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miércoles, 7 de mayo de 2025

Relación entre la pobreza y la salud

      Condicionantes sociales como la falta de vivienda, de educación o buenas oportunidades laborales a menudo suponen causas más determinantes de una que los factores genéticos o  sanitarios, advierte un estudio publicado el 6  de mayo de 2025 por la Organización Mundial de la Salud (OMS)

     "Miles de millones de personas sufren un mayor riesgo de enfermedades y muerte por las condiciones en las que han nacido o el grupo social al que pertenecen", lamento en la presentación del estudio el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien aseguró además que esta situación puede y debe mejorar.  La desigualdad sanitaria no es un accidente, es consecuencia de la forma en la que la sociedad distribuye recursos y oportunidades",añadió. Otros ejemplos del estudio señalan que en algunas naciones europeas  como Hungría, Eslovaquia o Polonia existen brechas en la esperanza de vida de hasta 10 años entre las personas que cuentan con mayores y menores niveles de educación.

     El informe también subraya la desigualdad sanitaria de comunidades discriminadas como los pueblos indígenas, cuya esperanza de via es menor tanto en países desarrollados como en desarrollo: la brecha es de 12,5 años entre los inuit y el resto de población en Canadá, o de 10 años entre aborígenes y la media australiana.

     También subraya que los niños nacidos en países de bajos ingresos tienen hasta 13 veces más posibilidades de fallecer antes de cumplir los cinco años que los que nacen en las naciones más desarrolladas. (Fuente: El País, 7 de mayo de 2025).

     Pienso que esas desigualdades pueden no existir en 2030 si para ese año se han alcanzado las 169 metas de los 17 objetivos de desarrollo sostenible que figuran en la Agenda 2030. Todos los países -cada uno en su medida- tienen que seguir un camino común para garantizar el bienestar de todos los habitantes del planeta Tierra.

martes, 6 de mayo de 2025

Gaza al borde de la hambruna

     El 4 de mayo en la devastada Franja, la población paga a precio de oro por productos que escasean:  harina, pasta, azúcar o verdura. Carne, frutas o verduras o productos lácteos, simplemente, ya no hay.  Durante los dos meses de tregua que el Gobierno de Neranyahu rompió en marzo, el saco de harina de 2 kilos costaba 19 séqueles (2,4 euros o 2,7 dólares). Hoy , 4 de mayo, entre 1.000 y 1.300.

     Con el 95% de las reservas agotadas, según la Asociación de Panaderías de Gaza, un tema central de conversación entre las madres es cómo sustituir la falta de pan para  sus hijos. Algunas  machacan espaguetis ("también es caro, pero se encuentra más fácilmente", dice una de ellas) para añadiré agua y cocinarlo en un fuego alimentado con madera, ante la falta de electricidad y combustible para los generadores.  

     Buena parte de Gaza sobrevive con comida enlatada o los menguantes platos de lentejas, arroz y pasta que reparten las ONG con reservas que llevan dos meses sin reponer. "Muchas madres intentan acostar a sus hijos lo más temprano para que no se quejen de hambre. O con una sola comida al día, que suele ser la cena, para que al menos se vayan a dormir sin hambre. No llenos, pero al menos sin quejarse de hambre", explica Ghada Alhadda, responsable de comunicación de Oxfam Internacional en en Gaza. 

     Si tras dos meses sin alimentos, Gaza no ha entrado técnicamente en hambruna es porque las organizaciones internacionales, ONG y algunas familias o colectivos tienen reservas o las pudieron generar durante el alto el fuego.

     Las reservas se agotan. La pasada semana, el Programa Mundial de Alimentos de la ONU anunció que había entregado a los comedores sociales lo que le que le quedaba.  Los comedores sociales cubrían antes solo el 25% de les necesidades alimentarias diarias de la mitad de la población, pero eran su única ración asegurada.

