Los seres humanos han migrado desde los orígenes
mismos de la humanidad, partiendo de un lugar de África hasta poblar todos los
rincones del planeta. Las grandes
migraciones humanas siempre han estado relacionadas con acontecimientos como el hambre, las guerras, persecuciones
políticas, etnias y religiones, cambios y catástrofes climáticas, etc. Y es un
fenómeno que ha estado presente en todas las épocas de la historia y en todas
las partes del planeta. Más recientemente, ha aparecido la migración por causas
turísticas.
Como dijo el senegalés Felwine Sarr, escritor, músico
y docente en la Universidad Gaston Berger de Saint- Louis (Senegal), la búsqueda de un nuevo hábitat es un derecho.
Ello a pesar de lo que digan los defensores del neoliberalismo y la
globalización, contrarios a la llegada de seres humanos en busca de una vida
mejor.
El hecho es que la llegada a Europa de gran número de
refugiados e inmigrantes está creando graves problemas. Para resolver esos problemas la UE ha contratado
a terceros países se hagan cargo de la
gestión de las migrantes que buscan de llegar a Europa de manera irregular.
La forma cómo Europa está gestionando el fenómeno de
la inmigración ha conducido a que abogados internacionales hayan pedido a La Haya
que investigue a ja Unión Europea por crímenes contra la humanidad.
A lo largo de 242 páginas dirigidas a la Fiscalía de
la Corte Penal Internacional con sede en La Haya denuncian que la UE y los
representantes de los Estados miembros “no cometieron personalmente los
delitos. Los abogados calculan que entre enero de 2014 y julio de 2017, al
menos 14.500 migrantes se ahogaron en el Mediterráneo. Entre 2016 y 2018 más de
40.000 personas fueron interceptadas y transferidas a la fuerza a centros de detención y de
tortura de Libia. La responsabilidad moral y política por lo que ocurre en los
campos de reclusión libios parece evidente. Hay datos que confirman que allí
tienen lugar inaceptables abusos.
Un informe preparado en 2006 por el Comité de
Política Económica de la Unión Europea y por la Comisión Europea dice que, que
como los ciudadanos de la Unión Europea tienen menos hijos y viven más tiempo,
la población en edad laboral disminuiría el 16% entre 2004 y 2050. Lo que
significa que la Unión Europea tendría solo dos personas en edad laboral por
cada persona mayor en lugar de las
cuatro de ahora. El estudio indica que
el mayor gasto previsto pone en duda el sostenimiento de las pensiones. La inmigración ayudaría a resolver este
problema.
Pero no es eso lo más importante. Lo que es más
importante, es que en un sistema que considera la ética como una interferencia,
la inmigración está poniendo de manifiesto que el ser humano es empático y solidario. El
proyecto Hello Spain, que describí hace unos días, es sólo un ejemplo.
Guillermo Altares en “Europa necesita un plan” (El País, 17 de julio de 2019) ha
escrito: “La llegada masiva de refugiados desde Siria en 2015 inflamó el
discurso ultraderechista y sirvió de pretexto a los dirigentes más
ultramontanos de la UE para profundizar en su asalto contra el Estado de
derecho. Pero también provocó una impresionante oleada de solidaridad en Alemania. Se presentó tanta gente en los
ayuntamientos, en los centro sociales, se organizaron tantos puestos
improvisados para dar comida y agua a los que huían de la guerra, que las
autoridades se vieron desbordadas para gestionar un movimiento que describe
mucho mejor que es Europa que todas las soflamas de Matteo Salvini y Viktor
Orbán, Una de ellas fue lade Ursula von der Leyen, a la que el Parlamento
Europeo confirmó ayer como próxima presidenta de la Comisión.
La propia Von der Leyen lo contó en el discurso ante
la Cámara, en el que trazó un programa europeísta que disipó muchas de las
dudas que su candidatura había planteado. Explicó que tuvo suerte de acoger en su familia a un refugiado sirio de 19
años, aterrorizadoy traumatizado por la guerra, que no hablaba alemán. Cuatro
años después, ayuda en su comunidad de día y estudia de noche, habla alemán,
árabe e inglés y, dijo la política conservadora, es una inspiración para todos”.
El periodista Jesús A. Canas, dedica, en un artículo publicado
en El País (8 de septiembre de 2019) a
hablar acerca de “medio centenar de familias gaditanas que se han organizado
para acoger a los extutelados migrantes que se quedan en la calle al cumplir
los 18”. Todas las familias pertenecen
la asociación Vejer sin Fronteras. Algo similar, dice Canas, ocurre en
El Puerto, donde 10 familias ya se han integrado bajo el paraguas de Red de Acogida
de El Puerto.
Para terminar considero oportuno comentar uno de los
textos publicados en el blog de El País,
“Migrados”. Se refiere a la despoblación que sufre el mundo rural de la
provincia de Salamanca; fue escrita y publicada por Álvaro Fuente (Salamanca)
el 27 de agosto de 2019, lleva por título “Una oportunidad multicultural para
el campo de Salamanca” y describe cómo con su trabajo agrícola, un ghanés, un maliense y un marroquí son algunos de los
migrantes que contribuyen a mitigar la despoblación y a frenar la desertización
en Castilla y León. He elegido esta colaboración porque el consejero de Fomento
y Medio Ambiente, Juan Carlos Suarez-Quiñones expuso en las Cortes de Castilla
y León los principales ejes de actuación de su departamento para estos cuatro años
y señaló la importancia de la lucha contra la despoblación.
2 comentarios:
Lo que promueve la extrema derecha es la desmovilización y el enfrentamiento de la sociedad civil para evitar que esta sociedad busque responsables del desaguisado en quienes detentan las responsabilidades del poder económico y financiero.
No lo había pensados así, pero puede que tengas razón. Yo habia pensado que la deecha y ultraderecha respondian o acataban la doctrina del neoliberalimo y la globalización.
Un saludo
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