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sábado, 31 de mayo de 2025

Estado palestino

     El Gobierno de Israel anunció ayer la creación de 22 nuevos asentamientos en Cisjordania. En un comunicado conjunto, los  ministros de Defensa y de Finanzas presentaron la expansión de las colonias israelíes en este territorio ocupado como un paso clave para "impedir el establecimiento de un Estado palestino".

     El movimiento tiene lugar en un momento en el varios países barajan la posibilidad de reconocer el Estado palestino -como ya hicieron el año pasado España, Noruega, Irlanda y Eslovenia, entre otros- y supone un desafió a los gobiernos occidentales que han alertado a Israel de que responderían con sanciones. La ONG israelí  Peace Now aseguró que la decisión "no tiene precedentes" y es la medida más amplia de este tipo al menos desde los Acuerdos de Oslo de 1993, cuando Israel se comprometió a no establecer nuevos asentamientos ilegales según el derecho internacional.

     Cisjordania, Jerusalén Oriental y la franja de Gaza son los tres territorios que el derecho internacional contempla como partes de un futuro Estado palestino.

     Hace unos días, el Reino Unido, Francia y Canadá emitieron un comunicado conjun en el advertían al Ejecutivo de Benjamín Netanyahu de que se oponían "a cualquier intento de expandir los asentamientos en Cisjordania", añadiendo que no dudarían "en tomar nuevas medidas, incluyendo la aprobación de sanciones",  La Autoridad Nacional Palestina, con un poder limitado en Cisjordania y Hamás, que gobierna la Franja, condenó la decisión.  

     La noticia, publicada en El País de fecha 30 de mayo de 2025, lleva el título El Gobierno israelí anuncia 22 asentamientos en Cisjordania para "impedir" un Estado  palestino, Un buen resumen de la noticia. 

     Recuerdo haber escrito que Jorge Luis Borges, poeta y ensayista argentino, señaló que el nacionalismo "es el canalla principal de todos los males. Divide a la gente y  destruye el lado bueno de la naturaleza humana.  

     Según el artículo 1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, "Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razon y conciencia, deben comportarse fraternalmente los  unos con los otros".

viernes, 30 de mayo de 2025

Más cosas sobre Gaza

     Si los hambrientos gazatíes quieren comer  tienen que desplazarse al sur de la Franja. Allí ha posicionado el  Gobierno de Israel, entre el mar y áreas militarizadas,  tres de los cuatro puntos de distribución de alimentos de la Fundación Humanitaria de Gaza (FHG), una entidad privada de origen opaco y respaldada por EE UU. El cuarto está en el centro del enclave.

     La ubicación ne es causal y, según denuncia la ONU, responde a los planer militares del primer ministro Benjamín Netanyahu para en sus palabras, "conquistar Gaza". El ministro de Finanzas, el ultraderechista Bezale Smotrich, lo había anunciado a principios de este mes: "Gaza será totalmente destruida, los civiles serán enviados al sur, a una zona humarnitaria sin Hamás ni  terrorismo, y desde allí empezarán a salir en gran número hacia terceros países".

      En el momento de pronuncias esas palabras, el plan estaba en marcha.  La población llevaba entonces dos meses sin recibir ayuda alguna,  Israel bloqueaba desde el 2 de marzo la entrada de suministros al enclave y las reservas se agotaban. Hace una semana, el Gobierno volvió a abrir la puerta a los camiones con suministros, pero imponiendo tantas restricciones que, en la práctica, las organizaciones de la FHG enfrentan muchas dificultades.

     Con estas cortapisas al conjunto de actores humanitarios sobre el terreno, los gazaties quieren recibir recibir ayuda, prácticamente solo tienen la opción que acudir a los puntos de la FHG.

     Jonatkan Whittell, jefe de la oficina de OCHA para el Territorio Palestino Ocupado, ha sido una de las voces más criticas con este plan. "Uno de estos centros de la FHG está cerca del lugar donde las fuerzas israelíes asesinaron y enterraron en una fosa común a 15 socorristas. Para mí, este es un símbolo grotesco de cómo la vida en Gaza, y lo que la sustenta, está siendo borrada y controlada", lamentó ayer.

     Un  análisis de Forensic Architecture, un equipo de investigación de Goldsmiths, de la Universidad de Londres, concluye que "este nuevo de distribución de ayuda es simplemente una extensión de la arquitectura existente de control espacial" de la Franja. "Las rutas establecidas para el acceso civil a estos centros de distribución de ayuda son una continuación de las rutas de incursión militar israelí, formando una red militarizada diseñada para facilitar el desplazamiento forzado y el control de la población.

     Además de obligar a la población a desplazarse hacia el sur, a la frontera con Egipto para recibir alimentos. el ejército israelí lleva a cabo una estrategia de bombardeos y  evacuaciones continuas y masivas "para desmantelar y  destruir por completo Gaza y no  solo de neutralizar objetivos militares", asegura Oxfam Intermón en un análisis publicado ayer.

     Después de la presión internacional, Israel  permitió la entrada de camiones hace una semana. Sin embargo, las restricciones de las fuerzas israelíes dificultan que los civiles reciban suministros. El hambre empuja a los gazatíes a una búsqueda desesperada de alimentos, que, en ocasiones, acaba en disturbios o saqueos. (Fuente: El País, 30nde mayo de 2025)

     Benjamín Netanyahu no es un verdadero ser humano dotado de empatía, solidaridad. altruismo, ...

jueves, 29 de mayo de 2025

Países en desarrollo

 El artículo que voy a intentar resumir se titula Cómo lograr que la deuda de los países en desarrollo sea sostenible y lo firman KevinP, Gallagher. profesor de Política Global para el Desarrollo en la Universidad de Boston y director del Boston University Global Development Policy Center, José Antonio Ocampo, exministro de Finanzas de Colombia y miembro del Comité de Naciones Unidas para el Desarrollo, Kunal Sen, profesor de Economía en la Universidad de Manchester y  director del Instituto Global para el Desarrollo de Naciones Unidas.

La desaceleración de la economía mundial, el aumento de las tensiones comerciales y el mayor riesgo de recesión podrían representar una tormenta perfecta para los países de ingresos bajos y medios agobiados por una alta deuda soberana. Ante los exorbitantes costes del endeudamiento y un entorno internacional cada vez más inestable el potencial de crecimiento económico y desarrollo de estos países se vería gravemente limitado.

Dadas las circunstancias, es necesario reformar la actual arquitectura financiera internacional, en particular, su enfoque de la sostenibilidad de la deuda. Solo adoptando una nueva aproximación al problema de la deuda de los países en desarrollo, estos podrán generar los flujos de inversión que tanto necesitan para impulsar se crecimiento a largo plazo.

Por supuesto, el problema más inmediato es el enorme sobreendeudamiento que enfrentan muchos países de ingresos bajos y medios. Se ha demostrado que el alivio de la deudas con reducciones drásticas o suspensión del pago de intereses, recortes de las tasas y los recargos al crédito y aumento de las asignaciones de subvenciones y de los derechos especiales de giro (DEG, el activo de reserva que emite el Fondo Monetario Internacional) disponibles deberían estar sobre la mesa.

Sin embargo. abordar las necesidades de financiación a largo plazo de los países de ingresos bajos y medios requiere reformas profundas. Es esencial  impulsar considerablemente  los préstamos a largo plazo y de bajo coste. Los bancos multilaterales de desarrollo pueden y deben desempeñar un papel fundamental en el aumento gradual de los préstamos sostenibles. Son los únicos que pueden proporcionar créditos anticíclicos cuando la  financiación privada es limitada, los precios de las materias primas están a la baja o la economía mundial está en crisis. Necesitamos más iniciativas como el Fondo Africano de Desarrollo del Banco Africano de Desarrollo, que proporciona préstamos en condiciones concesionales, subvenciones, recursos para la preparación de proyectos y garantías a los países de bajos ingresos de su región.

Se necesita también crear un mecanismo institucional permanente para la  reestructuración de la deuda soberana. Dicho mecanismo operaría preferentemente como una institución de las Naciones Unidas, pero también podría serlo del Fondo Monetario Internacional, siempre que sus decisiones sean independientes del Director Ejecutivo y la Juta de Gobernadores de dicha organización.

La concepción actual de ls sostenibilidad de la deuda de los países de bajo y medios se basa en una falacia que obstaculiza el crecimiento global y el desarrollo sostenible, Debemos pasar de un  enfoque limitado de la reducción de la deuda a un concepto más amplio de la  sostenibilidad de la deuda, centrada en el crecimiento a largo plazo impulsado por la inversión.

