El 7 de octubre de 2024 el cirujano palestino-británico Ghassan Abu Sitta viajó a toda prisa de Londres a Gaza. Israel, que acababa de sufrir el ataque masivo de Hamás, bombardeaba ya con dureza la Franja palestina desde el aire, pero no la había invadido, así que Abu Sitta -acostumbrado a plantarse a toda prisa como voluntario en contextos bélicos: 13 crisis y dos libros sobre el tema- entró como voluntario de Médicos sin Fronteras.
En Gaza, pasó 43 días amputando miembros y reconstruyendo los cuerpos de las víctimas de los bombardeos en dos famosos hospitales (Al Ahli y Al Shifa) en los que se convirtió, gracias en parte a su dominio del ingles, en un rostro conocido al que recurrían los medios.Faltaba, cuenta ahora, hasta el material médico para operar:"Fui a otro centro. en Deir Al Alh, y vi las salas de operación vacías y a los médicos sentados sin hacer nada, porque no había combustible ni medicación. El problema no era el número de médicos. Sentía sobre todo frustración. Quedarse le pareció arriesgar su vida para nada y regresó a Londres.
No era la primera vez que acudía a Gaza: ya estuvo allí como estudiante de Medicina durante la Primera Intifada (1987-1993) y en las distintas ofensivas israelíes desde 2008. Es también donde su padre acabó de niño como refugiado antes de mudarse a Kuwalt (donde nació Ghssan hace 55 años y luego, al Reino Unido.
El 18 de septiembre, en Londres, tuvo un reflejo similar. Vio en las noticias que miles de bascas encargados por Hezbolá habían sido detonados a distancia y los hospitales se iban colapsando con gente que había perdido una mano o la vista. Todas las sospechas apuntaban a los servicios secretos israelíes. Tomó un vuelo nocturno y a las ocho de la mañana del día siguiente estaba en el hospital de la Universidad Americana.
Vine directamente desde el aeropuerto y seguimos operando hasta el sábado por por la tarde. El domingo intentamos empezar a dar de alta a los pacientes, porque nos preocupaba que no hubiera sitio en el hospital si pasaba algo. [...]
En enero de 2024, trasladó su testimonio en la Haya a los investigadores del Tribunal Penal Internacional, cuyo fiscal cuatro meses más tarde el arresto de Netanyahu, su ministro de Defensa y tres dirigentes de Hamás por presuntos crímenes de guerra y contra la humanidad.
En abril, fue invitado a un congreso sobre Palestina en Berlín.,. Ahora podría contar en otras partes de Europa lo que vio en Gaza, pero siente que está donde tiene que estar. (Fuente: El País, 8 de octubre de 2024)
Uno de tantos ser humanos empáticos, sociales y solidarios
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