Los combustibles fósiles -el petróleo, el gas y el carbón- no solo son los principales responsables del cambio climático debido a los gases de efecto invernadero quew emiten cuando se queman para generar energía. También expulsan unas nocivas partículas que golpean directamente la salud de los seres humano y que cada año producen millones de muertes prematuras en el planeta. La buena noticia es que desengancharse de estos combustibles fósiles mejora la salud global, y salva vidas, como destaca el macroestudio The Lancet Countdown. Entre 2005 y 2020, las muertes anuales atribuidas a las partículas vinculadas a los combustibles fósiles pasaron de 1.437.000 a 1.212.000, es decir, se redujeron un15,7%, según los cálculos que recoge el estudio que se hizo público el 14 de noviembre de este año y en el que han participado 114 científicos y profesionales de la salud de 52 instituciones.
La principal razón de esta caída en las muertes prematuras es el descenso de la contaminación atmosférica derivada del carbón en el mundo, explica el informe.
Todo parece una buena noticia, pero en la próxima "píldora para pensar", lamento tener que mencionar alguna mala noticia.
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