Objetivo de Desarrollo Sostenible 2

Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición, y promover la agricultura sostenible.

En realidad, este Objetivo no es más que insistir en la necesidad  de “poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo”, es decir “para no quedar a nadie atrás, una forma de alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 1, es decir: nos recuerda que existen en el mundo muchos millones de personas con hambre crónica, y que la malnutrición afecta a una de cada tres personas. El ODS 2  se propone acabar con esta lacra y reformar el sistema alimentario mundial para nutrir a los millones de hambrientos en un contexto en que la población humana no deja de crecer.

El propósito específico formulado en el ODS 2 advierte que los desastres naturales, los conflictos y las plagas suponen un reto crucial para lo producción agrícola, la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible. Lograr un mundo sin hambre significa garantizas alimentos para los diez ml millones de personas que seremos en el planeta en 2050, sin dañar las tierras, el agua, los bosques, etc.

A diferencia de otras especies animales que pueden llegar a pasar meses sin ingerir alimento, nutriéndose de las reservas de sus últimas comidas, el ser humano necesita comer regularmente. Esa es una de las acepciones de la palabra “hambre”, ese recordatorio permanente de que necesitamos comida que nos llega cada cuatro, seis, ocho, diez horas.

La falta de energía por la poca ingesta de alimentos hace que las personas se debiliten. Los hace más vulnerables a contraer enfermedades, agota antes sus fuerzas y les dificulta la realización de muchas actividades físicas o mentales. Esa subalimentación es una condena a vivir una vida peor; supone depender de otros, de llevar una vida supeditada a la búsqueda de alimento, de tener dificultades para concentrarse y rendir en el estudio o el trabajo, …

Pasar hambre en los primeros años –o ser hijo de una mare hambrienta-  coartara para siempre el desarrollo del menor sentenciándole, con mucha probabilidad, a vivir una vida la -mitad –o dos tercios o una cuarta parte- de lo buena de lo que podría haber sido.  Limitará el crecimiento físico y el desarrollo cerebral   y estas limitaciones ya no se podrán superar.  La dificultad para estudiar lastrará su futuro, recortará sus medios para ganarse la vida. Es  el círculo perverso del hambre y la pobreza que no solo encadena a quienes la sufren, sino también a las siguientes generaciones.

He leído que hoy hay 815 millones de personas que pasan hambre en el mundo. La mayoría (519,6 millones) se encuentran en Asia. Es decir, el continente asiático concentra a casi dos tercios de los hambrientos del mundo

 

Objetivo de Desarrollo Sostenible 1

 “Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo”

Desde mi punto de vista, no se trata de sostenibilidad sino, más bien, de ética. Sin embargo, es cierto que desde inicios del siglo XX, las guerras y crisis han provocado hambrunas en todo el mundo. Cada día muchos millones de personas se van a dormir sin haber comido la cantidad de calorías suficientes para su actividad diaria.

La FAO es la Organización de Naciones Unidas que desde 1944 lidera el esfuerzo internacional para poner fin  al hambre, con sede en Roma, tiene más de 194 Estados miembros y oficinas en más de 130 países. Su objetivo principal es garantizar la seguridad alimentaria de toda la población, mejorar la nutrición y hacer que la producción de alimentos en el mundo sea sostenible.

Para ello, ayuda a los gobiernos en  aquello que necesiten. Ya sea diseñar una política agrícola que reduzca el uso de pesticidas, elaborar estadísticas –como el número de hambrientos o de obesos- redactar leyes que protejan las tierras de los pequeños agricultores o estudiar los efectos de la contaminación marina sobre los peces.