     La situación impondría un regreso a la producción local, pero la ganadería y agricultura están devastadas.   Israel acaba de incluir algunos de los escasos terrenos cultivables  en la "zona de seguridad" que pretende controlar indefinidamente. En las dos últimas dos semanas ha incendiado cientos de hectáreas de cultivo, con el objetivo de exponer los túneles que usan los milicianos y reducir el despliegue de tropas, según ha informado el canal 12 de la televisión israelí.  (Fuente: El País, 4 de mayo de 2025)

     ¿Qué puedo opinar?  Lamento tener que decir que hay  personas con forma exterior igual que la especie humana, pero tienen nada de humanas. Los seres verdaderamente humanos, como se ha señalado en muchas ocasiones y han puesto de manifiesto múltiples experimentos científicos, son empáticos,sociales y solidarios.

     Acabo de leer en el periódico que "uno de los papamóviles que papa Francisco utilizó en sus viajes se convertirá en un clínica móvil para atender a los niños de la franja de Gaza. Ese fue el deseo expresado por el Pontífice antes de morir.

     Un grupo de médicos gestionará el papamóvil, que llevará en su interior instrumentos de diagnóstico, test de infecciones, material de sutura, jeringuillas, oxígeno, vacunas y un frigorífico para medicinas. Sin embargo y previsible mente, el vehículo no podrá usarse para este cometido por el momento, porque el cerco total que  Israel ha impuesto desde hace dos meses, prohibiendo la entrada de alimentos, medicamentos y productos básicos, impide también que efectivos sanitarios accedan a Gaza. (Fuente: El Pais, 6 de mayo de 2025)

lunes, 5 de mayo de 2025

Ganadería, Saluld pública

     Siete vecinos de As conchas (Orense), una asociación vecinal y una federación de consumidores han presentado una demanda ante el Tribunal Superior gallego que, por vez primera, plantea evaluar la contaminación producida por las macrogranjas desde el punto de vista de los derechos fundamentales, en especial del derecho a la vida. 

     Los demandantes, apoyados por dos grupos de ecologistas, acusan ala Xunta de Galicia, la Confederación Hidrográfica Miño-Sil y cinco ayuntamientos de no haber hecho nada para evitar o remediar la grave contaminación de la cuenca del río Limia y, en particular, del embalse de As Conchas, provocada por cientos de explotaciones ganaderas intensivas, fundamentalmente de cerdos y aves, que han proliferado en las comarcas de Ourense desde los años noventa. 

     La Fiscalía, que apoya la estimación de la demanda recuerda que el Estado tiene la obligación de tomar medidas para proteger el medio ambiente. y las administraciones, de hacerlas efectivas. No puede haber lugares de España donde el Estado no llegue como garante de los derechos de los ciudadanos demasiados a, y eso no puede haber ocurrido en Ourense donde durante demasiados años por la inacción de los demandados.  

     Las explotaciones ganaderas deben ser compatibles son la sostenibilidad social e ambiental y la salud. Ningún interés económico o político puede justificar que unos ciudadanos se vean obligados a acudir a los tribunales porque se ven, como, como denuncian, ante "una seria, real e inminente amenaza" a sus vidas. /Fuente: El País, 5 de mayo de 2025)

      Una de las metas del ODS 3 de la Agenda 2030 ("garantizar una vida sana y promover el bienestar en todas las edades") es "reforzar la capacidad de todos los países en materia de alerta temprana. reducción de riesgos y gestión de los riesgos para la salud nacional o mundial",

Mutilacion genital feminina

    Aunque está reconocida como una violación de derechos humanos y prohibida en muchos países, hoy hay en el mundo más de 230 millones de niñas y mujeres que han sufrido mutilación  genital femenina (MGF), según un informe de Unicef publicado en 2024. De ellas, unos 52 millones, aproximadamente una de cada cuatro supervivientes de ablación, fueron mutiladas por profesionales sanitarios-

      La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado este lunes de la “creciente medicalización” de la MGF, con evidencias que indican que es realizada “cada vez más por personal sanitario”, y ha incidido en la necesidad de establecer “medidas urgentes” para frenar esta práctica. Es por ello que ha publicado una mueva directriz, entre otras cosas, a involucrar a los trabajadores sanitarios en la prevención y prohibición de la mutilación genital femenina. 

