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sábado, 3 de febrero de 2018

Cultura de paz



Tras haberse llegado al borde de la destrucción  global, el 10 de febrero de 1963, Kennedy  pronunció su “discurseo de la paz” en el que instaba a emprender una búsqueda a escala mundial de soluciones a los problemas creados por los seres humanos.
“Demasiados de nosotros pensamos [que la paz] es un imposible. Demasiados pensamos que es irreal. Pero esta es una opinión peligrosa y derrotista, Nos lleva a concluir que la guerra es inevitable, que la humanidad está condenada, que somos presa de fuerzas que no podemos controlar. No tenemos por qué aceptar esta opinión. Nuestros problemas son fruto de la acción del ser humano; por consiguiente, el ser humano es capaz de resolverlos. Y el ser humano puede ser tan grande como desee. Ningún problema relacionado con el destino de la humanidad queda fuera del alcance de los seres humanos. La razón y el espíritu del ser humano ha resuelto a menudo lo irresoluble, y nosotros creemos que podemos volver a hacerlo. […]   porque la paz es un proceso, un modo de resolver problemas.
[…] En última instancia, nuestro vínculo común más esencial es que todos vivimos en este planeta. Todos respiramos un mismo aire. Todos valoramos el futuro de nuestros hijos y todos somos mortales”. (Extraido del libro de Jeffrey Sachs Economía para un planeta abarrotado, 2008:25-26).
En la actualidad, olvidando los principales retos económicos y políticos con que la humanidad debe enfrentarse: sostenibilidad medioambiental (cambio climático, agotamiento de recursos naturales, contaminación de aguas y aire,…), desigualdad económica entre países y dentro de un mismo país, pobreza extrema, consideración como mercancía los derechos humanos y los bienes comunes de la humanidad, …. una parte importante de nuestros dirigentes se dedican a aumentar sus gastos militares, a pesar de que existen armas  capaces de destruir varias veces nuestro el planeta en que vivimos.
No obstante, como decía Kennedy, “ningún problema relacionado con el destino de la humanidad queda fuera del alcance de los seres humanos” y a pesar de quienes considera la guerra como única manera de resolver todos los problemas, han surgido seres humanos que trabajan para la instauración de una “cultura de paz”.  La cultura de paz consiste en una serie de valores, actitudes y comportamientos, que rechazan la violencia y previenen los conflictos, tratando de atacar sus causas para solucionar los problemas mediante el diálogo y la negociación entre las personas y las naciones, teniendo en cuenta que los derechos humanos tienen que ser respetados e incluidos en esos tratados.
El término “cultura de paz” fue aprobado por la Asamblea General de la ONU el 6 de octubre de 1999 (Resolución 53/243). En el documento,  se incita a todos los (individuos, grupos, asociaciones, comunidades educativas, empresas e instituciones) a llevar a su actividad cotidiana un fuerte compromiso basado en el respeto por todas las vidas, el rechazo a la violencia, la generosidad, el entendimiento, la preservación ambiental y la solidaridad.  Se intenta concienciar al mundo sobre la necesidad de una cultura de paz,  que rechace toda clase de violencia, que nos ayudará a forjar un mundo más justo, más dolidarios, más libre, digno y armoniosos para todos.
La cultura de paz están incorporada en la agenda de los “Objetivos de Desarrollo Sostenible” de la ONU, porque no puede haber desarrollo sostenible sin paz, ni paz sin desarrollo sostenible. Se integran tres dimensiones del desarrollo: el económico, el social y el ambiental. La paz no es solo ausencia de conflictos.
Existen muchas personas y organizaciones que trabajan a favor de una cultura de paz. Entre las organizaciones tenemos la  Fundación Cultura de Paz, creada en 2000 con el objetivo de construir y consolidar una cultura de paz por medio de la reflexión, la investigación y la acción sobre el terreno, presidida por Federico Mayor Zaragoza.
El Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz realiza estudios científicos sobre la cooperación y los conflictos con el fin de contribuir a la comprensión de las condiciones necesarias para la resolución pacífica de los mismos y el mantenimiento de una paz duradera.
La Escuela Instrumento de Paz es una ONG dedicada a la promoción de la educación para la paz y los derechos humanos en todo el mundo.
De estas y otras organizaciones, así como de los textos aprobados por la ONU se pueden encontrar muchas referencias en Internet.
Debemos promover con rapidez y valentía la transición desde una economía de guerra a una economía de desarrollo global sostenible”. Federico Mayor Zaragoza.

