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jueves, 27 de abril de 2017

Muchas culturas, una sola humanidad

     Zygmun Bauman, sociólogo y filósofo polaco, uno de los pensadores más influyentes del último tercio del siglo XX, junto con el también sociólogo, Alain Touraine, recibió el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades de 2010,  Hoy quiero fablar de uno de sus libros, Múltiples culturas, una sola humanidad. Pero antes quiero recordar una de las entradas a este blog en la que recogí un texto en el que Touraine señalaba la necesidad de renovar y transformar la vida política para hacer frente a todos los problemas con los que se debe enfrentar la humanidad para sobrevivir y señalaba que esa transformación solo podía ser llevada a cabo por hombres y mujeres que vislumbran las enormes posibilidades que tienen por el simple hecho de ser humanos.
     En la actualidad, en el mundo existen muchas culturas, pero se pretende ignorar que son expresión de una sola humanidad. Kant hace más de 200 años, en su libro La paz perpetua, fue el primero que habló de una necesaria unificación universal del género humano. Para Kant esa unificación era necesaria para evitar la guerra, las guerras. En Múltiples culturas, una sola humanidad, Bauman indica que, de pronto, todo el mundo se ha empezado a interesar por ese libro de Kant y que eso es un buen síntoma; hay que tener en cuenta los tipos de armas de que, ahora, disponemos, armas capaces de terminar con la vida humana en la Tierra. Sin embargo, actualmente, muchos están obsesionados por trazar fronteras. ¿Cuál es el motivo?
     En el señalado libro de Bauman, este dice: "Todos y todas pertenecemos a la raza humana. Todos y todas somos humanos. Pero cada uno de nosotros y nosotras es único y distinto de todos los demás. Las diferencias son infinitas. Si uno mira a su alrededor, no encontrará a ninguna otra persona  que sea exactamente uno. No hay dos seres humanos idénticos en todo el planeta. Pero, generalmente, la mayoría de estas diferencias no nos importan. No nos impiden interactuar. Las pasamos por alto o las desde ignoramos por irrelevantes. Solo hay algunas que, en determinadas ocasiones y de manera repentina, llaman nuestra atención, nos molestan [...] Se empieza trazando una frontera y, a continuación, la gente comienza a buscar razones que justifiquen la implantación de una línea fronteriza".
     ¿Qué clase de diferencias están adquiriendo tan gran importancia?  Según Bauman, "nuestra presente obsesión proviene de la desesperanza de nuestras esperanzas o, lo que es lo mismo, de nuestros intentos desesperados por dar con soluciones locales para problemas producidos globalmente", A continuación, explica: "Los problemas globales solo pueden tener soluciones globales. Pero estas han estado, hasta el momento, fuera de nuestro alcance. [...] En nuestro mundo, cada vez más globalizado, hay política global sin poder y poder global sin política (o sea un poder sin limitaciones). [...] Nos vemos obligados, por lo tanto, a usar las únicas herramientas de acción colectiva eficaces de las que disponemos, que son herramientas locales, con la esperanza de que, de algún modo, nos protejan de los peligros desbocados, desenfrenados e impenetrables, de los poderes globales que no controlamos. Sufrimos la incertidumbre, los miedos, las pesadillas que emanan de procesos sobre los que carecemos de control, de los que únicamente tenemos un conocimiento parcial y que -nos tememos- somos demasiados débiles para dominar. Todo se debe a que son herramientas locales, con la esperanza de que, de algún modo, nos protejan de los peligros desbocados, desenfrenados e impenetrables, de los poderes globales que no controlamos. Sufrimos la incertidumbre, los miedos, las pesadillas, que emanan de procesos sobre los que carecemos de control, de los que únicamente tenemos un conocimiento parcial y que –nos tememos- somos demasiado débiles para dominar. Todo se reduce a una vaga sensación de inseguridad”. En ello está el origen de las fronteras.
Tenemos que evitar la guerra de todos contra todos. Según Bauman, "o unimos nuestras manos o unimos la comitiva fúnebre de nuestro entierro en una misma  y colosal fosa común.

