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martes, 25 de junio de 2013

Valor y precio

     Como indique en la entrada anterior, en el actual sistema económico-social se confunde valor y precio, algo que Machado calificaba de necio. A ese respecto, la economista neozelandesa, Marilyn Warning recuerda, por ejemplo, la tragedia del petrolero Exxon Valdez. Si este buque -dice Marilyn- se hubiera limitado a cargar el petróleo en Alaska y trasladarlo al puerto de destino, habría sido un viaje relativamente productivo. "Pero si se pretende un gran crecimiento" -añade- "es una buena idea que choque con un iceberg". Así comenzará a circular el dinero, como consecuencia de las indemnizaciones de seguros, la construcción de nuevos barcos, se aplicarán grandes sumas para compensar a los pescadores o a la industria turística, etcétera.

     Otro ejemplo, mencionado por Marilyn es el de la segunda Guerra de Irak que comportó innumerables beneficios económicos: se potenció la industria armamentística, que da trabajo a miles de personas, se renovaron los arsenales y se pudieron vender armas obsoletas a países tercermundistas. Además, terminada la guerra, algunas empresas occidentales consiguieron grandes beneficios al ser elegidas para realizar las labores de "reconstrucción" del país devastado. Pero las vidas arruinadas, el terror de una niña frente a las bombas, el número de mutilados, etc., llamados "daños colaterales" no entraron en el balance.

     Recientemente, se habla de economía sumergida y su importancia en el crecimiento económico, y entre las empresas de economía sumergida se citó el negocio de la prostitución:   la prostitución "mueve mucho dinero".  Estamos tan acostumbrados a pensar en términos monetarios que no nos damos cuenta de algunas barbaridades. A lo largo de este blog se ha mencionado la necesidad de un cambio de mentalidad.

     En el caso del trabajo femenino, solo contribuye al aumento del PIB si  no se realiza  dentro del hogar en calidad de "ama de casa".  Interesa que tanto los padres como las madres trabajen fuera del hogar -trabajos productivos en el argot del sistema- . Ello a pesar del número de desempleados, la  consideración del trabajo como mercancía y la ley de la oferta y demanda que rige en un mercado, que conducen a que, con frecuencia, los salarios, a veces, no lleguen al mínimo interprofesional y las jornadas de trabajo sean agotadoras.  Según el informe del FMI hay que "ayudar a las mujeres a incorporarse a  la fuerza laboral y contribuir al crecimiento económico", ¿cobrando salarios aún más bajos que los de sus maridos?

     La incorporación de la mujer a la "fuerza laboral", por una parte,  propicia la creación de negocios como guarderías, albergues y campos de verano para los niños y niñas;  y, por otra, los padres tendrán más dinero para consumir.

     Sin embargo, todos estos beneficios económicos van acompañados de "daños colaterales". Para la sociedad, en su conjunto, sería mucho mejor que trabajasen padres y madres en igualdad de condiciones, pero en jornadas más cortas para que ambos tengan tiempo para dialogar con sus hijos, hacer vida de familia, estar con los amigos, dedicarse a lo que realmente les gusta y para hacer trabajos de voluntariado.

La mujer y el Fondo Monetario Internacional

     En un artículo sobre "crecimiento y empleo", Carmen Alcalde, analista y expresidenta del Instituto Nacional de Estadística (INE), pasa revista a lo que indica el FMI sobre ese tema. Copio a continuación el párrafo que se refiere al trabajo femenino.

     "El FMI da especial importancia al colectivo de mujeres, por lo significativas que son en algunos países la baja tasa de actividad de las mismas y su lenta incorporación a la economía productiva, asegurando que un aumento de la participación femenina en el mercado de trabajo podría elevar el PIB  potencial en muchos países. El FMI aboga por la eliminación de disposiciones tributarias que desalientan la participación de la segunda persona que contribuye a los ingresos familiares.  Ello podría ayudar a las mujeres a incorporarse a la fuerza laboral y contribuir al crecimiento económico".

     Es difícil hablar del trabajo de la  mujer y el PIB sin recordar a la economista neozelandesa Marilyn Warning, una de las nueve "ciudadanas del mundo" protagonistas del libro de Carmen Alborch, Libres (2004, Santillana Ediciones Generales, S. L. Madrid), dedicado "a las mujeres y hombres que se esfuerzan para que nuestras vidas sean más libres y más dignas".