jueves, 28 de septiembre de 2017

Nota optimista



En el suplemento Negocios de El País del 12 de septiembre de 2017 se publicó un trabajo de Rebeca Grynspan, responsable de la Secretaria General Iberoamericana, titulado “El cuarto sector; ¿otra economía es posible?”.  Grynspan  menciona que está ganando terreno el “producir con sostenibilidad ambiental y para el bienestar social”: en torno al 70% de los jóvenes aceptaría un salario más bajo a cambio de trabajar por una buena causa. “Es cierto que tienen (los jóvenes) la mirada fija en la pantalla del móvil  y dedican varias horas de su día a las redes sociales. Pero también quieren frenar el cambio climático, mitigar la creciente desigualdad, y vivir de acuerdo a una ética que no esté reñida con las ganancias”. Grynspan está hablando de “empresas sociales”. Señala que las empresas sociales “en muchos países suponen ya el 10% del producto interior bruto (PIB) y que emplean a una proporción considerable de trabajadores” y ello, añade, nos ayudarán a solucionar los principales problemas de nuestra era, permitiéndonos cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que todos los países del mundo se han comprometido a alcanzar para el año 2030”. Grynspan señala la necesidad de que la ciudadanía conozca  las oportunidades que ofrecen estas empresas (empresas sociales) y la necesidad de “ayudar a los distintos gobiernos a generar un ecosistema propicio para su crecimiento, con un marco regulatorio e instrumentos financieros adecuados”. Según ella, “se estima que para el año 2030, tres cuartas partes de las 500 empresas del mundo habrán desaparecido o habrán sido sustituidas por otras. Las empresas que sobrevivirán serán las que logren alinear sus intereses económicos con los valores de la sociedad”. Señala la necesidad de caminar hacia una “economía global renovada” Una economía más social, más justa y más sostenible. “Nuestra juventud lo demanda, pero sobretodo lo merece”.
El tema de las empresas sociales se ha convertido en uno de los temas más populares en muchas universidades. En España, la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) imparte un curso diseñado para fomentar la creación de empresas sociales y su posible financiación a través de la banca ética o el micromecenazgo.  En Internet existen muchas páginas dedicadas a este tema. Bill Drayton, Premio Príncipe de Asturias, es una de las figuras más destacadas del movimiento de la empresa social, es uno de los fundadores de Ashoka, una entidad que organiza encuentros que atraen a empresarios sociales de todo el mundo. Juan Cerro, fundador de Disruptivo.tv y promotor del emprendimiento social, es autor de un libro ¿Qué es el emprendimiento social? Negocios que cambian el mundo. La motivación del empresario social es “hacer el bien” en lugar de “ir bien.
Jeremy Rifkin, sociólogo, economista, escritor y asesor político, en su libro La sociedad de coste marginal cero considera que las empresas sociales pueden contribuir, de forma importante al “eclipse del capitalismo” (2014:325-330)”. En muchas de las economías industriales más avanzadas del mundo, estas empresas, como parte del sector sin ánimo de lucro, es el que genera más empleo: “es probable que estos porcentajes (empleo) aumenten a un ritmo constante en los próximos decenios a medida que el empleo pase de una economía de mercado muy automatizada a una economía social que requiere mucho trabajo humano. (Extraído de la revista Econométrica 6(3), julio de 1938, pág. 258).
Rifkin (2014: 332) indica que la proliferación de empresas sociales y organizaciones no gubernamentales hacen realidad el pronóstico de John Maynard, uno de los economistas más influyentes del siglo XX. Keynes imaginaba un mundo donde las máquinas habían liberado al ser humano de la dureza del trabajo en el mercado para que se pudiera dedicarse a actividades más nobles y elevadas; en la actualidad, a actividades relacionadas con la mejora del medio ambiente y aumento del bienestar social.
Afirma este sociólogo y economista que es previsible que ello de origen a “un orden económico tan distinto del capitalismo de mercado como este lo fue en su día de los sistemas feudales y medievales de los que surgió”. Todo depende de los ciudadanos, sobre todo de los jóvenes.

viernes, 28 de julio de 2017

Acontecimientos para reflexionar



     1.-Portugal se queda sin sardinas para las fiestas
 
     En El País del día 22 de este mes de julio se comentaba que en Portugal en ninguna de sus fiestas falta la sardina en barbacoa.  Sin embargo, este año el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, en sus siglas en inglés) ha recomendado que se suspenda la pesca de la sardina por un periodo mínimo de 15 años.

2.- Apocalipsis de los corales

Antonio Muñoz Molina, en un artículo publicado en Babelia de 21 de julio  describe la impresión que le causó el documental, Charing Coral,  que vio en Nueva York.
Los biólogos marinos , autores del documental, “enseñan a comprender la naturaleza sorprendente de esos organismos entre vegetales y animales que constituyen el coral: los pólipos que atrapan con sus tentáculos a criaturas diminutas y las digieren; las algas unicelulares que en el interior de sus tejidos aprovechan la luz solar de las aguas poco profundas para hacer la fotosíntesis; los millares de animales diversos que encuentran refugio en los túneles y los recovecos de las excrecencias coralíferas. El arrecife de coral es un gran organismo de una longevidad que llega a las decenas de miles de años. El más extenso de todos, la Gran Barrera de Coral del noreste de Australia, equivale en su longitud a toda la costa este de Estados Unidos”.
Y sin embargo, todo es de una fragilidad extrema. En palabras de Muñoz Molina,. "basta un aumento de la temperatura media de dos grados Fahrenheit para que los corales sufran transformaciones de color que son indicio de su muerte próxima: se vuelven azul cobalto, púrpura; luego adquieren un blanco de hueso, o de mármol. A continuación lo que fue una prodigiosa cordillera submarina de colores y formas orgánicas se convierte en algo como un bosque de árboles carbonizados, en una llanura de cenizas en las que se agitan tejidos en putrefacción movidos por el agua. Algunos peces nadan entre ellos como supervivientes en una ciudad arrasada por una explosión nuclear". En el documental se mostraba cómo eso sucede ahora mismo, cada día, de un mes a otro. En 2016, en un solo año, murió el 30% de la Gran Barrera de Australia.  Si eso sucediera en la superficie continental, la catástrofe no podría ocultarse; en ese año veríamos secarse la tercera parte de todos los árboles de Europa.

Son dos acontecimientos debidos a actividades humanas. ¿Tenemos derecho a destrozar, por ambición, egoísmo y comodidad, el planeta Tierra?