domingo, 23 de abril de 2017

El Día Mundial de la Tierra

Para recordar que el planeta Tierra nos suministra todo lo que necesitamos para vivir, la ONU instituyó el Día Mundial de la Tierra. Ese dia debemos observar en que situación se encuentra y ser conscientes de los arreglos que debemos llevar a cabo con el objetivo de dejarla en las mejores condiciones posibles para que pueda albergar a nuestros hijos y nietos.  Desde este punto de vista, el propósito principal de este Día Mundial de la Tierra  es detener globalmente la pérdida de fertilidad de los suelos: son ellos los que nos proporcionan los alimentos que se necesitan para vivir.
     En Europa, la superficie agrícola de que se dispone, en la actualidad. es insuficiente para suministrar los alimentos que consumimos los europeos; se necesita, aproximadamente, el doble de la superficie agrícola cultivada: hay que tener en cuenta que, en los últimos años, ha aumentado la superficie utilizada para asentamientos e infraestructuras y se ha utilizado como forma más barata  de eliminar toda clase de residuos. Sin embargo, porque un suelo fértil es el recurso natural más precioso y escaso, deberíamos protegerlo y evitar cualquier proceso de contaminación, erosión o desertificación. En varias ocasiones, la FAO se ha pronunciado a favor de la agricultura ecológica como mejor método de mejorar la fertilidad de un suelo.
     Accidentalmente, me he enterado que más de quinientas organizaciones de todos los países europeos, bajo la Iniciativa Ciudadana Europea People4Soil, han enviado una carta abierta al presidente de la Comunidad Europea, solicitando unas leyes específicas para proteger los suelos.
     Ello sin olvidar que en América del Sur y en el África subsahariana, grandes empresas se están apoderando de las tierras fértiles, generando grandes flujos migratorios. A esas grandes empresas, en busca de las mayores ganancias económicas posibles, no les preocupa la pérdida de fertilidad de los suelos de los suelos. Entre nosotros, debido al envejecimiento de los agricultores, sucede algo parecido. Por otra parte, no hay que olvidar que, sobre todo, a raíz de la actual crisis financiera global, la tierra se ha convertido en un instrumento financiero con el que se pueden llevar operaciones especulativas, capaces de proporcionar grandes ganancias económicas. "Sin reparo, Wall Street se ha metido a granjero".
    Al margen de esto, "Movemos Europa" está recogiendo firmas para pedir a la Comunidad Europea que proponga a "los Estados miembros la prohibición del glifosato, la reforma del procedimiento de aprobación de pesticidas y el establecimiento de objetivos de reducción del empleo de pesticidas de carácter vinculante en toda la UE. Ello se debe a que en marzo de 2015, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, dependiente de la Organización Mundial de la Salud, consideró que este herbicida como "probable carcinógeno para los humanos", una clasificación que se emplea cuando existen "evidencias limitadas" en seres humanos y "evidencias suficientes" en animales de laboratorio. El sentido común nos dice que un producto con las características del glifosato no debería ser empleado en nuestros campos y en nuestros jardines y parques. Por otra parte, el empleo constante de glifosato contribuye, también, a la pérdida de salud del suelo.

lunes, 17 de abril de 2017

Manual de Washington

     Necesito manifestar mi desacuerdo con el autor del artículo "Trump gana la mano a Obama" (El País, suplemento Ideas del 16 de abril último). El artículo se refiere al reciente ataque con misiles, por parte de Estados Unidos, a una base de El Asad en Siria, algo, según el autor del artículo, "una actuación conforme con la responsabilidad de la primera potencia mundial". Habla de un "manual de Washington", "conjunto de reglas implícitas en los gobiernos estadounideses desde hace muchas décadas que conduce a enfrentar cualquier problema con una solución militar que tiene por objeto demostrar y mantener la capacidad disuasiva de la superpotencia". No seguir este manual hace que "Washington pierda toda la credibilidad de su capacidad disuasiva, en la región y en el resto del mundo (en Corea, por ejemplo)". Y añade. "¿Cómo es posible que el presidente mejor preparado para hacer estupideces haya realizado por una vez una acción inteligente, que restaura la disuasión estadounidense y con ello favorece la estabilidads internacional?
     Personalmente, no creo que la estabilidad inernacional dependa de la capacidad militar disausoria de Estados Unidos. Antes al contrario, creo, que esa demostración de fuerza puede dar origen a una gran inestabilidad internacional, a   un estallido de violencia que afecte a millones de personas en todo el mundo islámico.  Desde mi punto de vista no es nada inteligente obrar como ha obrado Trump; lo verdaderamente inteligente -mejor dicho, sabio- hubiera sido negociar, dialogar. Nunca hay que olvidar que en toda guerra se mata o hiere gravemente a miles de personas, entre ellas, ninos completamente inocentes y, muy frecuentemente, no soluciona nada.
     Además, tenemos armas nucleares: las suficientes para terminar con la vida en el planeta.
Todos los países creen tener motivos para obtener estas armas, de los cuales el más importante es que uno o más de sus enemigos más temibles ya poseen armamento nuclear.

