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jueves, 28 de enero de 2016

OUISHARE

     La primera vez que supe de la existencia de la economía colaborativa fue leyendo el libro de Jeremy Rifkin La sociedad de coste marginal cero. El Internet de las cosas, el procomún colaborativo y el eclipse del capitalismo (2014. Barcelona. Paidós). Ahora sé que para salvar la falta de conocimiento acerca de las iniciativas que forman parte de este tipo de economía ha surgido una Organización y Comunidad Global denominada Ouishare.
     Con el objetivo de dar a conocer a la ciudadanía el papel tan importante que, en estos momentos, puede y debe jugar la economía colaborativa, desde el equipo Ouishare España se ha desarrollado el primer MOOC (Curso Abierto Online y Masivo) sobre economía colaborativa en español.
     Es un curso totalmente abierto, donde se acercan y aclaran conceptos clave asociados a este tipo de economía, se comparten multitud de contenidos y herramientas para experimentarla y, además, se reflexiona sobre el futuro del trabajo, el nuevo modelo productivo centrado en comunidades y el ciudadano productor-consumidor (prosumidor, en lenguaje de Jeremy Rifkin), la posibilidad que las empresas tradicionales tienen de adaptarse a esta emergente tendencia, las nuevas regulaciones y más temas interesantes que se deben conocer sobre una economía. a juicio de Rifkin (2015. 384), "más justa, más humanizada y más sostenible para todos los seres humanos de la Tierra en la primera mitad del siglo XXI."
     En este curso, los contenidos en formato texto se combinan con contenidos en vídeo con subtítulos y audio-resúmenes siempre con el fin de hacerlo más  accesible a todas las personas.
     Aunque el curso está abierto a todos los públicos, uno de los objetivos fundamentales es distribuirse entre la comunidad universitaria  y en el entorno de las escuelas de negocios.
     La presentación oficial de este curso tuvo lugar durante el primer evento sobre Economía Colaborativa en España, en el Ouishare Fest Barcelona que tuvo lugar los días 19, 20 y 21 de noviembre último. Todas las sesiones de este Ouishare Fesr fueron grabadas y recientemente presentadas en Internet a disposición de todas las personas. Con anterioridad, se habían celebrado en París tres ediciones de Ouilshare Fest.
     La Economía Colaborativa no es un fenómeno on-line, si bien ha encontrad en Internet el medio ideal para difundirse. Son muchos los especialistas que indican que esta economía representa un cambio social progresivo muy profundo y que, sin duda alguna, tendrá importantes repercusiones sobre el tejido empresarial internacional.
     Cuando se habla de cambio climático, escasez de recursos naturales y ciudadanos en situación de extrema pobreza adquiere una gran importancia el que una proporción cada vez mayor de personas comparta con otras sus bienes -su coche, su casa e, incluso, su energía eléctrica- cuando no los está usando o que busque productos de segunda mano en buen estado antes de comprarlos en una tienda.

NOTA. Desde aquí muchas gracias a quienes participan en la confección de blogs.elpais.com/alterconsumismo.  Ellos me han enseñado todo lo que sé sobre el Ouishare.

