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domingo, 30 de marzo de 2025

Banco de corales

     En 2011, la ONG Oceana descubrió en una de sus expediciones un gran arrecife de corales de zonas profundas en el banco de Cabliers, una formación geológica de montes submarinos situada en el mar de Alborán. un lugar único en el Mediterráneo, debido a que no se conoce otro de dimensiones semejantes, que da cobijo a gran cantidad de especies, y está vivo y en crecimiento El día 10 de noviembre los países mediterráneo acordaron prohibir todo tipo de pesca de fondo, incluidas las redes de arrastre, en área área prevista de unos 400 kilómetros cuadrados a su alrededor. La decisión se ha tomado en la reunión anual de la Comisión General de Pesca del Mediterráneo, dependiente de Naciones Unidas y de la que forman parte 22 países de la ribera del Mediterráneo y del mar Negro, junto con la UE.

     La lejanía de Cabliers de las costas ha favorecido que el área permanezca bastante aislada y haya eludido la contaminación y sobreexplotación que padece e, Mediterráneo.  

     Helena Álvarez. bióloga de Oceana, se muestra muy satisfecha de la protección. Quizá, señala, el olvido de estos corales se debe a que las personas solo conoce los tropicales. "Pero  son iguales de necesario, por la biodiversidad que generan y las especies que se reproducen y se alimentan allí, forman como un gran bosque, que crece muy lentamente", concreta.  La vicepresidenta adjunta de Oceana en Europa, Vera Coelho, afirma que se trata de "una victoria para ecosistemas marinos, y constituye un ejemplo que los países mediterráneo deberían seguir para sus objetivos de conservación y reconstruir sus poblaciones de peces". (Fuente: El País, 11 de noviembre de 2023)

     En la Agenda 2030, el Objetivo de Desarrollo Sostenible 14 esta relacionado con el trabajo realizado por la  ONG  Oceana: "Conservar y utilizar de forma sostenible los océanos y los recursos marinos para el desarrollo sostenible",

 

sábado, 29 de marzo de 2025

Cambio climático

 "Garantizar el derecho a un medio ambiente sano es esencial para el bienestar de todos.Gobiernos y empresas deberían priorizar ya la sostenibilidad y adoptar medidas concretas para reducir las emisiones y proteger la biodiversidad de nuestro planeta. La ciudadanía también desempeña un papel clave: exigir políticas ambientales y participar en la defensa del clima es fundamental.  Sin  acción inmediata, las generaciones futuras sufrirán las consecuencias de nuestro pasotismo. Aunque muchos creen que todo está perdido, es indudable que aún que mucho por hacer para frenar los avances de la crisis climática. Sin verdadero compromiso. no habrá futuro sostenible.

     Esta es la "carta a la directora"  que escribió Adraina Soler (Barcelona) y que fue publicada el día 12 de marzo de 2025, bajo el título "Pasotismo"

 

 

Mortalidad infantil

     En 2023, 4,8 millones de niños murieron en el mundo antes de cumplir los cinco años, la mayoría por causas prevenibles, según un informe del Grupo Interinstitucional de la ONU para la Estimación de la Mortalidad en la Niñez (UN IGME, por sus siglas en inglés) publicado este martes. Casi la mitad de estas muertes (2,3 millones) se produjeron en los primeros 28 días de vida.

     Además, en 2023 se registraron 1,9 millones de muertes prenatales en 2023, según otro informe del grupo  difundido también este martes y que indaga en la mortalidad  que se produce después de 28 semanas de embarazo, pero antes del parto o durante este. “Dos de cada cinco bebés murieron durante el parto, un momento en el que se pueden prevenir la mayoría de las muertes fetales”, explica el documento, que prevé que, si no se toman medidas, se produzcan 30 millones de muertes de niños menores de cinco años antes de 2030, y 13 millones de mortinatos hasta ese año.

     Desde 2000, la tasa mundial de mortalidad de niños menores de cinco años se ha reducido a la mitad y ha pasado de 77 muertes por cada 1.000 nacidos vivos, a 37 por cada 1.000 en 2023, el último año estudiado. Sin embargo, estos progresos se han ralentizado en un 42% entre 2015 y 2023, en comparación con las mejoras logradas entre el año 2000 y 2015.