     A continuación un párrafo del libro de Jeffrey Sachs, una persona mucho más inteligente que Trump y sus asesores militaes “ Solo conseguiremos sobrevivir a largo plazo si reconocemos que la inmensa mayoría de la población de Oriente Próximo. China, la India y el resto del mundo igual que la de Estados Unidos, ansía prosperidad y seguridad, no dominar a los demás. Nuestros temores  pueden arrebatarnos lo mejor de nosotros mismos. Por consiguiente, debemos entrenarnos y orientar nuestra política exterior a comprender el mundo no solo tal como nosotros lo vemos, sino también tal como lo ven los demás. Es la clave para apreciar nustra comunidad de destino y de riqueza, sobre el planeta” “La negociación es el único enfoque productivo”. "Necesitamos diplomacia, no guerra”. (Extraído del libro de Sachs Economía para un planeta abarrotado, 2008)

miércoles, 12 de abril de 2017

Ataque químico y charco de lágrimas


     Me asombra, al mismo tiempo que, me enfurece la forma como los dirigentes políticos responden al ataque químico sobre Jan Aheijun, ordenado por Bachar el Asad. Murieron personas mayores y niños todos inocentes. Duele, especialmente, la muerte de los niños que como ha dicho Félix de Azúa, “ni siquiera sabían lo que es el mal””. “Hay algo profundamente podrido en el cerebro de los asesinos de niños”. Yo diría, en “los asesinos” y en los que observan, impasibles, “el asesinato”. ¿Qué hicieron nuestros políticos?  Solo pensar en sí mismos: poderío, papel en el mundo.
     Los dirigentes políticos y, también, muchos de los que les votaron están tranquilos: ninguno de sus seres queridos están en peligro, sobre sus mansiones nunca caerán bombas, nunca sufrirán un ataque químico, ninguno va a tener que subir a un bote de goma o a una patera en busca de un lugar donde poder vivir tranquilo, ninguno sufrirá la humillación que supone no ser aceptado en ningún lugar. No se han dado cuenta de que han dejado de pertenecer a la especie humana. Quizás fueron humanos sus padres o los padres de sus padres, pero, por alguna razón, ellos han perdido la humanidad, aunque su forma exterior no ha sufrido ningún cambio; ahora carecen de empatía y solidaridad, son insensibles, egoístas y ambiciosos.
     El domingo, día 9 último, Rosa Montero escribió un artículo en El País Semanal que empezaba así: "Qué maravilla que existan individuos [seres humanos] que nos enseñan que aliviar aunque sea un mínima porción de dolor es lo único que conseguirá salvarnos a todos". Salvar nuestra civilización.
     Decía Rosa Montero: "Hoy quería hablar de esos seres de luz que viven con nosotros a los que casi nunca prestamos demasiada atención, porque suelen ser gente discreta". En lugar de discreta o además de discreta, yo diría, pertenecientes a la especie humana.
     "Son esas personas, aclara Rosa Montero, que, mientras que, mientras los Gobiernos se enrocan un una pasividad criminal y la mayoría de los ciudadanos no hacemos nada por los refugiados, salvo reconcomernos y sentir una impotencia enorme, ellos dan un paso hacia adelante y actúan, demostrándonos que hay formas de reaccionar y actuar".  "Por ejemplo, hay un puñado de voluntarios independientes, todos de Barcelona, que se conocieron hace menos de un año en los campos de refugiados de de Grecia. Allí se dieron cuenta de que los niños que vivían en ese entorno, descoyuntado y extremo no tenían acceso a ningún tipo de educación. Entonces estos locos geniales se constituyeron como asociación (se llaman Open Cultural Center, OCC) para poder acceder a los campos militarizados y montar allí dos centros culturales, uno en Cherso y otro en Sounio. Dan clase de matemáticas, de árabe y de inglés con ayuda de los propios refugiados, que algunos son profesores. Los centros proporcionan a los niños un entorno seguro, una rutina que normaliza el caos y el acceso a actividades lúdicas: música, dibujo, deporte".
     Rosa Montero termina su artículo escribiendo: "Pero qué maravilla que existan individuos así, estos voluntarios de OCC y muchos otros, gente eficaz, serena, de cabeza clara y corazón sólido, que saben que el mar no se puede vaciar con una taza pero un charquito sí,. y que eso, ponernos en marcha, no cerrar los ojos, aliviar aunque solo sea una mínima porción del dolor del mundo, secar un charco de lágrimas es lo único que nos salvará a todos".
     El título del artículo es secar un charco de lágrimas".

