Dentro de este Objetivo, una de las metas a alcanzar para el 2030 es "reducir sustancialmente el número de muertes y enfermedades producidas por productos químicos peligrosos y la contaminación del aire, agua y suelo". Ahora me voy a centrar en la contaminación del aire.
Movemos Europa, una comunidad formada por personas de todo tipo y condición que considera que Europa es su hogar, que quiere un futuro mejor para los ciudadanos y para el planeta y por eso se manifiesta en las calles para que se escuche su voz.
El 13 de septiembre de este año, el Parlamento iba a votará "una ley para conseguir un aire limpio", pero Movemos Europa indicó que quería asegurarse de que la ley iba a ser correcta. Según esta comunidad, la Unión Europea aprobó unas normas de calidad del aire que, en teoría, no protegían a los europeos, porque no estaban 100% basadas en estudios científicos, los niveles de alarma eran demasiados permisivos. Y eso les llevó a pensar que no llevaban a disfrutar de aire puro.
"Pronto, el Parlamento Europeo se reunirá para analizar cómo se va a reconsiderar las normas de calidad del aire. El resultado de su decisión podría ser un cambio radical del aire que respiramos.
Antes de la votación, los eurodiputados que no sepan nada sobre el tema tendrán que informarse y los indecisos tendrán que llegar a una conclusión. Aquí es donde la comunidad Movemos Europa entra en acción: con nuestras firmas, la ciudadanía les demostrará lo mucho que nos preocupa el aire que respiramos".
Como ejemplo, Movemos Europa indica que en uno de los colegios de Varsovia, hay un tablero junto a la entrada con un punto rojo muy grande. Es un sistema para que el alumnado sepa si va a poder salir al patio en el recreo. Muchos días hay que quedarse dentro: el aire está tan contaminado que jugar al aire libre es riesgo demasiado grave para la salud. La contaminación del aire provoca que los más pequeños sufran asma, cáncer y enfermedades crónicas.
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