     La ONU subraya que estos avances están ahora aún más en peligro por los recortes de financiación de los principales donantes, de los que ya se están viendo las consecuencias en los programas de salud infantil. Escasez de personal sanitario, cierre de clínicas, falta de suministros, interrupción de programas de vacunación y de tratamientos como el de la malaria están impactando en territorios donde estas tasas de mortalidad infantil ya son altas. “La tendencia ha sido preocupante en los últimos años. Los fondos disponibles de los Gobiernos donantes y socios para algunos de los países en desarrollo, que están lejos de cumplir los objetivos de salud de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), se han ido reduciendo y los recientes recortes que han anunciado varios Gobiernos han hecho que las perspectivas sean bastante aterradoras”, explica por videoconferencia a EL PAÍS Fouzia Shafique, directora Asociada de Salud de Unicef y una de las autoras del informe.

     El documento advierte de que, si la tendencia actual continúa, 60 países no cumplirán la meta recogida en los ODS de reducir la mortalidad de menores de cinco años a 25 muertes por cada 1.000 nacidos vivos. Y 65 países corren el riesgo de no cumplir el objetivo de reducir la tasa de mortalidad neonatal a 12 muertes por cada 1.000 nacidos vivos para 2030. “Ahora bien, estas son cifras de hace un año y se basaban en la suposición de que, al menos la situación financiera no cambiaría drásticamente”, explica Shafique, que añade que ahora hay países en los que se ha reducido de forma drástica el margen fiscal para el sector sanitario. “Por lo tanto, a menos que los propios Gobiernos y otros donantes intervengan y se aseguren de que se mantengan las inversiones en salud materna, neonatal e infantil, comenzaremos a ver una reversión en la tasa de mortalidad”, cuenta. “Nos encontramos en una situación en la que tal vez dentro de un año estemos hablando de un aumento de las cifras y no de una nueva disminución”, añade.

      Las muertes de niños, inciden en el informe, “son especialmente trágicas”, ya que los medios para prevenirlas son bien conocidos y van desde el acceso a servicios sanitarios esenciales, partos atendidos por personal sanitario cualificado, atención prenatal y postnatal de calidad, atención especializada a recién nacidos enfermos, vacunaciones, prevención y programas de nutrición, entre otros. “El cálculo es trágicamente sencillo: si estas intervenciones llegaran a su fin, también lo harían las esperanzas, las aspiraciones y el futuro de millones de niños de todo el mundo", advierten en la introducción.

     Pese a los progresos a nivel mundial, un niño nacido en África subsahariana tiene una probabilidad 18 veces mayor de morir antes de cumplir los cinco años que uno nacido en Australia y Nueva Zelanda. Esta región concentra junto con el sur de Asia el 80% de las muertes de menores de cinco años. Es decir, cuatro de cada cinco decesos sucedieron en estos dos territorios. Sin embargo, las causas son muy diferentes. En África subsahariana el paludismo es el responsable del 15% de las muertes de menores de cinco años en la región. En el sur de Asia, “las muertes se deben en gran medida a causas relacionadas con complicaciones en el parto”, menciona el informe.

     Los niños nacidos en países de renta baja y media-baja se enfrentan a riesgos de muerte significativamente mayores que los nacidos en países de renta alta. Un niño de un país de renta baja tiene un riesgo 10 veces mayor de morir en el primer mes de vida que uno de renta alta. Y respecto a la mortalidad de niños menores de cinco años, estaríamos hablando de 62 muertes por cada 1.000 nacidos vivos en países con ingresos bajos, frente a las 4,9 muertes por cada 1.000 nacidos vivos en países de ingresos altos. “Solo cuatro países —Níger, Nigeria, Somalia y Chad— tuvieron en 2023 una tasa de mortalidad de menores de cinco años superior a 100 muertes por cada 1.000 nacidos vivos, pero todos ellos se encuentran en África subsahariana”, dice el análisis. Además, en esta región también se encuentran los países con las 20 tasas de mortalidad de niños de menos de cinco años más altas del mundo, con más de 60 muertes por cada 1.000 nacidos vivos.

