La mala calidad del aire a causa del tráfico y la aceleración del cambio climático ha obligado a muchas ciudades a revisar su modelo y aplicar una nueva agenda urbana, destinada a proteger la salud de los ciudadanos, combatir la degradación ambiental y mitigar los efectos del cambio climático. La Agenda Urbana Española aprobada en 2019 siguiendo las directrices de Naciones Unidas, establece 10 grandes líneas de actuación entre las cuales destaca impulso de nuevas formas de movilidad que permitan reducir la contaminación y ganar espacio para los ciudadanos. Muchas ciudades las están aplicando, pero algunas de estas medidas encuentran resistencia. Se trata de un problema al que muchas metrópolis han dado diferentes respuestas,
En las ciudades compactas del sur de Europa el coche acapara más del 60% del suelo público, pero solo resuelve las necesidades de desplazamiento del 20% de la población. La resistencia afecta también a otra de las medidas destinadas a reducir el tráfico privado y promover otras formas de movilidad mediante la creación de una red de carriles segregados para bicicletas y patinetes. Es un forma de desplazarse no solo mas ecológica, porque no contamina, sino también más saludable porque promueve el ejercicio físico. (Extraído de El País de fecha 13 de septiembre de 2023)
En el Objetivo de Desarrollo Sostenible 11 ("lograr que las ciudades y asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles), una de las metas a alcanzar antes del año 2030 es "reducir el impacto ambiental negativo per cápita de las ciudades prestando especial atención a la contaminación del aire y..."
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