"El Green New Deal global. Por qué la civilización de los combustibles fósiles colapsará en torno a 2028 y el audaz plan económico para salvar la Tierra", es el titulo de un libro escrito por Jeremy Rifkin (2019, Paidós)
Hoy voy a intentar resumir lo que dice Rifhin en la introducción de ese libro. No es la primera de resumo esa introducción.
Nuestros científicos nos dicen que el cambio climático inducido por el ser humano y producido por la quema de combustibles fósiles ha llevado a la raza humana y al resto de las especies a la sexta extinción masiva de la vida sobre la Tierra. Sin embargo, muy pocas personas vivas son, en la actualidad, conscientes de esta realidad emergente. En octubre de 2018, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el cambio climático (conocido por sus siglas en inglés. IPCC), un organismo científico de Naciones Unidas. formuló la grave advertencia de que las emisiones del calentamiento global se están acelerando y que estamos en la antesala de una serie de acontecimientos climáticos cada vez más más intensos y que podrán en peligro la vida en el planeta. El IPCC estimó que la actividad humana es la responsable del aumento de un grado centígrado de temperatura respecto a los niveles preindustriales y que, sise cruza el umbral de 1,5 grados centígrados de aumento, este desencadenará bucles de retroalimentación descontrolados y una cascada de acontecimientos relacionados con el cambio climático que diezmarán los ecosistemas de la Tierra.
Según el célebre biólogo de Harvard Edward O. Wilson, "la extinción de las especies a consecuencia de la actividad humana sigue acelerándose y la velocidad es tal que bastará para eliminar a más de la mitad de las especies a finales de este siglo".
La llamada de atención tuvo lugar en las elecciones nacionales de noviembre de 2018 en Estados Unidos. Una generación de congresistas más jóvenes llegó a Washington y Cámara de los Representantes se comprometió con pasión a un cambio radical de la economía estadounidense para abordar el cambio climático, a la vez que a crear nuevos modelos de negocio y empleo verdes que aseguren una distribución más equitativa de los frutos de la economía. En noviembre, jóvenes manifestantes de Sunrise Movement ocuparon los salones del Congreso y escenificaron sentadas en las oficinas de Nancy Pelosi, que pronto será portavoz dela Cámara de Representantes, y Stey Hoyer, el próximo líder de la mayoría en la Cámara. A los manifestantes se unió la Congresista electa Alexandra Ocasio-Cortez.
El 7 de febrero de 2019. Ocasio-Cortez en la Cámara y Ed Markey en el Senado presentaron una resolución para un Green New Deal, Ciento tres miembros del Congreso ya lo habían copatrocinado,
El Green New Deal "generará el cien por cien de la electricidad de la nación mediante fuentes limpias y renovables en los próximos diez años, actualizará la red de energía, los edificios y la infraestructura de transportes, aumentará la eficiencia energética, invertirá en investigación tecnológica e innovación ecológicas, y ofrecerá formación para los empleos producidos por la economía verde.
Al mismo tiempo en que el Foro Económico Mundial se celebraba en Davos, un grupo de veintisiete premios Nobel, quince expresidentes del Consejo de Asesores Económicos de la Presidencia, cuatro antiguos directores de la Reserva Federal y dos exdirectores del Tesoro se unieron en un llamamiento urgente al Gobierno de Estados Unidos para la creación de un impuesto a las emisiones como el medio más rápido y eficaz para contribuir a reducir las emisiones de dióxido de carbono y animar a las empresas a efectuar la transición hacia las nuevas energías, tecnologías e infraestructuras verdes de una era de carbono cero. Larry Summers, excretario del Tesoro y presidente emérito de la Universidad de Harvard, habló así en nombre del grupo: "La gravedad del cambio climático concentra la atención e induce alos individuos a aparcar sus diferencias. Personas que no coinciden en casi nada están de acuerdo es esta cuestión. Y eso llamativo".
Los firmantes dijeron que el impuesto al carbono propuesto enviaría "una poderosa señal del precio que utiliza la mano invisible del mercado para dirigir a los actores hacia un futuro bajo en carbono" y "fomentar el crecimiento económico". Recomendaban "incrementarlo cada año hasta que los objetivos de reducción de emisiones se cumplieran y que sea neutral, a fin de evitar los debates sobre el tamaño del Gobierno", porque "un aumento consistente del precio del carbono fomentará la innovación tecnológica y el desarrollo de infraestructuras a gran escala,y acelerará el cambio hacia bienes y servicios bajos en carbono o plenamente descarbonizados". La propuesta incluye un artículo adicional diseñado "para maximizar la justicia y la viabilidad política de un creciente impuesto al carbono": todos los ingresos recaudados gracias al impuesto serán "directamente devueltos a los ciudadanos estadounidense a través de bonificaciones", de modo que "la mayoría de ellos se beneficien económicamente, recibiendo más en "dividendos del carbono" de lo que pagan por aumento de los precios de la energía".
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