     Los riesgos no solo dependen del territorio. Aquellos niños que viven en hogares más pobres tienen casi el doble de probabilidades de morir antes de cumplir los cinco años que los de hogares más ricos, puntualiza el informe. Y aquellos que viven en zonas rurales tienen un riesgo 1,5 veces mayor que aquellos de entornos urbanos. Otros factores, como el nivel educativo de la madre o su edad, también influyen.

     En cuanto a las causas, durante los primeros 28 días de vida, un periodo especialmente vulnerable, las principales amenazas son los partos prematuros, las complicaciones en el parto y las anomalías congénitas. Para los niños que sobreviven más allá de ese primer mes, “la neumonía, la malaria y la diarrea representaron en conjunto casi un tercio de todas las muertes”.

     Como se indica al inicio de este artículo, desde el año 2000 se ha reducido a la mitad la mortalidad mundial de menores de cinco años. Un hito que algunos países han llevado más lejos, con disminuciones aún mayores. El informe destaca cuatro casos de éxito, Nepal, Senegal, Ghana y Burundi, en los que los retos financieros y geográficos no han sido un impedimento en la disminución de las muertes infantiles. Senegal, por ejemplo, ha logrado “una de las mayores reducciones de la mortalidad de menores de cinco años en todo el mundo”, con un 70% desde el 2000 y también ha disminuido la mortalidad neonatal en un 41%. Nepal ha tenido un descenso del 67% y del 59%, respectivamente. En Ghana y Burundi las reducciones también han sido significativas.

     En aproximadamente dos de cada cinco países, los datos más recientes disponibles sobre mortalidad infantil tienen más de cinco años. “Sin mejores datos, millones de niños corren el riesgo de pasar desapercibidos, y los esfuerzos para reducir la mortalidad se verán obstaculizados por la incertidumbre y los retrasos, especialmente en los países con mayor mortalidad, donde los sistemas de datos son más débiles”, indica el informe.

     Según se incide en el análisis, “ahora no es el momento de reducir las intervenciones probadas que salvan vidas infantiles, sino de fortalecer los sistemas y plataformas a través de los cuales los niños reciben estas intervenciones. Dejar morir a estos niños cuando se dispone de los medios para evitar sus muertes es una violación fundamental de nuestro deber para la infancia de todo el mundo”.(Fuente: El País. Planeta Futuro,  25 de marzo de 2025) 

     Estamos hablando del ODS 3: "Garantizar una vida sana y promover el bienestar en todas las edades". Una de las metas a alcanzar antes del año 2030:  "Poner fin a las muertes evitables de recién nacidos y de niños menores de 5 años, logrando que todos los países intenten reducir la mortalidad neonatal al menos hasta 12 por cada 1.000 nacidos vivos, y la mortalidad de niños menores de 5 años al menos hasta 25 por cada 1.000 nacidos vivos". ¿Lo conseguiremos?


viernes, 28 de marzo de 2025

Árboles en las ciudades

 Aunque quizás repita algunas cosas, creo que lo que hoy voy a escribir puede ser útil a más de un alcalde.

1.- La colocación estratégico de árboles en zonas urbanas puede bajar la temperatura del aire entre 2 y 5 grados centígrados.

2.- Los grandes árboles de las ciudades son excelentes filtros para los contaminantes urbanos y las pequeñas partículas.

3.-  Los árboles maduros regulan el flujo del agua y mejoran la calidad del agua.

4.- Pasar tiempo cerca de los árboles mejora la salud física y mental aumentando los niveles de energía y la velocidad de recuperación. a la vez que descienden la presión arterial y el estrés.

5.- Un árbol puede absorber hasta 150 kilos de dióxido de carbono al año.Ayuda a mitigar el cambio climático.

6.- Los árboles proporcionan alimentos como las frutas, frutos secos y hojas,

7.- La población urbana mundial está creciendo. Los árboles hoy es la clave para las generaciones futuras.

