En el punto más al de la península Ibérica, en el cabo Creus, donde termina la roca y empieza el azul del mar Mediterráneo, Anna Espelt explica las distintas partes que tiene delante. Como si dibujara líneas sobre la montaña, diferencia una zona arbolada de alcornocales, otra de pastos donde mantiene ganado. otra que desbroza cada cierto tiempo y, finalmente, los viñedos. Esta forma de gestión en mosaico no fue idea suya, sino una exigencia del parque natural del Cap de Creus cuando su familia compró en 2003 la finca de Mas Marés en este espacio protegido. El objetivo era fragmentar el paisaje para evitar el avance de un hipotético fuego en la zona de Cataluña con mayor reiteración de reiteración de incendios forestales."Con el paso del tiempo, el mosaico se ha convertido em algo más importante para mí que el propio vino", sostiene Espelt. ¿Por qué? Pues porque tengo tres hijas. incide esta viticultora y bióloga. muy atenta a los impactos de la crisis climática. "Con la última sequía, mucha gente estaba preocupada por no,poder ducharse o llenar la piscina, pero esto es mucho m.as grave, los que nos dedicamos a esto lo sabemos bien, cambia hasta el sabor del vino".
No ocurre a menudo que, en medio de una investigación para analizar alternativas para mejorar la adaptación de zonas de media montaña a los impactos del cambio climático se declare un incendio que permita comprobar en tiempo real la efectividad de las medidas aplicadas en uno de los casos de estudio. Así pe pasó a Eduardi Pla Ferrer, científico del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (Creaf), que examinaba la experiencia de Mas Marés cuando saltó el aviso de fuego. "No se puede desbrozar o gestionar con criterios de incendios toda la superficie forestal, pero sí hay zonas que resultan prioritarias", comenta. "Aunque hay lugares que está claro que no hay que tacar, algunos paisajes se vuelven más robustos frente al cambio climático con actividades humanas, existiendo formas de minimizas los posibles impactos y maximizar los beneficios". defiende el investigador, que considera que Mas Marés es la prueba. Tras comprobar que los viñedos habían resistido y que habían contribuido también a parar las llamas antes de que pusieran en peligro el cercano municipio de Roses, al móvil de la viticultura Espeit llegó un mensaje de Xani Vilavella, el técnico del parque natural con el que llevaba 17 años años trabajando en el paisaje en mosaico: "¿Dónde estás?". Le fue a buscar y se abrazaron. (Fuente; El Pais Semanal, l9 de octubre de 2025)
Me ha parecido conveniente copiar este caso de adaptación al cambio climático.
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