En contra de mi opinión, la FAO considera que la seguridad alimentaria puede ser uno de los pilares que unen a los diferentes retos a los que se enfrenta el mundo hoy en día para construir un futuro sostenible. Quizá por ello se preocupa Objetivos de Desarrollo Sostenible que afectan al hambre y la malnutrición: cambio climático, protección social, bosques, pesca y océanos, agua, biodiversidad, etc.  Todos ellos, indica la FAO son desafíos que aborda la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

He leído que según los datos de Eurostat  (oficina estadista europea) que “España ha escalado a la quinta posición de los países con más pobreza de la Unión Europea  con un 20,7% de personas en riesgo. En el caso de los menores de 16 años. Es el país cñn mas niños pobres de toda Europa, por detrás de Rumania y Bulgaria”.  https://www.expansion.com/economia/2020/10/16/5f897779e5fdea13338b4592.html   

Tal vez seamos la primera generación que consiga poner fin a la pobreza, pero quizás también seamos la última que todavía tenga posibilidades de salvar el planeta. Si logramos nuestros objetivos, el mundo será un lugar mejor en 2030. (Agenda 2030)

Según UNICEF (Fondo de Naciones Unidas para la Infancia)  los Objetivos de Desarr0llo Sostenible suponen na oportunidad para proteger a todos los niños y niñas bajo la consigna de no dejar a nadie atrás.

La infancia en España afronta importantes retos que deben ser elaborados para lograr los ODS y en el marco del cumplimiento de la Convención de los Derechos del Niño.

Preguntas y respuestas sobre los ODS

¿Cómo se mide el desarrollo de estos objetivos? “Con datos y estadísticas. El objetivo es establecer un marco de referencia para todos los países. La Comisión de Estadística de las Naciones Unidad creó los 230 indicadores de seguimiento de las metas (correspondientes a cada ODS). Un indicadores, por ejemplo el PIB per cápita, otro es el porcentaje de población con acceso al agua y electricidad, otros son el gasto en cada país en educación, sanidad y protección social. Muchos de los datos se desglosan por edad, genero, ingresos, ocupación … con el fin de hacer una fotografía lo más precisa posible de cada una de las realidades analizadas”.

¿Quién custodia cada objetivo?  “Cada indicador se ha asignado a una agencia de la ONU, que recoge los datos nacionales, proporciona documentación y coordina el seguimiento con otros organismos internacionales. Por ejemplo, la FAO  es depositaria de 21 indicadores de los ODS 2, 5, 6, 12, 14 y 15. En su radio de acción entran la ayuda para eliminar el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición, hacer que la agricultura, la actividad forestal y la pesca sean más productivas y sostenibles, reducir la pobreza rural, propiciar sistemas agrícolas y alimentarios inclusivo y eficientes e incrementar la resiliencia de los medios de vida ante las amenazas y crisis”.

¿Por qué es tan importante la recogida de datos? Lo que se mide se logra, y además se ve. Los datos representan un punto de partida imprescindible para ayudar a los países a progresar. Y la tecnología es clave para la captura y el procesamiento de datos. La FAO es líder en recogida y captación, y utiliza desde satélites de observación de la tierra a dispositivos móviles y drones aéreos. Además, proporciona información y apoyo estadístico a unos 200 países.  Las estadísticas de la Organización son muy útiles para los gobiernos a la hora de formular y supervisar sus políticas”.

¿Cómo rinden cuentas los Estados? La Agenda 2030 ha creado una estructura de seguimiento global que incluye aportaciones a nivel local, nacional y regional y que culmina en el Foro Político de Alto Nivel. Una reunión intergubernamental anual que proporciona orientación y recomendaciones, identifica logros y retos y alumbra la ruta a seguir para acelerar la aplicación de los 17 ODS en cada uno de los países”.

¿Todos podemos contribuir a que se cumplan los ODS? “Por supuesto que sí. El cambo empieza por usted. Investigue por la red y compre solo en empresas que sepa que aplican prácticas sostenibles y no dañan el medio ambiente. El reciclado de papel, plástico,  vidrio y aluminio reduce la proliferación de vertederos. Compre con cabeza: planifique las comidas, haga listas de la compra y evite las compras impulsivas. Deje la bolsa de plástico y sustitúyala por otra reutilizable. No ponga la calefacción más horas ni a más temperatura de las verdaderamente necesarias. Utilice el transporte público, o vaya andando o en bicicleta si es posible. ¡Hay mil gestos alineados con los ODS!