lunes, 25 de enero de 2016

Cambio climático

     La pasada crisis financiera ha conducido a una situación cada vez más intolerable: el vigente sistema económico, nacido en 1970-1980, está destruyendo las condiciones de vida en el planeta y conduce a la destrucción del hombre por el hombre. En el capitalismo neoliberal el ser humano se ha convertido en "enemigo de la Naturaleza",
     Desde hace años, el  Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (creado en 1988, conocido por GIEC, sus siglas en español o IPCC, sus siglas en inglés) elaboran informe tras informe presentando el cambio climático  como el problema más importante y más urgente jamás planteado a la Humanidad. Del 30 de noviembre al 11 de diciembre últimos se celebró en París la XXI Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático.
      "Las poblaciones más pobres serán las primeras en sufrir los efectos del cambio climático, y las nuevas generaciones serán las que, a mediados del siglo XXI, sufrirán a causa de las alteraciones del clima". Harold Welzer afirma que "el cambio climático agrava las desigualdades globales en condiciones de vida y de supervivencias, porque afecta a las sociedades de forma muy diversa", (H. Welzer, Guerras climáticas: por qué mataremos (y nos matarán) en el siglo XXI, Katz, Barcelona, 2011).
     "¿Por qué razón el desastre anunciado por las autoridades científicas no suscita, salvo en una minoría, la movilización que sería de esperar?  El diagnóstico extremadamente grave establecido por el PNUD, el GIEC y por numerosas instituciones hoy en día plantea la cuestión de una acción colectiva capaz de responder a la urgencia climática". Sin embargo, ni las empresas ni los Estados aportan las respuestas capaces de hacer frente a los procesos desencadenados, Los repetidos fracasos de las cumbres sobre el cambio climático ponen de relieve, en efecto, la cerrazón de los dirigentes políticos y económicos dentro de la lógica de la competencia mundial. La idea de un destino común de la Humanidad [todos somos ciudadanos del mundo] todavía no se impone y las vías para una indispensable cooperación siguen obturadas".
     "Dicha tragedia no se debe tanto a que la Humanidad ignore lo que le espera, como al hecho de que está bajo el control de los grupos económicos, las clases sociales y las castas económicas que, sin ceder nada en cuanto a derechos y privilegios, quisieran prolongar el ejercicio de su dominio alimentando la guerra económica, el chantaje del paro y el miedo al extranjero".
     "La crisis ecológica no es la única que afecta al destino de las poblaciones del globo. Hasta sería peligroso pensar que solo la urgencia climática deberá reclamar una movilización general, mientras que las empresas, las clases dominantes y los Estados podrían seguir peleándose, como si nada, por acaparar el máximo de riqueza, de poder, de prestigio, as usual. Pero esta crisis, sin duda más que otras, es significativa de los callejones sin salida a los que nos enfrentamos".
     En la recepción,  en el Foro Económico Mundial de Davos, del Crystal Awwars en la noche del 19 de enero último, Leonardo DiCaprio dijo: "No podemos permitir que la avaricia corporativa de las industrias del carbón, petróleo y gas determinen el futuro de la Humanidad". No se trata solo de estas industrias: la razón última se encuentra en el crecimiento económico, dios del imperante sistema económico-social.
   
NOTA. Todos los entrecomillados y, por tanto, la parte más importante de esta "píldora para pensar", pertenecen a Christian Laval y Pierre Dardot, Común. Ensayo sobre la revolución en el siglo XXI. Barcelona, Ed, Gedisa (2015. 17-18)  

sábado, 23 de enero de 2016

¿Es necesaria tanta desigualdad?

     He leído un artículo titulado ¿Es necesaria tanta desigualdad?. Puesto que el autor del artículo es economista, era natural pensar que se la desigualdad por la que preguntaba era la "desigualdad económica". ¿Es necesaria tanta desigualdad económica, como la existente en la actualidad? Y, ¿para qué es necesaria?
     Pensando en ese para qué, he recordado que estamos en un mundo cuya religión es la economía. cuyo dios es el crecimiento económico y sus sacerdotes las élites económicas.
     No estaba confundida. El autor del artículo a la pregunta: "¿Existe alguna razón que, a la larga, justifique una gran desigualdad?, contesta: "No les sorprenderá escuchar que muchos miembros de la élite económica creen que la hay. Tampoco se sorprenderán si les digo que yo no estoy de acuerdo, que creo que la economía puede prosperar con mucha menos concentración de ingresos y riqueza en la cúspide de la pirámide económica".
     Según el autor del artículo, "la pregunta interesante es si podemos redistribuir una parte de los ingresos que actualmente van a parar a élites minoritarias y destinarlos a otros fines sin entorpecer el progreso económico".    Y añade: "Dado el hecho de que la riqueza suele ser el reflejo de la suerte o el poder, hay muchos argumentos a favor de que se recaude parte de esa riqueza en forma de impuestos y se use para fortalecer la sociedad en su conjunto, siempre que no se destruyan los incentivos para seguir creando riqueza". (Curioso argumento a favor de reducir la desigualdad económica)
     Para demostrar que no hay motivos para pensar que se destruirían los incentivos para seguir creando riqueza, indica: "Si echamos la vista atrás, Estados Unidos alcanzó el crecimiento y el progreso tecnológico más rápido que ha tenido durante las décadas de 1950 y 1960, a pesar de que los tipos impositivos máximos eran mucho más altos y la desigualdad mucho menor que hoy día".
     A continuación, pone el ejemplo de Suecia. "En el mundo actual, los países con impuestos elevados y poca desigualdad, como Suecia, son también muy innovadores y poseen muchas empresas de reciente creación".
     Y termina diciendo: "Así que, volviendo a mi pregunta inicial. no, los ricos o tienen que ser tan ricos, como lo son. La desigualdad es inevitable; la desigualdad extrema que existe hoy en Estados Unidos no lo es".
     Desde mi punto de vista, se trata de sustituir el crecimiento estrictamente económico por un crecimiento "en humanidad". Un desafío que merece la pena intentar.
     En una entrada publicada el 9 de octubre de 2012, comentaba "el constante aumento de la desigualdad económica y social que se viene registrando en las sociedades occidentales desde 1970"
 Indicaba como sin darnos cuenta se había pasado de un escala de retribuciones (entre trabajadores y directivos) de 1:6 a 1:300, es decir, mientras que no hace mucho la retribución de un directivo era 6 veces la de un trabajador, ahora la retribución del directivo es 300 veces mayor". Nada de lo que dice el autor del artículo ¿Es necesaria tanta desigualdad?: "... una enorme desigualdad podría explicarse porque existan grandes diferencias de productividad ...".
    Repito. Se trata de crecer "en humanidad", algo incompatible con el crecimiento económico.