8.- Los árboles colocados de manera adecuada cerca de los edificios reducen las necesidades de aire acodiciado un 30% y ahorran entre un 20% y un 50% de calefacción.

(Fuente: Organización de las Naciones Unidas pf

 


El estado del planeta. Los bosques

 Como complemento a lo que ya leí en El Pais   sobre los bosques y recordando el Objetivo 15 de Desarrollo Sostenible la Agenda 2030  (proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar los bosques de forma sostenible,luchar contra le desertificación, detener e invertir ls degradación de las tierra y poner freno a la pérdida de la diversidad biológica), me ha parecido  adecuado consultar el libro 1  de la colección  Estado del planeta de la Organización de las Naciones Unidas para Alimentación y la Agriculura.  Empiezo resumiendo lo que se puede leer en ese libro.

Los bosques ocupan el 30,6% de la superficie terrestre del planeta y en ellos vive el 75% de la biodiversidad terrestre. De ellos dependen 1.600 millones de personas de la población mundial. Y 2.000 culturas indígenas viven en ellos. Además una cuarta parte de las modernas provienen de plantsd tropicales. Los bosques tambien ofrecen una amplía variedad de alimentoss nutritivos como frutos secos, frutas, semillas e incluso insctos,  que son ricos en proteínass y en importantes minerales, como el clcio y el hierro, Estos productos ayudan a las comunidades forestales y a millones deotras personas a mantenerse sanos.

Pero no solo proporcionan beneficios a las personas, los árboles son un gran sumidero de carbono, De hecho. ayudan a combatir los efectos negativos del cambio climático. Además, los árboles de los bosques funcionan como acueductos naturales redistribuyendo hasta el 95% del agua que absorben donde más de necesita. Mantienen el agua en el suelo evitando la erosión y después la liberan de nuevo a la atmósfera,produciendo un efecto de enfriamiento que ayuda a bajar la temperatura del planeta.

Por otro lado, también proporcionan una importante fuente de beneficios económicos. Casi 900 millones de personas, en su mayoría en los países en desarrollo. participan en la producción de leña y carbón vegetal. Además, los combustibles de madera proporcionan el 40% del suministro de energía renovable de hoy en día -tanto como la energía solar, hidroeléctrica y eólica juntas-.

Sin embargo, la situación de los bosques de nuestro planeta no es la que debería. casi la mitad de los bosque que en tiempos cubrieron la Tierra han desaparecido. Sin embargo,  para hacernos una idea: hacen falta 27.000 árboles para cubrir la demanda anual de papel higiénico a nivel mundial.

La deforestación no es algo nuevo: durante miles de años la humanidad ha convertido las tierras forestales en terrenos agrícolas como parte del proceso de desarrollo económico. 

Y, ¿qué ocurre con los bosques urbanos? La rápida expansión de las ciudades se lleva a cabo sin ninguna estrategia de planificación y la consiguiente presión humana tiene efectos altamente perjudiciales sobre los bosques, paisajes y áreas verdes en las ciudades y sus alrededores. Los árboles urbanos juegan un papel fundamental, ya que ayudan a mitigar los impactos negativos del cambio climático y así hacen que las ciudades sean más sostenibles.

 

 

jueves, 27 de marzo de 2025

Ayuda al desarrollo

      Las reducciones de la ayuda al desarrollo fruto de las sanciones a la ayuda exterior aumentan las muertes maternas, de niños menores de cinco años y de bebés de menos de un año en los países en los que estas medidas se han aplicado, poniendo así fin a los avances logrados en estos territorios en los últimos años. Esta es la principal conclusión de  n estudio publicado este jueves en la revistaThe Lancet Global Health que analiza el impacto a lo largo de tres décadas de estas herramientas económicas adoptadas contra 67 países de ingresos bajos y medios como respuesta a un golpe de Estado, conflictos armados o violaciones de derechos humanos.