      La MGF medicalizada, es decir, aquella mutilación total o parcial de los genitales femeninos realizada por profesionales sanitarios, no solo supone una violación de la ética médica, sino que corre el riesgo de legitimar la práctica y dar impresión de que no tiene consecuencias. “Algunos estudios sugieren que puede ser incluso más peligrosa cuando la realizan los profesionales de la salud, ya que puede provocar cortes más profundos y graves”, advierte la OMS. 

      El documento, titulado de la mutilación genital femenina y tratamiento clínico de sus complicaciones amplía unas directrices publicadas en 2016 y establece ocho recomendaciones y tres declaraciones de buenas prácticas. 

     "Las investigaciones demuestran que el personal sanitario puede ser un referente influyente para cambiar la actitud hacia la MGF y desempeñar un papel crucial en su prevención". señala Christina Pallitto, científica de la OMS y del Programa Especial de las Naciones Unidas para la Reproducción Humana

      Entre las sugerencias de la OMS se incluye la formación del personal sanitario en prevención de la ablación, con acciones que van desde el rechazo a las solicitudes de practicarla hasta la información a la población de los riesgos a corto y largo plazo. “Las investigaciones demuestran que el personal sanitario puede ser un referente influyente para cambiar la actitud hacia la MGF y desempeñar un papel crucial en su prevención”, afirmó Christina Pallitto, científica de la OMS y del HRP, que ha dirigido el desarrollo de la nueva directriz. 

      Además, también se recomienda la formación en la atención de las complicaciones de salud relacionadas con la MGF y la necesidad de implementar códigos de conducta profesionales “con un enfoque de tolerancia cero”, que prohíban expresamente al personal sanitario llevar a cabo esta práctica. “La participación de médicos, enfermeras y parteras debería ser un elemento clave en la prevención y la respuesta a la MGF”, incidió Pallitto

      “El sector de la salud desempeña un papel esencial en la prevención de la mutilación genital femenina: los profesionales sanitarios deben ser agentes de cambio, no perpetradores de esta práctica nociva, y también deben brindar atención médica de alta calidad a quienes sufren sus efectos”, explicó en un comunicado de prensa la doctora Pascale Allotey, directora de Salud Sexual y Reproductiva e Investigación de la OMS y del Programa Especial de las Naciones Unidas para la Reproducción Humana (HRP por sus siglas en inglés). 

      El documento de la OMS también abarca “la educación de las mujeres y niñas que viven con MGF o corren el riesgo de sufrirla, así como de los hombres y niños de las comunidades que la practican”. Entre estas medidas se encuentra la educación sanitaria grupal e individual, así como el asesoramiento para la prevención de la MGF destinado a promover cambios de actitud frente a esta práctica que viola los derechos de la mujer. 

      La mutilación genital femenina puede provocar complicaciones de salud graves a corto y largo plazo. Las mujeres adultas que fueron sometidas a ablación durante la infancia tienen más probabilidades de sufrir infertilidad y complicaciones durante el parto. Además, puede acarrear problemas de salud de mental. Por esto, la guía incluye varias recomendaciones clínicas para “garantizar el acceso a atención médica empática y de alta calidad para las sobrevivientes de la MGF”. Entre estas se mencionan intervenciones de salud mental para niñas y mujeres que experimentan ansiedad, depresión o trastorno de estrés postraumático e intervenciones quirúrgicas y no quirúrgicas de salud sexual para aquellas que sufren disfunción sexual. 