     Carmen Alborch describe cómo en su obra Marilyn pone de manifiesto la insensatez de utilizar el PIB como medida de crecimiento económico.  Uno de los ejemplos mencionados por esta economista se refiere al trabajo femenino.

     Supongamos -dice Marilyn- que M** es una mujer felizmente casada. Tiene dos hijos. Es "ama de casa".  Por decisión propia o por un acuerdo con su marido o por cualquier otra razón, M** "no trabaja fiera del hogar".  Para el actual sistema económico-social en el cual el parámetro de medida del crecimiento económico de in país es el PIB, M** pertenece a la categoría de la población no productiva, a pesar de que realiza, simultáneamente,  los trabajos de cocinera, empleada del hogar y enfermera, todos los cuales contribuyen al aumento del PIB.

     Aunque el punto de vista de Marilyn es, principalmente, feminista y atribuye este comportamiento a un error fundamental del aspecto masculino de la economía, no olvida señalar un grave defecto del PIB y, en consecuencia, del concepto de crecimiento que tiene el vigente sistema económico-social: la contradicción entre los beneficios [económicos] y el valor de lo que destruye. El PIB ignora todo lo que no sean beneficios económicos y eso conduce a un sistema inhumano. Decia Machado que es de necios confundir valor de precio.

     En una próxima entrada, continuaré este tema, aunque sin pretensión de analizar todas sus múltiples facetas

jueves, 20 de junio de 2013

Austeridad ¿para quién?

     Los años transcurridos desde que los países de la Unión Europea tuvieron que aceptar las recetas  del FMI y del BCE para hacer frente a la crisis han puesto de manifiesto que las medicinas recetadas enriquecen a un pequeño sector de población con mayor poder adquisitivo y, literalmente, matan -por su naturaleza son crímenes de lesa humanidad- a muchas personas, incluidos niños, niñas y jóvenes que no han tenido tiempo deempezar a vivir, todos inocentes, a las que se les quita hasta el derecho a tener derechos humanos: derecho a la alimentación, a la educación, a la sanidad, a la vivienda,...  Convertidos los derechos humanos en mercancía, solo quienes tengan dinero podrán tener derecho a ellos.

     En ese contexto, hoy se ha publicado una noticia en la que se indica que el FMI  "fue este miércoles más contundente a la hora de reclamar una vuelta de tuerca a la reforma laboral que de facto abarate más el despido y facilite la rebaja de salarios". Según el FMI, "los sueldos tienen margen para seguir bajando".

     Por otra parte, y a pesar de que, como se indica en la misma noticia, "los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan que las rentas de trabajo en el PIB se reduce a favor de los beneficios empresariales", el FMI señala que las empresas con problemas "pueden aplicar rebajas salariales por debajo del convenio que las rigen".  Habla de empresas con problemas, pero no menciona los problemas con que se pueden encontrar los trabajadores que "disfruten"de salarios tan bajos: dificultad para  dar de comer y vestir a sus hijos, imposibilidad para que éstos puedan acceder a los diferentes niveles educativos, etc. etc.

     Según Joseph E. Stiglitz, el FMI nunca consideró los efectos que sus políticas ejercían sobre los ciudadanos de los países a los que aconsejaba (más que un consejo era una obligación) aplicarlas. Este premio Nobel indica que "rara vez" vio "predicciones sobre harían las políticas contra la pobreza"; "rara vez" vio "discusiones y análisis cuidadosos sobre las consecuencias de políticas alternativas: solo había una receta y no se buscaban otras opiniones. La ideología orientaba la prescripción política y se esperaba que los países siguieran los criterios del FMI sin rechistar" (El malestar en la globalización).

     Es posible que alguien piense que la caridad puede resolver estas situaciones, pero debe quedar claro que hay una cosa que se llama dignidad humana y que por dignidad humana no queremos caridad sino justicia social.  Ojalá que por dignidad humana la sociedad civil diga que no acepta órdenes de unas instituciones opacas, ademocráticas y que, además, solo piensan en el enriquecimiento de los más ricos, y que fuéramos capaces de alcanzar un grado de solidaridad, empatía y creatividad tan elevados que ningún trabajador tuviera necesidad de aceptar salarios tan bajos.  No se trata solo de dignidad, sino que, al mismo tiempo, las empresas se verían obligadas a elevar los salarios o trasladarse a Bangladesh.


