El día 22 último leí una noticia uno de cuyos subtítulos era: "El Fondo (Fondo Monetario Internacional, FMI) urge a Europa a acometer una nueva ronda de inyecciones de capital en el sector". Me parece muy importante copiar algunos de sus párrafos.
"El equipo técnico del FMI ve cada vez más probable que el sistema financiero vuelva a entrar en barrena. (...) Y el resultado, subraya el FMI, puede ser similar al de 2008: otro parón económico, lacerante para las sociedades que sufren ya, en muchos casos, elevados niveles de desempleo y los rigores del ajuste presupuestario. (...) Se necesitan, con urgencia, esfuerzos creíbles para fortalecer la resistencia del sector financiero", reclaman los expertos del Fondo.
"Para pasar la prueba de la credibilidad ante los mercados, sostiene el Fondo, hay que acometer ya una nueva ronda de inyecciones de capital a los bancos europeos, que les permita compensar el impacto de la crisis de la deuda pública en sus balances. Una fórmula que, dado el recelo de los inversores privados, obligaría a apurar el trago amargo de las ayudas públicas a la salud de un sector que acumuló enormes ganancias ante la crisis".
Por si acaso había alguna duda, al final de la noticia, se indica que el director de Asuntos Exteriores del FMI "destacó la necesidad de cumplir con el ajuste fiscal y avanzar en las reformas".
Debemos recordar al FMI que estamos en un sistema democrático y que, por lo tanto, debe contar con el consentimiento de la ciudadanía. Esa ciudadanía ha estudiado y analizado la actuación del FMI en situaciones similares en los países en desarrollo.
Sabe -esa ciudadanía- que el FMI siempre ha aplicado la misma política -solución única para diferentes problemas-, con muy escaso éxito.
Esa ciudadanía está segura de que hay políticas alternativas y quiere analizarlas, involucrando en ese análisis a economistas, funcionarios y expertos; considera eso más razonable -de sentido común- que obedecer borreguilmente las indicaciones de un organismo en el que, además, no confía.
Esa ciudadanía quiere asumir la responsabilidad de su propio desarrollo, porque sabe de que hay países que han evitado sus restricciones y han crecido más
rápidamente, con más igualdad y más reducción de la pobreza, que los que
obedecieron sus mandamientos
El FMI debe aclarar por qué es necesario, "con urgencia", fortalecer el sector financiero; por qué es necesario "pasar la prueba de la credibilidad ante los mercados"; por qué es necesario "el ajuste fiscal y avanzar en las reformas"; etc.
La ciudadanía no acepta que los caprichosos mercados de capitales
-incluidos los especuladores, cuyo único afán es el corto plazo y no la
mejora de las condiciones de vida de las poblaciones- impongan lo que se
debe o no debe hacer. Porque, a estas alturas, la ciudadanía no acepta ninguna dictadura: el FMI debe recordar que ni él ni el Banco Mundial han sido elegidos democráticamente, a pesar de que manejen dinero de los ciudadanos.
5 comentarios:
Estamos atrapados entre los hilos de estos organismos poco transparentes y de intenciones ajenas al ciudadano de a pie. El sistema pide a gritos una remodelación.
Esa gentuza está chupando descaradamente del bote. El estado subvenciona a los banqueros con el dinero de todos.
Para empezar había que cambiar, de los piés a la cabeza, el funcionamiento del Fondo Monetario Internacional (FMI)y del Banco Mundial,responsables de la crisis y posible recaída, Y no olvidar a la Organización Mundial de Comercio, agazapada, pero igualmente culpable.
Solo para empezar. Los ciudadanos también debemos cambiar.. de mentalidad.
Por favor podrias profundizar en la solución de la crisis que se ha tomado en Islandia.
¿Como se inicio?
¿Porque lo han permitido los organismos internacionales?
¿Que consecuencias ha tenido? Tnato a nivel de ciudadanos como a nivel macroeconomico
Gracias
Sólo sé lo que decia el sociólogo Manuel Castells en uno de sus artículos. http://www.lavanguardia.com/opinion/articulos/20111008/54228020287/la-solucion-islandesa.html
Espero que te sirva. Un saludo
Publicar un comentario