Al replantear la sostenibilidad de la deuda, la comunidad internacional puede empoderar a los países de ingresos bajos y medianos para que emprendan una senda de desarrollo económico sostenido. Una redefinición audaz de la arquitectura financiera internacional es imperativa para evitas crisis de deuda prolongadas. restablecer la sostenibilidad fiscal y garantizar la estabilidad económica mundial.

La Cuarta Conferencia de las Naciones Unidas sobre Financiación para el Desarrollo, que se celebrará en Sevilla en julio, brindará a los países en desarrollo la oportunidad de hablar con una sola voz ante las instituciones respaldadas por Occidente que supervisarán la actual arquitectura financiera internacional. Estas instituciones tienen la clave para liberar a los países en desarrollo de las ataduras de una deuda insostenible y proporcionar los cambios sistémicos que podrían revolucionar la financiación para el desarrollo. (Fuente: El País 25 de mayo de 2025)

Habrá que esperar que sucederá en la Cuarta Conferencia de las Naciones Unidas sobre Financiación que celebrará en julio. De momento, solo se me ocurre recordar la meta del  ODS 1 (poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo) que dice. "garantizar una movilización importante de recursos procedentes de diversas fuentes, incluso mediante la mejora de la cooperación para el desarrollo, a fin de proporcionar medios suficientes y previsibles para los países en desarrollo, en particular los países menos adelantados, para poner en práctica programas y políticas encaminados a poner fin a la pobreza en todas sus dimensiones"

 

     

 

miércoles, 28 de mayo de 2025

Cómo sobrevivir en Gaza

     A las afueras de Jan Yunis, bajo unos muros de adobe ennegrecido, Abdel Rahman Asfour, un muchacho de 22 años, hace equilibrios entre largas tuberías metálicas llevando unos pesados bidones hasta sus compañeros. Bajo esa tubería arde un fuego primitivo durante 12 horas seguidas para fundir poco a poco casi una tonelada de plástico triturado y obtener una pegajosa sustancia amarilla. Luego se introduce ese mejunje viscoso en barriles, se enfría usando unas tuberías de agua y al final se transforma, a golpe de prueba y error, en unas preciosas gotas de combustible casero. 

      “Transportamos 900 kilos de este material a pulso, sin motores ni bombas; no tenemos el equipo necesario para hacerlo de otra manera”, relata Asfour, padre de un chiquillo llamado Nahid. Su equipo trabaja en turnos de cuatro horas en medio de un calor abrasador, sellando el tubo de hierro con gruesos pernos y alimentando el fuego con leña para poder obtener una especie de gasolina o gasóleo. 

     Su jefe, Mohamed al Aqqad, de 47 años, observa el proceso a una prudente distancia. Hace meses, su taller quedó calcinado a consecuencia de una explosión por una fuga de gas de cocina procedente de una tubería secundaria; un error que desde entonces han corregido separando los conductos de gas y los de combustible. Ahora, cuando los primeros hilos de gas salen disparados hacia arriba, el rostro de Al Aqqad se ilumina con una sonrisa. “Es la prueba de que está funcionando”, explica mientras se prepara para recoger los combustibles líquidos: primero la gasolina y luego el diésel, cada uno evaluado en función de su color, olor, textura e incluso por cómo arde en el motor de una motocicleta.

     Israel no ha permitido desde principios de marzo la entrada de ningún tipo de suministro para los 2,1 millones de habitantes de Gaza, un asedio que ha provocado una escasez extrema y disparado los precios de los artículos que todavía están disponibles. El lunes y por primera vez en más de dos meses, Israel anunció que había autorizada el paso de al menos cinco camiones de ayuda humanitaria, ante la presión internacional, esencialmente de su principal aliado, Estados Unidos. Se trata de un volumen de ayuda irrisorio vista la magnitud de las necesidades. Ante este panorama desolador, los gazatíes han recurrido en estos meses a la improvisación extrema: inventan trabajos que antes no existían y recuperan otros que prácticamente habían desaparecido para crear una economía de subsistencia

     "Lo que hacemos es ayudar a la gente a sobrevivir, a mantener en funcionamiento los pozos de agua y los viejos camiones".señala Mohamed Al-Aqqad fabrica combustible casero

     “Estos nuevos oficios no son solo producto de la necesidad”, asegura Al Aqqad. “Son una forma de aguantar, una manera de decir que no tiramos la toalla”. Para este padre de siete hijos, este rudo oficio es tanto un medio de subsistencia como una necesidad. “El asedio no nos ha dejado otra opción”, afirma. Antes, se dedicaba a resolver disputas tribales; ahora arriesga su vida y la de sus trabajadores para producir el combustible que el territorio ya no puede importar. “No es de la misma calidad, claro. Algunos motores se averían, pero repararlos cuesta mucho menos que pagar en el mercado negro el precio del combustible israelí o egipcio”.

     Una tonelada de plástico triturado le cuesta unos 2.000 dólares (1.774 euros), y una tonelada de leña, otros 1.000 (887 euros): una inversión importante para producir tan solo unos 700 litros de combustible, de los cuales 200 son de gasolina, que luego vende a 20 dólares el litro (frente a los 60 dólares del combustible comercial). El diésel se vende a 6 dólares el litro, aproximadamente la mitad del precio que piden por el escaso combustible extranjero que se pueda encontrar todavía en la Franja.

     “Es un acto de patriotismo”, zanja Al Aqqad. “Lo que hacemos es ayudar a la gente a sobrevivir, a mantener en funcionamiento los pozos de agua y los viejos camiones”. Sin embargo, aunque cuenta con orgullo que emplea a 10 hombres y abastece a cientos de clientes, se lamenta por la ineficacia de este método: sin el equipo adecuado, no pueden capturar los subproductos del gas ni extraer disolventes industriales, que se pierden en el proceso.

     En el centro de Jan Yunis, Wael Barbakh, de 50 años, se inclina sobre una mesa atestada de pequeños muelles, ruedas y boquillas. Este padre de ocho hijos repara encendedores, un oficio impensable antes de la guerra, cuando uno nuevo costaba tan solo 20 céntimos. Ahora, con las importaciones bloqueadas, un encendedor se vende por más de 12 dólares, de modo que sale a cuenta ofrecer un servicio de reparación por solo un dólar.

     “Antes trabajaba en la construcción en Israel”, afirma Barbakh, con el rostro surcado por el cansancio. Antes de que estallara esta guerra, en octubre de 2023, algunas decenas de gazatíes habían recibido un permiso para trabajar en Israel, a menudo en obras, como albañiles, o en granjas cercanas a la Franja. “Cuando se me agotaron los ahorros, recurrí a esto. La gente necesita hacer fuego, para cocinar, para obtener luz... Para todo”, agrega.

     Suele arreglar unos 20 encendedores al día empleando las piezas de los que están rotos. A los clientes más pobres a veces se los repara gratis. “Estamos todos en el mismo barco”, añade. “Yo mismo he tenido que desplazarme más de seis veces. Lo he perdido todo: mi casa, mi dinero, hasta lo más básico”.

     En los últimos 19 meses, al menos 53.000 palestinos han muerto en ataques israelíes en la Franja, según cifras del ministerio local de Salud, que la ONU toma como referencia.

     Pese a las terribles circunstancias que les toca vivir, Barbakh, de 50 años, utiliza piezas de encendedores rotos para arreglar los que ya funcionan.  Dice sentirse afortunado por poder ganar algo de dinero para alimentar a su familia con ste trabajo. “La demanda es mayor durante los periodos en que no entra ayuda humanitaria, mientras que cuando se abren los pasos fronterizos y se permite el paso de mercancías, los precios de los mecheros pueden bajar hasta cinco dólares cada uno”, explica. “Nunca en mi vida imaginé que me dedicaría a arreglar mecheros, y que estos se convertirían en una mercancía tan escasa y esencial”Reparar billetes, otro de los oficios nacidos de la necesidad

A unas calles de distancia, Badr Sharab, de 35 años, se inclina sobre un cristal y pega cuidadosamente billetes de banco rotos de 20 séqueles, retocando sus colores desvaídos con pinturas al agua. Sus clientes —tres de ellos hacen cola junto a su mesa— necesitan esos remiendos para mantener su maltrecho efectivo en circulación. En Gaza hace meses que no funcionan los bancos e Israel no permite la entrada de nuevos billetes en Gaza desde el estallido de la guerra, ni tampoco retira los estropeados, de modo que la población local tiene que apañárselas con su dinero hecho jirones.

     Sharab, padre de tres hijos, solía vender bloques de hielo. Ahora restaura billetes, cobrando entre 20 y 80 céntimos por cada uno. Solo acepta el pago, una vez que los billetes reparados han sido puestos a prueba y aceptados en el mercado.