     Hoy en día, una niña tiene un tercio menos de probabilidades que hace 30 años de ser sometida a una mutilación genital femenina, según Unicef. Sin embargo, si se quiere cumplir con la meta incluida en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de acabar con esta práctica de aquí a 2030, los avances tienen que acelerarse. La reducción debería ser 27 veces más rápida que la observada en la última década, según los datos recogidos por la agencia de las Naciones Unidas para la Infancia. Hoy en día, el mayor número de casos de ablación se da en países africanos, con 144 millones, seguidos de Asia (80 millones) y Oriente Medio (6 millones). La mutilación genital femenina también se practica en comunidades pequeñas y aisladas y entre las diásporas de todo el mundo. (Fuente;El País-Planeta Futuro 28 de abril de 2025)

¿Qué es la mutilación genital femenina?

     La mutilación genital femenina hace referencia a todos los procedimientos que implican la extirpación total o parcial de los genitales externos de la mujer u otras lesiones en los órganos genitales femeninos con fines no médicos. Se practica sobre todo en niñas que se encuentran entre la edad infantil y los 15 años. En cualquiera de sus formas, la mutilación genital femenina constituye una violación de los derechos humanos fundamentales de las niñas y las mujeres, entre los que se incluyen el derecho a la salud, a la seguridad y a la dignidad (Fuente: UNICEF)

domingo, 4 de mayo de 2025

Salud mental

     En El País de fecha 3 de mayo de 2025 se puede leer una noticia titulada Las bajas laborales por salud mental ha crecido un 72% desde la pandemia.Las incapacidades temporales por problema

     La noticia empieza indicando,"las incapacidades temporales por problemas psicológicos y psiquiátricos subieron hasta las 643.681 en 2024.

     Y termina señalando: "Las bajas por salud mental. más allá de como se manifiesten y de las peculiaridades de cada sector, son un reflejo de un problema que no para de crecer en la sociedad y para el que no bastan, medicamentos ni intervenciones médicas. Es. el menos, la perspectiva del Ministerio de Sanidad, que el mes pasado aprobó, junto a las comunidades autónomas, un plan nacional que propone un modelo menos apoyado en fármacos y más centrado en la atención comunitaria y la integración de la salud mental en la sanidad general.

     Ello me ha recordado lo que escribió Jeremy Rifkin, uno de los pensadores más célebres de nuestra época. En su libro La civilización empática.  La carrera hacia una conciencia global en un mundo en crisis (Paidós. 2010) indica: "Los descubrimientos recientes en el ámbito de las neurociencias  y el del desarrollo infantil nos obligan a cuestionar la creencia,  tan arraigada, según la cual los seres humanos son agresivos, materialistas, utilitaristas y egoístas por naturaleza. Ahora, por el contrario, empezamos a darnos cuenta de que somos una especie fundamentalmente empática, y ello tiene unas implicaciones profundas y de largo alcance para la sociedad [...] ¿Estamos a tiempo de alcanzar la empatía global necesaria para evitar el desmoronamiento de la civilización y salvar la Tierra?

     Para empezar tenemos problemas de salud mental, que no podemos solucionar con medicamentos.  

 

sábado, 3 de mayo de 2025

Infartos cerebrales. África

     Era cuestión de tiempo que el ruandés Joseph Rukelibuga sufriera un derrame cerebral. El accidente cerebrovascular llegó el 20 de junio de 2016 a las cuatro de la madrugada, cuando dormía en casa. Pero, durante años, su cuerpo había vivido con diabetes e hipertensión. Él lo sabía, porque ambas enfermedades se las diagnosticaron por casualidad, en 2007, cuando tuvo que hacerse unos exámenes médicos para comenzar un nuevo trabajo. “Sabía que tenía factores de riesgo, pero nunca nadie me dijo que me podía dar un infarto cerebral. Y pasó inesperadamente cuando tenía 57 años”, relata a EL PAÍS desde Kigali, en una llamada telefónica.

