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martes, 30 de diciembre de 2025

Vecinos que ayudan a los desalojados

 

    

    En medio del lío político, con frío y una lluvia desesperante, que no ha parado en casi dos semanas, tras el desalojo del del el desalojo del antiguo instituto B9 de Badalona, la supervivencia de casi 200 migrantes ha dependido de una decena de colectivos y vecinos organizados para cocinar y facilitar desde mantas hasta cepillo de dientes. El desalojo del mayor asentamiento de personas migrantes de Cataluña dejó a dos centenares de personas sin alternativa habitacional, mientras el alcalde, Xavier García Albiol, presumía de no atenderles, les echaba de una plaza y acabaron bajo el puente de la autovía C-31. Endonces, voluntarios y particulares han sostenido la ayuda incluso durante las Fiestas. "Hasta he olvidado que era Navidad. No podemos mirar hacia otro lado", resume Carles Sagués, de Badalona Acull, la plataforma de entidades que de forma espontánea ha asumido la coordinación.

     CC OO ha presentado la sala de actos de su local como almacén donde guardar enseres, tiendas, lonas o ropa de los desalojados y material:el Casal Independista Antoni Sala i Pont alojó a migrantes y durante unos días se convirtió en  cocina... Y en la que han   participado también el Ateneo Sant Roc, Cáritas, las fundaciones Roca i Ii o La Salut, Cocineras por la Paz (a cargo de las comidas y cenas) y Unió Segona Oportunitat (desayunos calientes),

     Badalona Acull surgió en 2017 durante la campaña para acoger refugiados y está en todas crisis ciudadanas desde entonces. La plataforma llevaba dos años estableciendo contacto con los migrantes del B9, igual que hizo con otros asentamientos en naves abandonadas e los últimos años. Sagués ( profesor jubilado, afiliado a CC OO y ex  concejal por ICV)  es el alma y la voz de la plataforma. "He dado mucho la cara, pero hemos sido mucha gente, mucha", recalcó después de semanas acumulando cansancio, primero con la tensión del desalojo y luego en la calle y bajo el puente. "Hasta he olvidado que era Navidad",  dice. "Soy de una generación de finales des franquismo y que siempre hemos sentido que había que estar: venimos de ideales de justicia social, de defender al vulnerable... no puedes mirar a otro lado".

     El "hemos sido mucha gente" de Sagués se traduce en ejemplos. El compañero que ha trasladado en su furgoneta las ollas de comida caliente desde las cocinas hasta el campamento. Las familias que por unos días han cocinado en casa.  Personas que han acompañado en sus coches a desalojado hasta equipamientos de Girona  o Leída, los días de Navidad o Sant Esteve.  O chavalas muy jóvenes que organizado turnos en la carpa de coordinación bajo el puente: repartiendo ropa de abrigo, organizando la ayuda que llegaba.

     En el centro del campamento, la carpa blanca funcionaba como punto de reparto de la comida que llega a través de donaciones y siempre hay algo de fruta, galletas y café. 

     A los voluntarios de Cáritas les ha sorprendido saber que entre los desalojados de B9 había personas con empleo. contrato y situación legal. "Que en Badalona se puede tener trabajo pero que nadie te alquile una habitación". (Fuente: El País, 30de diciembre de 2025)

     Todavía hay muchas personas realmente humanas, dotadas, entre otras cosas, de empatía.  Es lo que se llama tener "conciencia de especie".

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