     “Siento una inmensa responsabilidad. Si los billetes que arreglo no funcionan, la gente pierde su dinero; y ahora mismo, cada séquel cuenta para ellos”, explica. En un día normal, maneja más de 100 billetes. La mayoría son de 20, aunque a veces los hay de un valor superior, procedentes de tiradas más antiguas, y los comerciantes son reacios a aceptarlos a menos que estén impolutos.

     “No me preocupa que Israel pueda volver a traer billetes nuevos”, dice Sharab, cepillando un billete con sumo cuidado. “De momento, hago lo que puedo para ayudar a la gente a conservar su dinero”.

     "Siento una inmensa responsabilidad. Si los billetes que arreglo no funcionan, la gente pierde su dinero; y ahora mismo, cada séquel cuenta para ellos". indica Badr Sharab que se dedica a reparar billetes dañados

     Entre los que esperan a ser atendidos por Sharab se encuentra Maha Al Muzayyen, de 62 años, con un fajo de billetes desmenuzados que ningún tendero acepta ya. Esta madre de siete hijos ha visto toda su vida transformada y se aferra, como el resto de habitantes de la Franja, a estas soluciones de emergencia. “Cocinamos y horneamos con leña, no con gas. Ya no vivimos en casas, sino en tiendas de campaña. Empleamos carros tirados por burros como medio de transporte. Conectamos paneles solares sin baterías, solo con cables, porque no podemos permitirnos otra cosa”.

     A Al Muzayyen le tiembla la voz. “Nunca imaginé que llegaría el día en que nos veríamos obligados a reparar el papel moneda para poder comprar un poco de jabón”, se lamenta. “Pero esto es Gaza: nos inventamos maneras de sobrevivir. Solo pedimos poder vivir, que nos den una oportunidad, en vez de empujarnos hacia la muerte”.(Fuente: El País. Planeta Futuro, 20 de mayo de 2025)

     Este artículo se publica en colaboración con Egab, una plataforma que trabaja con periodistas de Oriente Próximo y África.

     El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 9 indica: "Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación", Creo que esto es lo que están haciendo en Gaza para sobrevivir.

martes, 27 de mayo de 2025

Sanidad pública

     Miles de personas llenaron ayer las calles de Madrid para que no se olvide la defensa de la sanidad pública, En esta ocasión, fueron 30.000 los que se sumaron  a la protesta, según la Delegación del Gobierno.

     Cuatro columnas formaron la marcha desde Atocha, Callao, la plaza del doctor Marañón y el hospital de la Princesa. El punto de confluencia de todas ellas fue la plaza de Cibeles, Julía Rodríguez (64 años), una pediatra del centro de Salud de atención primaria Miguel de Cervantes, en Alcalá de Henares, se unió a la marcha vistiendo su bata blanca de médica en defensa de los derechos de los derechos de los pacientes y de sus compañeros: Marchamos para detener el derrumbe de nuestra sanidad pública.  La atención primaria tiene más de 11% de vacantes de médicos de familia y un 14%  en pediatría, Esto significa que los pacientes van al centro de salud y cada vez los ve un médico diferente, lo que hace que no los conozcamos y no podamos hacer un seguimiento", explicaba.

     La manifestación fue convocada por la plataforma Vecinas y Vecinos de Barrios y Pueblos de Madrid, que agrupa a más de un centenar de asociaciones dedicadas a la defensa de la sanidad pública. "Estamos sufriendo el desmantelamiento de todos nuestros centros de salud.  Faltan médicos de familia, hay falta  de inversión por parte de la Comunidad de Madrid y el objetivo de la señora Ayuso es ir privatizando todo lo,público para beneficiar a la sanidad privada", aseguraba en tono molesto Luis Díaz, de 76 años, vecino del Alto de Extremadura. Ente la multitud sonaron las consignas habituales. En una sola voz y hasta con música mientras avanzaban por la Gran Vía, los asistentes gritaban frases como: "De norte a sur, de este a  oeste, la lucha sigue cueste lo que cueste". "Ayuso, undes vivienda y sanidad" y "Nada, nada para la privada".  (Fuente: El País, 26 de mayo de 2025)

     Esta señora no sabe lo importante que "garantizar una vida sana y promover el bienestar en todas las edades".   

lunes, 26 de mayo de 2025

El trabajo no da para vivir

     Una de cada seis familias española con hijos,  y en la que al menos un progenitor trabaja, vive en la pobreza. Esa cifra se eleva a una de cada tres si son familias numerosas o solo hay un adulto al frente de la casa. Son datos de un informe de Save the Children publicado esta semana que vuelve a alertar sobre un problema que se vuelto crónico: en España tener un puesto de trabajo no es garantía de estabilidad o desahogo. Ni siquiera de llegar a fin de mes. Y,  lo que es más preocupante, estos números se dan en una época de bonanza económica y récord de empleo.

     Save the Children -como habían acreditado anteriormente los informes de la Comisión Europea- pone el foco en el hecho de que la pobreza laboral, cuya tasa ronda el 15% para el conjunto de la población, afecta especialmente a los hogares con niños. Y se da más en personas con bajo nivel de formación y que trabajan como autónomas o a tiempo parcial, perfiles en los que encajan más mujeres que hombres y más los inmigrantes que los nacidos en España.

     Nada de esto es una novedad: en los últimos años se han publicado informes similares con datos de la encuesta de condiciones de vida del Instituto Nacional de Estadística (INE). Factores como el alza del salario mínimo olas ayudas de la pandemia, que han podido contribuir a reducir las cifras, han quedado eclipsados por la inflación y la explosión de los precios de la vivienda. Según el informe, el umbral de pobreza mensual en 2023 para dos personas adultas y dos menores era de 2.027 euros y para las familias monoparentales, de 965 euros. El SMI actualmente se sitúa en 1.184. En 2023, en INE calculó que un 29% de los menores de 18 años se encontraba en riesgo de pobreza. Son datos inaceptables.

     La persistencia de la pobreza laboral es una mancha en la estructura social y económica española, que pese a los progresos realizados tiene enquistado un problema de redistribución de renta. Estas cifras, además, nos recuerdan que la frase tan manida de que "la mejor política social es crear empleo" es, sencillamente insuficiente. Crear empleo por sí solo no basta se este es precario y a tiempo parcial y si no va acompañado de medidas -de carácter fiscal, por ejemplo-  para redistribuir la riqueza.  Las políticas públicas para las familias no se limitan ni a un ministerio ni a una Administración. De nada sirve una ley de familias -aprobada dos veces en el Consejo de Ministros, en esta legislatura y en la pasada, aún en trámite parlamentario- si autonomías y ayuntamientos, que han de cargar con el grueso de su implementación, no ven la urgencia del problema. Porque para un niño ver cómo, a pesar de tener trabajo, en casa se vive sin saber si habrá comida en la mesa la semana que viene es una marca indeleble. Algo que no debería ocurrir en ls cuarta potencia económica de la UE. (Fuente: El País, 24 de mayo de 2025)

     En la Agenda 2030, el primer Objetivo de Desarrollo Sostenible  es "poner fin a la pobreza en toda sus formas en todo el mundo". Y una de sus metas es "poner en práctica a nivel nacional sistemas y medidas apropiadas de protección social para todos y, para 2030, lograr una amplia cobertura de los pobres y los más vulnerables"..

 

domingo, 25 de mayo de 2025

Infecciones tropicales

        El chikungunya, un virus de rigen africano, no se conocía en América antes de 2013. Al año siguiente, se fue expandiendo por el continente y causó más de un millón de infecciones; hoy es ya endémico y provoca frecuentes brotes. Que esto suceda en España con este u otros patógenos, como el dengue, es cuestión de tiempo, según los especialistas de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC). Celebran su congreso nacional en Málaga y ayer  advirtieron de que el país no está suficientemente preparado para estos virus tropicales, que se expanden hacia el norte impulsados  por el cambio climático y los cada vez más frecuentes viajes internacionales.

     En 2024 ya se detectaron en Europa más de 300 casos de dengue autóctono (incluido ocho en España), una cifra que se viene multiplicando año tras año esta década. No incluye a los viajeros que se infectan y traen la enfermedad desde un país tropical, algo que siempre ha sucedido, sino solamente los que se contagian en el continente.

     Es culpa del mosquito tigre, que hasta principio de este siglo era infrecuente en Europa, y que ahora está asentado en el área mediterránea y prolifera en cada vez más regiones. Es una de las especies que pueden transmitir el dengue (también  el chikungunya y el zika) si pica a alguien que lo porta y luego a otra persona sana.

