El 3 de octubre de 2013, 368 personas –niños, mujeres
y hombres- perdieron la vida en un naufragio en la costa de Lampedusa,
Italia.
La plataforma Tu
Mueves Europa quiere que Europa conmemore ese trágico aniversario cada año,
para mostrar nuestra solidaridad con los inmigrantes. Se pide que ese día sea
el Día Europeo de la Memoria y la Acogida. Esta plataforma quiere mostrar a
nuestros representantes políticos que los ciudadanos europeos se solidarizan
con los inmigrantes y no quiere más muertes en el Mediterráneo.
La tragedia en el Mediterráneo continúa. Un grupo de
abogados internacionales denuncia la política migratoria de la Unión Europea
por crímenes contra la Humanidad.(El País,
3 de junio de 2019).
En palabras de Céline Bardet, jurista internacional
especialista en crímenes de guerra, “los migrantes siguen intentando huir en
pateras y otras embarcaciones precarias, primero de sus países, y después de
las atrocidades de los campos libios en los que les torturan, los matan de hambre
y a menudo los violan”. La Unión Europea ha declarado oficialmente que considera “la crisis migratoria prácticamente
terminada”. “Se felicita por haber
traspasado el problema, en gran parte, a Estados como Turquía y Libia y haber
entrenado a golpe de millones de euros a los guardacostas libios, lo que hace
posible que la mayor parte de los migrantes que antes emprendían el viaje ahora
ya no puedan hacerlo, pero, sobre todo, que los que lo emprenden sean
interceptados y devueltos a Libia”.
Escribe Céline Bardet que “sin embargo, la defensa de
los derechos fundamentales por los que tanta gente lucha en el mundo es lo único que salvará a la UE. (El País, “La fractura de Europa”, 2 de
agosto de 2019).
El 3 de
octubre será un día para reflexionar sobre estas muertes; un día para
revindicar políticas de acuerdo con nuestros valores europeos; un día para recordar el pasado, para
corregir el presente y para visualizar un futuro europeo de solidaridad y
respeto para todas las vidas humanas.
En el documento preparado por la plataforma Tu Mueves Europa, se menciona a la
organización Snapshote from Borders,
un proyecto de 3 años cofinanciado por la Unión Europea dentro de la línea
presupuestaria “EuropeAid DEAR”, integrado por 35 socios que son Autoridades
locales fronterizas y organizaciones de la sociedad civil. El objetivo de Snapshote from Borders es mejorar la
comprensión crítica de las decisiones políticas a nivel europeo, nacional y
local, y de la opinión publica acerca de las interdependencias globales que
determinan los flujos migratorios hacia las fronteras europeas, con la
perspectiva de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en especial los
objetivos 1 (fin de la pobreza), 5 (igualdad de género), 10 (reducción de las
desigualdades), 11 (ciudades y comunidades sostenibles) y 16 (paz, justicia e
instituciones sólidas). http://www.snapshotsfromtheborders.eu/spain-project/
En parecida línea trabaja Ashoka, entidad que
organiza encuentros que atraen a empresarios sociales de todo el mundo para
colaborar en temas que van desde el tráfico de personas a la resolución de
conflictos. El proyecto “Hello Spain . La innovación social para la migración
en España” pretende aplicar en España el
proyecto Hello Europa, una iniciativa creada en 2016 en respuesta a esta necesidad.
El modelo, entonces creado, se ha probado con éxito en Alemania, Austria y
Holanda.
¿No escucha Bruselas a una ciudadanía que se organiza
y decide dejar de respetar la ley cuando se vuelve inmoral e injusta? El último
ejemplo lo constituye el apoyo masivo a la capitana de Sea-Watch 3. ¿Qué decir de una sociedad cuando llega a ese punto?
Diga lo que diga la UE, es evidente que no pueden aplicarse políticas
migratorias restrictivas más que violando los derechos humanos.
La jurista internacional, Célina Bardet, escribe que,
entre otras cosas, “es necesario que la UE recupere su peso político respecto a
los países en los que financia programas,
que imponga unas normas de respeto a los derechos humanos como condición
para esa financiación. Y hay que abordar la situación en Libia”. Según ella, “los inmigrantes pueden reforzar a la
población activa, estimular las
inversiones e impulsar el crecimiento. Por eso, lo que debemos cambiar es el
enfoque y el relato, para que quede claro que el flujo migratorio no es el drama
que se vive hoy sino que puede ser una
solución para nosotros, los europeos”.
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