la vida.

Así que la vía no es la eliminación, sino al eficiencia. Por ejemplo, las emisiones de la industria cárnica pueden disminuirse con pequeñas prácticas como optimizar la calidad del forraje o la gestión de los pastos, entre otras. También hay mucho margen de mejora en el tratamiento de los excrementos.

Hay posibilidades de aminorar el impacto de la ganadería sin dejar de consumir productos animales. Pero lo que sí es inaplazable es recortar en el desperdicio y la perdida de alimentos. Porque tirar un kilo de carne no solo supone perder un kilo de proteína que nadie consumirá. Ese kilo ha supuesto también un gasto de recursos (agua, tierra, forraje,…) y la emisión de gases de efecto invernadero. Todo en balde.

En 2017, el Director General de la FAO apuntaba en el World Government Summit de Dubái: “Sí, si la firma en que producimos alimentos debe cambiar. Eso está claro. Pero también en la forma en que consumimos. No se puede tirar comida”. Ocho de cada 100 partes de gases de efecto invernadero que emitimos son achacables a la comida que se produce pero nunca llega a consumirse. Tanto la de origen animal como a la vegetal.

Limitándonos a la agricultura propiamente dicha, como está haciendo la Unión Europea, prescindir del uso de los fertilizantes minerales o sintéticos, una importante fuente de óxido nitroso, además de disminuir la fertilidad del suelo, debido a la pérdida de su materia orgánica, que ocasiona.

Nota. Para escribir esta “entrada” se han utilizado los libros de la FAO Estado del Planeta, publicados en 2018.

Agricultura sostenible

            Poco a poco iré comentando los distintos Objetivos de Desarrollo Sostenible citados en la Agenda 2030. Ahora me voy a referir a la necesidad de promover una agricultura sostenible.

En la Agenda 203, el Objetivo de Desarrollo Sostenible 3 establece la necesidad de “poner fin   al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutricio, y promover la agricultura sostenible”. Sin una agricultura (y ganadería) sostenible es imposible “poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y mejorar la nutrición”.

¿Es sostenible nuestra agricultura? Existen muchas razones por las cuales, en un principio,  nuestro sistema agrícola-ganadero no es sostenible. En agricultura,  los fertilizantes minerales provocan, por una parte, una desertificación del suelo agrícola y, por otra, la contaminación de las aguas. En cuanto a la ganadería, esta se lleva a cabo en grandes granjas en donde los excrementos, simplemente, se vierten en el suelo agrícola en grandes cantidades sin haber recibido ningún tipo de tratamiento.

La Unión Europea así lo ha entendido. En una noticia publicada en El País el 13 de diciembre de 2021, ha denunciado a España por “la agricultura industrial y las macrogranjas”. Tanto una como otra tienen un enorme coste medioambiental”. La justicia europea señala que España no ha adoptado  “medidas para evitar ja contaminación de las aguas provocada por los nitratos” causada por  productos que se usan como fertilizantes. La UE estima que “España ha incumplido la directiva de nitratos, de1991”.

“A pesar de algunos avances limitados, España aún debe de tomas medidas adicionales para evitar la eutrofización en todo el país”, señala la UE, en referencia al “proceso en el que la contaminación de las aguas lleva a un crecimiento excesiva de algas, con el consiguiente agotamiento del oxígeno”.

En la noticia se indica que son la agricultura intensiva y las macrogranjas  las que están “provocando desastres ecológicos en lugares como el mar Menor, en Murcia”.

Los datos del informe presentado “indican que la contaminación por nitratos ha aumentado en España un 51,5% desde 2916 hasta 2019, y que la región de Murcia es la comunidad que mayores valores de contaminación por nitratos alcanzó en aguas subterráneas en 2019, seguida de Cataluña”.

En cuanto la ganadería porcina, la ONG Greenpeace es proclive a la producción intensiva “de nefastos efectos contra el medio ambiente”. Los purines de la ganadería emiten cantidades significativas de CH4 y N2O, ambos gases de efecto invernadero, según la ONG “Ecologistas en Acción”. En la noticia se indica: “El número de cerdos, señala la ONG, se incrementó en España un 21,5% entre 2015 y 2020, hasta los 32,8 millones de puercos”.

¿Qué es la agricultura industrial, citada en el título de la noticia? La agricultura industrial es aquella que se centra en la producción a gran escala. Este tipo de agricultura ha sido criticada por ser la que más daño ocasiona al medio ambiente. Los impactos de la agricultura industrial son devastadores para el medio ambiente y las comunidades humanas. Además los alimentos que obtiene deben recorrer grandes distancias antes de llegar al consumidor. Naranjas que han sido obtenidas en Argentina se venden en los mercados españoles.  

Por otra parte, no se trata solo de la contaminación por nitratos tan citada, la Comisión presentó su propuesta en marzo de 2016, como parte del Plan de Acción de la UE para la Economía Circular. Uno de sus principales objetivos es incentivar la producción de fertilizantes a gran escala a partir de materias primas orgánicas o secundarias no importadas, en consonancia con el modelo de economía circular, transformando los residuos en nutrientes para los cultivos. El compostaje y el vermicompostaje (compostaje utilizando lombrices) son los procedimientos utilizados para producir fertilizantes a partir de materias primas orgánicas. Estos son los fertilizantes que se utilizan en la agricultura ecológica. (https://www.consilium.europa.eu/es/press/press-releases/2019/05/21/eu-adopts-new-rules-on-fertilisers/)


miércoles, 1 de diciembre de 2021

Objetivos de Desarrollo Sostenible

 La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible representa “una visión global para las personas, el planeta y la prosperidad a largo plazo”. Como ya se ha indicado, incluye  17 objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), con 169 metas y 230 indicadores.

A continuación,  se indica cuáles son esos Objetivos  de Desarrollo Sostenible (ODS)

Objetivo 1. “Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo”.

Objetivo 2. “Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición, y promover la agricultura sostenible”.

Objetivo 3. “Garantizar una vida sana y promover el bienestar en todas las edades”

Objetivo 4. ”Garantizar  una educación inclusiva, equilibrada y de calidad y promover oportunidades de aprender durante toda la vida para todos”.

Objetivo 5. “Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas kas mujeres y las niñas”.

Objetivo 6. “Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos”.

Objetivo 7. “Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos”.

Objetivo 8. “Promover el crecimiento económico inclusivo y sostenido, el pleno empleo productivo y el trabajo decente para todos”,

Objetivo 9. “Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusivas y fomentar la innovación”.

La infraestructura resiliente es la capacidad de estos sistemas para funcionar y satisfacer las necesidades de los usuarios durante y después de un peligro natural

Objetivo 10. “Reducir la desigualdad en y entre países”.

Objetivo 11, “Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos  sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles”.

Objetivo 12. “Garantizar  modalidades de consumo y producción  sostenibles”

Objetivo 13, “Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos”.

Objetivo 14. “Conservar y utilizar de forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible”.

Objetivo 15. “Proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar los bosques de forma sostenible, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras, poner fin a la perdida de diversidad biológica”.

Objetivo 16. “Promover sociedades pacificas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles”.

Objetivo 17. “Fortalecer los medios de ejecución y revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible”