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martes, 29 de enero de 2019

Biodiversidad



WWF (World Wildife Fund, en español Fondo Mundial de la Naturaleza) es una organización no gubernamental creada el 29 de abril de 1961. Es una de las múltiples organizaciones no gubernamentales que forman parte del paradigma económico que, según Jeremy Rifkin y otros muchos especialistas, pueden eclipsar al capitalismo.
Esta organización es una de las primeras –no la única- que, de verdad, es consciente del valor de la naturaleza: de su bienestar depende el nuestro. En 1998, WWF publicó, por primera vez el informe Planeta Vivo. Llevaban 20 años estudiando el estado de la biodiversidad mundial.
En 2018, publicaron la 12ª edición de este informe científico imprescindible para conocer el estado mundial de la biodiversidad y de los recursos naturales. Recoge una visión panorámica del estado de las especies, los impactos generados por el ser humano y las soluciones posibles. WWF ha realizado este trabajo en colaboración con la Sociedad Zoológica de Londres y la Red de la Huella Global, una organización socia. Este informe, que se puede descargar en www, wwf.es/nuestrotrabajo-informe-planeta-vivo.
WWF lleva años llegando a la misma preocupante conclusión: la biodiversidad mundial disminuyó a un ritmo alarmante. “Las poblaciones de vertebrados han disminuido en un 60% en algo menos de 40 años”.
¿Por qué desaparece la biodiversidad?  Las principales  amenazas identificadas en el informe están directamente relacionadas con las actividades humanas.
Uno de los 11 libros de la serie El estado del planeta, hecha realidad gracias a la colaboración de la FAO y El País, lleva por título La biodiversidad. ¿Estamos al borde de la sexta extinción? En este libro se va explicando: 1) qué es la diversidad y por qué es importante; 2) causas de la pérdida de biodiversidad; 3) impactos de la pérdida de biodiversidad; y 4) soluciones para la pérdida  de diversidad.
A continuación, en ese libro se señala la relación entre la biodiversidad y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Copio literalmente. De los 17 Objetivos, hay cuatro que tocan la conservación de la biodiversidad: el 2, el 13, el 14 y el 15. El ODS 2 busca terminar con todas las formas de hambre y desnutrición para 2030 y velar por el acceso de todas las personas, en especial los niños, a una alimentación suficiente y nutritiva.
El ODS 13, denominado Acción por el clima, afronta el aumento de la temperatura media mundial, el calentamiento de los océanos, la disminución de la nieve y el hielo, la subida del nivel del mar y las continuas emisiones de gases de efecto invernadero. Determina además que la mayor parte de las cuestiones relacionadas con el cambio climático persistirán durante muchos siglos.
El ODS 14 está  dedicado a ‘conservar y utilizar de forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible’, mientras que el ODS 15 convoca a ‘gestionar de manera sostenible los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de biodiversidad’.
Es responsabilidad de los ciudadanos obligar a los Gobiernos a que se dote de una institución destinada a, como se indica en el ODS 17, revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible.