NOTA El autor del artículo que he comentado es Paul Krugman, Premio Nobel de Economía 2008 y ha sido publicado en el suplemento Negocios del periódico El País. de 17 de enero de 2016.

jueves, 21 de enero de 2016

Nuevos acuerdos comerciales

     El Premio Nobel de Economía 2001 ha escrito un artículo La nueva geoeconomía (suplemento Negocios, El País del 17 de enero último) en el que pasa revista a los cambios sufridos por el sistema económico, en general, durante el último año. Como complemento a la entrada que publiqué el 27 de octubre de 2015 acerca del TTIP,  me parece oportuno recoger aquí los cambios relacionados con el comercio internacional, que este Premio Nobel califica como las "decisiones geoeconómicas más controvertidas del año pasado"
     Joseph E. Stiglitz después de señalar las razones por las que fracasaron las conversaciones globales sobre el comercio, llevadas a cabo por la Organización Mundial de Comercio (OMC), señala el empleo por parte de Estados Unidos de una estrategia  de "divide y vencerás", basada  en "bloques comerciales y acuerdos que se superponen". Esta estrategia consiste en intentar la firma de dos Acuerdos independientes: uno con la mayor parte de las regiones del Atlántico y otro para las del Pacífico, conocidos por sus siglas en inglés, TTIP y TTP.
     Copio, a continuación, algunos párrafos de ese artículo relacionadas con esos Acuerdos.
     A través de estos Acuerdos, "el comercio estará gobernado por documentos de miles de páginas de longitud y repletos de complejas regulaciones de  origen, que contradicen los principios básicos de eficiencia y de libre circulación de bienes".
     "El problema no son las cláusulas del acuerdo relativas al comercio, sino el capítulo de 'inversiones', que restringe seriamente regulaciones medioambientales, sanitarias, de seguridad e incluso financieras que tengan un impacto económico significativo".
     "En concreto, el capítulo da a los inversores extranjeros el derecho de llevar a los Gobiernos a tribunales internacionales cuando crean que las regulaciones gubernamentales contraríen los términos [del correspondiente Acuerdo] (que tiene más de 6.000 páginas)."
     "A la vez que el lenguaje es complejo -lo que invita a costosas procesos entre poderosas corporaciones [grandes empresas multinacionales] y Gobiernos a los que les cuesta financiarse-, incluso las regulaciones que protegen al planeta de las emisiones de gases de efecto invernadero son vulnerables. Los únicos reglamentos que parecen a salvo son los que tienen que ver con cigarrillos: los juicios abiertos contra Uruguay y Australia por pedir un simple etiquetado acerca de los riesgos sanitarios han recibido demasiada atención negativa. Pero hay aún muchísimas dudas acerca de la posibilidad de demandas judiciales en miles de otras áreas."
     "... las reglas que gobiernan el comercio global están escritas por y para las grandes empresas estadounidenses. Esto debería ser inaceptable para cualquiera comprometido con unos principios democráticos."
     El artículo termina con el siguiente párrafo: "En 2016, debemos esperar que (...) se inicie una nueva era de acuerdos comerciales que no recompensen a los poderosos y castiguen a los débiles. El acuerdo climático de París puede presagiar el espíritu y la mentalidad necesarios para sostener una auténtica cooperación global."

