Se sabe que Einstein no estaba al corriente del programa nuclear estadounidense. Quien pasa por ser una de las mentes m´s brillantes de la historia de la humanidad sostenía con ahinco que la la única solución para la política internacional era la unidad mundial -ciudadanos del mundo- . Qué poco caso hacemos a las personas inteligentes, la unidad mundial no ha estado más lejos del programa, si tan siquiera logramos unidad dentro de los países.
Se sabe que en un programa de televisión de 1950, Einstein expresó una advertencia clara: "Desarrollar la bomba de hidrógeno como hace Estados Unidos, cuyo presidente persigue ese fin, obliga a avisar de que en envenenamiento radiactivo de la atmósfera causaría la aniquilación de la vida humana sobre la tierra. Bajo el carácter aparentemente aparentemente inexorable se nos hace creer qu,e cada paso aparece como la inevitable consecuencia del que se ha dado antes. Pues el final. cada vez más claro, será la aniquilación general".
Es obvio que este discurso fue ignorado. la guerra ha vuelto a ser un recurso. Y los países poderosos siguen presentando como inevitable no solo el uso y fabricación de la bomba, sino la amenaza persistente y el efecto disuasorio.
Tenemos actualmente al mando de naciones fuertes a hombres que pasarán a la historia como asesinos y eso es permitido y aplaudido por una gran parte de sus ciudadanías, que tienden a confundir el patriotismo con la tolerancia al crimen.
En este sentido, a uno le gustaría percibir que a historia de la bomba atómica sobre Japón en dos ocasiones sucesivas no fuera contada como fruto de lo inevitable. Carecería de sentido desvincularla del ascenso del ultranacionalismo y del racismo que encumbraron a Hitler y a los líderes que se asociaron con él tanto en Europa como en Asia, Pero la bomba también estableció las relaciones políticas futuras. (Fuente: El País, 12 de marzo de 2024)
Me ha parecido oportuno casi copiar en su totalidad ese trabajo de David Trueba, porque en esencia está diciendo "No a las guerras" y su defensa por Einstein de la "unidad mundial", es decir, de quienes se consideran "ciudadanos del mundo". No debemos olvidar que pertenecemos a la especie Homo Sapiens, dotada de empatía e inteligencia
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