Los periódicos han empezado a decir que ha subido el precio del petróleo, pero ¿cuántos señalan
que ello se debe a que el petróleo es un recurso natural no renovable y que como tal, en algún
momento, se terminará?.
La historia del petróleo empezó en los años 50
del siglo XIX, cuando se hicieron las primeras perforaciones. Ya desde el
inicio del siglo XX hubo varias personas avisando que el petróleo es un recurso
finito y que, por tanto, llegaría un día
en que se agotase. Pero pensando únicamente en el negocio, las empresas
petroleras se acostumbraron a rechazar y ridiculizar el concepto del petróleo
finito.
Sin embargo,
a medida que pasaba el tiempo era más difícil encontrar un pozo de petróleo, y más costosa su
explotación. Si la energía empleada para
extraer el petróleo es mayor que la energía que proporciona el petróleo
extraído, se está perdiendo energía. Entonces
no vale la pena hacer explotarlo. Se denomina “tasa de retorno energético
(TRE)” al cociente de estas dos cantidades: cantidad de energía obtenida entre
cantidad de energía gastada.
Al inicio
de los hallazgos de petróleo, las pequeñas torres de perforación fueron hechas
de simplemente de madera, las profundidades fueron no más que unos centenares
de metros y el petróleo salía muy fácilmente. La TRE llegó a ser superior a 100:1. El negocio era muy lucrativo a pesar de
que el precio del petróleo no fue más
que 2–3 dólares el barril.
Campos de
petróleo tan lucrativos ya se han agotado. Hoy día se están trabajando en
campos más inaccesibles: el precio del barril es muy superior. En el periódico
citado se habla de 80 dólares el barril. La TRE ha bajado ya hasta 10:1 o 5:1 y
falta poco para llegar a 1:1 en que se acabará la época de petróleo.
Según la noticia "El petróleo a 80 dólares lastra las cuentas de las aerolíneas y a la UE" (El País,28 de mayo de 2018), “entre las empresas, las más castigadas por
el alza son las aerolíneas y el sector naval. […] El Ministerio de Economía
español puso recientemente números al efecto en el país del petróleo caro. Así,
de mantenerse el barril en torno a 70 dólares, a España le supondrá solo en 2018 un desembolso extra de 5.500
millones en 2018. Este mayor coste de la energía tendrá además efectos
perniciosos en el consumo y en el empleo”. Gonzalo Escribano, director del
Programa Energía y Cambio Climático del Real Instituto Elcano y profesor de
Política Económica en la UNED, en la
misma página del periódico, después de comentar la situación en la OPEP, escribe:
“El sector petrolero de Venezuela ha colapsado y se contemplan pérdidas de
producción de hasta modio millón de barriles diarios. La producción libia sigue
siendo vulnerable y la de varios países africanos está en declive por el parón
de la inversión. La producción de México lleva años cayendo […]. La perspectiva
de una que victoria de López Obrador revierta la reforma energética podría
rebajar las expectativas de futuros aumentos”.
Malas señales
y no solo, ni de manera primordial, para
los precios del petróleo y la economía”. Nuestra dependencia de energía fósil
es abrumadora.
Poniendo como argumento principal el cambio
climático se está hablando mucho de fuentes de energía renovables, pero las
energías renovables no pueden sustituir al petróleo en todos los casos. Un problema creado por un sistema económico,
cuyas élites, preocupadas únicamente por el crecimiento económico, ignoran o
nos obliga a ignorar las características del planeta Tierra en que vivimos. El
verdadero problema, ahora y siempre, es la incapacidad por parte de las instancias
políticas y económicas, es aceptar que el actual modelo, basado en el
crecimiento económico ilimitado no es posible. Es urgente cambiar de cultura.
Algunas comunidades, comunidades de transición, ya han iniciado el camino hacia una vida sin petróleo.
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