lunes, 18 de enero de 2016

Adelantos técnicos

     Ante la admiración o devoción de algunas personas hacia los adelantos técnicos me parece útil hacer algunos comentarios.
     He leído que existe un movimiento que se denomina "transhumanista", según el cual dentro de unos años se producirá una fusión entre tecnología e inteligencia humana, dando lugar a una era en que se impondrá la inteligencia no biológica de los posthumanos; auguran un "humano mejorado" (o "transhumano") primero y un "posthumano" superior después.
     Desde mi punto de vista, la predicción de  humano mejorado mediante la tecnología supone una gran ignorancia acerca de los atributos de la especie humana o un deseo de construir un ser que carezca de esos atributos ¿Se podría considerar que esta construcción sería un humano mejorado?
     El hecho de que el superordenador Deep Blue ganase a Gari Kaspárov en los años noventa, ¿suponía que Deep Blue era más inteligente que Kaspárov?  Sin duda, no. Lo que puso de manifiesto es que el ser humano era lo suficientemente inteligente para crear una máquina dotada de un gran capacidad de cálculo, pero que carecía de la intuición de Kaspárov , intuición que le permitía adivinar la forma de la partida a varias jugadas vista.
     El ser humano junto con inteligencia tiene sabiduría, algo que nunca puede tener una máquina: la sabiduría supone un grado más elevado de conocimiento, invita a la  reflexión y al análisis de las causas y efectos de las situaciones que se viven. Pero, además y sobre todo, el ser humano tiene empatía, solidaridad, creatividad, ... En palabras de arqueólogo Eduald Carbonell. un ser que carezca de estas competencias no es un ser humano sino un humanoide, es decir, un ser que tiene un aspecto físico muy parecido al ser humano, sin ser humano.  Los androides son robots humanoides, construidos para parecerse estéticamente -solo estéticamente- a los humanos
     Los transhumanistas mencionan la posibilidad de llevar a cabo mejoras artificiales (genéticas, orgánicas, tecnológicas) del ser humano, dando lugar a una era en que se impondrá la inteligencia no biológica de los posthumanos. Desaparecerá del planeta Tierra la especie humana; uno de sus miembros porque se convierten en posthumanos y otros porque no tienen poder adquisitivo para experimentar esas "mejoras artificiales". ¿Quién considera adecuada esa situación?  Es responsabilidad nuestra hacer uso de la ética para que eso nunca suceda.
     Ernst F. Scumacher, un intelectual y economista de gran influencia a nivel internacional, en su libro Lo pequeño es hermoso, uno de los cien libros más influyentes desde la Segunda Guerra Mundial, dice que "el hombre es demasiado inteligente para ser capaz de vivir sin sabiduría". Según este economista, "en el momento presente hay muy pocas dudas de que la humanidad está en peligro mortal, no porque carezcamos de conocimientos científicos y tecnológicos, sino porque tendemos a usarlos destructivamente, sin sabiduría".  Utilizarlos con sabiduría esos conocimientos sería emplearlos para que el ser humano tuviera más tiempo para desarrollar actividades realmente humanas, y no para tener que emplear todo el tiempo en actividades repetitivas, que puede hacer cualquier robot.

