En prácticamente todas partes del
mundo las mujeres cobran menos que los
hombres por el mismo trabajo, principalmente cuando llega la maternidad. ”Lo dicen los datos, la diferencia del salario
medio supera el 37,5% en España, y, con palabras similares, es la tesis de
distintos trabajos que analizan la brecha de género que llega con la
maternidad: a ellas ser madres les
penaliza, ellos son premiados”. Según la investigadora del Colegio de Europa,
Ariane Aunatre, en el estudio ¿Dónde
estamos en el camino hacia la igualdad de género? publicado en el último
informe de Funcas, tener un hijo en el caso de un hombre es visto como el momento
de que le ofrezcan más dinero y ellos son además los que tienen más posibilidades
de pedir mejores condiciones, hacer más horas o ir un poco más allá en su
carrera laboral. “Es una cultura pensada por
hombres y por a hombres del siglo pasado, prima la visión masculina”.
Nuria Chinchilla, investigadora del IESE y
autora de Maternidad y trayectoria
profesional (2017) recuerda, además, que en términos generales ellas
negocian peor: ” “Si le dicen 100, creerá que todos ganan 100 y no pedirá más
dinero. Las mujeres no son tan combativas y eso se refleja en los salarios.
Negocian muy bien para los demás, pero no para ellas mismas”. (Fuente: El País, “Premiado por ser padre,
castigada por ser madre”, 19 de julio de 2018)
También hay que tener en cuenta la división
desigual del trabajo no remunerado, tanto doméstico como en el cuidado de otras
personas. Las mujeres dedican 2,6 veces más tiempo que los hombres en realizar
tareas domésticas. Mientras que las familias, las sociedades y las economías
dependen de este trabajo, para las mujeres supone tener menos ingresos y menos
tiempo para realizar actividades distintas al trabajo.
En la diferencia de trato que, en la
actualidad, existe entre el hombre y la mujer hay que incluir también lo que
ocurrió en las fiestas San Fermín (Pamplona) y se ha repetido en otras fiestas.
Todo ello, sin olvidar las mujeres que mueren por violencia machista dentro del
matrimonio.
En todas las partes del mundo, las mujeres y
las niñas sufren violencia y discriminación. Sin embargo, en todas las partes
del mundo, las mujeres y las niñas deben tener los mismos derechos y las mismas
oportunidades que los hombres y los niños.
Poner fin a todas las formas de discriminación
contra las mujeres y niñas no es solo un derecho humano básico, sino que,
además, es crucial para acelerar el desarrollo sostenible. “Lograr la igualdad
entre géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas” es el objetivo número 5 de los 17 Objetivos de Desarrollo
Sostenible (ODS) de la ONU.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible a los
que, a pesar de su importancia, casi no
prestan atención los medios de comunicación, también conocidos como
Objetivos Mundiales, son un llamado
universal a la adopción de medidas para poner fin a la pobreza, proteger el
planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad. Entre
otras prioridades, los 17 Objetivos
incluyen el cambio climático, la desigualdad económica y la paz y la justicia.
Se ofrece una oportunidad única poner el mundo a un desarrollo más próspero y sostenible para
las generaciones futuras.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible se
gestaron en la Conferencia de las
Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, celebrada en Rio de Janeiro en
2012. El propósito era crear un conjunto de Objetivos Mundiales relacionados con los desafíos
ambientales, políticos y económicos con
que se enfrenta nuestro mundo. Como ya se ha indicado, se pueden considerar
como un llamamiento urgente para que el mundo haga la transición a una senda
más sostenible. Los 17 Objetivos están relacionados entre sí, lo
que significa que el éxito de uno afecta al de otro: lograr poner fin a todas
las formas de discriminación contra mujeres y niñas puede acelerar el
cumplimento de muchos otros Objetivos y, por tanto, ser un importante camino
hacia un mundo sostenible.
Lograr la igualdad de género de aquí a 2030 requiere
adoptar medidas urgentes para eliminar las causas profundas de la
discriminación que siguen restringiendo
los derechos de las mujeres, tanto en la esfera pública como en la privada.
Entre otras cosas, es necesario modificar las leyes discriminatorias y adoptar
otras que promuevan activamente la igualdad. (Páginas web consultadas: www.undp.org y www.univisión.com y unwomen.org ).
No hay comentarios:
Publicar un comentario