      SEIM cree que las autoridades sanitarias españolas deberían tomas más conciencia de estos riesgos para la salud pública. Reclaman que los hospitales tengan los servicios de microbiología abiertos las 24 horas y los siete días de la semana para poder hacer diagnósticos en cualquier momento y que el de una persona que llegue enferma un viernes no se demore 48 horas, poniendo en riesgo su vida. El 40% de los grandes hospitales tienen cerrado este servicio por las noches. La segunda gran demanda de la SEIMC es que el Ministerio de Sanidad reconozca la especialidad de enfermedades infecciosas, una vieja reivindicación para contar con una titulación qu les acredite y poder formar a los profesionales en enfermedades como estas, así como para luchar contra otra de las grandes amenazas para la salud pública: España es el único país de Europa que no tiene reconocida la especialidad.

     El verano pasado fue el que más casos se registraron del virus del Nilo en  España: 157. El anterior había sido 2020, con 77. Entre ambos, solo casos esporádicos.

     Otra enfermedad tropical es la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, transmitida por garrapatas. El año pasado se registraron cinco casos. de los cuales tres personas fallecieron. Pero como recuerda Marta Mora, del Hospital Universitario  La Paz. en Madrid, esto quiere decir que hubo muchas otras infecciones que no se detectado.

     Los especialistas también están atentos a otras especies de mosquitos, como el aedes gypti, que transmite de forma más eficaz enfermedades como el dengue.No están asentados en España, pero ya se nan detectado algunos en las islas Canarias, que está vigilante para su rápida erradicación cuando aparece.  (Fuente: El País, 23 de mayo de 2025)

     En la Agenda 2030, que como ustedes se habrá cuenta, siempre cito después de cualquier noticia, el Objetivo  de Desarrollo Sostenible 3 es "garantizar una vida sana y promover el bienestar es todas las edades".  Y una de sus metas es "apoyar las actividades de investigación y desarrollo de vacunas y medicamentos para las enfermedades transmisibles y no transmisibles que afectan primordialmente a los países en desarrollo y facilitar el acceso a medicamentos y vacunas esenciales asequibles de conformidad con la Declaración de Doha relativa al Acuerdo sobre los ADPIC y la Salud Pública, en la que se afirma el derecho de los países en desarrollo a utilizar al máximo las disposiciones del Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio en lo relativo a la flexibilidad para proteger la salud pública y, en particular, proporcionar acceso a los medicamentos para todos".

sábado, 24 de mayo de 2025

Eonomía circular

      A menudo los alumnos ven en las aulas lo decisivo que es sumar esfuerzos para que el reciclaje genere una segunda vida a los residuos, y cuando llegan a casa se produce un cortocircuito en sus cabezas: tras estudiar cómo la separación de desechos fomenta la economía circular;  disminuye los vertederos y ayuda a cuidar el medio ambiente, ven cómo en su cocina de casa todo acaba en el mismo cubo. Y empieza entonces una guerra dialectica que con frecuencia ganan los niños con su tozudez, frente a la falta de argumentos de sus padres para no clasificar la basura.

     Una encuesta realizada el año a 2.146 estudiantes y 81 profesores del programa  Recreo y residuos cero, citada en un capítulo del libro Ejemplos de sostenibilidad en la escuela (Springer) revela: "la conexión mejora la relación con los padres y el resultado de nuestra encuesta sugiere que el programa tiene el potencial de promover la sostenibilidad en las casa de los estudiantes".

     En paralelo, la plataforma Naturaliza ayuda a 1.700 colegios, del total de 29.000 en todo el país, para integrar contenidos curriculares sobre el medio ambiente en todas las asignaturas: desde el ahorro energético o de agua hasta el cambio climático, la movilidad, o el reciclaje. 

     Ana Quiròs, cuyos acuden al colegio  Padre Galo de Luarca  (Asturias) explica que "los niños pidieron que no compraran más embutidos envasados en plástico". "Ya reciclábamos en casa, pero ahora las botellas son todas de metal y ya no hay plástico", celebra. "En casa ahora reciclamos todo, el orgánico, el papel, tapones y plástico", explica Paula Marín, madres de dos hijas de cinco y dos años, alumnas del colegio Pedro I de Carmona (Sevilla)

     En Madrid, Olga Martín, cuyo hijo Álvaro de seis años es alumno del colegio Palomeras de Puente Vallecas, ilustra cómo los niños disparan el cambio: "Antes no reciclábamos el cartón y el vidrio por falta de espacio y porque no hacíamos tantas manualidades. Ahora Álvaro insiste en no encender tres luces a la vez, no dejar el grifo abierto mucho rato y cerrarlo al lavarse los dientes. Antes los los folios iban a la basura con un rayajo. Siempre puedes reciclar y por ejemplo los papeles van en hueco bajo la mesa de la cocina", explica. Las niñas se muestran más proambientales que los niños y esta sensibilidad disminuye conforme los niños se acercan a la adolescencia, coinciden varios estudios. (Fuente: El País, 23 de mayo de 2025)

      Nuestro planeta es un sistema cerrado: salvo los rayos del Sol. nada puede entrar y salir. De aquí la importancia de la economía circular.

 

viernes, 23 de mayo de 2025

No a la guerra. Un psiquiatra en Gaza

      Padres consumidos por la culpa, pensamientos suicidas, niños que dejan de hablar, adolescentes con incontinencia... ¿Quién presta atención a los males del alma cuando la principal preocupación de los habitantes de Gaza es sobrevivir?, se pregunta el psiquiatra palestino Yasser Abu Jamei, director del Programa comunitario de salud mental de Gaza (GCMHP, por sus siglas en inglés), una ONG que lleva 30 años atendiendo a una población que está traumatizada por el conflicto y el aislamiento, aunque muchas veces no se dé cuenta.

      En este momento, 100 profesionales de esta organización trabajan cada día yendo a los refugios, visitando familias, escuchando a niños o diagnosticando enfermedades. Son pocos para mucha gente. Hay zonas del norte y el este de Gaza a las que no pueden acceder, hay momentos en los que no encuentran medio de transporte para llegar hasta las personas que los necesitan porque en Gaza no hay combustible y ellos también tienen familias y pasan miedo. “Pero ¿qué opción hay? ¿Sentarse a mirar como se destroza una sociedad?“, dice Abu Jamei, de 51 años, en una entrevista con este periódico.

      Unicef calculó que un millón de niños en Gaza, es decir, prácticamente todos, necesitan apoyo psicológico. El trauma provocado por esta guerra se añade a otros, acumulados tras casi 18 años de bloqueo israelí, ofensivas y miseria, recuerda la Organización Mundial de la Salud (OMS).

      “El impacto de la tragedia en Gaza continuará no solo durante años, sino durante generaciones”, vaticina este psiquiatra, que salió de Gaza hace algunos meses y sigue trabajando y recaudando fondos para la ONG desde el exterior.

      Pregunta. En un momento en que lo único que cuenta es sobrevivir, ¿quién se ocupa y se preocupa por la salud mental?

     Respuesta. Sigue siendo una prioridad, pero es verdad que en estas situaciones extremas, la gente con dificultades mentales tiende a ser olvidada. Nosotros llevamos 35 años trabajando en Gaza y desgraciadamente, tenemos bastante experiencia con gente traumatizada. Aunque esta vez es diferente.

     Pregunta. En un momento en que lo único que cuenta es sobrevivir, ¿quién se ocupa y se preocupa por la salud mental?

     Respuesta. Sigue siendo una prioridad, pero es verdad que en estas situaciones extremas, la gente con dificultades mentales tiende a ser olvidada. Nosotros llevamos 35 años trabajando en Gaza y desgraciadamente, tenemos bastante experiencia con gente traumatizada. Aunque esta vez es diferente. En guerras previas siempre pensábamos que era mejor esperar un alto el fuego para empezar a hacer nuestro trabajo. Pero en este caso, después de dos o tres semanas, vimos que esto iba para largo y que no podíamos esperar. Y comenzamos a ir al encuentro de la gente, a ayudarles a minimizar el impacto del trauma y ahí seguimos. Nuestro equipo lo está pasando fatal, son psicólogos pero también gazatíes. Tienen familias, tienen hambre, se han tenido que desplazar varias veces, pero ¿qué opción hay? ¿Sentarse a mirar como se destroza una sociedad? 

     P. Cien personas frente a las necesidades de una población de dos millones. ¿Cómo se organizan sus equipos?

     R. Antes de que empezara esta guerra éramos 70. Gracias a los recursos recibidos pudimos contratar a más gente y en 2024, nuestro programa pudo llegar a 70.000 personas en toda Gaza. En este momento tenemos tres equipos: uno en el sur, en Jan Yunis, otro en el centro, en Deir el Balah, y otro en la ciudad de Gaza. Las dificultades son incontables. Hay zonas a las que no podemos llegar en el norte ni en el este de la Franja. Nuestra oficina en la ciudad de Gaza fue destruida y nos costó un año poder encontrar otro lugar en la localidad. Durante meses, estuvimos trabajando en Rafah, en el sur, pero cuando comenzó allí la operación terrestre israelí hace un año subimos a Jan Yunis. Nuestros equipos van al encuentro de la gente, pero a menudo no hay combustible y los desplazamientos son muy complicados. Siempre necesitamos un plan B y un plan C.