jueves, 14 de enero de 2016

Inhumanidad

     Acabo de enterarme de lo que está sucediendo en Siria, concretamente, en Madaya. Es algo tan inhumano que no tengo por menos que compartirlo con ustedes.
     Madaya es una ciudad siria sitiada por el ejército desde el pasado mes de julio; desde entonces unas 42.000 personas están condenadas a morir de hambre. El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH) ha informado de la muerte de varias personas por "la explosión de una mina o por disparos de francotiradores, apostados en lugares estratégicos de salida de la ciudad. Los fallecidos pretendían romper el cerco y salir en busca de comida".
     Dicen que es una estrategia militar habitualmente utilizada por Bachard El Asad y que Madaya no es la única ciudad en la que utiliza esa estrategia .  Según Soledad Gallego-Díaz  (El País, suplemento Ideas, del 10 de enero último): "La situación en Madaya y las consecuencias de la estrategia de cerco por inanición practicada extensamente por Bachard El Asad han sido  perfectamente conocidas desde el primer momento por todos los Gobiernos del mundo civilizado."
     Y añade: "Cierto que la comunidad internacional piensa que el Gobierno de El Asad puede ser útil en la lucha contra Daesh, el movimiento terrorista que provoca pesadillas en Occidente, pero aún así, nada puede explicar que se permita la reducción por hambre de poblaciones civiles.  Esa no es una excusa, más bien es una demostración de la inhumanidad de nuestros dirigentes. Que el cerco de Madaya haya llegado a donde ha llegado es una muestra de nuestra inhumanidad y de la inhumanidad de nuestros dirigentes, del terrible desaliento en el que nos movemos los ciudadanos y de la terrible indiferencia con la que nuestros dirigentes calculan lo que consideran nuestros intereses."
     ¿Es propio de seres que se autodenominan  civilizados, lo que nuestros dirigentes están haciendo con los refugiados que huyen de la guerra? ¿En que se diferencian Madaya y un campo de refugiados? Los campos de refugiados son como una prisión. Un campo de refugiados es un espacio cerrado y vallado del que no se permite salir y volver a entrar por su propia voluntad a ningún refugiado, una vez registrado. El campamento está custodiado por policías armados. A los refugiados no se les permite desarrollar algún tipo de trabajo: como si estuvieran en la cárcel, reciben su ración diaria de comida y agua, y  se les pide que esperen pasivamente. Algunos refugiados no pueden soportar estas condiciones y deciden salir a pesar de todos los peligros que les esperan fuera. (nationalgeographic.es.  Se pudo ver en la televisión, en un programa de La Sexta).
     Tanto en el caso de Madaya como en el de los refugiados, con un mínimo de creatividad y sabiduría se hubiera podido encontrar mejores soluciones: gran parte de los ciudadanos estaban dispuestos a colaborar.
      Pero, nuestros dirigentes han perdido todas las características de la especie humana: solidaridad, empatía, pensamiento creativo, sabiduría...

martes, 12 de enero de 2016

La pobreza en el mundo

   
     En las últimas entradas a este blog, he estado hablando de países pobres y programas de desarrollo, pero el tema de la pobreza es mucho más complejo.  A mediados de los años ochenta empezaron a aparecer en los países más prósperos unas zonas de pobreza que los programas de austeridad no han hecho sino profundizar. La extrema pobreza y el hambre, flagelos que azotan la mayor parte de los países en desarrollo, atacan también a amplios sectores de población de los países desarrollados. En conclusión, ahora solo existe un mundo en vías de desarrollo.
     Es comprensible que, en épocas de crisis o austeridad,  los países ricos olviden la situación de los países que Paul Collier coloca en el "club de la miseria". Sin embargo, cuando se vive en un mundo que los adelantos técnicos han convertido en una aldea,  es un gran error no analizar el subdesarrollo y la pobreza en los países del Sur, al mismo tiempo que se intenta solucionar el  problema de la desigualdad económica existente en los países del Norte.
     En el caso de las bolsas de pobreza, existentes en los países ricos, nuestras élites suelen indicar que se arreglarán  con el aumento del crecimiento  económico, aunque la experiencia ha enseñado que eso es una gran mentira.
     Una de las razones por las que no considero acertado el enfoque de Paul Collier para solucionar el problema del "club de la miseria" es su insistencia, precisamente, en el crecimiento económico de dichos países. Dice este ex director del Banco Mundial en El club de la miseria, páginas 308 y 319: "Durante los últimos treinta años, el club de la miseria ha desperdiciado la oportunidad de participar de un crecimiento global de proporciones inauditas. Este fracaso del proceso de crecimiento es el problema más acuciante que debemos solucionar".    "La ayuda financiera no se debe destinar únicamente a las prioridades sociales de más efecto  mediático; hay que usarla para contribuir a que los países se incorporen a los mercados de exportación". Unos renglones más tarde añade: "tienen que aceptar el hecho de que estos países están atascados y que les va a ser difícil competir con China y la India". A este respecto, conviene recordar, por una parte, los dos componentes del crecimiento económico, exportación y consumo interno,  este último impensable en un país muy pobre; y, por otra, que para exportar con éxito es necesario ofrecer precios más bajos que los de cualquier competidor.