    

lunes, 17 de junio de 2013

Grados de imperfección y responsabilidad

     En un análisis FMI, en el que pasaba revista a las consecuencias de las actuaciones llevadas a cabo en Grecia,  el FMI indicó que "se subestimó el impacto de la austeridad". El Fondo reconocía que sus cálculos sobre la evolución de la deuda pública griega fallaron "por un amplio margen".

     Ante esta afirmación, cabe preguntar si no es obligación del FMI estudiar cuidadosa y profundamente el impacto de sus programas, no olvidando de analizar éxitos y  fracasos anteriores. El FMI debe de recordar que funciona con dinero de los ciudadanos. Y si yerra sistemáticamente en sus análisis, debería pensar si hay algo en sus modelos que esté confundido. En cualquier caso, como ya he dicho en otra ocasión, ni tiene sentido que los contribuyentes sean los que tengan que pagar a entidades privadas.

     Por otra parte, los dirigentes de los países deben conocer las consecuencias probables de lo que el FMI recomienda.  Es fácil adivinar que los recortes en sanidad, educación y asistencia social afectan de manera determinante a la población más vulnerable,  la que es necesario proteger en medio de una crisis. Debían haber informado y escuchado a los ciudadanos.

     La Comisión Europea, en un principio, no estaba de acuerdo son estas afirmaciones del FMI. Según ella, "el informe no lleva la firma de la directora del FMI, sino tan solo de su personal, por lo que no refleja la postura oficial del organismo.

     Unos y otros, a mi juicio, deben saber que el primer deber de los políticos, y de los economistas que les proporcionan la teoría, es minimizar la posibilidad de conmociones económicas para los ciudadanos. Hay unas barreras que no se pueden saltar: no se pueden dejar de cumplir la Declaración Universal de los Derechos Humanos; no se puede arruinar la vida de muchos niños y jóvenes para sacar a los bancos del agujero en que han caído en busca de más dinero; y, no se puede mantener desregulado al sector financiero, la ética no puede ser ajena a la economía.

     En relación con todo lo anterior, es interesante conocer lo que dijo, en una entrevista radiofónica,  el comisario de la Competencia en la UE, Joaquín Almunia, para justificar la labor realizada: Joaquín Almunia defendió la actuación comunitaria diciendo: "nadie es perfecto". Hay que decir al señor Almunia que no se trata de perfección -ningún ser humano  es perfecto-, sino de responsabilidad. Comparto la opinión de quien ha dicho: "La cuestión es qué tipo de responsabilidades adquieren los políticos, los tecnócratas y los científicos sociales que les acompañan, en sus decisiones, cuando sus equivocaciones generan tanto sufrimiento a la gente".  Un reconocido economista dijo, recientemente, en un programa televisivo que alguien, algún organismo, debería denunciar en el tribunal internacional a la troika, por delitos de lesa humanidad.

     También por responsabilidad, no podemos quedarnos al margen.    
    

sábado, 15 de junio de 2013

Austeridad presupuestaria

     ¿Era la austeridad presupuestaria y los consiguientes ajustes estructurales la única solución a la crisis?  Dadas las consecuencias que estamos sufriendo y los ejemplos de crisis anteriores, ni la única solución ni la mejor. Pero es la que siempre han adoptado los fundamentalistas de mercado, es de decir, aquellos que abrazan, como dogma, la teoría de la perfección de los mercados, la teoría en la que se basa el vigente sistema económico. Para evitar confusiones, conviene indicar que abrazan ese dogma porque ello les reporta grandes beneficios económicos.

     Esa es la razón por la cual el FMI y el BCE impusieron la austeridad presupuestaria. La Comisión Europea se unió a ellos y formó lo que se conoce con el nombre de "troika",  los "hombres de negro", cuya misión todos conocemos. Ni el FMI ni el BCE pensaron que estaban actuando en países democráticos. En todas las ocasiones, el FMI ha ordenado y obligado a seguir su receta sin rechistar. Cosa aparte es si la Comisión Europea abraza el mismo dogma que el FMI y el BCE. El hecho es que no se informó a los ciudadanos y que, al menos en nuestro país, se modificó, de forma unilateral, la Constitución y se intentó engañar a los ciudadanos diciéndoles que la culpa era suya por "haber vivido por encima de sus posibilidades". 

     No es solo que existe una manifiesta incompatibilidad entre el vigente sistema económico y la democracia; es que la democracia también está ausente en el interior del FMI.  Cosa natural cuando se habla de dogmas. Según Joaquín Estefanía (Economía del miedo, Círculo de Lectores, 2011, pág. 77), los 54 folios de un informe, "Actuación del FMI en la fase previa de la crisis económica financiera: la supervisión del FMI en 2004-2007",   publicado en febrero de 2011 y elaborado por la Oficina de Evaluación Independiente del propio Fondo que dirige un exfuncionario de la institución, son demoledores. Muchos funcionarios consultados mencionaron cosas como "expresar puntos de vista en contra puede arruinarme la carrera"; "había límites al grado de crítica que se podía plantear".

     A mi juicio, para entender mejor todo, es interesante señalar algunas de las consecuencias de esa austeridad presupuestaria. No se trata solo de rescatar a los bancos y de la falta de regulación del sector financiero. La austeridad presupuestaria implica allanar el camino para que los países europeos cumplan con el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS) de la OMC, el otro pilar del vigente sistema económico.

      El objetivo del AGCS es liberalizar todos los servicios, es decir, independizarlos de los gobiernos mediante su privatización y consideración como mercancía.  Todos  significa incluidos los que satisfacen  derechos humanos.  En la Unión Europea, el AGCS conducirá -está conduciendo- al desmantelamiento del Estado de Bienestar, que ha costado mucho trabajo en implantar.

miércoles, 12 de junio de 2013

La rueca de Gandhi

     Cuenta la historia que cuando India era una colonia  inglesa la explotación de los campesinos y obreros  indios por los industriales británicos originó una extrema pobreza.  Para solucionar esta situación, Gandhi propuso potenciar el renacimiento de las industrias artesanales, tales como el hilado manual e incitó a usar la rueca como símbolo a la vuelta a la vida sencilla y como protesta a la virtual destrucción de la industria india. "Si todos los habitantes hilaran una vez al día, no porque Hitler se lo ordenara, sino porque les inspiraba el mismo ideal, tendríamos una unidad de propósito suficiente para alcanzar la independencia", dijo Gandhi en 1946.  Gandhi depositaba tanta fe en la rueca que la puso en el centro de la bandera del partido del Congreso, posteriormente la bandera de India independiente.

     Aunque la situación actual es muy distinta de la vivida por Gandhi, su idea tiene unos ingredientes que pueden ser útiles para hacer frente a algunos de los problemas que tenemos en estos momentos.

     En septiembre de 2011, publiqué en este blog una entrada, Actividades creativas. Nuevos puestos de trabajo, en el que presenté un párrafo de un artículo periodístico escrito por Borja Vilaseca, titulado Responsabilidad económica y que reproduzco, parcialmente, a continuación:

     "Nuestro poder como ciudadanos ya no reside tanto en el voto como en el consumo. (...) Cada euro que gastamos damos fuerza al comercio, la empresa, el producto y el servicio que compramos".

     ¿Qué sucedería si una gran parte de los ciudadanos decidieran comprar en las pequeñas tiendas de barrio en lugar de los supermercados? Las grandes empresas agroalimentarias perderían gran parte de su poder para decidir, por ejemplo, el precio de los productos que compran a los agricultores y ganaderos y su poder para apropiarse de tierras en países pobres. No es lo mismo enriquecer a las grandes multinacionales de la agroindustria que favorecer la existencia de pequeñas tiendas de barrio.   ¿Qué sucedería si una parte importante de los ciudadanos decidieran formar parte de las redes o cooperativas de agricultura ecológica? Disminución de la Tasa de Retorno Energético Agrícola, conservación de la fertilidad de los suelos, implantación del principio de localidad, etc. No es lo mismo comer productos ecológicos y cercanos que productos lejanos y envasados en exceso.

     ¿Qué sucedería si los ciudadanos dejasen de comprar prendas de vestir en las grandes tiendas que, para  aumentar sus ganancias, han trasladado (deslocalizado) su producción a talleres como los que hemos visto recientemente en Bangladesh?  No comparto la idea de quienes dicen que ello perjudicaría al países donde están establecidos esos talleres: hace años que se está luchando para que las empresas cambien de actitud y aún siguen funcionando, prácticamente, como desde el principio (con el beneplácito del Banco Mundial). Por otra parte, ¿qué sucedería si limitamos nuestro consumo?. No es lo mismo tener tres faldas que cinco. Hay que tener en cuenta los límites de nuestro planeta.

