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jueves, 29 de mayo de 2025

Países en desarrollo

 El artículo que voy a intentar resumir se titula Cómo lograr que la deuda de los países en desarrollo sea sostenible y lo firman KevinP, Gallagher. profesor de Política Global para el Desarrollo en la Universidad de Boston y director del Boston University Global Development Policy Center, José Antonio Ocampo, exministro de Finanzas de Colombia y miembro del Comité de Naciones Unidas para el Desarrollo, Kunal Sen, profesor de Economía en la Universidad de Manchester y  director del Instituto Global para el Desarrollo de Naciones Unidas.

La desaceleración de la economía mundial, el aumento de las tensiones comerciales y el mayor riesgo de recesión podrían representar una tormenta perfecta para los países de ingresos bajos y medios agobiados por una alta deuda soberana. Ante los exorbitantes costes del endeudamiento y un entorno internacional cada vez más inestable el potencial de crecimiento económico y desarrollo de estos países se vería gravemente limitado.

Dadas las circunstancias, es necesario reformar la actual arquitectura financiera internacional, en particular, su enfoque de la sostenibilidad de la deuda. Solo adoptando una nueva aproximación al problema de la deuda de los países en desarrollo, estos podrán generar los flujos de inversión que tanto necesitan para impulsar se crecimiento a largo plazo.

Por supuesto, el problema más inmediato es el enorme sobreendeudamiento que enfrentan muchos países de ingresos bajos y medios. Se ha demostrado que el alivio de la deudas con reducciones drásticas o suspensión del pago de intereses, recortes de las tasas y los recargos al crédito y aumento de las asignaciones de subvenciones y de los derechos especiales de giro (DEG, el activo de reserva que emite el Fondo Monetario Internacional) disponibles deberían estar sobre la mesa.

Sin embargo. abordar las necesidades de financiación a largo plazo de los países de ingresos bajos y medios requiere reformas profundas. Es esencial  impulsar considerablemente  los préstamos a largo plazo y de bajo coste. Los bancos multilaterales de desarrollo pueden y deben desempeñar un papel fundamental en el aumento gradual de los préstamos sostenibles. Son los únicos que pueden proporcionar créditos anticíclicos cuando la  financiación privada es limitada, los precios de las materias primas están a la baja o la economía mundial está en crisis. Necesitamos más iniciativas como el Fondo Africano de Desarrollo del Banco Africano de Desarrollo, que proporciona préstamos en condiciones concesionales, subvenciones, recursos para la preparación de proyectos y garantías a los países de bajos ingresos de su región.

Se necesita también crear un mecanismo institucional permanente para la  reestructuración de la deuda soberana. Dicho mecanismo operaría preferentemente como una institución de las Naciones Unidas, pero también podría serlo del Fondo Monetario Internacional, siempre que sus decisiones sean independientes del Director Ejecutivo y la Juta de Gobernadores de dicha organización.

La concepción actual de ls sostenibilidad de la deuda de los países de bajo y medios se basa en una falacia que obstaculiza el crecimiento global y el desarrollo sostenible, Debemos pasar de un  enfoque limitado de la reducción de la deuda a un concepto más amplio de la  sostenibilidad de la deuda, centrada en el crecimiento a largo plazo impulsado por la inversión.

Al replantear la sostenibilidad de la deuda, la comunidad internacional puede empoderar a los países de ingresos bajos y medianos para que emprendan una senda de desarrollo económico sostenido. Una redefinición audaz de la arquitectura financiera internacional es imperativa para evitas crisis de deuda prolongadas. restablecer la sostenibilidad fiscal y garantizar la estabilidad económica mundial.

La Cuarta Conferencia de las Naciones Unidas sobre Financiación para el Desarrollo, que se celebrará en Sevilla en julio, brindará a los países en desarrollo la oportunidad de hablar con una sola voz ante las instituciones respaldadas por Occidente que supervisarán la actual arquitectura financiera internacional. Estas instituciones tienen la clave para liberar a los países en desarrollo de las ataduras de una deuda insostenible y proporcionar los cambios sistémicos que podrían revolucionar la financiación para el desarrollo. (Fuente: El País 25 de mayo de 2025)

Habrá que esperar que sucederá en la Cuarta Conferencia de las Naciones Unidas sobre Financiación que celebrará en julio. De momento, solo se me ocurre recordar la meta del  ODS 1 (poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo) que dice. "garantizar una movilización importante de recursos procedentes de diversas fuentes, incluso mediante la mejora de la cooperación para el desarrollo, a fin de proporcionar medios suficientes y previsibles para los países en desarrollo, en particular los países menos adelantados, para poner en práctica programas y políticas encaminados a poner fin a la pobreza en todas sus dimensiones"

 

     

 

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