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lunes, 22 de enero de 2018

Especie humana



Ante la avalancha de inmigrantes un candidato político italiano, cuyo nombre o partido no me parece oportuno indicar, mencionó la necesidad de defender la “raza humana”. (El País, 17 de enero de 2018).  Según el Diccionario de la Lengua Española (DLE), recibe el nombre de “raza” “Cada uno de los grupos en que se subdividen algunas especies biológicas y cuyas características diferenciales se perpetúan por herencia”. Está ampliamente demostrado que en la especie humana no existen “razas”. A través del ADN es imposible distinguir, por ejemplo, un blanco de un negro. La persona que ha empleado esa palabra lo ha hecho para justificar su propuesta de discriminar o perseguir otros seres humanos.
Me parece oportuno señalar que, no obstante, en la especie humana existen individuos que son más humanos que otros, son más civilizados que otros. Ello se debe a que en los miembros de la especie humana se distinguen dos procesos: hominización y humanización. El proceso de hominización supuso la progresiva transformación de un linaje de primates en humanos; es un proceso que incide directamente en la anatomía. Por otro lado, el proceso de humanización incide directamente en la conducta, un proceso de evolución sociocultural del ser humano; poco a poco, los miembros de la especie humana son cada vez más humanos. 
El concepto de ser humano hace referencia a un ser que, a diferencia de los restantes seres vivos, ha logrado desarrollar sentimientos conscientes y manejables entre los que destacan la solidaridad, el amor al prójimo, la empatía, el compromiso con determinadas causas, etc. Si bien el ser humano también tiene, en su esencia, muchos elementos negativos, todos estos caracteres son exclusivos de él y los animales no pueden desarrollarlos consciente y racionalmente.
Según Eudald Carbonell, arqueólogo de reconocido prestigio internacional, la humanización de la especie humana no se ha alcanzado, es un proceso lento y no siempre lineal. Solo se llegará a ella con un pensamiento social crítico.  
Son muchas las personas que, en la actualidad, sienten la urgente necesidad de construir un mundo más humano. Es la cuestión más importante con la que, en estos momentos y debido a algunos de los últimos a avances técnicos, debe enfrentarse la humanidad. Necesitamos avanzar en el proceso de humanización para evitar el derrumbe de la civilización y salvar a la Tierra.


viernes, 19 de enero de 2018

Gasto militar



Según la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, España incrementará en 2018 su presencia militar en el exterior como prueba de que es “un país muy comprometido con sus aliados internacionales”. ¿A quiénes considera España “aliados internacionales”? ¿A los países que, como ella, pertenecen a la Unión Europea? Cuando, para hacer frente al problema  de la inmigración, la Unión Europea consideró conveniente establecer cupos, es decir, número de inmigrantes que cada país miembro debía acoger, España olvidó el compromiso que indica la ministra de Defensa.  Lo mismo está sucediendo con el tema del cambio climático, una de las peores amenazas para la seguridad de todos.
Los medios de información informan que, en España, el gasto español en Defensa va a aumentar un 80% en siete años.  Es una decisión, como otras muchas, de las que, en un estado democrático, deben estar informados detalladamente los ciudadanos; los ciudadanos tienen derecho a saber cómo se gasta el dinero que pagan con sus impuesto, sobre todo cuando se trata del gasto militar, mientras se recortan o desatiende derechos recogidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos, como la salud y la educación. El gasto militar en España es más de 15 veces el gasto en Servicios Sociales y Promoción Social (“Bruselas sitúa a España entre los países que menos ayudan a las rentas bajas”, “las políticas públicas en España hacen menos por reducir la desigualdad que en otros países europeos”); es más de 4 veces que en el Ministerio de Sanidad; y es, aproximadamente, 3 veces más que el gasto en el Ministerio de Educación (datos extraídos de www.utopiacontagiosa.org).
No hay nada peor que una guerra, nada que la defienda: provoca la muerte de muchas personas y niños inocentes y, para otras. la huida, con todo lo que ella significa para su vida.  La guerra es un fracaso de la inteligencia, algo inconcebible en el incipiente siglo XXI.
María Dolores de Cospedal, en una visita a militares desplazados en el exterior, dijo: “No hay ningún respiro a la hora de luchar contra quienes atemorizarnos y acaba con nuestro modelo de convivencia y nuestra libertad”. ¿A qué modelo de convivencia y libertad se refería? ¿Se refería a nuestro actual modelo económico y social?   ¿Qué países son esos que pueden atemorizarnos y acabar con ese modelo?

sábado, 13 de enero de 2018

La empresa multinacional Coca-Cola

    En el periódico El País del 30 de diciembre de 2017 he leído un “publirrepartaje” de Coca-Cola,  en el que, después del título “Aliados del desarrollo Social” se añade: “Impulso al empleo y a la actividad local, promoción de la cultura y el deporte, compromiso con la sostenibilidad … El impacto de Coca-Cola en la economía y el bienestar social en todo el territorio” español.

     En este trabajo, se indica que Coca-Cola “se ha marcado como meta “proteger los recursos hídricos con el fin de preservarlos para generaciones futuras”; además, señala que “utilizará la capacidad de trasformación de sus marcas  para generar una cultura del reciclaje entre proveedores, clientes y consumidores; menciona su aportación al “arte, cultura, deporte”; y no olvida señalar su convencimiento de que “el mundo sería un lugar mejor con el empoderamiento de las mujeres como motores del progreso económico y social”. “Tratará que las mujeres ocupen, al menos, el 40%  de los puestos directivos”.
     En un apartado titulado “Sostenibilidad y lucha contra el cambio climático” indica que “el 100% de la electricidad que consumen todas las plantas y oficinas del país provienen de fuentes de energías renovables”, que   “entre 2010 y 2016 Coca-Cola  en España ha logrado reducir un 70% su huella de carbono” y que Coca-Cola se ha comprometido a que el 100% de sus principales ingredientes agrícolas y materias primas provengan de recursos sostenibles”.
     Sin embargo, hay algo que no soy capaz de entender: la forma como la “mayor parte del gasto de los consumidores españoles en productos de Coca-Cola, también beneficia a la actividad económica nacional. … De cada uno de esos euros, 82 céntimos permanecieron en el país en forma de ingresos en los hogares, las empresas locales y el propio Estado”. ¿Ignorancia mía?
     Se me ha ocurrido resumir este publirreportaje para poner de manifiesto, por una parte, cómo  la publicidad está en todas partes: esmerados folletos que nos regalan cuando compramos el periódico, que nos introducen en el buzón para la correspondencia, que interrumpen las noticias y todos los programas de televisión, incluso en los programas para niños, etc.; y por otra parte, para hablar de las grandes empresas multinacionales y poner de manifiesto que en ellas no es todo de color de rosa, como se indica en la propaganda.
    En El libro negro de las marcas. El lado oscuro de las empresas multinacionales, ya mencionado, sus autores, K. Werner y H- Weiss, describen (2002:482- 283) algunos de los más importantes lados oscuros de Coca-Cola. “El 20 de julio de 2001, el sindicato colombiano Sinaltrainal presentó en Florida, con el apoyo del estadounidense Ubtd Steel Wrkerd of Amrica y el International Labor Rights Fund, una demanda contra Coca-Cola y sus socios. Según se afirma en la demanda, escuadrones se la muerte paramilitares, que habían cometido asesinatos, secuestros y torturas contra miembros del sindicato, lo habían hecho como entes de la empresa demandada. Cinco  sindicalistas fueron asesinados y otros 65 fueron amenazados de muerte. En total, más de 1.800 miembros de los sindicatos fueron asesinados en  Colombia en la última década”. No fue Colombia el único lugar donde Coca-Cola tuvo problemas de este tipo.
     “Según la emisora británica BBC, Coca-Cola contaminó en el año 2003 grandes superficies agrícolas en el sudeste indio con productos químicos altamente tóxicos y en parte cancerígenos, como el plomo y el cadmio. Además, se reprochó a la multinacional su exagerado consumo de agua, que provocó una sequía con consecuencias catastróficas para la agricultura local. En las protestas contra la multinacional fueron detenidas 300 personas”.
     Como ya he indicado en la entrada antes señalada, la ONG Amnistia internacional  ha informado de que, en la actualidad y por un procedimiento análogo al empleado por Coca-Cola, se están cometiendo crímenes contra ambientalistas y activistas proDerechos Humanos: en los dos últimos años ha contabilizado 437 muertes violentas.
     La bebida de color marrón que vende Coca-Cola  además de no ser aconsejable desde el punto de vista ético, es poco saludable: crea adicción, “veneno en pequeñas dosis”, decía mi profesor de Químicofísica, Universidad de Murcia.