lunes, 28 de enero de 2019

Objetivos de Desarrollo Sostenible



Los Objetivos de Desarrollo Sostenible, conocidos por sus siglas, ODS, son una iniciativa impulsada por Naciones Unidas. Después del fracaso del encuentro internacional organizado en 2012 por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas, se creó un grupo de trabajo para desarrollar un conjunto de objetivos  que se considerasen necesarios  para lograr un desarrollo sostenible.  Tras un año de negociaciones en las que estuvieron involucrados  los 193 Estados de la ONU, la sociedad civil y otras partes interesadas -se trataba de que estuviera representada una amplia gama de intereses y perspectivas- este grupo  de trabajo presentó   un conjunto de 17 objetivos, los  Objetivos de Desarrollo Sostenible, en los que se abordan temas interrelacionados de desarrollo sostenible, como, por ejemplo, el crecimiento económico (en un planeta con recursos limitados es imposible un crecimiento económico ilimitado), la inclusión social (problemas debidos a una gran desigualdad económica entre países y en el seno de un mismo país) y la protección de medio ambiente (aire, agua y suelos). 
Los Objetivos de Desarrollo Sostenibles están diseñados para ser perseguidos por los países de todo el mundo, ya sean pobres o ricos, pues aunque sean ricos pueden tener problemas internos –como la desigualdad o la violencia de género- y responsabilidades, sobre todo respecto a la lucha contra el cambio climático y la ayuda al desarrollo de las naciones menos avanzadas.
Estos 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible  conforman lo que se llama Agenda 2030, que entró en funcionamiento en enero de 2016. Esta Agenda invita a una acción concertada para resolver o minimizar los graves los graves problemas internacionales con los que, en la actualidad, está afectada a la Humanidad: desigualdad económica entre países y dentro de un mismo país, cambio climático, degradación de ecosistemas, falta de participación de la sociedad civil, desigualdad de género, incumplimiento de la Declaración Universal de Derechos Humano, etc.  
En España, el 7 de septiembre de 2018 se creó el Alto Comisionado para los ODS, dependiente directamente de la Presidencia del Gobiernony encargado de la coordinaciónnde las actuaciones para cumplir con la Agenda 2030 de Naciones Unidas. 
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible deben ser conocidos con detalle por los ciudadanos. Es imprescindible que la sociedad civil tome conciencia de la necesidad de participar en la construcción de un mundo sostenible. Quizás por ello el periódico El País y la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) han presentado una colección de 11 libros, El estado del planeta, en el que han intentado, desde una perspectiva divulgativa, abordar los retos a los que se enfrenta la Humanidad en las próximas décadas y los ODS relacionados con cada uno de esos retos. ¿Estamos a tiempo de salvar a nuestro planeta? ¿Habrá suficiente agua para todos y para todo? ¿Es la obesidad la plaga del siglo XXI? ¿Están nuestros mares y nuestros bosques en peligro? ¿Podemos alimentar a 10.000 millones de personas? 

miércoles, 16 de enero de 2019

Poder creativo del ser humano



Desde la prehistoria el ser humano siempre ha estado buscando ideas nuevas que han servido para mejorar la calidad de vida de las personas. El ser humano es creativo simplemente  por el mero hecho de que no se queda parado sin hacer nada, mirando cómo funciona el mundo que hay a su alrededor.. Si el ser humano no fuera creativo seguiríamos viviendo en las cavernas. Ser creativo no implica partir de cero sobre una idea; se puede coger una idea existente y mejorarla.
El concepto de pensamiento creativo está relacionado con el desarrollo de nuevas ideas y conceptos o en la habilidad para formar nuevas combinaciones de ideas para satisfacer una determinada necesidad.  Una importante característica del pensamiento creativo es que siempre conduce a un resultado y se traduce en alguna forma de acción, ya sea interna o externa.  Según Erwin Land, científico a  inventor estadounidense, “un aspecto esencial en la creatividad es no tener miedo a fracasar”,
Cuando en 2008 se desató la crisis financiera, estudiosos de distintas ramas del saber indicaron que la crisis financiera no era la única que nos debía preocupar; señalaban la existencia, más o menos ocultas, de una crisis ecológica y una crisis de derechos humanos  o  crisis moral. Tres crisis que se refuerzan mutuamente y que suponen un cambio de mentalidad. Alain Touraine, sociólogo y director del Instituto de Estudios Superiores de París, en un artículo periodístico titulado “Las tres crisis” (El País, 6 de enero de 2010) señalaba que se trataba de tres crisis mundiales, no locales y que solo podrían resolver hombres y mujeres que vislumbrarían las enormes posibilidades que poseen por el hecho de pertenecer a la especie humana y que, por ello, se sentirán en la obligación de transformar el sistema económico, transformando su modo de vivir. He leído, aunque no recuerdo dónde, que según Albert Einstein en tiempo de crisis es cuando más se agudiza la creatividad del ser humano.
Edward De Bono, psicólogo por la Universidad de Oxford y reconocido experto mundial de pensamiento creativo e innovador, en una entrevista concedida, aprovechando un viaje a Barcelona, donde participó en una reunión de antiguos alumnos de EADA (Escuela de Alta Dirección y Administración)  indicó: “Ahora mismo, el gran reto que exige el mundo es que la humanidad cambie de paradigma, es decir, cambie nuestra manera de ver y de interactuar con la realidad, aprendiendo a diseñar el futuro en consonancia con nuestros valores y necesidades humanas. No podemos seguir funcionando desde nuestro egoísmo y egocentrismo. Es hora de funcionar desde el nosotros, desde la cooperación y el altruismo, a partir de lo que podemos crear verdadero sentido a nuestra existencia”. (El País, suplemento Negocios, 8 de abril de 2004).
Este experto en técnicas de pensamiento creativo e innovador –Edward De Bono- indica que “no hay nada que genere mayor creatividad que ver las cosas tal como son en vez de como nos gustarían que fueran”.  Y añade: “Aunque muchos siguen aferrándose a su zona de comodidad, donde se encuentran sus viejos hábitos, algo se está cociendo lentamente en nuestra sociedad”.
Gracias a ese pensamiento creativo e innovador, en paralelo al consumo colaborativo, las nuevas monedas sociales, los bancos de tiempo y sistemas de microfinanciación (crowdfunding) han aparecido nuevos modelos de negocio carentes de las características de los principios de la economía capitalista, etc..  La economía colaborativa, economía social o  economía solidaria son debidas a la creatividad de la sociedad civil, no de los mercados ni de los gobiernos.
Por el bien de todos y el futuro   de las generaciones venideras tenemos la obligación de pensar y hacer uso de nuestro poder creativo. Ello a pesar de que el principal objetivo del vigente sistema económico-social es que el ciudadano consuma y abandone cualquier tipo de pensamiento crítico. Sin embargo, renunciar a pensar es renunciar a pertenecer a la especie humana lo que, a la larga conduce a la insatisfacción e infelicidad. Ya estamos viendo las consecuencias.

