En el plano económico, el proceso de globalización se
refiere a los movimientos de capitales, de bienes y servicios. Si tantas
son las ventajas de la libertad de movimientos, lo coherente sería que esa
libertad se aplicara de igual forma a las personas que a las mercancías y los capitales. Sabemos que no es así. No existen fronteras para los capitales
ni para las empresas pero sí para las personas que no tengan suficiente poder
adquisitivo, para las personas que vayan acompañadas, protegidas con suficiente
dinero.
Muy interesante es el caso de los “visados de oro”. “El llamado visado de oro o golden visa fue creado para traer
extranjeros de fuera de la Unión Europea que, o bien compraran viviendas de
alto nivel (un precio mínimo de 500.000 euros sin contar os impuestos o bien
destinaran dos millones de euros a adquirir deuda pública o se hicieran con un
millón de euros en acciones, así como para aquellos que impulsaran proyectos empresariales”. (El País, 4 de marzo de 215, “El Gobierno suaviza los requisitos de los visados
concedidos a inversores”)
El conocido humorista gráfico, EL ROTO, escribió en
una viñeta de El País de 9 de julio
de 2016: “¡Si traen dinero, son inversores, acogedlos! ¡Si no lo traen, son
invasores, expulsadlos!” Quienes llegan
en un barco de una ONG como Open Arms, no llevan dinero, no son
inversores, son personas que huyen de las bombas o de la miseria, “no dejarlos
desembarcar”. Sin embargo, son muy bien
recibidos quienes llegan en un crucero, aunque, “según las informaciones que
salen de lo diarios estos días, los cruceros contaminan muchísimo por la emisión
de los gases SOX (óxidos de azufre). No se puede cambiar salud por contaminación-riqueza”. (El País, Cartas a la Directora, 6 de
agosto de 2019).
Economistas sin Fronteras habla de una
“globalización descompensada”. (30 de noviembre de 2016). A la globalización
capitalista no le interesa la contaminación, sino el dinero.
Nacida en la segunda mitad del siglo XX, la actual
globalización ha supuesto la “imposición” en todo el mundo de un determinado
modelo económico: la cultura del libre mercado se ha convertido en la única
cultura. El escritor Manuel Vázquez Montalbán
sostiene que la globalización “no es una abstracción, sino una manera de llamar
a la fase actual de dominación del sistema capitalista” (Citado por Luis de
Sebastián, nacido en1934 y fallecido en 2009, fue entre otras cosas, catedrático de Economía en
el ESADE de la Universidad Ramón Llull de Barcelona, en su libro Razones para la esperanza en un futuro imperfecto,
2003-33, Barcelona, Icaria editorial/Intermón Oxfam).
Antes de imponerse la actual globalización, a lo
largo de la historia todos los humanos fuimos alguna vez emigrantes. En estos momentos, impregnados de la cultura
que ha impuesto la globalización, la mayor parte de los políticos intentan convencernos de que debemos evitar la
entrada de inmigrantes, a pesar de que existen múltiples estudios que
demuestran que el aporte neto de los
inmigrantes es positivo, tanto desde el
punto de vista económico como social.
Un estudio de La Caixa de 2011 –cuando el porcentaje
de habitantes nacidos en el extranjero había superado el 10%- reveló que los
inmigrantes aportan a la economía más de lo que reciben. “Los inmigrantes
reciben menos del Estado de lo que aportan a la Hacienda pública” sentencian
los autores del estudio, elaborado por Francisco Javier Moreno, del Instituto de Políticas
Públicas de CSIC, y por María Bruquetas, profesora de Ciencias Políticas de la
Universidad de Amsterdam. (https://www.eldiario.es/desalambre/Espana-inmigracion-ventajas_0_783222076.html)
Puede resultar paradójico que en un país de
emigrantes, como es España, haya calado un discurso que muestra a las
migraciones, no como un fenómeno normal, sino como un problema que hay que
regular, mantener o controlar, a menudo mediante métodos que violan los
derechos humanos más básicos.
2 comentarios:
El discurso del miedo al inmigrante distrae del miedo que deberíamos tener a los psicópatas que controlan el poder del modelo económico y a los corruptos que desmantelan sistemáticamente, no ya el estado del bienestar sino los principios de cohesión social.
No sé si este comentario te llegará. Mis conocimientos de informática no llegan hasta ahí.
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