Dentro
de todas las iniciativas ciudadanas que
contribuyen a la creación de un nuevo paradigma económico en el que la palabra
“competición” es sustituida por las de “cooperación” y “colaboración”, en
Francia, ha surgido una plataforma, V pour Verdiet, que permite iniciar una acción jurídica sobre
cualquier tema como salud, medio ambiente, consumo, etc., siempre que se
cumplan dos requisitos: que el tema afecte a un colectivo y que se sustente
sobre un fundamente jurídico.
Esta
plataforma colaborativa francesa, al hacer posible que varias personas puedan
presentar conjuntamente un mismo recurso, abarata sustancialmente el proceso.
El funcionamiento es muy simple. Cualquiera puede proponer una acción colectiva
en línea. Acto seguido esa persona busca otros damnificados que quieran
participar en el proceso. Mientras tanto,
un abogado –hay ya ocho abogados asociados con esta plataforma- se hace cargo
del dossier. Todo el procedimiento para montar el proceso se sigue en línea
hasta que llegue el momento de presentarse ante el juez o el jurado.
La
plataforma nació en julio de 2018 y -a fecha de hoy tiene cuarto acciones
legales en curso. Una de ellas, ha sido contra el comportamiento de la empresa
Vinamax: un abogado de la plataforma ha
conseguido una indemnización para los jugadores víctimas de fraudes.
Desde
mi punto de vista, una acción muy interesante es la lanzada por un colectivo de
más de 600 ciudadanos que reclaman el derecho
a la información sobre la contaminación por plomo de unos suelos, sobre
los que los que se vertió durante mucho tiempo aguas sucias. Posteriormente, sobre estos suelos se construyeron
guarderías, huertos y jardines, con el riesgo de que el autoconsumo de frutas y
verduras produzcan graves problemas de salud como el saturnismo, especialmente
entre los niños. Hoy en día los
ciudadanos saben que hay información precisa sobre el alcance de la
contaminación, información que no se ha hecho pública. De ahí el interés de
presentar un recurso en base al derecho a la información en materia de salud y
de medio ambiente. El elevado número de ciudadanos implicados hace que el coste
por persona sea de unos dos euros.
Si
duda, una plataforma de estas características puede revolucionar el mundo de la
jurisprudencia, como está sucediendo en tantos otros terrenos. La justicia puede ser más accesible para los
ciudadanos gracias a plataformas similares a la aquí mencionada.
FUENTE.
Blog.elpaís/alterconsumismo/13 diciembre 2018/Cuando la justicia se hace
colaborativa.
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