Tres actos racistas durante el pasado fin se semana ha vuelto a poner sobre la mesa el grave problema del racismo en los estadios españoles de fútbol.. A pesar de la legislación vigente -la Ley 10/2007 contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte-, la situación sigue repitiéndose con escandalosa frecuencia sin que, más allá de los comunicados de condena de los clubes propietarios de los campos y las declaraciones solidaridad con los agredidos, se produzca una mejora tangible de la situación.
Son tantos los ejemplos que parece razonable plantear que el endurecimiento de las sanciones a los equipos en cuyos estadios se produzcan estos actos racistas es el medio más eficaz para acabar con esta lacra, intolerable en una democracia europea y en el ámbito de un deporte con tanta proyección social.
Conforme a la Convención Internacional sobre de la diversidad de todas las formas de Discriminación Racial aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas el 21 de diciembre de 1965, "la doctrina de la superioridad basada en diferenciación racial es científicamente falsa, moralmente condenable, socialmente injusta y peligrosa [...] nada en la teoría o en la práctica permite justificar en ninguna parte, la discriminación racial".
La xenofobia es el rechazo u odio al extranjero o inmigrante, cuyas manifestaciones pueden ir desde el simple rechazo, pasando por diversos tipos de agresiones y, en algunos casos, desembocar en un asesinato.
Todos somos iguales. excepto que algunos, muchos en estos momentos, carecen de humanidad. Esa carencia es el origen, entre otras cosas, de las guerras.
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