     P. Su equipo llega, por ejemplo, a un refugio donde hay centenares de personas hacinadas ¿Cómo es ese trabajo de campo?

     R. Los adultos desgranan poco a poco su día a día y vemos cada vez más padres y madres que se sienten culpables por no poder suministrar a sus hijos lo más elemental, que es comida. Están ansiosos, enfadados y algunos ya con problemas psicóticos, porque no ven salida y han perdido la esperanza. También hay gente que nos conduce a otras personas con trastornos graves que necesitan un diagnóstico y un tratamiento urgente. Lo ideal es no esperar a que aparezcan los síntomas serios como alucinaciones o depresión severa y por eso tenemos una línea telefónica a través de la que la gente puede llamar a pedirnos consejo, pero funciona más o menos, porque en Gaza las comunicaciones son muy malas. También estamos intentando formar a otras personas. Ya hemos logrado capacitar es o depresión severa y por eso tenemos una línea telefónica a través de la que la gente puede llamar a pedirnos consejo, pero funciona más o menos, porque en Gaza las comunicaciones son muy malas. También estamos intentando formar a otras personas. Ya hemos logrado capacitar mínimamente a 300 para que puedan prestar apoyo psicológico básico y podamos así llegar a más gente

      P. ¿Y cómo sobreviven los niños ante un trauma semejante?

     R. Los padres nos describen señales que aparecen muy rápidamente como temblores, miedo constante, terrores nocturnos o incontinencia. Luego hay otro nivel más preocupante, niños que dejan de hablar y de comer y esos casos han aumentado. La falta de comida tampoco ayuda para cuidar de la salud mental y física de estos pequeños. Por ejemplo, un niño de dos años en Gaza no sabe a qué sabe un yogur porque nunca ha podido comer uno. 

     P. En medio de este desastre humanitario, ¿hay logros?

     R. Hemos logrado traer de vuelta a la vida a algunas personas, sobre todo niños. ¿Qué es la vida para un crío? Jugar, hablar, expresarse... Y muchos niños habían perdido esto debido al trauma. Hemos logrado que algunos vuelvan a hablar y a comunicar. Pero está claro que nuestro impacto será limitado hasta que no paren los bombardeos israelíes, entre la comida a Gaza y la gente deje de vivir en las ruinas.

     P. ¿Y qué hace su equipo cuando las palabras no bastan para ayudar a las personas con dificultades?

     R. Hay que pasar al siguiente paso, que sería ir a nuestro centro o que alguno de nuestros psicólogos más experimentados intente llegar hasta ellos. Afortunadamente, aún nos quedan medicamentos, gracias a la ayuda de organizaciones internacionales, como la Organización Mundial de la Salud, y podemos aliviar los síntomas.

      P. Una parte de la población de Gaza llegó a esta guerra ya traumatizada por la situación de la Franja, aislada, miserable y a menudo objeto de ofensivas militares.

      R. Llevamos años conviviendo con el trauma y a veces no dándole importancia. Recuerdo en 2021 que unos padres nos decían que su hija de 12 años seguía con incontinencia nocturna, los de otro niño de ocho nos contaban que siempre estaba refugiándose debajo de la cama y había familias que atribuían a la adolescencia lo que en realidad eran trastornos derivados de traumas terribles. Algunos padres veían esto normal porque conocían a otras familias cuyos hijos estaban igual. Se necesita educar también a la sociedad.

     P. ¿Cómo logra financiarse su organización?

     R. Recibimos fondos de países europeos como Suiza, Suecia o Noruega y también apoyo de organizaciones pequeñas de Estados Unidos o Italia. Algunas entidades cortaron el apoyo cuando comenzó esta guerra. Una parte que volvió. Ahora estamos viendo que hay gobiernos que quieren esperar a ver quién controlará Gaza para decidir si siguen o no financiando iniciativas como la nuestra. Esto no tiene sentido y afecta gravemente a los que protegen los derechos más básicos, como la salud. Nosotros llevamos años demostrando que somos civiles apolíticos que trabajan junto a los más vulnerables.  (Fuente: El País. Planeta Futuro, 19 de mayo de 2025)

     No a las guerras. En nuestro planeta habitan dos clases de seres humanos: unos dotados de inteligencia, y adornados de empatía, altruismo...  (comoYasser Abu Jamei)  y otros con la misma forma que también puede ser inteligentes pero carecen de empatía, solidaridad... Las guerras no son propias del verdadero ser humano.  Perdonen que esto lo haya repetido múltiples veces.

Cambio climático

     Un espectáculo de marionetas gigantes para alertar  sobre el colapso climático 

     Un espectacular desfile de artistas y marionetas gigantes invadió a principios de mayo las calles de Dakar con el objetivo de sensibilizar al gran público a través del arte. Se trata de ‘The Herds’, una experiencia teatral y emocional que recorre las vías de distintos centros urbanos del mundo. “El proyecto surge de la necesidad de crear una nueva interacción con el ecosistema. Queremos inspirar la acción climática a través del arte participativo y renovar nuestro vínculo con la naturaleza”, afirma Amir Nizar Zuabi, director artístico del proyecto, de origen palestino y residente en Londres. Antes de ‘The Herds’, había creado ‘The Walk: el viaje de Little Amal’, una marioneta gigante de 3,6 metros de altura de una niña refugiada que comenzó su periplo en la frontera entre Siria y Turquía, para terminar en Manchester tras recorrer 18 países. “Soy palestino, pertenezco al pueblo con una de las comunidades de refugiados más numerosa del mundo, para mí era muy importante contar la historia de Amal”.

      El proyecto artístico ‘The Herds’ emprendió el pasado 10 de abril un viaje en Kinshasa, la capital de República Democrática del Congo (RDC), en el que recorrerá 20.000 kilómetros para concienciar a la población mundial sobre las migraciones a las que empuja el cambio climático. Dakar (en la imagen) fue la tercera parada de una ruta que finalizará en agosto en el Círculo Polar Ártico. 

jueves, 22 de mayo de 2025

Inmigrantes Unión Europea

      En una vuelta de tuerca que endurece aún más la política migratoria de la Unión Europea y la desplaza fuera de sus fronteras, la Comisión plantea facilitar las deportaciones de solicitantes de asilo. El Ejecutivo comunitario ha propuesto eliminar el requisito que impide  a los Estados miembros deportar a demandantes de asilo a países con los que no tengan ningún vínculo (es decir, que no sean los territorios de los que proceden los extranjeros). Si los Estados consideran que un país con el que lleguen a un acuerdo cumple las condiciones de lo que se considera "tercer país seguro", podrán enviar allí a los inmigrantes a los que hayan rechazado la solicitud de asilo. Tras la propuesta resuena el eco de intentos de países como el Reino Unido de enviar a demandantes de asilo a Ruanda, o de Italia a Albania.

     Olivia Sundberg Diez, de Amnistía Internacional, consideró ayer (20 de mayo) la propuesta como "otro intento cínico de eludir las responsabilidades de la UE en materia de protección a países con menos recursos y menos capacidad para ofrecer una protección duradera". "Enviar a personas a países con los que tienen ninguna conexión, ningún apoyo ni perspectivas, o por los que pueden haber  transitado solo brevemente, no solo es caótico y arbitrario, sino también devastados a nivel humano" incidió la experta en migración y asilo en un comunicado.

     El Ejecutivo comunitario se defiende argumentando que el concepto de "tercer país seguro" ya existe en el derecho internacional y comunitario. Lo que hace ahora es facilitar  los socios el encaje de las deportaciones: valdrá con que el migrante haya pasado por ese tercer país antes de llegar a la UE. Pero incluso si no ha  habido tránsito por ese territorio, un Estado miembro puede llegar a acuerdos con cualquier país que cumpla los requisitos y expulsar allí a demandantes de asilo rechazados.

     Bruselas no redactará una lista de lo que considera países seguros. Lo deja en manos de los Estados miembros, aunque les impone una serie de requisitos y asegura que hará un seguimiento en los países a los se envían  a los migrantes para garantizar sus derechos. La propuesta -que debe obtener el visto bueno del Parlamento Europeo y el Consejo Europeo- es parte del pacto migratorio que la UE  adoptó en 2023, y cuya entrada en vigor está prevista para 2026.

