¿Es la obesidad la epidemia del siglo XXI?
Los sistemas alimentarios tradicionales se han modificado de forma acelerada en las últimas décadas con la progresiva industrialización y globalización
Hemos cambiado la manera de alimentarnos porque hemos cambiado la manera de vivir como sociedad. En 2008, la población urbana del mundo superó a la población rural por primera vez en la historia y se prevé que para 2030 el 60% de la población mundial vivirá en las ciudades, que cada vez tendrán que alimentar a más personas.
Así, de la huerta o del colmado hemos pasado al supermercado. Del alimento fresco. al alimento procesado. Con los supermercados los los alimentos procesados se han vuelto más fáciles de conseguir en detrimento de los alimentos frescos y los hábitos dietéticos tradicionales. Además, nuestros sistemas alimentarios contaminan de forma desproporcionada el planeta y muchos no solo no alimentan, sino son un riesgo para la salud
Se ha demostrado que la protección que confiere el consumo de frutas o de legumbres y verduras contra las enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer no se puede replicar mediante la ingesta de medicamentos u suplementos que contengan los mismos nutrientes. Es decir,, que el efecto benéfico sobre prevención de enfermedades procede del alimento en sí y las combinaciones de nutrientes y otros compuestos químicos que forma unn parte de la matriz del alimento. Pero esto no es algo nuevo. Como decía Hipócrates, médico y filósofo de la antigua Grecia: "que tu alimento sea tu medicina".
¿Ento nces que le ocurre hoy a nuestra comida? Lo cierto es que dependiendo del país puede ser más barato comer bollería industrial que comprar fruta y adquirir productos precocinados como una pìzza o una lasaña que `productos frescos para cocinarlos en casa. La FAO reconoce que, aunque no son necesariamente perjudiciales para la salud, muchos de los alimentos procesados "tienen un elevado contenido de grasas saturadas, sales y azúcares, y suelen tener un bajo contenido de vitaminas y minerales", asumiendo que estas opciones alimentarias "pueden dar lugar a que las personas padezcan sobrepeso y obesidad a medida que disminuyen sus medios para acceder a alimentos sanos.
Por último, la vida sedentaria ha desterrado la actividad física: el resultado es un cóctel que dispara el sobrepeso.provocando todo tipo de enfermedades prevenibles. desde la diabetes al infarto. Por tanto, la clave para entender la epidemia de sobrepeso y obesidad está detras de estos cambios en la manera de vivir y alimentarnos.
El sobrepeso y la obesidad traen noticias malas. Están directamente relacionados con la mortalidad prematura, el riesgo de contraer enfermedades del corazón, de hipertensión, de diabetes, enfermedades de la vesícula biliar y algunos tipos de cáncer.
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