Consiente de los problemas mundiales con que se estaba enfrentada la Humanidad, la Organización de Naciones Unidas (ONU) llevó a cabo una serie de conferencias, convenios y cumbres en busca de la forma más adecuada para hacer frente a los problemas con que se enfrenta el conjunto de la Humanidad.
En una de las Cumbres de Naciones Unidas surgió el Informe Brundtland. La primera vez en la historia de la Humanidad que se ha usado el concepto de “desarrollo sostenible”. Fue en ese Informe en el que se señalaba: “Está en manos de la Humanidad hacer que el desarrollo sea sostenible para asegurar que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las propias”.
Una Comisión liderada por Brundtland elaboró, en 1987, un informe para Naciones Unidas. Originalmente ese informe se llamó Nuestro futuro común. Los objetivos eran:
1.- Llevar a cabo dos tipos de restricciones. Unas ecológicas, es decir, relacionadas con la conservación de nuestro planeta Tierra. Y otras morales; renunciar a los niveles de consumo a los que no pueden aspirar algunas personas.
2.- Crecimiento económico en los lugares donde no se satisfacen las necesidades anteriores, es decir, en los países pobres.
3.- No poner en peligro los sistemas naturales que sostienen la vida en la Tierra
4.- La conservación de los ecosistemas debe estar subordinada al bienestar humano pues no todos los ecosistemas pueden ser conservados en su estado original.
Cinco años más tarde de que se editara el informe de Rundtland se convocó la Primera Cumbre de la Tierra que se celebró en junio de 1992 en Río de Janeiro, Brasil, Esta cumbre constituyó un hito en la toma de conciencia pública de la problemática ambiental.
Paralelamente a la Conferencia oficial se
celebró un Foro Global para organizaciones de la sociedad civil. En ese Foro
participaron 1.300 organizaciones de 180
países y 1.180 activistas. Este Foro propició un cambio importante en el
concepto problemática ambiental. El encuentro sirvió para señalar la magnitud de los problemas.
En agosto de 2012, se inició una conversación extraordinaria. Tal vez la de mayor alcance planetario que haya habido jamás. Nueve millones de personas de todos los rincones del mundo, y de todas las clases sociales y económicas respondieron a las preguntas formuladas desde las Naciones Unidas sobre qué mundo querían para ellos, cuáles pensaban que eran los cambios necesarios, y cuáles las prioridades. Sus respuestas inspiraron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) rubricados por 193 Estados el 25 de septiembre de 2015 y recogidos en la Agenda 2030.
El 25 de diciembre de 2015, los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas aprobaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que incluye 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 metas a alcanzar, Definida por y con la aprobación plena de los países, la Agenda 2030 representa una visión global para las personas, el planeta y la prosperidad a largo plazo. Diseña un plan para el futuro y establece la necesidad de un cambio de rumbo hacia un mundo resiliente y sostenible. ( Según el Diccionario de la Lengua Española, La resiliencia es la “capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos).
No hay comentarios:
Publicar un comentario