     En marzo, la Comisión avaló la legalidad de los campos de deportación de inmigrantes fuera de la UE, En abril, propuso una lista de países que consideraba seguros en los que incluía a Marruecos o Túnez, pese al deterioro de los derechos humanos allí. (Fuente: El País, 21 de mayo de 2025) 

     Nada de la meta del ODS 10, citada cuando mencioné  el caso de los inmigrantes que llegan a España.

 

miércoles, 21 de mayo de 2025

Inmigración. España

 Ek Gobierno (español) ha decidido agilizar la tramitación de la legislativa popular (ILP) para regularizar de forma extraordinaria a los extranjeros que se encuentran en situación irregular en España. Esta iniciativa, refrendada por 612.000 firmas y más de 900 organizaciones soces, permanecía estancada en el Congreso desde que empezó su tramitación en abril de 2024 con los votos de todos los partidos de esa cámara a excepción de Vox. Si sale adelante, será la séptima regulación desde 1986 y primera desde 2005.

     El Ejecutivo pisa el acelerador en gran medida presionado por un error propio. Ayer (20 de mayo), seis meses después de su publicación en el BOE, entró en vigor en nuevo reglamento de Extrajería que supone un claro avance para la mayoría de los extranjeros residentes en España. El Gobierno apostaba por este reglamento para facilitar el paso de decenas de miles inmigrantes hacia la integración legal en la sociedad.   

      Apostar por la regularización extraordinaria de alrededor de  alrededor de 400.000 personas puede parecer un desafío en un entorno político cada vez más hostil a los inmigrantes. Pero no es más que una respuesta a una necesidad expresada desde todos los ámbitos de la sociedad: organizaciones patronales, sindicatos, ONG o la Conferencia  Episcopal.

     Además de tratarse de proteger la ley de la dignidad y los derechos de miles de personas, la iniciativa tiene una vertiente claramente pragmática: la realidad es tozuda, y la economía española sigue necesitando la inmigración para mantener su ritmo de crecimiento. Según un reciente estudio del Banco Central Europeo, el 80% del incremento de PIB de los últimos cinco años en España ha sido generado por los trabajadores venidos de fuera. Es una  constatación que, sin duda. también ha pesado a la hora de impulsar la tramitación de la ILP, por mucho que los vientos que soplan en Bruselas vayan en dirección contraría.

     España no es inmune a la retórica ultra que rechaza la inmigración por considerarla, sin que lo avale dato alguno, una amenaza.  Pero corresponde a los gobiernos, en todos los países, responder con los hechos y trabajar por contrarrestar las percepciones falsas. La aportación humana y económica de la comunidad inmigrante en España es netamente positiva. Como sociedad y como Estado, reconocer legalmente esa contribución es, sencillamente, un deber. (Fuente: El País 21 de mayo de 2025)

     Una meta del ODS 10 ("reducir la desigualdad en y entre los países") es "facilitar la migración y la movilidad ordenadas, seguras, regulares y responsables de las personas, incluso mediante la aplicación de políticas migratorias planificadas y bien gestionadas".

Lepra

     Kofi Nyarko (54 años, Nyankomasi, Ghana) tenía siete años cuando su familia descubrió unas manchas en su rostro. No les dieron mayor importancia. Con el tiempo, estas lesiones se extendieron por otras partes de su cuerpo. Ni él ni nadie de su entorno lo sabían aún, pero estas marcas eran uno de los primeros síntomas de lepra, una enfermedad cuya incubación dura entre tres y cinco años y que llevaba tiempo desarrollándose en silencio dentro de su organismo. No fue hasta años después, cuando Nyarko tenía 13 y ya arrastraba secuelas físicas, que un vendedor ambulante que pasaba por su aldea lo vio, reconoció las deformidades en sus manos y pies y lo llevó al Hospital General de Lepra de Ankaful, un centro especializado en esta dolencia.  

     “Ese día fue la primera vez que vi a alguien sin dedos, con ambas piernas amputadas. Me quedé totalmente impactado”, recuerda ahora, más de 40 años después, en una entrevista con EL PAÍS en Bilbao, donde viajó para asistir a los Premios de la Fundación Anesvad 2025, entregados la pasada semana. Hoy, Nyarko es el presidente de IDEA Ghana (red de personas afectadas por la lepra), director de un colegio para niños con necesidades especiales y un reconocido activista en Ghana contra el estigma y el desconocimiento que aún rodea a esta enfermedad incluida dentro de la lista de Enfermedades Tropicales Desatendidas  (ETD) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que en 2023 registró oficialmente  107.000 nuevos afectados.

      La lepra es una enfermedad que tiene cura desde hace 40 años, un tratamiento gratuito que puede prevenir sus secuelas si se inicia a tiempo. Además, una vez que el enfermo comienza a tratarse, deja de ser contagioso. La también llamada enfermedad de Hansen, en honor a su descubridor, se transmite a través de gotitas microscópicas expulsadas por nariz y boca. Sin embargo, hace falta convivir mucho tiempo con un enfermo en ambientes poco higiénicos, con mala alimentación y hacinamiento para contagiarse.

      Una vez recuperado, Nyarko continuó sus estudios y empezó a ir a los campamentos segregados donde vivían personas con lepra y supervivientes. “Mucha gente pensaba que, cuando tenías lepra, lo único que podías hacer era ir a la calle a pedir limosna. Cuando escuché esas historias de algunos de los ancianos de las colonias, me dije a mí mismo que tenía que cambiar esa percepción”, recuerda. 

     Poco a poco, y usándose a sí mismo como ejemplo de que “la lepra no es el fin de tu vida, y que puedes continuar con ella después del tratamiento”, Nyarko empezó a generar conciencia sobre esta dolencia, rodeada aún hoy de desconocimiento. “Me di cuenta de que, especialmente en África, muchos creen que la lepra es cuando alguien ha perdido los dedos de las manos, de los pies o cosas por el estilo, algo totalmente incorrecto. Puedes ver a alguien sin dedos, pero que lleve curado muchos años. Otras personas piensan que no tiene cura. Y algunos creen que no la causa una bacteria, sino un espíritu maligno”, se lamenta.

     "En todo el continente, en muchos lugares, las estrategias se enfocan en las ciudades. Pero la mayoría de problemas no están allí, sino en las zonas rurales", señala Kofi Nyarko, activista contra el estigma de la lepra.

      Durante sus visitas a las comunidades para personas con lepra, Nyarko fue recopilando, a lo largo de los años, los nombres y lugares de origen de sus habitantes. Pronto se dio cuenta de que muchos llevaban décadas viviendo en aislamiento, marcados por el estigma y el abandono. Al activista le marcó especialmente el testimonio de una mujer que residía en uno de estos campamentos. “Me dijo: ‘Kofi, lo más triste de todo es que, cuando alguien muere aquí, todos quedamos destrozados. Hay un gran cementerio. Nosotros mismos preparamos el ataúd, colocamos a la persona dentro, rezamos por ella… y luego la enterramos”, rememora el activista. “No se permitía enviar al fallecido de regreso a sus pueblos. Tenías que enterrarlo en la colonia”, aclara Nyarko.

     Una vez que Nyarko lograba establecer un vínculo de confianza con los habitantes del asentamiento, les hacía una pregunta clave: después de tantos años, si tuvieras la oportunidad, ¿volverías a casa?. “Por qué no, Kofi. Pero, tal vez, si vuelvo, me enfrente a discriminación”, recuerda que le respondían. “Entonces les decía que ellos no volverían primero, que iría yo antes a la comunidad y empezaría a educarlos”. Nyarko cogía su bicicleta y a veces pedaleaba durante tres horas para llegar a las comunidades de origen de los supervivientes de lepra. Allí hablaba con los habitantes, con el jefe de la aldea. Indagaba para saber si aún tenían familiares.  Les contaba que uno de los suyos vivía desde hacía mucho tiempo en uno de esos campamentos segregados. Les hablaba de la posibilidad de su regreso, de la necesidad de acogerlo de nuevo. Desde entonces y gracias a este trabajo de sensibilización y educación, más de 860 personas han podido reintegrarse en sus comunidades de origen o establecerse en aldeas cercanas.

