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sábado, 17 de mayo de 2025

NO a la guerra.

     De la espantosa cifra de más de 53.000 personas asesinadas en la Franja de Gaza por el ejército de Israel comienza a emerger una  nueva estadística aún más abominable, la de muertos por hambre. Al menos 57 niños han fallecido por inanición en los últimos dos meses, según un recuento de la Organización Mundial de la Salud. La OMS calcula que alrededor de 71.000 menores de cinco años podrían sufrir desnutrición aguda  en las próximas semanas  mientras Israel  mantiene retenido en la frontera el grueso de la ayuda humanitarias. A las imágenes de ruina, muerte y desesperación que Gaza proyecta al mundo desde año y medio se suman ahora los niños gazatíes, desesperados en las colas del hambre.  Según la propia OMS, incluso con ayuda a corto plazo las secuelas en la salud de una generación de palestinos será permanentes.

     La perspectiva de la hambruna surge  en pleno recrudecimiento del castigo contra la población de Gaza. Israel mató a más de 80 personas en bombardeos el miércoles, y más de 200 el jueves. Uno de los objetivo  a fue un hospital. Cuando el 18 de marzo el Gobierno de Benjamín Netanyahu rompió el alto el fuego pactado con Hamás no solo hizo añicos la esperanza de paz, dejó en ridículo a los negociadores de EE UU y Qatar y traicionó a los familiares de los rehenes en manos de los islamistas. También revolucionó los supuestos objetivos de la represalia por el salvaje atentado perpetrado por la milicia proiraní el 7 de octubre de 2023. A principios de mayo hizo oficial su objetivo real: ocupar la Franja y anexionar partes de su territorio, un desprecio sin complejos a la legalidad internacional. Para lograrlo le estorban dos millones de personas. Así, la operación militar sobre Gaza se ha convertido en una limpieza étnica a gran escala a través de crímenes de guerra como el bombardeo indiscriminado de civiles o la privación de agua y alimentos. [...] (Fuente: El País 17 de mayo de 2025)

     La noticia que he resumido debe ser un ejemplo de que las guerras no son propias del verdadero ser humano dotado de inteligencia y con empatía, solidario y social. Las personas que declaran una guerra no son verdaderos seres humanos. Los verdaderos seres humanos deben hacer lo posible para evitar cualquier tipo de guerra. En realidad hay un gran grupo de personas, realmente humanas,  que se manifiestan diciendo "NO a la guerra", 

 

 

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