Fuente. Colección de libros realizada, en 2018, conjuntamente por la FAO y el diario EL PAIS sobre los grandes retos de la humanidad en el siglo XXI, libro 1, páginas 114-115.

 

Objetivos de Desarrollo Sostenible (continuacion)

 Como ya he indicado en una “entrada” anterior, en 2015, la ONU aprobó la Agenda 2030 sobre el “desarrollo sostenible” una oportunidad para que los países y sus sociedades emprendan un nuevo camino con el que mejorar la vida de todos, sin dejar a nadie atrás. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) constituyen un llamamiento universal a la acción para poner fin a la extrema pobreza, proteger el planeta y mejorar las vías y las perspectivas de las personas en todo el mundo.

Actualmente, en algunos lugares, se está progresando, pero, en general, las medidas encaminadas a lograr los Objetivos todavía no avanzan a la velocidad ni en la escala necesarias. Quedan menos de diez años para alcanzar los objetivos que se señalan en la Agenda 2030. En la Cumbre celebrada en septiembre de 2019, los lideres mundiales solicitaron un decenio de acción y resultados en favor del desarrollo sostenible y prometieron movilizar la financiación,  mejorar la aplicación a nivel nacional y reforzar las instituciones para lograr los ODS en la fecha prevista, el año 2030, sin dejar a nadie atrás.

El Secretario General de las Naciones Unidas hizo un llamamiento para que todos los sectores de la sociedad se movilicen en favor de una década de acción en tres niveles:  acción mundial para garantizar un mayor liderazgo, más recursos y soluciones más inteligentes; acción a nivel local que incluya las transiciones necesarias en las políticas, los presupuestos, las instituciones y los marcos reguladores de los gobiernos, las ciudades y las autoridades locales; y acción por parte de las personas, incluidos la juventud, la sociedad civil, los medios de comunicación, el sector privado, los sindicatos, los círculos académicos y otras partes interesadas, para generar un movimiento imparable que impulse las transformaciones necesarias.

¿Todos los países tienen que tomar las mismas decisiones para cumplir los ODS?

“No. Cada país analiza los 17 objetivos para determinar cómo plasmarlos en plnes de desarrollo viables. Se trata de evaluar la utilización de los recursos nacionales para conseguir un cambio, pero a partir de sus propias prioridades, necesidades, capacidades, recursos, estrategias, con sus fases de desarrollo y medidas de implementación”.

“Ningún objetivo está aislado de los demás y, por eso hay que abordarlos de forma integral. Por ejemplo, luchar contra el desempleo no es posible sin atajar las desigualdad de género. Combatir el hambre no lo es sin conservar la biodiversidad. Regular los movimientos migratorios no tiene sentido si no se trabaja  por evitar los desastres que produce ej cambio climático o los confitos que muchas veces impulsan la migración. Sin una energía no contaminante no puede haber una ciudad sostenible… Etcétera”.

Fuente. Colección de libros realizada, en 2018, conjuntamente por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el diario EL PAIS sobre los grandes retos de la humanidad en el siglo XXI, libro 1, página 114

Informe de Brundtland

 

En mi última “entrada” mencioné el “Informe Brundtland” ¿Quién es Brundtland?

Gro Harlem Brundtland es una mujer que estudió en Noruega y más adelante en la Universidad de Harvard, donde comenzó a interesarse por cuestiones medioambientales y sociales. Fue la primera ministra mujer de Noruega, y ejerció como tal durante tres legislaturas. Posteriormente, ocupo el cargo de Directora General de la Organización Mundial de la Salud entre 1998 y 2003.  Actualmente, es vicepresidenta de la ONG The Elders,  fundada por Nelson Mandela, en la que participan personas como Kofi Annan y que lucha por la defensa de los derechos humanos en todo el mundo. (https://www.slowfashionnext.com/blog/que-es-el-informe-brundtland/)

 El Informe Brundtland, como ya he indicado, también llamado Nuestro futuro común, es un documento elaborado por  un equipo dirigido por ella, para Naciones Unidas.