      "Hemos llegado a un punto en el que, gracias a la labor de concienciación, la gente está atenta a los síntomas", indica Nyarko, activista contra el estigma de la lepra

      Otra de las labores que lleva a cabo el activista e IDEA Ghana, la organización que preside, es la de sensibilización y concienciación sobre esta enfermedad, tanto en colegios o en iglesias, como en comunidades rurales. “En todo el continente, en muchos lugares, las estrategias se enfocan en las ciudades. Pero la mayoría de problemas no están allí, sino en las zonas rurales. A veces los coches no pueden llegar, o hay que caminar cinco o seis kilómetros. Pero son esas áreas en las que hay que trabajar”, detalla. “Vamos allí, hacemos actividades de concienciación y también exámenes de la piel. Si encontramos personas sospechosas de úlcera de buruli, elenfantiasis o lepra, los referimos a profesionales sanitarios”, explica.También menciona un proyecto de carteles con imágenes para un diagnóstico visual, que colocan en farmacias, clínicas, paradas de autobús o en aldeas. “A veces, alguien ve la imagen, compara su propia mancha y dice: no es esta, pero alguien de mi comunidad sí que tiene algo así. Y entonces nos llaman por teléfono y referimos a esa persona al hospital más cercano".

     Para Nyarko, la situación respecto a la lepra ha cambiado mucho desde que él era un niño. Sin embargo, aún hoy en Ghana se diagnostican unos 230 casos anuales de esta enfermedad, según registros oficiales de la OMS de 2023. A la pregunta de si cree que es posible alcanzar la cero lepra en su país para 2030 (la erradicación de esta enfermedad es una de las metas recogidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible), el activista se muestra esperanzado. “Especialmente en Ghana, de la forma en la que estamos trabajando, si seguimos así, podemos alcanzar esa meta. Hemos llegado a un punto en el que, gracias a la labor de concienciación, la gente está atenta a los síntoSin embargo, el activista teme que los recientes recortes de financiación de los principales donantes afecten a la lucha contra esta y otras ETD: “[Las organizaciones] tenemos trabajo sin terminar. Si la financiación se detiene… será un problema muy serio a nivel global. Mucha gente sigue sufriendo úlcera de Buruli, elefantiasis u otras enfermedades. ¿De dónde van a sacar los medicamentos? ¿De dónde saldrán los fondos para seguir con la concienciación? La gente comenzará a morir. Tenemos que pensarlo dos veces. Si no, será un desastre más”.  (Fuente: El País. Planeta Futuro 14 de mayo de 2025)

      Ignacio Bolson, en el apartado de comentario, indica: " Un dato que no se cita y que creo muy importante  La mayoría somos inmunes a la lepra, solo una pequeña proporción de la población no genera defensas frente a la lepra".

martes, 20 de mayo de 2025

Crisis de cólera

      En enero, en Renk, una remota ciudad fronteriza del Estado del Alto Nilo, en Sudán del Sur, Monica Nyandeng yacía acurrucada en el suelo de su cabaña. Sufría fuertes calambres de estómago y vómitos constantes. Cada movimiento le resultaba doloroso, y sus fuerzas disminuían con el paso de las horas. Sentía que su cuerpo se estaba apagando.

     Esta joven de 32 años es una de las más de 47.000 personas afectadas por el peor brote de cólera del país en más de dos décadas. “La enfermedad me sobrevino rápidamente. Sentía que se me iba la vida”, recuerda por teléfono tres meses después, ya recuperada. El cólera es una enfermedad diarreica aguda que se cura con antibióticos e hidratación, pero puede resultar mortal en cuestión de horas si no se trata. Se propaga a través del agua o los alimentos contaminados en lugares con malas condiciones higiénicas. La crisis comenzó en octubre, cuando las inundaciones estacionales arrasaron su aldea y contaminaron el río, la única fuente de agua para miles de personas. Sin agua potable ni información sobre lo que había que hacer, las familias bebían lo que lograban encontrar. “Nos limitábamos a beber agua, limpia o sucia”, explica Nyandeng, que es madre de tres hijos. “Nadie nos había dado pastillas de cloro ni nos había explicado la importancia de hervirla, sobre todo, después de las inundaciones”. 

     Las inundaciones no solo contaminaron el agua, sino que además borraron los caminos de tierra que unían su aldea con las clínicas más cercanas, convertidos en una masa de barro espeso. “Era imposible ir a buscar ayuda”, recuerda.

      Sudán del Sur, la nación más joven del mundo, ha sufrido repetidas crisis sanitarias y humanitarias desde su independencia en 2011, pero esta última oleada tiene lugar en condiciones aún más terribles: inundaciones, desplazamientos de población, nuevos combates, significativos recortes de la ayuda y un sistema sanitario al límite de sus capacidades. Desde que surgió el brote en Renk, el cólera ha golpeado a nueve de los 10 Estados de Sudán del Sur, incluida la capital, Yuba, y se ha extendido a la vecina Etiopía. Más de 87 superando con creces el número de víctimas del último gran brote del país, ocurrido en 2016 y 2017, que infectó a más de 20.000 personas y mató a más de 400.

      En brazos de un vecino que la cargó a través del barro, Nyandeng llegó finalmente a una abarrotada tienda de campaña de emergencias para recibir atención médica. En el interior de esta clínica improvisada, uno de los pocos centros de tratamiento en funcionamiento de la ciudad, los sanitarios se movían con rapidez entre el gran número de pacientes y la escasez de material. “Estaban claramente desbordados y se les agotaban los suministros esenciales, como los goteros”, recuerda. “Yo solo pensaba en quién cuidaría de mis hijos si no lograba sobrevivir”. 

      Desde que surgió el brote en Renk, el cólera ha arrasado nueve de los 10 estados de Sudán del Sur, incluida la capital, Juba, y se ha extendido a la vecina Etiopía

      Nyandeng pasó días luchando contra una grave deshidratación y el agotamiento, aferrándose a la vida mientras los sanitarios se afanaban a su alrededor. Al final logró sobrevivir, pero el miedo aún persiste. Tres meses después de su recuperación, conseguir agua potable sigue siendo una lucha diaria. “Estoy agradecida de estar viva, pero las condiciones que me hicieron enfermar siguen ahí”. 

     En el centro de aislamiento del cólera del Hospital Universitario de Yuba, la doctora Achai Bulabek sufre enormemente la presión. Cada día reciben hasta 20 pacientes con cólera, muchos de ellos gravemente deshidratados, que les llegan derivados de ciudades lejanas o trasladados desde clínicas con pocos recursos. “Suele ser difícil rescatarlos, porque el cólera es una enfermedad potencialmente mortal”, explica Bulabek. 

     El 59% de la población de Sudán del Sur carece de acceso a agua potable, y solo el 10% dispone de unas condiciones de saneamiento mejoradas, según datos de Unicef; eso les hace sumamente vulnerables a los brotes epidémicos.

     “Ahora es cuando está surgiendo el verdadero brote de cólera, porque nos encontramos en plena estación de lluvias”, añade Bulabek. “La falta de educación sanitaria y un saneamiento deficiente son, junto con la escasez de suministros, los mayores retos que se nos plantean”. 

      La sala de aislamiento del cólera del Hospital Universitario de Yuba, concebida en un principio para 50 pacientes, alberga actualmente a más de 90. Los enfermos yacen en colchones combados, muchos de ellos presos de una grave deshidratación, con vías intravenosas sujetas a unos soportes improvisados. 

      “Los recortes de fondos han tenido consecuencias terribles para Sudán del Sur”, relató en conversación telefónica con EL PAÍS el jefe de la misión de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Sudán del Sur, Zakaria Mwatia. “En MSF nos vemos obligados a tratar únicamente a los pacientes de cólera, las víctimas del conflicto y los casos urgentes que requieren una intervención inmediata”. 

     Bulabek solo lleva cuatro meses en su puesto, pero ya sabe lo que significa trabajar en un sistema al borde del colapso. En su pabellón, con demasiada frecuencia se quedan sin suministros esenciales, como líquidos intravenosos o antibióticos. Y la situación es la misma en todo el país. 

      Los años de conflicto y la falta de inversión han dejado maltrecho el sistema sanitario de Sudán del Sur. Menos de la mitad de la población vive a menos de cinco kilómetros de un centro sanitario operativo, y más de una cuarta de los centros de salud simplemente no funcionan. Las clínicas carecen de personal capacitado, de medicamentos esenciales y de suministros básicos. La financiación de la ayuda humanitaria, que en el pasado había sido su salvación, se ha reducido drásticamente a tan solo el 16% de las necesidades reales. 

      Los recientes recortes impuestos a USAID, La mayor fuente de ayuda para Sudán del Sur, han obligado  a la organización Save the Children, que apoyaba 27 centros de salud en el Estado de Jonglei, a cerrar siete clínicas, reducir otras 20 y despedir a 200 empleados. Además se ha cerrado un servicio de transporte que estaba financiado por Estados Unidos, de modo que los enfermos ahora se ven obligados a caminar durante horas para recibir atención médica.