     Son solo unos pocos ejemplos. Únicamente hace falta pensar y desear contribuir a que el mundo sea un poco mejor. Son muchas las cosas que puede -y debe- hacer la sociedad civil. Según el eminente psiquiatra y filósofo alemán Karl Jaspers, "hay una solidaridad entre hombres como tales que hace a cada uno responsable de todo el agravio y toda la injusticia del mundo, especialmente de los crímenes que suceden en su presencia o con su conocimiento. Si no hago lo que pueda para impedirlo soy también culpable".

martes, 4 de junio de 2013

Afirmaciones del presidente del Banco Central Europeo

     En una noticia, titulada Draghi augura una "recuperación gradual" de la eurozona hacia final de año, el periodista recoge algunas afirmaciones realizadas por el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, en el discurso pronunciado en un la Conferencia Monetaria Internacional celebrada recientemente en Shanghái. Según esa noticia, a lo largo de ese discurso,  el presidente del BCE indicó  que la bajada de los tipos de interés que había anunciado últimamente "se basará en el aumento de la productividad" y que "solo mediante la firme implementación de las reformas estructurales se restaurará la competitividad de las economías de la eurozona", reiteró la necesidad de que los gobiernos de los países de la eurozona  sigan implementando los programas de ajuste "para inspirar confianza [a los mercados]".

     Al comparar este tipo de afirmaciones con la realidad de algunos países de la eurozona, cabe preguntar: ¿de qué recuperación habla el presidente del BCE?  Según el diccionario de la RAE, "recuperar" significa "volver a tomar o adquirir lo que antes se tenía", "volver a poner en servicio lo que ya estaba inservible", "volver a un estado de normalidad después de haber pasado por una situación difícil".  Sin embargo, el presidente del BCE parece que no hizo ninguna alusión a volver al "estado de normalidad", después de haber pasado o estar pasando por la obligación de rescatar al sector financiero de una situación creada por él mismo, consecuencia de una falta de regulación de este sector; en ningún momento, según las noticias publicadas, se ha referido a la recuperación o mejora del Estado de Bienestar que caracterizaba a la eurozona antes de ese acontecimiento, por ejemplo, no se refirió a volver a una sanidad pública universal (derecho humano), a una educación pública (el acceso a la educación es un derecho humano) o al derecho (humano) a la vivienda.  Tampoco debió decir ni una sola palabra, aunque fuera por educación o decencia, sobre las consecuencias para la población, sobre todo de su sector más pobre, de las "reformas estructurales" o "programas de ajuste"  en los que tanto insistía. (Tampoco dijo nada de las ventajas que esas "reformas" y "programas" suponía para el sector que gozaba de mayor poder adquisitivo).

     En otro periódico el título de la notica era  Draghi prevé una "mejora gradual" en la Eurozona en la segunda mitad de 2013 y en el texto se aclaraba que se trata de una "mejora gradual" de la "situación económica de la zona euro".  Algo que, como se decía, en la noticia anterior, solo es posible mediante una "firme implementación de las reformas estructurales", es decir, reducción del gasto público -supresión de todas las subvenciones necesarias para cumplir con la Declaración Universal de los Derechos Humanos- y un aumento de la "competitividad", en esencia, bajada de los salarios para los trabajadores, si es necesario por debajo del salario mínimo, como ha indicado el director de un banco estatal. Las grandes empresas se desplazan a los países del Tercer Mundo en busca de ese tipo de salario y ello, en absoluto, ha servido para "mejorar la situación económica" de la zona donde se han establecido.

     ¿Qué piensan los ciudadanos de la eurozona de todos ello? ¿qué piensan de la imposición de un sistema económico basado en los "programas de ajuste" que está sufriendo en la actualidad, por culpa de irregularidades cometidas por su sector financiero, producto de su insaciable avaricia? ¿qué piensan de un sistema que obra como si hubiéramos retrocedido a la época feudal? Si conseguimos dejas atrás Estados feudales y dictaduras, ¿como ahora no vamos a poder recuperar la democracia?