El contenido de este blog se ha cedido al dominio público: puede ser copiado, parcial o totalmente, sin previo permiso de la autora.


martes, 31 de mayo de 2011

Los mercados no están contentos

     Mi primera píldora está extraída del libro de Joseph E. Stiglitz, El malestar en la globalización (Santillana Ediciones Generales, 2002, Madrid), concretamente de su capítulo 2 "Promesas rotas". Creo que puede ayudarnos a pensar sobre algunas de las cosas que están sucediendo. Copio un párrafo de su página 62.

      "Dado que según el fundamentalismo del mercado -en el cual se supone que los mercados funcionan perfectamente y la demanda debe igualar a la oferta, sea de trabajo como de cualquier otro bien o factor- no puede haber desempleo, el problema no puede ser. Debe provenir de otra parte: de sindicatos codiciosos y políticos que interfieren en la acción de los mercados libres demandando -y consiguiendo- salarios excesivamente altos. El corolario de política es obvio: si hay paro se deben reducir los salarios"

     Más tarde en la página 63, dice Stiglitz:

     "Hay alternativas a los programas del estilo de los del FMI, (...) que no están basados en el fundamentalismo del mercado, y que han tenido resultados positivos".

NOTA. Joseph E. Stiglitz,  es premio Nobel de Economía en 2001 y, ahora, es profesor en la Universidad de Columbia.   Ha publicado muchos artículos en EL PAIS.

lunes, 30 de mayo de 2011

Saludo

  
     ¿Por qué decidí crear un blog? Porque el lenguaje y la capacidad de razonar, pensar, son capacidades que únicamente posee la especie humana y un blog permite intercambiar pensamientos mediante el diálogo.

     La expresión "píldoras para pensar", se refiere a que como autora del blog iré exponiendo, sin "enrollarme", las cosas que me preocupan y sobre las que desearía conocer la opinión de quienes me lean. Ahora sólo conozco el blog de Federico Mayor Zaragoza; espero poco a poco conocer a más vecinos.

     Eso de "imaginar y crear el futuro"  está relacionado con lo que dice Federico Mayor Zaragoza: me siento ciudadana de este mundo y como tal responsable de lo que suceda a la especie humana a la que pertenezco. Sin duda no se trata de pronosticar el futuro, pero sí prepararlo; el futuro ni hay que profetizarlo, sino construirlo. En algún lugar he leído que cuando en épocas anteriores tuvo lugar un profundo cambio, los hombres y las mujeres que lo vivieron no fueron conscientes de su importancia histórica; pero que, nosotros tenemos ahora conocimientos suficientes para entender lo que está sucediendo, es decir, de una manera u otra, podemos sentirnos hacedores de nuestro futuro, aunque éste sea impredecible.