Todos los científicos están de acuerdo en que el cambio
climático ha sido causado por la acción humana. “No es ninguna novedad que el planeta
está a punto de convertirse en un horno. Un grupo de reputados científicos del
clima han publicado un artículo en la Proceedings
of the National Academy of Sciences alertando de que Acuerdo de París, que
busca mantener el calentamiento global en dos grados por encima de los niveles
preindustriales, puede que no sea suficiente. El grupo investiga si las
temperaturas más altas liberan nuevas fuentes de gases de invernadero y destruyen
la capacidad de la Tierra de absorber carbono o reflejar el calor”. ¿Se puede
interrumpir el calentamiento y estabilizar la temperatura o tendrá lugar un
proceso de realimentación, con calentamiento continuo?
Pero ¿qué relación existe entre el cambio climático y la
Amazonía? El cambio climático se debe al comportamiento de algunos seres humanos, no todos, porque hay
otra parte de la población del planeta que no son el problema y pueden ser la
solución. Estos últimos son los
indígenas que habitan la Amazonía, unos 370 millones de personas. No se puede hacer frene al cambio climático
sin bosques y no puede haber bosques sin indígenas. Las
tierras indígenas están más preservadas incluso que los parques nacionales o
las áreas de protección ambiental, debido al conocimiento que sus pobladores tienen
acerca de cómo funciona la naturaleza.
Conviene
recordar que las masas forestales,
entre otras múltiples funciones, retienen y filtran el agua de lluvia,
recargando los acuíferos con agua limpia; disminuyen la erosión del suelo al
reducir la velocidad el agua; en el proceso de fotosíntesis, absorben el
dióxido de carbono –culpable del cambio climático- y expulsan oxígeno. Además
en los bosques viven una gran variedad de seres vivos: los bosques constituyen
una gran reserva de la biodiversidad.
Como he indicado en otra ocasión, es hora de consultar y
hacer participar a los pueblos indígenas amazónicos, es decir, tener en cuenta
los resultados del estudio presentado por los científicos brasileños en la
Conferencia del Clima de Naciones Unidas en Bonn acerca de los conocimientos de
estos pueblos.
En teoría, la solución es muy fácil, pero, en la práctica, está amenazada por todas partes. El asesinato
es una de las tácticas utilizadas por las grandes empresas agroindustriales,
mineras, exportadoras de madera y hidroeléctricas para silenciar a las personas
defensoras de la tierra y el medio ambiente; son personas que intentan defender
sus tierras, sus ríos y sus bosques. En Europa prácticamente no existe ningún
bosque, el último era el bosque de Biolowieza (Polonia), declarado Patrimonio
de la Humanidad, del que se ha apropiado la industria maderera, en contra de
muchas personas.
“El mundo tiene que entender con urgencia que proteger la
vida de los pueblos tradicionales no solo es una cuestión humanitaria, sino de
escoger la supervivencia de la especie. Si los humanos que tienen la solución
siguen siendo asesinados por los humanos que son el problema, el futuro será
hostil para todos”.
¿Podrá Naciones Unidas no solo hacer valer el informe de los
científicos brasileños, sino también introducir la ética en la economía? Esto
último, sería modificar el vigente sistema económico, un problema que solo podrá
resolverse a nivel global, puesto que se trata de empresas globales, como hemos
visto, capaces de matar a todo aquel que interfiera en sus negocios.
¿Funcionará la opinión de Jeffery Sachs, “la cooperación a nivel global”?
Los párrafos entrecomillados pertenecen al artículo “Los
humanos que son la solución” (El País,
15 de agosto de 2018)
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