José Vidal-Beneyto , (1927-2010), filósofo, sociólogo y politólogo español, en su columna periodística “Cuente un cuento/ y 3”, publicada en El País del 16 de febrero de 2008, menciona lo que llama “transformación de la práctica informativa en propaganda directa, en industria de la mentira, al servicio de los poderes económicos-políticos”. Según él, Edward Bernays, sobrino de Freud emigrado a Estados Unidos y venerado como padre fundador de las relaciones públicas, aportó perfeccionamientos importantes a las técnicas publicitarias […] Militante entusiasta de la propaganda”. Vidal-Beneyto cita “tres ejemplos de campañas inspiradas u organizadas por él. La promovida por General Motors, Firestone y Standard Oil para acabar con los tranvías en las ciudades americanas y sustituir su transporte por autobuses y coches particulares. Con un éxito total. La que tuvo como objetivo que las mujeres pudieran fumar en público, instada y pagada por American Tobacco, que en menos de 18 meses duplicó el uso del cigarrillo en EE UU; y la que puso en marcha la Oregonians Food & Shelter Association oponiéndose a la limitación de los productos químicos en agricultura, que supuso desde el primer año para las sociedades Chevron Chemical, Dupont y Western Agricultural Chemicals un aumento de más de 80 % de sus beneficios”. “¿Cuántos cánceres hay que apuntarle en el debe al señor Bernays por tan brillantes éxitos?”.
Para terminar, Vidal-Beneyto escribe: “¿Cómo es posible, se preguntan Noam Chomsky y Edward S. Herman en Manufacturing Consent, que un genocidio de tal magnitud haya quedado impune? Y, ¿cómo es posible, me pregunto yo, que su cómplice intelectual siga siendo honrado en tantas escuelas de relaciones públicas, comercio y publicidad? Porque el marketing y sus técnicas no autorizan el asesinato ni pueden justificar las matanzas”.
Diez años más tarde (el 22 de junio de 2018) en el mismo periódico se publicó un trabajo que llevaba por título “93.000 personas han muerto por la polución en diez años”. Ese trabajo empieza con la siguiente sentencia de la bióloga Cristina Linares, Investigadora de la Escuela Nacional de Sanidad, elegida para formar parte del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas: “Hay que restringir el tráfico. No es una propuesta, sino un llamamiento desesperado a la acción”. A continuación, se presentan los resultados de tres investigaciones que analizan datos del período 2000-2008, facilitados por el Instituto Nacional de Estadística y el Ministerio de Medio Ambiente.
1.-Solo el dióxido de nitrógeno ha sido culpable de 6.085 muertes evitables cada año en España, según uno de los trabajos, publicados en la revista especializada Environment International . “Los diésel son los que más dióxido de nitrógeno emiten” lamenta Linares.
2. A los 6.085 muertes anuales por dióxido de nitrógeno se suman 499 por ozono troposférico, según un segundo estudio publicado en Atmospheric environment. El ozono a nivel del suelo -ingrediente de las nieblas tóxicas características de las megalópolis- se forma por una reacción con la luz solar de las emisiones de vehículos e industrias. El exceso de ozono genera problemas respiratorios, como el asma, y puede provocar enfermedades pulmonares.
3. Un tercer trabajo, publicado el año pasado en la revista especializada Envirionmental Pollution cifró en 2.683 las muertes prematuras anuales debidas a la contaminación por partículas en el aire, también procedentes de los tubos de escape.
¿Cómo es posible que “un genocidio de tal magnitud” quede impune?
En la misma publicación se indica que “la Agencia Europea del Medio Ambiente ha calculado cada año en España tienen lugar 30.000 las muertes prematuras a causa de la contaminación, más del triple que los 9.300 fallecimientos anuales” indicados anteriormente y explica que los estudios citados aquí solo tienen en cuenta la mortalidad a corto plazo, dejando fuera los casos de cáncer y accidentes en carretera.
En otro artículo, titulado “De bebé a adolescente, el impacto de la polución”, publicado también en El País (16 de febrero de 2021), se menciona los resultados de “una investigación acerca de la forma cómo la contaminación de aire influye en el crecimiento de los niños desde su gestación. Se ha llegado a la conclusión de que la contaminación “afecta al peso del recién nacido y a su desarrollo pulmonar y cognitivo”.
Esta investigación se ha llevado dentro del proyecto IMNA (Instituto Mutante de Narrativas Ambientales) que trabaja en el Matadero (Madrid), en este caso coordinado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal). La meta última de los proyectos que constituyen la agenda de ISGlobal es corregir las desigualdades en el estado de salud de las distintas poblaciones del mundo.
No son estas las únicas investigaciones sobre ese tema. En Finlandia son activas “las investigaciones con personas nacidas en los sesenta y ochenta, y en el Reino Unido las hay que siguen ahora a los hijos de los primeros hijos”. Creo que todos estamos de acuerdo en que la publicidad y el marketing “no autorizan el asesinato, no pueden justificar las matanzas”.
Hoy, más que nunca, se hacen necesarias iniciativas que nos ayuden como ciudadanos a imaginar juntos nuevas maneras de afrontar el principal reto al que nos enfrentamos como especie: el presente y el futuro de la crisis medioambiental.
Julio Díaz, jefe del departamento de Epidemiología de la Escuela Nacional de Sanidad, “se muestra atónito por la falta de concienciación de las autoridades y de la sociedad en su conjunto ante este problema de la contaminación. Este científico propone “reforzar el transporte público, multiplicar los aparcamientos disuasorios en las afueras y evitar que los coches entren en la ciudad”. El aire limpio no es un lujo, es un derecho humano básico. No es aceptable que tanta gente en todo el mundo se vea obligada a respirar aire contaminado y tóxico.
Jeremy Rifkin, uno de los pensadores sociales más célebres de nuestra época, en si libre La sociedad de coste marginal cero. El Internet de las cosas, el procomún colaborativo y el eclipse del capitalismo (Paidós, 2014), indica que "la publicidad ha sido la fuerza motriz del sistema capitalista desde sus inicios y señala que en la escena mundial está apareciendo un sistema económico nuevoque está transformando nuestra manera de organizar la vida económica (eclipse del capitalismo).
En este sistema, las personas que, según él, "empiezan a ser multitud", minimizan sus compras, porque comparten las cosas que ya poseen en una economía basada en colaborar y compartir. Prefieren el acceso antes que la propiedad y usan cualquier cosa de una manera ountual, cuando la necesitan. "una avalancha de estudios recientes revela que, para decidir una compra, los consumidores confian tanto tanto de las revisiones publicadas en Internet por otros consumidores, como de las recomendaciones de amigos y parientes. Rifkin habla del "final de la publicidad".
"La transición de la era caoitalista a la Edad Colaborativa va cobrando impulso en todo el muno, y es de esperar que lo haga a tiempo de restablecer la biosfera, de crear una economía global más justa, más humanizada y más sostenible para todos los seres humanos de la Tierra en la primera mitad del siglo XXI".
Existen muchas alternativas ciudadanas que practican, en la actualidad, la cooperación y colaboración (economía de trasición, economía social y solidaria, movimiento de decrecimiento, economía del bien común, ...). ¡Ojala que sea verdad lo que dice Rifkin: La economía colaborativa va cobranto impulso en todo el mundo!
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