jueves, 7 de enero de 2016

Países más pobres del mundo. Problema

     Paul Collier en su libro El Club de la miseria. Qué falla en los países más pobres del mundo, citado en la entrada anterior, dice; "Si el mundo es así dentro de dos décadas, mi hijo, dada mi profesión, me va a preguntar qué hice para evitarlo. Para mí ha sido fácil hacer algo: he escrito este libro. Pero no crea el lector que porque su trabajo no guarde relación con el desarrollo se ha librado del problema. Todos somos ciudadanos, y la ciudadanía conlleva responsabilidades. En la década de 1930, el mundo se precipitó irreflexivamente a la catástrofe evitable de la Segunda Guerra Mundial porque los electores estadounidenses y europeos fueron demasiado perezosos  para elegir una opción más sensata. (...), un error que propició el sacrificio de sus hijos. Todos los ciudadanos tenemos la responsabilidad de no volver a precipitarnos como sonámbulos en otra catástrofe evitable cuyas consecuencias pagarían nuestros hijos."
     "Digo evitable porque lo es (...) ¿Por qué han sido tan impotentes los gobiernos de los países ricos? Según este profesor, "un gueto paupérrimo de mil millones de individuos será cada más imposible de tolerar para un mundo que se pretende confortable."
     "Es un problema que podemos resolver; es más, debemos resolverlo, pero para ello hace falta aunar  voluntades". "Este consenso exige un cambio de mentalidad no solo dentro de los organismos dedicados al desarrollo, sino también entre la masa de electores, cuyas opiniones determinan lo que es o no posible. Sin un electorado informado, los políticos seguirán utilizando a los más pobres únicamente para 'hacerse la foto' y no para promover una verdadera transición". Estoy de acuerdo con Collier en lo que respeta a la responsabilidad de los ciudadanos, pero no en lo de la 'foto'; lo que hacen los políticos es ocultar la existencia de los pobres.
     Antes de diseñar cómo se debe actuar para resolver el problema de extrema pobreza en que se encuentran algunos países, es necesario conocer, como hace Collier, lo que tienen en común estos países, es decir, las "trampas" al desarrollo en las que han caído. Jefrey Sachs, en su libro Economía para un planeta abarrotado (2008, Buenos Aires, Debate) también emplea la palabra "trampa" al hablar de la  urgente necesidad de resolver este problema, no solo por empatía, sino también por egoísmo: en un mundo con grandes diferencias económicas entre países y dentro de un país, no es posible vivir en paz".

martes, 5 de enero de 2016

Relaciones Norte-Sur


     En respuesta a la indicación del Premio Nobel 2015, Agnus Deaton, acerca de la urgente necesidad de un debate profundo sobre la pobreza y el subdesarrollo, creo oportuno dedicar unas "píldoras para pensar" (entradas a este blog) sobre este tema,
     Voy a dedicar esta primera "píldora" al Banco Mundial, puesto que cualquier visitante que acuda a su sede en Washington se encontrará con las siguientes palabras de bienvenida: "Nuestro sueño es un mundo libre de pobreza". Sin embargo, por desgracia, un recorrido por la trayectoria del Banco desde su creación hasta el momento actual, ha puesto en evidencia las repetidas contradicciones entre los objetivos declarados y unas prácticas que no han logrado marcar una diferencia real en la vida de cientos de personas que siguen viviendo bajo el umbral de la pobreza. En honor a la verdad se debe decir que en las prácticas del Banco se encuentra el origen de la situación de pobreza. La actuación del Banco Mundial ha tenido efectos devastadores sobre los Estados, las sociedades y el medio ambiente. En realidad, para ser exactos, deberíamos hablar del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial del Comercio, junto con los dirigentes de los países ricos, beneficiarios de unas políticas que  han empobrecido a los países del Sur hasta la situación actual.
     En teoría el Banco Mundial asume que la reducción de la pobreza depende del crecimiento económico de los países afectados. Sin embargo, la realidad está muy lejos de esta suposición. En este blog se han mencionado actuaciones del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional y de la Organización Mundial de Comercio.  ninguna de ellas realizadas pensando en ayudar a los países pobres, antes al contrario estaban dirigidas a aumentar la cifra de negocios de las  empresas multinacionales de los países ricos.
     En ningún caso debemos autoinculparnos por lo que hicieron nuestras élites, pero es importante reconocer los errores del pasado y aprender las lecciones para el futuro. Para reconocer los errores del pasado, es necesario analizar las propuestas y actuaciones de todas las instituciones implicadas.  No se trata únicamente de los países pobres del Sur. Paul Collier, ex directivo del Banco Mundial, señala en el prefacio de su libro El club de la miseria. Qué falla en los países más pobres del mundo (2009, Madrid. Turner Publicaciones): "... si este problema [el de la pobreza] se desatiende ahora, nuestros hijos vivirán un mundo de inseguridad infernal".

