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lunes, 10 de junio de 2019

Vivir en Marte


Unos veinte días después de que Moisés Naím informara de la preocupación de algunos millonarios por la salud del capitalismo, se informó en El País (19 de mayo de 2019) el interés de algunos millonarios por los viajes a la Luna y a Marte. El título de la noticia era “los millonarios galácticos”.
En esa noticia se indica: “La NASA cuenta para lograr su objetivo con las compañías privadas, menos sujetas a los vaivenes que han lastrado la carrera espacial pública, de una Administración a otra, en las últimas décadas”.
Pero las compañías privadas no se limitan a una aportación en dinero. Jeff Bezos, el hombre más rico del mundo, fundador de Amazon, ha creado una empresa espacial a la que ha llamado Blue Origin. En su página web, se indica que la “visión de Blue es un futuro en el que millones de personas viven y trabajan en el espacio. Para preservar la Tierra, nuestro hogar, para los nietos de nuestros nietos, debemos ir al espacio para aprovechar sus recursos y energía ilimitados. Si podemos reducir el coste de acceso al espacio con vehículos de lanzamiento reutilizables, todos podemos disfrutar de un futuro dinámico para la humanidad”. En El País, se muestra una fotografía de Jeff Bezos mostrando su módulo lunar Blue Moon.
En la misma noticia se menciona a otro multimillonario, Elon Musk, jefe de Tesla, una compañía estadounidense  que diseña, fabrica y vende coches eléctricos, componentes para la propulsión de vehículos eléctricos y baterías domésticas a gran escala, y SpaceX, una empresa de transporte aeroespacial, fundada en 2002. SpaceX  ha desarrollado varios cohetes, Falcon, con la meta de ser vehículos de lanzamiento espacial reutilizables; también ha desarrollado una nave espacial, Dragon, y he entendido que, en estos momentos, se encuentra desarrollando una nave que piensa usar para enviar colonias de humanos en futuras misiones a Marte. Elon Musk, en una conferencia de la Real Sociedad Aeronáutica en Londres, su intención de establecer la primera ciudad humana en Marte.
Según una noticia de El País del 16 de mayo de 2019 titulada “Arranca el plan de Elon Musk de conectar al mundo a Internet por satélites”, SpaceX planea lanzar una serie de satélites para comenzar “el despliegue de una ambiciosa constelación que ofrezca conexión de banda ancha en todo el mundo”.
“OneWeb, el principal competidor de SpaceX, cerró una ronda de inversión de 1.250 millones de dólares para la producción en masa de  satélites tras lanzar y desplegar satisfactoriamente los primeros en febrero. Por su parte Jeff Bezos también será protagonista de esta ambiciosa carrera espacial al anunciar en Madrid su proyecto de desplegar más de 3.000 satélites que ofrezca  acceso de banda ancha al 95% de la zona habitable de la Tierra”.
En el periódico se indica: “Esta aventura espacial podrá convertirse en una gran fuente de ingresos para que Musk acelere su plan de convertirnos en una especie multiplanetaria”.
¿Qué pensar de todos esos proyectos, protagonizados por  el “1%” de todos  las personas que habitan nuestro planeta?  ¿Pretenden huir de un capitalismo que, según ellos, se está “rompiendo”? Desde mi punto de vista, lo que están demostrando es que carecen de la más mínima empatía, característica del ser humano: no se les ha pasado por la cabeza contribuir, aunque sea mínimamente, a alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible, prefieren salir corriendo a Marte.

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