     En Ruanda, los accidentes cerebrovasculares son la primera causa de muerte (hay 55,8 fallecimientos entre cada 100.000 habitantes), según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). No obstante, es una enfermedad infradiagnosticada en el continente. Los pacientes no siempre llegan al centro de salud por desconocimiento, miedo al estigma o porque no hay instalaciones sanitarias especializadas a las que puedan acudir. Un estudio publicado en 2021 alertaba de que por cada caso “clínico” detectado, había unos cuatro accidentes cerebrovasculares ocultos.

     Los que sobreviven, explica Rukelibuga, quedan a merced de un sistema sanitario sin suficientes servicios de rehabilitación y, por tanto, con menos posibilidades de tratar posibles discapacidades. Lo sabe porque, aunque él corrió con la suerte de recibir medicamentos y fisioterapia para tratar la parálisis que le afectó el lado izquierdo del cuerpo, a la fecha sigue sin recibir atención logopédica ni rehabilitación neurológica. En esos años de visitas a centros sanitarios, además, conoció a otros ruandeses que habían corrido peor suerte. “Hay personas que ni siquiera saben que han tenido un infarto cerebral y temen contactar a un doctor. Además, el estigma es muy alto entre los sobrevivientes, por la discapacidad que queda“, explica. Y añade: “Algunos pierden su trabajo. Otros venden sus bienes para recibir atención médica. Y esto se convierte en una fuente de pobreza para las familias”. Una más en un país en el que la mitad de la población sobrevive con 2,15 dólares (1,9 euros) al día.

     Esta misma historia la contó el pasado 9 de abril, a través de un vídeo transmitido, durante el lanzamiento de la Coalición Global de Acción contra el Ictus. El movimiento, convocado por la World Stroke Organization (Organización Mundial del Ictus), busca aliar a organizaciones de todo el mundo, científicos y pacientes para alertar a los organismos internacionales y gobiernos nacionales de las inversiones que deben hacer para reducir la incidencia de esta enfermedad. Rukelibuga pidió un compromiso real para la prevención, atención y rehabilitación de los accidentes cerebrovasculares en su país y en su región. Él, además, será parte de la coalición con su organización Stroke Action  Rwanda, que fundó en 2019 para apoyar a supervivientes de accidentes cardiovasculares en su país. La ONG brinda orientación para acceder a servicios de rehabilitación, coordina grupos de apoyo emocional y sensibiliza sobre factores de riesgo.

     Para el fundador de Stroke Action Rwanda es urgente actuar en el continente africano, donde, en la mitad de países, los accidentes cerebrovasculares están entre las tres primeras causas de muerte. En siete ―Yibuti, Eritrea, Ghana, Madagascar, Ruanda, Santo Tomé y Príncipe y Senegal― es lo que más mata a sus habitantes. Se calcula que en África hay más de  300 nuevos infartos por cada 100.000 personas cada año ―en España son 187― y una mortalidad del 84% en un plazo de tres años. Hay, incluso, estudios que demuestran que regiones de África tienen mayor incidencia de infartos cerebrales que la media mundial. Por ejemplo, en el sur de Nigeria, se han llegado a detectar tasas de 1.460 casos por cada 100.000 habitantes, cuando la prevalencia mundial es de unas 1.300. Y, en general, de los 12 millones de nuevos ictus que hay cada año, un 70% de los desenlaces mortales y un 87% de los casos con discapacidad ocurren en países de bajos y medianos ingresos.

     "Somos quienes sabemos más qué nadie sobre infartos cerebrales, podemos brindar nuestros testimonios y facilitar evidencias que apoyen la creación de políticas públicas", indica Joseph Rukelibuga, fundador de Stroke Action Rwanda

     Sheila Martins, copresidenta de la recién nacida coalición, asegura que desde la World Stroke Organization ha habido una apuesta en los dos últimos años para trabajar en África con un modelo inicial “para crear atención básica y unidades de ictus en los centros de urgencias”. El proyecto se ha aplicado en Etiopía y Tanzania y hay evaluaciones para aplicarlo en otros 10 países africanos. “El objetivo es organizar los servicios en esos países y conseguir donaciones de medicamentos para iniciar el tratamiento trombolítico”, detalló Martins.