sábado, 2 de enero de 2016

Valores europeos

     Hay personas que abogan por una política europea de inmigración que solo admita a quienes se comprometan a asumir los "valores europeos". Conviene aclarar, primero, de qué valores estamos hablando, hacer un poco de historia y, finalmente, señalar la situación de esos valores en la actualidad.
     ¿De qué valores estamos hablando? Estamos hablando de los valores que se consideran prioritarios, es decir, de aquellos que nos hacen más humanos: la solidaridad (compasión ante el sufrimiento ajeno), la justicia (indignación ante los abusos o injusticias), el respeto a la dignidad de las personas, etcétera. Aunque estos valores tienen una base neural en nuestro cerebro (neuronas espejo), dependen del libre albedrío humano y en la medida en que actuamos con libertad, somos responsables. Son valores que se consideran sumamente importantes, hasta el punto de tender a pensar que deberían ser universales, que tendrían que ponerse en práctica, incluso, en todo el planeta. Teniendo en cuenta las características que tienen estos valores, podemos darnos cuenta de que en ellos nos jugamos mucho: si se practican, nuestro mundo será más habitable, más humano, más justo, más pacífico y ecológicamente sano.
     Un poco de historia. A lo largo de su historia los pueblos de Europa han aportado mucho al descubrimiento de los valores ético. En el plano de la teoría, filósofos de la antigua Grecia escribieron excelentes obras de ética. En el plano de la práctica, los antiguos griegos y después romanos nos legaron las primeras instituciones democráticas y valores éticos, sin duda, adaptados a la época.
     A partir del siglo XVI, con la entrada de la Edad Moderna, muchos pueblos europeos fueron descubriendo en valor de la tolerancia religiosa, es decir, el respeto a las personas que tienen distintas creencias religiosas. Este respeto costó mucho tiempo y mucha sangre, pero finalmente se consolidó como un valor ético básico para la convivencia pacífica. Al mismo tiempo se abrió paso en Europa un movimiento cultural que se consolidó en el siglo XVII con el nombre de Ilustración y que proclama los valores de la Libertad, Igualdad y Fraternidad como los valores éticos que deberían inspirar todas las reformas políticas y sociales. Finalmente, llegados al siglo XX  hemos asistido a los mayores errores éticos, retroceso en el proceso de humanización, de la historia europea: las dos guerras europeas, el fascismo, la exterminación de millones de personas en campos de concentración, ... Después de la segunda guerra mundial comenzó un proceso de unificación económica y política de Europa que pretendía recuperar la humanidad perdida, fomentando los valores éticos que habíamos perdido.
      Situación de estos valores en la actualidad. La globalización y el sistema económico-social adjunto está haciendo que Europa vaya camino del desastre. No en valde, en ese sistema, economía y ética van separadas y se prescinde de la Declaración Universal de Derechos Humanos. En palabras del filósofo italiano Massimo Cacciari (El País, suplemento Ideas, 22 de noviembre de 2015), "Si no se construye una Europa con más justicia social y donde la redistribución de la riqueza sea real, donde los servicios funcionen, donde haya una verdadera apertura cultural no hay futuro alguno". "La Unión Europea no se va a ir a pique por el problema de la inmigración. Lo que ha hecho simplemente la inmigración es sacar a luz los terribles déficits del proyecto europeo" "No hay cultura de la solidaridad". Europa "ha dado la espalda a su legado - al humanismo, al renacimiento, ...- y entiende que el futuro pasa por el crecimiento del PIB y por adaptarse a las exigencias del presente inmediato".