Según el título de una
noticia de El País del 11 de enero de
2019 “el cambio de dieta y estilo de vida dispara el exceso de peso en 2030”. Y
es que el sobrepeso está en alza. Según la Organización Mundial de la Salud
(OMS), “casi se han triplicado los casos
desde 1975 y las perspectivas de futuro son poco halagüeñas, también en
España”.
“Si la tendencia se
mantiene, señalan las investigaciones del Instituto Hospital del Mar de
Investigaciones Médicas (MIM) de Barcelona, España tendrán 5 de cada 8 hombres
y el 55% de las mujeres tendrán sobrepeso en 2030”.
“El estudio publicado
en la Revista Española de Cardiología,
apunta, además, que esta imparable epidemia supondrá un sobrecoste de 3.000
millones de euros para el sistema de salud.
“El consumo excesivo de alimentos de alto contenido en grasas y en
azucares, la ausencia de frutas y verduras, los hábitos sedentarios y la
escasez de ejercicio físico agudizan el aumento de peso. No se trata de una
cuestión de estética, martilleamos los expertos. Es una cuestión de salud.
Detrás del exceso de peso se esconde un elevado riesgo de sufrir numerosas
enfermedades, como la diabetes, la hipertensión, el ictus o el cáncer”.
“La Generalitat de
Cataluña implantó en 2017 un impuesto sobre las bebidas azucaradas. […] Un
estudio de la Universidad Pompeu Fabra constató que el gravamen redujo en un
15% el consumo de estas bebidas”.
El tema de la
necesidad de diseñar un adecuado sistema de nutrición está incluido en la
Agenda 2030 de Naciones Unidas
(Objetivos de Desarrollo Sostenible). Mientras que el Objetivo 1 es poner fin a
la pobreza, el Objetivo 2 es “poner fin al hambre, lograr la seguridad y la mejora
de la nutrición y promover la agricultura sostenible”.
Uno de los libros, Estado el planeta, publicados por la FAO
(Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) en
colaboración con El País, está,
precisamente, dedicado al tema de la nutrición. En ese libro, se señala que
“sin un rápido progreso hacia la reducción del hambre y la malnutrición –en la
que se incluye la obesidad- en el año 2030 no se puede alcanzar todo el abanico
de Objetivos de Desarrollo Sostenible, y añade: “necesitamos una profunda
reforma del sistema agrario y alimentario mundial, si queremos nutrir a los 815
millones de hambrientos del planeta y a los casi 10.000 millones de personas
que se espera vivan en el año 2030”.
“Aumentar los
impuestos a los productos poco saludables es una recomendación de la OMS, pero
el Gobierno español todavía no se ha decidido a aplicarlo. La ministra de
Sanidad, María Luisa Carcedo, anunció, no obstante, un etiquetado frontal de
los productos -a modo de semáforo- según el valor nutricional de los alimentos.
Además, apostó por desplegar medidas como la retirada de productos poco
saludables de las máquinas de vending
o cantinas escolares, una propuesta que ya contemplada la ley de 2011 de
Seguridad Alimentaria y Nutrición, pero que, en la entrada del PP al Gobierno,
quedó paralizada”. Hay que tener en cuenta que en España, el 7 de septiembre de
2018, se creó un Alto Comisionado para los ODS (no existente en el Gobierno
anterior), dependiente directamente de la Residencia del Gobierno y encargado
de la coordinación de las actuaciones para cumplir con los Objetivos de
Desarrollo Sostenible.
Es imprescindible y
urgente que los gobiernos se comprometan a transformar el sistema alimentario,
para detener, al mismo tiempo, la obesidad de algunos de sus ciudadanos y el
consumo insuficiente de macro u micro nutrientes por parte de otros, los
pobres. Ese sistema debe tener en cuenta
el cambio climático, en todos sus aspectos.
La FAO define la
malnutrición como “una condición fisiológica anómala causada por un consumo
insuficiente, desequilibrado o excesivo de los macronutrientes que aportan
energía alimentaria y los micronutrientes que son esenciales para el crecimiento
y el desarrollo físico y cognitivo”.
Para abordar todos los temas relacionados con
el Objetivo 2 se celebró el Simposio Internacional conjunto FAO/OMS sobre “Sistemas
Alimentarios Sostenibles en favor de unas Dietas Saludables y de la Mejora de
la Nutrición”, que se llevó a cabo en la sede de la FAO en
Roma los días 1 y 2 de diciembre de 2016. Este evento de máximo nivel reunió a
más de 600 representantes de países, parlamentarios, investigadores, expertos
en salud y nutrición de la sociedad civil, el sector privado, el mundo académico
y otras partes interesadas.
Recuerdo, ahora, lo
que leí en el libro de Miguel Delibes y Miguel Delibes de Castro, La Tierra herida. ¿Qué mundo heredarán
nuestros hijos? (2005, Barcelona, Círculo de Lectores). Pregunta Miguel Delibes
a su hijo que le parecen esas “cumbres” ¿No crees que son pretenciosas reuniones
que no sirven para nada? Su hijo contesta que, desde luego, dan menos de lo que
se espera pero, “sin duda mucho más que si no se hubiesen celebrado”. Ojalá ese Simposio Internacional sirva para indicar a la ciudadanía que los Objetivos de
Desarrollo Sostenible son la única forma de dejar a nuestros hijos un mundo en que sea
posible la vida.
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