      Algunos no logran llegar vivos a su destino. Save the Children afirma que al menos ocho personas, entre ellas cinco niños, murieron tras caminar más de tres horas intentando llegar a un centro sanitario. Decenas de pacientes llegan tarde, deshidratados o ya demasiado enfermos para poder ayudarles.

     “Los recortes de fondos han tenido consecuencias terribles para Sudán del Sur”, relató en conversación telefónica con EL PAÍS el jefe de la misión de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Sudán del Sur, Zakaria Mwatia. “En MSF nos vemos obligados a tratar únicamente a los pacientes de cólera, las víctimas del conflicto y los casos urgentes que requiere una intervención inmediata”. 

      En el Estado del Alto Nilo, donde el brote se declaró por primera vez en octubre, la renovada violencia está convirtiendo una emergencia sanitaria en una crisis humanitaria en toda regla. El acuerdo de paz de 2018, por el que el presidente Salva Kiir y el vicepresidente Riek Machar formaron un Gobierno de unidad, está ahora en peligro al haberse reavivado los combates y la agitación política.Desde finales de febrero, los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y el Ejército Blanco, una milicia que apoya a Machar, han provocado ataques mortales, el desplazamiento de más de 84,000 personas y detenciones de líderes de la oposición, incluido Machar. 

      Las consecuencias para los pacientes de cólera se han hecho sentir de inmediato. “Antes de que estallara el conflicto, teníamos unos 50 pacientes en el Estado del Alto Nilo”, explica Mwatia. “Pero debido al miedo y la inseguridad reinantes, huyeron de la clínica, y ahora se ha disparado el número de casos”. La enfermedad se propagó al Estado de Junqali, al Gran Pibor, y a través de las fronteras a la región de Gambela, en Etiopía. (Fuente: El País. Planeta Futuro.  21 de mayo de 2025)

     Este artículo ha sido escrito en colaboración con Egab

     En la Agenda 2030, como creo haber dicho en más de una ocasión el ODS 3 es "garantizar una vida sana y promover el bienestar en todas las edades". Es nuestra obligación ayudar a país pobres a hacer frente, en este caso, a la crisis del cólera, a la que se ha dedicado el artículo anterior. 

lunes, 19 de mayo de 2025

Salvar los océanos

      El naturalistas y divulgador británico David Attenborough (99 años) ha necesitado casi un siglo para descubrir que la  supervivencia de la Tierra depende del mar. A punto de cumplir 100 años, uno de los hombres más venerados y escuchado del Reino Unido ha lanzado su mensaje más político, más duro y más firme contra la devastación que suponen ciertas prácticas industriales. Su nueva película, Océan, muestra por primera vez imágenes crudas y destacadas del daño que provoca la pesca de arrastre, una técnica utilizada por empresas de todo el mundo que destroza de modo indiscriminado  el fondo marino. Ni siquiera Greenpeace había sido capaz de obtener una evidencia tan gráfica para denunciar este método. "Tres cuartas partes de lo que se captura con las redes de arrastre acaba siendo arrojado de vuelta al mar, es difícil imaginar una pesca más ineficiente", explica  Attendorough.

     Provoca angustia en el espectador seguir el avance de la cadena que estabiliza la red, cuyos  dientes avanzan poo el fondo marino levantando arena y destrozando toda vegetación a su paso. Los animales intentan desesperadamente escapar de la trampa. Con una pala, gran parte de lo obtenido se empija a un rendija del barco para arrojarlo de nuevo al mar.

     Arrenborough confía en remover tantas conciencias con su último film como logró con Big Planet II, el documental de 2017 que llevó a la atención del público ls invasión de residuos plásticos en mares y océanos. Por ejemplo, el entonces ministro conservador Michael Gove ordenó la retirada del mercado de las pajitas de plástico que se usaban hasta entonces para beber refrescos.

     El 9 de junio se celebrará en Niza la Confererencia de los Océanos de Naciones Unidas. El último mensaje de Arrenborogh, hasta la fecha, llega en el momento preciso para que los gobernantes tomen conciencia del problema. Un ecosistema marino más sano es capaz de atrapar n´ss dióxido de carbono, y contribuir de ese modo al combate contra el cambio climático. "Tenemos frente a nosotros la oportunidad de proteger el clima, nuestra alimentación, nuestro hogar", resume el popular naturalista británico. (Fuente: El País, 17 de mayo de 2025) 

     En la Agendo 2030 el ODS 14 es "conservar y utilizar de forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible".

domingo, 18 de mayo de 2025

Glaciares

      La Organización Meteorológica Mundial (OMM) alerta de que "el deshielo acelerado de los glaciares corre el arriesgo de desatar una avalancha de impactos es cascada sobre las economías, los ecosistemas y las comunidades, no solo en las regiones montañosas, sino a nivel mundial".

      "La preservación de los glaciares no es solo una necesidad ambiental, económica y social. Es una cuestión de supervivencia", destaca la secretaría general de OMM.

     Un reciente trabajo internacional publicado en Nature, en que han participado 35 grupos de investigación, coordinado por el Servicio Mundial de Monitorización de Glaciares (WGMS, por sus siglas en ingles), ha estimado que los glaciares del mundo pierden de media desde el año 2000 unos 273.000 millones de toneladas de hielo anuales, el equivalente a tres piscinas olímpicas por segundo. Según esta investigación, en la que se ponen en común cuatro metodologías diferentes de medición, estas zonas heladas del mundo han perdido un 5% de su volumen total, yendo desde un 2% de las islas antárticas y subantárticas a un 30% en los Alpes y Pirineos, las áreas en peor situación. A este  ritmo de deshielo, los científicos consideran que muchos glaciales del oeste de Canadá y EE UU, Escandinavia, Europa, Caúcaso, Nueva Zelanda y los Trópicos no sobrevivirán al siglo XXI.

     Una de las consecuencias más graves de esta reducción de la superficie helada es para el futuro abastecimiento de agua de algunas zonas del planeta, especialmente en Asia pues los glaciares actúan como gigantescos reservorios hídricos.

     El impacto que afecta de forma más generales el aumento del mar. Después del calentamiento de los océanos (que aumenta su volumen por la dilatación),las otras causas son derretimiento de los glaciares y el deshielo de los casquetes de Groenlandía y Antártida. Como explica Alejandro Blázquez,  científico del Laboratorio de Estudios de Geofísica y Oceanografía Espaciales de Toulouse (Francia), en estos momentos el mar está subiendo a un ritmo de 3,5 milímetros al año, pero en los glaciares hay hielo suficiente para provocar un aumento de 30-35 centímetros. "El problemas de que el mar suba unos centímetros es que esto hace que las tormentas y los eventos extremos en la costa sean mucho más graves", recalca Blázquez. 

     Según la OMM, el año hidrológico 2024 marcó el tercer año consecutivo en el que las 19 regiones glaciares experimentaron una pérdida neta de masa. Fue de  450.000 millones de toneladas, el cuarto más negativo registrado. "Debemos ser conscientes de que muchos glaciares seguirá derritiéndose y muchos desaparecerán. Sin embargo, dependiendo de la evolución de las emisiones, algunos aún pueden conservarse. Cualquier calentamiento adicional que se pueda prevenir tiene un impacto directo en los glaciares, esta es la manera de preservar nuestros glaciares", destaca Nussbaumer. (Fuente: El País. 21 de marzo de 2025)

 

Derecho a una vivienda

     En una "carta a la directora", titulada Ciegos ante la exclusión social,  y publicada el día 17 de mayo de 2025. su autora  Cristel Cruz Tapias de Ordino (Principado de Andorra) escribió: "En los últimos días, algunos medios han informado sobre la plaga de chinches en el aeropuerto de Barajas. Pero lo que realmente debería alarmarnos no es tanto la presencia de insectos, sino la de personas obligadas a vivir en ese lugar. Muchos se centran en si el problema afecta a los turistas o a los trabajadores, pero los chinches son solo el síntoma visible de algo más grave: la miseria y la exclusión social.  El precio de los alquileres se ha convertido en una forma de expulsión, yen los últimos meses hemos una realidad tan dura como incómoda:  centenares de personas durmiendo en Barajas, arrastrando tragedias personales causadas por sueldos que no alcanzan ni para una habitación, ypor la falta de vivienda pública real. ¿Hasta cuando seguiremos mirando hacia otro lado? Se necesitan medidas valientes y un compromiso público firme para garantizar el acceso a la vivienda como un derecho fundamental.no como un privilegio".

      En la Agenda 2030, el Objetivo 11 es "lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles". La primera meta de ese objetivo es "asegurar el acceso de todas las personas a viviendas y servicios básicos adecuados, seguros.


 Asegurar el acceso de todas las personas a viviendas y servicios básicos adecuados, seguros y aseqyuibles y mejorar los barrios marginales