El término pobreza infantil se aplica a los niños y niñas que
provienen de familias pobres o huérfanos
criados con recursos estatales limitados o, en algún caso, ausentes. Los datos
de que se dispone ponen de manifiesto que el colectivo que más esta sufriendo
las consecuencias de la crisis económica es la infancia. Nunca se ha tenido en
cuenta que es el sector más débil e inocente. Nadie elige el lugar de nacimiento.
Papel del azar. Por otra parte, nunca se ha reparado en la importancia que
tiene romper el ciclo de transmisión de la pobreza de padres a hijos. No se
podrá alcanzar un desarrollo sostenible si no se rompe ese ciclo.
El objetivo número 1 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)
aprobados el 25 de septiembre de 2015
por los Estados miembros de Naciones Unidas, (Agenda 2030) es “Fin de la pobreza”.
Como instituciones de la economía colaborativa, alternativa al
actual sistema económico, existen varias organizaciones no gubernamentales (ONGs)
que están desarrollando diversos programas de lucha contra la pobreza infantil.
En España, donde uno de cada tres niños está en riesgo de
pobreza, se acaba de estrenar una institución, alto comisionado, contra la
pobreza que trabaja de forma interministerial, con el objetivo de disminuir, o
mejor, eliminar la pobreza infantil. Una
de las primeras propuesta ha sido incrementar la prestación por hijo a cargo, que
ahora es de solo 291 euros al año, cantidad insuficiente para hacer frente al
gasto anual en libros y material escolar. Además se da la circunstancia de que
estas familias a veces no pueden pagar facturas, les cortan la luz o el agua o
incluso sufren desahucio. Suelen vivir en casas pequeñas, con humedades que
predisponen a la enfermedad.
La ONG Save the
Children ha calculado que para cubrir el coste mínimo de criar un hijo o
hija en condiciones dignas y asegurar un correcto desarrollo y bienestar es
necesario una cantidad de dinero que oscila entre los 480€ a 590€ mensuales.
En una entrevista al director de este recién alto comisionado
contra la pobreza infantil, este indicó que “la pobreza deja cicatrices a lo
largo de toda la vida […] Condenamos al fracaso educativo a niños que podrían
tener un enorme potencial para la sociedad. La pobreza en la infancia nos
lleva a desaprovechar su talento natural. Estos chicos podrían ser adultos
productivos, con buenas profesiones, pero muchas veces se convierten en un
coste para la sociedad·”. Y señala los objetivos que, según él, se deben
perseguir a corto y largo plazo. (Planeta
Futuro, El País, 4 de octubre de
2018, “La pobreza infantil en España nos lleva a desaprovechar talento”)
Entre los pliegues de la inmigración y en relación con la
pobreza infantil hay que tener en cuenta
la cantidad de niños que llegan a España no tutelados. ¿Entran en las competencias del alto
comisionado contra la pobreza infantil?
También en este caso no atender a ese problema, denota una falta de empatía
y solidaridad, es decir, de humanidad, además
de incumplimento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con todo lo que ello supone.
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