En la conversación que mantuvieron Miguel Delibes-padre y Miguel Delibes-hijo, recogida en La Tierra herida. ¿Qué mundo heredarán nuestros hijos?, hablando de la forma cómo los problemas medioambientales afectan a los países pobres, "capa humana sobre la que repercuten todos los problemas, especialmente los más graves", Delibes-hijo menciona (pág. 162) un ensayo de ficción, El informe Lugano, escrito por Susan George, "hoy elegante septuagenaria convertida en icono de los antiglobalización".
"La señora George presenta, como si fuera real, el documento confidencial que un grupo de expertos muy bien remunerado habría elaborado, a petición de unos anónimos solicitantes, sobre las amenazas al capitalismo y las estrategias a seguir para mantenerlo triunfante a lo largo del siglo XXI. ¿Cuál es la conclusión de los estudiosos? Sencilla: sobran pobres. Los excluidos no han sido suficientemente excluidos; deberían desaparecer. Si se pretende evitar el desastre hay que eliminar a cientos de millones de ellos, e incluso se recomienda en el informe la manera de hacerlo. De forma casi profética, el comité de sabios de ficción, al que se ha pedido expresamente que deje a un lado sentimientos y prejuicios, propone cosas tan estremecedoras como echar mano de la guerra, ya que también en el mundo actual la guerra constituye, junto a la enfermedad y el hambre [...], una estrategia de reducción de la población muy prometedora; y aludiendo al terrorismo enseguida plantea, aunque el libro está escrito antes del atentado del 11 de septiembre de 2001, orientar la opinión pública (a favor de la guerra) debería ser algo relativamente sencillo, porque la amenaza (de la barbarie terrorista) es real. Recientemente, Susan George reiteró que nadie ha sido capaz, hasta ahora, de desmentir sus datos ni de encontrar fallos a su argumentación, e incluso que teme que planteamientos como el de El informe Lugano disten de ser mera ficción y puedan existir en la realidad".
Después de que su padre dijera:
"¡Calla por favor! Ahora soy yo el que no quiere saber más. Me temo que sea hora de cerrar la tienda y depositar nuestra confianza en la última reserva moral de la humanidad. Ojalá se active pronto y lleguemos a tiempo de remediar las cosas".
Delibes-hijo indica:
"Susan George, aunque otra cosa pudieras pensar, no es pesimista. Dice que estamos en un momento histórico. Hay un mundo de jóvenes que parecen considerarse ciudadanos del mundo. Creo que es el comienzo de un cambio".
Y recuerda a su padre lo que dijo al final de su discurso de entrada en la Academia de la Lengua Española:
"Esta conciencia, que encarno preferentemente en un amplio sector de la juventud, que ha heredado un mundo sucio en no pocos aspectos, justifica mi esperanza".
2 comentarios:
No creo que la juventud nos salve. Han sido educados en la violencia y el egoísmo. Tiene que ser la sociedad entera la que realice el giro, no una parte de ella, si no no va a funcionar.
Quizás tengas razón, pero, por ahora, los movimientos de protesta han sido iniciados por los jóvenes.
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