     Rukelibuga, sin embargo, lamenta que poco ha cambiado en Ruanda desde el año en que él tuvo su infarto. Por eso, busca alianzas para que sean los sobrevivientes quienes cambien la suerte de los futuros afectados. “Somos quienes sabemos más que nadie sobre infartos cerebrales, podemos ofrecer nuestros testimonios y facilitar evidencias que apoyen la creación de políticas públicas”, dice. Actualmente, busca financiamiento para un proyecto ―que su organización desarrolló― para la construcción de un centro de rehabilitación física, cognitiva y psicológica para sobrevivientes en el distrito de Gasabo, en la capital ruandesa.

Poca información, pocas políticas públicas

     Desde Sudáfrica, Pamela Naidoo, directora de la Fundación del Corazón y los Accidentes Cerebrovasculares de Sudáfrica, también buscar llamar la atención de las organizaciones internacionales. “Recibimos financiación y apoyo gubernamental para enfermedades transmisibles como la tuberculosis, pero no se destinan recursos suficientes para las enfermedades no transmisibles, pese a que se sabe que su coste para el sistema aumenta con el tiempo”, afirma la especialista en salud pública, en una entrevista por videollamada.

     Naidoo lleva años monitoreando los infartos cerebrales en el continente. Es una necesidad, explica, pues no se ha investigado lo suficiente sobre esta enfermedad en África ni sus factores. Otro problema, agrega, es que los países no tienen suficientes datos sobre los accidentes cerebrovasculares. Esto conduce a que los gobiernos no tengan una buena base para trazar metas e inversiones en políticas públicas. En 2021, Naidoo, junto a varios colegas, publicó un estudio que alertaba del gran infradiagnóstico de la enfermedad y de que había “lagunas en la comprensión del ictus en África”. También advirtieron de que una vez que ocurría, los pacientes tardaban una media de 31 horas en ingresar a un hospital.

     "Si vas a una economía occidental que cuenta con los mejores estándares, tendrás un equipos con un neurólogo, un logopeda, un terapeuta ocupacional, un psicólogo y un profesional en salud mental. Esa cohesión en la atención no existe en África", señala Pamela Naidoo, directora de la Fundación del Corazón y los Accidentes Cerebrovasculares de Sudáfrica

     Naidoo, en conversación con EL PAÍS, también resalta que la prevención es un problema regional. Si bien hay factores congénitos que pueden llevar a una persona a tener un infarto, un 70% de los factores de riesgo son modificables, de acuerdo con la experta. De los 10 factores modificables reconocidos a nivel internacional, agrega, es clave tratar la hipertensión, el alto consumo de sal, el sedentarismo y el consumo de tabaco y alcohol. El problema es que la gente ni siquiera se ha enterado de que padece estos factores de riesgo ―solo el 50% de las personas que tienen hipertensión lo saben, dice el estudio de Naidoo―, y no hay disponibilidad suficiente de medicamentos para tratar esas preexistencias.

     En esta conversación sobre el ictus también aparece la rehabilitación como un problema no resuelto. “Si vas a una economía occidental que cuenta con los mejores estándares, tendrás equipos con un neurólogo, un logopeda, un terapeuta ocupacional o un psicólogo. Esa cohesión en la atención no existe en África”, lamenta Naidoo.

