WeMoveEU
(Nosotros Movemos Europa) es una plataforma
de acción digital, a la que estoy suscrita, dedicada a “hacer de Europa un
lugar más democrático, con más justicia social y medioambiental”. El 20 de junio de 2019 recibí, de esa
plataforma, un correo electrónico explicando que “mientras los guardias
forestales seguían el confinamiento -por la pandemia-, los taladores ilegales
han continuado destruyendo bosque vírgenes. Los últimos bosques vírgenes de
Europa están desapareciendo a un ritmo alarmante. La mafia de la madera en
Rumania continúa con la tala mientras que el gobierno hace poco para
detenerlos. Durante el confinamiento, ha
habido más transporte de madera que en el mismo período del año pasado. […] Más
de 120.000 personas han firmado la petición exigiendo el fin inmediato de la
tala ilegal. […] Cuantas más personas estemos detrás de esto, mayor será la
presión. Esta es la última oportunidad de firmar la petición”.
Salvar los bosques
Los bosques no son un puñado de árboles. Son
complejos ecosistemas gracias a los cuales se regula el clima, se disminuye la
contaminación y se filtra el agua. Albergan el 75% de la biodiversidad del
planeta y proporcionan sustento y cobijo a millones de personas. La mala
noticia es que los bosques están desapareciendo a gran velocidad.
Los bosques son un Bien Común de la Humanidad que,
como tantos otros bienes de esta categoría, el vigente sistema económico, obsesionado
por la obtención de beneficios –crecimiento económico-, ha convertido en mercancía,
que, como tal, se puede comprar y vender en el “mercado”. Ello conduce a su desaparición, como estamos
viendo y pronosticó el profesor de ecología de la Universidad de California en
Santa Bárbara, Garrett Hardin, en un ensayo titulado “La tragedia del procomún”, y publicado en la revista Science en 1968.
Sin embargo,
salvar a los bosques debe ser una prioridad para todos los países. Según la FAO (Colección de libros acerca del Estado del planeta, número 11, Los retos del futuro, páginas 36-41), “en los últimos 25 años ha desaparecido una
superficie forestal equivalente al territorio de Sudáfrica, particularmente
debido a la deforestación, la explotación desmesurada y los incendios. Algo que está llevando a la Humanidad al
precipicio. La destrucción de los bosques provoca la extinción de interesantes
especies de flora y fauna y la emisión de grandes cantidades de gases de efecto
invernadero, responsables del cambio climático”. Y, al final, según la FAO, a
la desaparición de la especie humana en el planeta Tierra. A ese respecto, es importante recordar que en
el marco de la UNESCO, en 1998, se proclamó la Declaración de Responsabilidades
y Deberes Humanos.
Los océanos, los mares, la tierra sumergida cuando
sube la marea, los lagos y los ríos, los bosques y las cañadas, los pasos de
montaña, el paisaje, el agua limpia, el suelo fértil, las semillas y los
peces, el aire que respiramos, el
conocimiento: todos son bienes públicos. Su conversión en mercancía, ya sea de
propiedad pública o de propiedad privada, lleva aparejada su desaparición.
Responsabilidad de todos
En cuanto a la existencia y actuación de la
plataforma WeMove.EU, es interesante lo que sucedió, en 1993, cuando abrió sus puertas el Museo
Internacional del Holocausto en Estados Unidos. En esa ocasión, el escritor y
Premio Nobel de la Paz, Eliazer Wiesel, afirmó que aquel museo era “una
institución sobre la responsabilidad moral y la responsabilidad política”.
Según distintos observadores, Wiesel no se refería a la responsabilidad de los
culpables concretos del desastre, sino a la responsabilidad de los ciudadanos.
O dicho de otro modo, a las consecuencias derivadas de la ausencia de
responsabilidad política en los ciudadanos, algo que, con anterioridad, había
expuesto el eminente psiquiatra y filósofo alemán Karl Jaspers en la
Universidad de Heildelberg durante los meses de enero y febrero del semestre de
invierno de 1945-1946 y que ha sido recogido en un texto titulado El problema de la culpa (1998).