lunes, 3 de abril de 2017

Prohibido mostrar empatía

     He leído en un periódico (El País, 1 de abril último) una noticia titulada "Multas por alimentar extranjeros" en la que se indica que "en Ventimiglia es ilegal dar de comer a los migrantes. O, al menos en la calle [...] acaba de ser multada una persona por ayudar a una persona de origen africano".  ¿Puede declararse ilegal poner de manifiesto que somos empáticos por naturaleza?  ¿Hasta qué punto tenemos obligación de obedecer esta orden? Es famosa la frase que dijo Mahayma Gandhi en su campaña de resistencia contra la ocupación británica de India: "Cuando la ley es injusta, lo correcto es no obedecer". Es uno de los ejemplos de desobediencia civil que han tenido lugar a lo largo de la historia. Pero, en este caso, no se trata solo de desobedecer; es necesario actuar, colaborar, en la búsqueda de soluciones al problema.
     ¿Cuántos hombres, mujeres y niños han muerto intentando llegar a Europa?  ¿Cuántos niños vagan, sin sus padres, por países desconocidos para ellos, a merced de todo tipo de peligros? Huyen de las guerras, de la represión, de la pobreza, de la carencia de un futuro decente.
     Los países europeos no han sido capaces de encontrar una solución civilizada a estas mareas migratorias que solo piden una oportunidad de vivir decentemente.
     Los flujos humanos se han dado en múltiples ocasiones. Nadie se cree que una Unión Europea de 500 millones de habitantes no pueda asumir entre un 0,5 y un 1% más de población.   ¿Qué ha fallado? A mi juicio, se ha exagerado el concepto de identidad nacional y, sobre todo, no se ha asimilado correctamente la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Independientemente de que se acepte o no el concepto de identidad nacional, la mejor solución es atender al origen de estos flujos migratorios, la guerra y el hambre, es decir, llevar a cabo una eficaz ayuda al desarrollo y desechar la guerra como medio de resolución de conflictos.
     Kark Jaspers, eminente psiquiatra y filósofo alemán, dictó en la Universidad de Heilderberg, un curso sobre "la culpa y la responsabilidad política de Alemania", cuyo texto se publicó en el libro El problema de la culpa. ¿Eran todos los alemanes culpables de las atrocidades del régimen nazi? Para que tales atrocidades hubieran tenido lugar, la mayoría de la población debió colaborar, unas veces de forma activa y otras de forma pasiva. Jaspers distingue cuatro tipos de culpa: culpa criminal, moral, política y metafísica. La culpa metafísica puede ser colectiva y heredada, y está relacionada con la responsabilidad. En palabras de Jaspers, "hay una solidaridad entre hombres como tales, que hace que a cada uno responsable de todo el agravio y de toda la injusticia del mundo, especialmente de los crímenes que suceden en su presencia o con su conocimiento. Si no hago lo que pueda para impedirlos, soy también culpable".
     A esa responsabilidad se refiere la Declaración de Responsabilidades y Derechos Humanos proclamada, en 1998 en Valencia, en el marco de la UNESCO y con el apoyo de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, para conmemorar el cincuenta aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. En esta Declaración, se proponen, sistemática y exhaustivamente, los deberes y responsabilidades, colectivos e individuales, que resultan necesarios para la implementación efectiva y universal de los derechos humanos.