     La próxima oportunidad para avanzar en la prevención y tratamiento de los ictus será en septiembre, durante la Cuarta Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de la ONU sobre enfermedades no transmisibles. Durante el encuentro, los expertos africanos en infartos cerebrales buscarán que los organismos internacionales y los gobiernos locales atiendan una enfermedad prevenible que golpea el continente a sus anchas. (Fuente: El País. Planeta Futuro. 28 de abril de 2025)

     En la Agenda 2030, pensada para las generaciones presentes y futuras, el Objetivo 3 es "garantizar una vida sana y promover el bienestar en todas las edades". Y una de las metas a alcanzar como máximo el año 2030 está relacionada con las enfermedades no transmisibles:  "reducir en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles mediante la prevención y el tratamiento y promover la salud mental y el bienestar".

viernes, 2 de mayo de 2025

Som energía

     Me parece importante conocer lo que Som Energía ha escrito. en su blog después de la falta de energía eléctrica que sufrimos recientemente y los comentarios que algunos hicieron contra la energía renovable

     Es necesario que el sistema eléctrico se adapte a las renovables. Para garantizar un sistema energético basado en energía renovable, es necesario apostar por una red resiliente, eficiente y adaptable.

     Ante la avalancha de opiniones y especulaciones a raíz del apagón eléctrico del pasado lunes 28 de abril, desde Som Energia, con más de quince años en el sector, aportamos algunas reflexiones. En la cooperativa no solo comercializamos luz, sino que también producimos parte de nuestra electricidad. Nuestras plantas fotovoltaicas, como todas las de la Península, se detuvieron automáticamente por seguridad cuando la red cayó a las 12:33 h. La mayoría se recuperó de forma autónoma entre las 20 y las 21 h, mientras que unas pocas requirieron intervención técnica. Este comportamiento es inherente al funcionamiento de la red: si ésta cae, no hay dónde verter la energía generada.

 Una red compleja que requiere gestión y adaptación 

     Mientras todavía se están aclarando las causas, que muy probablemente, serán multifactoriales, es importante tener una premisa muy clara: el apagón no puede atribuirse exclusivamente a una elevada penetración de energía solar y eólica en la red. De hecho, en otras ocasiones la producción renovable había sido similar o superior a la de este lunes. Hay muchos factores que contribuyen a asegurar el correcto funcionamiento del sistema eléctrico, y en este sentido, uno de los mayores retos para garantizar su estabilidad es adaptar la red para que pueda integrar eficientemente las renovables. 

El papel de las baterías

     Otro de los aspectos a mejorar es el almacenamiento de la energía a través de baterías. Éstas pueden contribuir a la estabilidad del sistema eléctrico, especialmente en un modelo basado en renovables. Tendrán un papel relevante para gestionar la intermitencia y aportar flexibilidad a la red. Para que esto ocurra, también será necesario adaptar el sistema y establecer medidas que faciliten su implementación.

Es necesario un sistema energético que esté adaptado a las renovables 

     La red eléctrica, que gestiona Red Eléctrica de España (REE), debe adaptarse a las nuevas necesidades energéticas de la sociedad. Es importante, también, que ponga las medidas necesarias para no volver a ponerla en riesgo con situaciones caóticas y consecuencias como las de este apagón. 

     Después de lo que pasó, está claro que es imprescindible agilizar la regulación del almacenamiento, eliminar las barreras que dificultan la integración de las renovables en la red e implementar los mecanismos necesarios que den resiliencia al sistema. Solamente esto permitirá tener un futuro más sostenible. No será rápido, pero es técnicamente posible. Por otra parte, es necesario un compromiso político claro que garantice las medidas necesarias que permitan llevar a cabo la transición energética.

     Así pues, la clave para un sistema energético sostenible no es cuestionar a las renovables, sino mejorar la gestión y la infraestructura de la red. Las nucleares y las energías fósiles no son la respuesta, porque conllevan riesgos para la sociedad y dependencias geopolíticas. Las opiniones que buscan desprestigiar a las renovables a menudo responden a intereses privados o económicos. Desde Som Energia, reafirmamos nuestro compromiso con un futuro 100% renovable, transparente, distribuido y participativo, y que tenga en cuenta el interés de toda la ciudadanía y el planeta.