Karl Jaspers tuvo el inmenso valor de preguntarse en voz
alta lo que casi todo el mundo mascullaba para sus adentros: “¿Eran todos los
alemanes culpables de las atrocidades del régimen nazi?” Es lógico pensar que
el régimen de Hitler no podrá haber funcionado con la voluntad de un solo
individuo: la mayoría de la población
debió colaborar con él, unas veces de forma activa y otras de forma pasiva.
Para Jaspers, siempre existe la posibilidad de
oposición, pero ésta apenas se dio entre los alemanes, que de una forma u otra
se aprovecharon de las ventajas que les ofrecía el régimen.
En el caso de los bosques, es posible detener la tala
ilegal que tiene lugar en Rumania. Salvar a los bosques debe ser una prioridad
para todos los países. Según la FAO, en
el libro indicado, «en los últimos 25
años ha desaparecido una superficie forestal equivalente al territorio de
Sudáfrica, particularmente debido a la deforestación, la explotación
desmesurada y los incendios. Algo que está llevando a la Humanidad al
precipicio. La destrucción de los bosques provoca la extinción de interesantes
especies de flora y fauna y la emisión de grandes cantidades de gases de efecto
invernadero, responsables del cambio climático».
Teóricamente, todo se puede solucionar si el ser
humano abandona el camino emprendido las últimas décadas y hace uso de sus
características como Homo sapiens:
empatía, solidaridad, sabiduría, … .
El procomún
Considero oportuno mencionar, ahora, el libro de
Jeremy Rifkin, La sociedad de coste
marginal cero. El internet de las cosas, el procomún colaborativo y el eclipse
del capitalismo. En el capítulo 10 de ese libro, Rifkin señala el trabajo realizado por Elinor Ostrom, economista y profesora de la
Universidad de Indiana y de la Universidad Estatal de Arizona, Premio Nobel de
Economía en 2009, primera mujer en recibir este honor. Rifkin escribe: “Ante todo,
Ostrom era economista, pero no tenía ningún reparo con adoptar el papel de
antropóloga. Estudió las formas de gestionar el procomún (conjunto de bienes
comunes de la humanidad) desde los Alpes suizos hasta las aldeas de Japón para
descubrir los principios que las convertían en modelos de una gestión eficaz”.
Con este trabajo, Ostrom dejó muy claro que existía un sistema de gestión de los
bienes comunes idóneo para evitar su desaparición, un sistema digno de “reconsiderar
ante los retos y las oportunidades de carácter ecológico, económico y social
que se plantean a la humanidad en un mundo que cada vez está más interconectado”.
En sus trabajos de investigación, Elinor Ostrom
encontró que al gestionar recursos comunes, “lo más frecuente era que cada persona antepusiera
el interés de la comunidad a su interés personal, y que priorizara la
conservación a largo plazo del recurso común frene a sus circunstancias
personales, aunque fueran muy difíciles.
En cada caso, el aglutinante que había viable el procomún eran unos
protocolos de autogestión que se habían
acordado voluntariamente mediante
la participación democrática de todos los implicados”.
Aunque todo procomún establece sanciones y castigos para
hacer cumplir los protocolos de gestión acordados, Ostrom encontró “muy llamativo
que en casi todos los casos las multas por violar las normas eran sorprendentemente
leves y rara vez más que una parte mínima del valor monetario que se podría
obtener infringiendo las reglas”.
Rifkin indica que “más del 80% de la región alpina de
Suiza está gestionada por un sistema mixto que combina la propiedad privada
para la agricultura con la gestión en procomún de prados, bosques y eriales”.
Christian Laval, profesor de Sociología de la Universidad de París x Nanterre, y Pierre Dardot, filósofo, dedican su libro Común. Ensayo sobre la revolución en el siglo XXI, al estudio de la actual situación de los Bienes Comunes, Patrimonio de la Humanidad. indican que "los servicios públicos deben convertirse en institución de los Común" y señalan "la remunicipalización de la gestión del agua en Nápoles". el ejemplo reciente "más llamativo de creación de comunes locales o, más exactamente, de servicios públicos locales gobernados como comunes".
NOTA. Publicado en la revista Amanece Metrópolis el dia 14 de este mes
No hay comentarios:
Publicar un comentario