     Según los autores de la investigación, es el primer estudio de este tipo que analiza el impacto de las sanciones a la ayuda exterior en la salud humana y, en concreto, en la salud materno-infantil. “Parte de mi objetivo como académica es poder explicar, utilizando herramientas analíticas, lo que significan las intervenciones geopolíticas y lo que hacen. Ser capaces de poder demostrar y cuantificar el impacto de las sanciones a la ayuda exterior”, cuenta a EL PAÍS Ruth M. Gibson, investigadora postdoctoral de la Universidad de Stanford y la autora principal del estudio junto con un equipo multidisciplinar de Stanford, la Universidad de Drexel y la Universidad de Washington.

     Los autores mencionan que los resultados del análisis son particularmente relevantes en el contexto actual, con el giro en la política de ayuda exterior del Gobierno estadounidense este 2025 y la congelación de fondos de USAID, la agencia de cooperación estadounidense. Gibson enfatiza el hecho de que no se puede hacer una comparación directa, ya que las sanciones a la ayuda exterior son un método de castigo a un país y el recorte de los programas de ayuda exterior de los Estados Unidos es una decisión interna que se está aplicando de forma generalizada. “Es una herramienta política y un mecanismo diferente”, incide. “Sin embargo, hay lecciones que podemos aprender de este estudio sobre lo que podría suceder con el cierre de USAID, recortes y cancelaciones de contratos de ayuda exterior”, explica. “Lo que nuestra investigación muestra es que hay un retraso en las dificultades humanitarias que se producen consecuencia de la sanción a la ayuda exterior. Así que es razonable pensar que habrá un retraso en cuanto a las implicaciones de las decisiones políticas que se están tomando ahora mismo y es probable que los impactos a largo plazo sean muy sustanciales”, añade.

     Gibson vivió en Madagascar durante tres años después del golpe de Estado de 2009. “La comunidad internacional retiró casi toda la ayuda exterior, excepto la destinada a los programas humanitarios esenciales. Y, en esencia, vi como el sistema de salud se derrumbaba y el país se desmoronaba”, explica. “La ONU dijo al respecto que una generación de niños se vería afectada por la retirada y las sanciones a la ayuda exterior. Vi que esto sucedía, y es por eso por lo que hice este estudio”, añade.

      El análisis se centra en 88 episodios de sanciones en 67 países de ingresos bajos y medios entre 1990 y 2019 y explica cómo estas medidas redujeron la Ayuda Oficial al Desarrollo (ODA por sus siglas en inglés) y la destinada específicamente a la salud (DAH. por sus siglas en inglés). En concreto, estas sanciones supusieron una reducción del 17% en la ayuda al desarrollo destinada a la salud. Un total de 66 países nunca sancionados sirvieron como grupo de control a la hora de hacer la investigación.

     Como consecuencia de esta reducción se produjo un aumento de un 3,1% en la mortalidad infantil en niños menores de un año, con un promedio anual de 129,3 muertes adicionales por cada 100.000 nacidos vivos. Respecto a la mortalidad de los menores de cinco años, se produjo un aumento del 3,6%, (47,1 muertes adicionales por cada 100.000 nacidos vivos). Y en cuanto a las muertes maternas, el incremento fue de un 6,4% (10,9 decesos por cada 100.000 nacidos vivos). “La mayoría de las muertes ocurren en el cuarto o quinto año [desde que se imponen estas sanciones a la ayuda exterior]”, abunda Gibson.

     "Hay lecciones que podemos aprender de este estudio sobre lo que podría suceder con el cierre de USAID", indicaRuth M. Gibson, investigadora postdoctoral de la Universidad de Stanford

     Las sanciones a la ayuda exterior redujeron aproximadamente el 2,4% del gasto total en salud de un país. “Los pequeños cambios en la cantidad de dinero que un país recibe para la ayuda al desarrollo destinada a la salud tienen enormes implicaciones en el bienestar y la vida de mujeres y niños”, explica la coautora del estudio. “Cuando se reduce la ayuda al desarrollo para la salud como porcentaje del gasto total en salud, es cuando se empiezan a ver los efectos en la mortalidad materna e infantil”, añade.

