De cada cuatro personas que mueren en el mundo por un siniestro vial, una es africana. Y la estimación más reciente de fallecidos es la peor en lo que va de siglo: se calcula que 259.601 personas murieron en 2021 como consecuencia de un incidente de tránsito, de acuerdo con el Informe sobre la situación de la seguridad vial en África 2025´, publicado recientemente por el Programa de Política de Transporte en África (SSATP), una alianza internacional dedicada a la seguridad vial. Solo en África Subsahariana, las muertes han aumentado en un 17% en la última década. Los siniestros viales en el continente son incluso más letales que sus conflictos armados: por ejemplo, mataron en un año cuatro veces más personas que los primeros 14 meses de guerra en Sudán que, según una investigación, dejó un saldo de 61.000.
259.601 es la cifra más fiable que se tiene de África a partir de los últimos datos por países que publicó la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras fuentes, porque no todos los Estados cuentan con información actualizada y precisa de lesiones y fatalidades. Un número tan alto, advierte el SSATP, plantea “graves desafíos” para la salud pública y el desarrollo del continente. Cuando una persona muere o queda lesionada, ocasiona a un país gastos sanitarios, disminución de la productividad y aumento de los riesgos de pobreza en las familias. “Los países deberían entender que las muertes en las vías boicotean sus economías y su desarrollo”, advierte Binta Sako, Oficial Técnico de la Unidad de Lesiones por Violencia y Discapacidad de la OMS en África y especializada en temas de seguridad vial, en una entrevista telefónica con EL PAÍS.
"Es una tragedia continental de algo que se podría evitar", indica Binta Sako, Oficial Técnico de la Unidad de Lesiones por Violencia y Discapacidad de la OMS en África
Aunque de acuerdo con el SSATP el continente ha tenido avances y compromisos con la reducción de la siniestralidad, aún hay tareas pendientes como mayor voluntad política, construir vías seguras, aplicación más estricta de las leyes y garantizar presupuestos para los programas de seguridad vial.
Estas son cinco claves del informe que ilustran por qué la siniestralidad vial en África es un grave problema de salud pública. África tiene la tasa más alta de mortalidad por siniestros viales del mundo
Cada dos minutos, muere una persona en África por un siniestro en la carretera, que es un problema de salud pública prevenible. De las personas fallecidas, un 66%, tenían entre 18 y 59 años, es decir, estaban en edades productivas. “Es una tragedia continental de algo que se podría evitar”, advierte Sako. La experta de la OMS señala que, aunque en el mundo la tendencia va hacia la reducción de fatalidades por muertes de tráfico, en África subsahariana las cifras han subido un 17% en la última década.
259.601 muertos en un año es, en comparación, una cifra 23 veces más alta que la mortalidad que dejó el ébola en África Occidental entre 2014 y 2016, cuando fallecieron más de 11.300 personas. Representa, también, la tasa más alta del mundo: 19,6 fallecidos por cada 100.000 habitantes de media, de acuerdo con el reporte del SSATP. En algunos países, es incluso peor, como en Guinea (37,4), Libia (34), Guinea Bissau (30,7) o Zimbabue (29,9), según los últimos datos de la OMS. Fuera de ese continente, solo países como Haití (31,3) o Siria (29,9) tienen cifras similares. En contraste, en España, la tasa es de 3,5.
Los siniestros viales no solo matan personas, sino que “suponen un grave desafío para la salud pública y el desarrollo”, afirma el SSATP a este diario. “Las lesiones y muertes suponen pérdidas económicas significativas que equivalen a un 5% del PIB de los países” y que provocan “la disminución de la productividad de la mano de obra, el aumento de los costes sanitarios y los contratiempos a largo plazo para el desarrollo sostenible y la reducción de la pobreza”, expone el SSATP a través de correo electrónico.
2. Hay pocos datos sobre lo que allí sucede
Oficialmente, en 2021, 51 de los 54 países de África dieron el dato conjunto de 82.685 fallecidos en siniestros viales en un año. Sin embargo, la OMS proyecta estimaciones con modelos matemáticos que, en el reporte más reciente, revelan que la cifra de muertos es tres veces mayor. Tener datos actuales, confiables y lo más desagregados posibles es clave para desarrollar estrategias para hacer frente a la siniestralidad vial.
Sako alerta de que además de no registrar todas las muertes, en algunos países ni siquiera hay números precisos de los heridos, lo que agrava la situación de las personas que quedan con algún grado de discapacidad, especialmente en un continente con pocos servicios centrados en el cuidado de personas.
3. Los coches se han duplicado en menos de una década y los vehículos de dos o tres ruedan se han triplicado
África enfrenta una paradoja: el continente tiene solo 4% de los vehículos del planeta, pero al mismo tiempo es la región del mundo donde más personas mueren en siniestros viales (el 24% de los fallecidos por siniestros son africanos). Sako explica que tener pocos coches no significa necesariamente menor riesgo en las calles: “Se trata, más bien, de que no hay regulaciones suficientes sobre los vehículos que se importan”.
Lo que preocupa a los expertos es que el aumento del parque automotor sí empiece a pasar factura ahora. “El número total de vehículos se duplicó entre 2013 y 2021, mientras que el número de vehículos de dos y tres ruedas casi se triplicó en los 10 países con datos disponibles”, explica la SSATP. Sako agrega que la cifra exacta de vehículos de dos y tres ruedas no se conoce aún porque es un boom reciente en el continente para el que los países no han acordado un sistema preciso de registro. Mucho menos, agrega, se ha conseguido hacer más estricta la obligación de usar cascos certificados.
4. Hay más agencias de seguridad vial, pero falta presupuesto
África tiene cada vez más agencias estatales de seguridad vial, pero no se les inyecta suficiente presupuesto. “Un total de 49 países han informado de que cuentan con agencias nacionales de seguridad vial, pero solo 29 reciben apoyo presupuestario”, dice el SSATP, y advierte de que la financiación limitada y poco constante obstaculiza la capacidad de estas agencias para actuar de forma eficaz. “El limitado compromiso presupuestario se debe a la falta de voluntad política”, sentencia el SSATP. Y añade: “Esta situación se ve agravada por la falta de capacidad técnica y de gestión”.
Sako alerta de que además de no registrar todas las muertes, en algunos
países ni siquiera hay números precisos de los heridos, lo que agrava la
situación de las personas que quedan con algún grado de discapacidad,
especialmente en un continente con pocos servicios centrados en el
cuidado de personas.
3. Los coches se han duplicado en menos de una década y los vehículos de dos o tres ruedan se han triplicado
África enfrenta una paradoja: el continente tiene solo 4% de los vehículos del planeta, pero al mismo tiempo es la región del mundo donde más personas mueren en siniestros viales (el 24% de los fallecidos por siniestros son africanos). Sako explica que tener pocos coches no significa necesariamente menor riesgo en las calles: “Se trata, más bien, de que no hay regulaciones suficientes sobre los vehículos que se importan”.
Lo que preocupa a los expertos es que el aumento del parque automotor sí empiece a pasar factura ahora. “El número total de vehículos se duplicó entre 2013 y 2021, mientras que el número de vehículos de dos y tres ruedas casi se triplicó en los 10 países con datos disponibles”, explica la SSATP. Sako agrega que la cifra exacta de vehículos de dos y tres ruedas no se conoce aún porque es un boom reciente en el continente para el que los países no han acordado un sistema preciso de registro. Mucho menos, agrega, se ha conseguido hacer más estricta la obligación de usar cascos certificados.
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