En 2923 se notó con fuerza el impacto de la inflación (algo propio de una economía de mercado) que incluso con las bajadas de impuestos y ayudas en las facturas de la luz y el gas, engrosó el porcentaje de hogares que sufrieron algún tipo de privación de una lista de 13 necesidades. el número de personas que no pudo permitirse una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días repuntó de. 5,4% al 6,4% en un año.
Además, uno de cada cinco hogares no pudo mantener su vivienda a una temperatura adecuada. Se trata del peor dato de la serie histórica (20,7%).
Las cifras corroboran que el incremento del precio de los alimentos se ha cebado con las familias más vulnerables y con los más jóvenes. El 7% de los menores de 16 años tuvo grandes dificultades para comer carne o pescado todos los días, una cifra "escandalosa", según la ONG Educo, que recuerda que en 2004 era solo el 1,8% de la población. La ONG advierte de las consecuencias en la salud de la infancia y en su educación. (Fuente: El País. 27 de febrero de 2024)
Esa noticia me recuerda el Objetivo de Desarrollo Sostenible 10: "Reducir la desigualdad en y entre los países". En la noticia, se menciona que "los bancos centrales seguían con una política monetaria restrictiva y en el que seguía habiendo gran incertidumbre por la guerra de Ucrania.
No hay comentarios:
Publicar un comentario