Gran retroceso

     El estudio estima que la imposición de sanciones de cinco años o más —la duración media observada en la muestra— puede anular el 64% de los avances en la lucha contra la mortalidad materna, el 29% de las mejoras en las tasas de mortalidad en bebés de menos de un año y el 26% del progreso en la reducción de muertes de niños menores de cinco años que se han producido en estos países entre 1990 y 2019. “Empezamos el análisis en 1990 porque las Naciones Unidas tuvieron una ‘época dorada’ de sanciones entre 1990 y el año 2000. Se utilizaban todo el tiempo. Paramos en 2019 por la disponibilidad de los datos”, resume Gibson. Entre los países emisores de sanciones, el estudio muestra que EE UU representa sistemáticamente alrededor del 50% y, junto con la Unión Europea, representan alrededor de las tres cuartas partes de las sanciones emitidas.

     Los autores del estudio recomiendan monitorear los impactos en la salud durante los regímenes de sanciones, considerando la posibilidad de disminuir la duración o la intensidad. “La intensidad depende, básicamente, del tiempo que mantienes la medida en vigor o de la cantidad de apoyo que retiras”, explica Gibson, y añade que también se sugiere en el análisis “evaluar la fragilidad de los países antes de que se impongan estas medidas”. 

(Fuente: El País, Planeta Futuro, 21  de marzo de 2025)

 

 

 

miércoles, 26 de marzo de 2025

Manual para ser un alcalde verde

     Los fenómenos extremos como la dana de Valencia y la subida progresiva del mar y la subida progresiva recuerdan a los 8.132 alcaldes de ciudades y pueblos españoles el reto que pocos afrontan: acabar con las emisiones locales de dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero. con siete grandes capitales monitorezadas por la Comisiones Europea y otras 10 en la plataforma nacional citiES 2039, hay una inmensa mayoría de municipios aue aún desconocen sus emisiones difusas o no han dado el paso para descarbonizarse.

     La primera recomendación que los expertos hacen a un alcalde verde es elaborar un plan para saber cuánto emite su población , a partir de ahí, acometer medidas  para  reducir su su huella de carbono hasta algún día eliminarla. Para ello, es esencial implicar al sector empresarial, responsable de la mayoría de las emisiones locales.

     Las medidas pueden ser desde implantar el autoconsumo energético de edificios municipales como colegios t centros de salud, hasta fijar ayudas económicas para mejorar aislamientos o cambiar las fuentes de energía que calientan los edificio privados. Los alcaldes declararían gratis el transporte urbano para sus vecinos y turistas, como ya han hecho algunas localidades extranjeras.

     Entre los pasos más beneficiosos está plantar todos los árboles posibles, agrandar los parque y crear anillos verdes que reduzcan el calor en verano y mitiguen las emisiones. Para ello sería imprescindible aumentar ls plantilla municipal de jardineros,

     En el tema de la movilidad, ademas de la gratuidad de los autobuses y el fomento de la bicicleta, los alcaldes deben multiplicar los cargadores públicos para  la compra de coches eléctricos. Las 150 grandes ciudades españolas tienen obligaciones legales para instaurar zonas de bajas misiones, pero las otras 8.000 localidades aún no desincentivan el uso del motor a combustión que padecen los peatones.

     Los regidores también pueden incentivar el compostaje doméstico para reducir los residuos,  hacer campañas de concienciación para una total separación de basuras, incentivar los taxis eléctricos o lograr que todas las luces urbanas sean led.

     En paralelo, desde hace una década el Ministerio para la Transición Ecológica tiene activo el registro de huella, compensación y proyectos de absorción de dióxido de carbono. que gestiona la oficina Española de Cambio Climático (OECC), pero son pocos los ayuntamientos y entidades que se han apuntado para hacer un seguimiento de su descenso de emisiones, solo 631. La Red Española de Ciudades por el Clima de la Federación Española de Municipios Y Provincias (FEMP) solo aglutina a 372 localidades, aunque estas representan a 32 millones de habitantes, Y solo ocho municipios disponen del sello Calculo-Reduzco. (Fuente: El País, 26 de marzo de 2025)