He leído una noticia relacionada con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 11: "Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles", uno de cuyos objetivos es "prestar atención a la calidad del aire".
La noticia se refiere a la calidad del aire de las ciudades españolas y me ha parecido importante resumir para tomar conciencia de la necesidad de llegar a alcanzar este objetivo antes de seis años, que es el nuevo límite europeo.
El repaso al actual nivel de contaminación ambiental de las ciudades españolas arroja un resultado desolador: ninguna cumple con los límites establecidos por la Unión,Europea para 2030. La insalubridad del aire de las grandes urbes es la primera causa de de muerte evitable de sus habitantes. Las afecciones cardiorespiratorias y pulmonares se ceba en la salud de los ciudadanos y, si bien poco a poco se está reduciendo la contaminación, lo cierto es que supera con creces los niveles de insalubridad que establece hoy la Organización Mundial de la Salud.
Madrid y Barcelona son las dos grandes urbes que sufren una mayor concentración de contaminación, algo sobre lo que ya ha alertado la Unión Europea. Barcelona es la única urbe española que actualmente incumple el limite de 40 microgramos por metro cúbico de dióxido de nitrógeno una catástrofe si se tiene en cuenta que con la nueva directiva ese límite quedará en 20 micro gramos en 2030. Madrid ha estado muy cerca de superar los 40 microgramos, por lo que el esfuerzo para cumplir los nuevos estándares tendrá que ser igualmente intenso.
Son pocas las grandes ciudades españolas que han establecido esas zonas de bajas emisiones que restringen el tráfico rodado. Reducir el dióxido de nitrógeno producen, sobre todo los motores diésel es una medida fundamental para mejorar la calidad del aire que respiramos. Pero hay otras medidas de urgente puesta en marcha, como favorecer el transporte colectivo o facilitar el tránsito de los peatones y de las bicicletas.
Se necesita un compromiso profundo con la mejora del medio ambiente. Los incumplimientos pueden traer multas europeas, pero más grave que las sanciones es jugar con la salud de los ciudadanos. (Fuente: El País, 29 de febrero de 2024).
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