Este Informe  alertaba, por primera vez, sobre las consecuencias medioambientales negativas del crecimiento económico y la globalización, tratando de ofrecer soluciones a los problemas de la industrialización y del crecimiento de la población humana.  Se trata de tomar conciencia de que vivimos en un planeta que no es una fuente inagotable de recursos de todo tipo. A pesar de la amplitud de temas de que trata este Informe es especialmente conocido por su definición de “desarrollo sostenible”. Se entiende por “desarrollo sostenible” a “aquel desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de satisfacción de las necesidades de las futuras generaciones”.

Con este informe, se pretende la cooperación entre naciones en cuestiones de desarrollo y utilización de recursos naturales. También se pretende crear procesos en los cuales todos los países pudieran dejar constancia de sus respectivas problemáticas medioambientales.

La sostenibilidad aparece como la idea central unificadora más necesaria en este momento de la historia de la humanidad. Se trata de un concepto que pretende movilizar la responsabilidad colectiva para hacer frente al conjunto de graves problemas y desafíos a los que se enfrenta la humanidad, apostando por la cooperación y la defensa del interés general. Es una idea  reciente que avanza con dificultad, porque los signos de degradación han sido, hasta recientemente, poco visibles y porque, en ciertas partes del mundo, los seres humanos, en muy pocas décadas, han visto mejorados notablemente su nivel y calidad de vida.

En respuesta a la continua preocupación por el deterioro de la capa atmosférica de ozono, el calentamiento global, la desaparición de especies animales, la escasez de agua dulce, el continuo crecimiento de la población humana, y otros problemas asociados en 1983 se creó la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo.

Acerca de los Objetivos de Desarrollo Sostenible

A partir del Informe Brundland, titulado Nuestro futuro común  se define el desarrollo sostenible como como aquel que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades, el desarrollo sostenible se ha convertido en el principio rector para el desarrollo mundial a largo plazo.

En 1992, la comunidad internacional se reunió en Rio de Janeiro (Brasil) para discutir las medidas para poner en práctica el desarrollo sostenible: Cumbre de la Tierra de Rio. En esta Cumbre estuvieron representados 178 gobiernos, incluidos 120 Jefes de Estado-

Los resultados se vieron empañados por la negativa de algunos gobiernos de aceptar a aceptar algunos calendarios y objetivos para el cambio (por ejemplo,  para la reducción de las emisiones que conducen al calentamiento global), o afirmas ciertos documentos (había quien opinaba que el Convenio sobre Diversidad Biológica debilitaba las industrias de biotecnología de los países industrializados).

A partir de esa Cumbre, ningún político relevante podía decir que no existía relación entre el medio ambiente y el desarrollo. Además, dejo claro que eran necesarios cambios importantes para alcanzar un desarrollo sostenible.

Diez años más tarde, en 2002, la Organización de Naciones Unidas (ONU) la Cumbre sobre Desarrollo Rio+10, que tuvo lugar en la ciudad surafricana Johannesburgo.   en otra cumbre, cumbre mundial sobre el desarrollo sostenible,  se aprobó el Plan de Alicacion de Johannesburgo,  que decepciono a muchas ONG.

En agosto de 2012, se inició una conversación extraordinaria. Tal vez la de mayor alcance planetario que haya habido jamás. Nueve millones de personas de todos los rincones del mundo, de todas las razas y de todas las clases sociales y económicas respondieron a la pregunta formulad desde Naciones Unidas sobre qué mundo querían para ellos, cuáles pensaban que eran los cambios necesarios y cuáles las prioridades. Sus respuestas inspiraron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), rubricados por 193 Estados el 25 de septiembre de 2015 y recogidos en la Agenda 2030.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) constituyen un llamamientouniversal para poner fin a la pobreza, proteger el planeta en que vivimos y mejoras la vida de las personas en todo el mundo.