domingo, 6 de enero de 2019

Plataforma colaborativa sobre justicia



Dentro de  todas las iniciativas ciudadanas que contribuyen a la creación de un nuevo paradigma económico en el que la palabra “competición” es sustituida por las de “cooperación” y “colaboración”, en Francia, ha surgido una plataforma, V pour Verdiet,  que permite iniciar una acción jurídica sobre cualquier tema como salud, medio ambiente, consumo, etc., siempre que se cumplan dos requisitos: que el tema afecte a un colectivo y que se sustente sobre un fundamente jurídico.
Esta plataforma colaborativa francesa, al hacer posible que varias personas puedan presentar conjuntamente un mismo recurso, abarata sustancialmente el proceso. El funcionamiento es muy simple. Cualquiera puede proponer una acción colectiva en línea. Acto seguido esa persona busca otros damnificados que quieran participar en el proceso.  Mientras tanto, un abogado –hay ya ocho abogados asociados con esta plataforma- se hace cargo del dossier. Todo el procedimiento para montar el proceso se sigue en línea hasta que llegue el momento de presentarse ante el juez o el jurado.
La plataforma nació en julio de 2018 y -a fecha de hoy tiene cuarto acciones legales en curso. Una de ellas, ha sido contra el comportamiento de la empresa Vinamax: un abogado de la plataforma  ha conseguido una indemnización para los jugadores víctimas de fraudes.
Desde mi punto de vista, una acción muy interesante es la lanzada por un colectivo de más de 600 ciudadanos que reclaman el derecho  a la información sobre la contaminación por plomo de unos suelos, sobre los que los que se vertió durante mucho tiempo aguas sucias.   Posteriormente, sobre estos suelos se construyeron  guarderías, huertos y jardines, con  el riesgo de que el autoconsumo de frutas y verduras produzcan graves problemas de salud como el saturnismo, especialmente entre los niños.  Hoy en día los ciudadanos saben que hay información precisa sobre el alcance de la contaminación, información que no se ha hecho pública. De ahí el interés de presentar un recurso en base al derecho a la información en materia de salud y de medio ambiente. El elevado número de ciudadanos implicados hace que el coste por persona sea de unos dos euros. 
Si duda, una plataforma de estas características puede revolucionar el mundo de la jurisprudencia, como está sucediendo en tantos otros terrenos.  La justicia puede ser más accesible para los ciudadanos gracias a plataformas similares a la aquí mencionada.
FUENTE. Blog.elpaís/alterconsumismo/13 diciembre 2018/Cuando la justicia se hace colaborativa.