Bruselas, es decir, la Comisión Europea sondea ahora la apertura de centros de deportación fuera de la UE, para enviar allí a los migrantes en situación irregular. Distintas organizaciones de derechos humanos ha denunciado estas instalaciones. El debate, además, se calienta cuando vuelven a aflorar denuncias de países como Turquía. con el que la Unión mantiene uno de sus acuerdos migratorios, ha financiado con dinero europeo centros de deportación para extranjeros -solicitantes de asilo y no solicitantes- donde se han registrado un enorme número de violaciones de los derechos humanos,
El acuerdo con Turquía "sigue siendo clave", dice la jefa del Ejecutivo comunitario. Bruselas se lava las manos sobre las denuncias de malos tratos. "La política migratoria de la UE solo puede ser sostenible si se devuelve de manera efectiva a quienes no tienen derecho a permanecer en la Unión, Sin embargo, tan solo cerca del 20% de los nacionales de terceros países a los que sena ordenado salir han regresado real,ente", dice Von der Leyen en su carta.
Pedro Sánchez rechaza de forma rotunda la idea de crear centros de deportación fuera de la UE para que los inmigrantes esperen allí la decisión sobre si son repatriados o tienen derecho al asilo, Sánchez planea comunicar su oposición frontal a la medida en la cumbre de la UE que comienza mañana en Bruselas. El Gobierno español opina que esta solución atenta grave contra los derechos humanos de los inmigrantes, que quedan hacinados en otro país a la espera de su expulsión, además de tener un coste altísimo. Aduce también que no resuelve el problema de fondo: cuando se rechaza la solicitud de asilo y el país de origen no acepta la repatriación -como suele suceder- hay que decidir a dónde se enviará a la persona en tránsito. Además, reclama que se aplique ya el paquete que la UE pactó con Mauritania cuando él viajó allí con Ursula von der Leyen (Fuente: Distintos artículos publicados en El País, 16 de octubre de 2024)
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