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martes, 29 de mayo de 2018

Desarrollo sostenible y biodiversidad



El periódico El País se ha asociado a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)  para presentar una colección de once libros, Estado del planeta,  en la que se aborda desde una perspectiva divulgativa los retos a los que se enfrenta la humanidad en las próximas décadas. ¿Por qué es importante estudiar en qué estado se encuentra el planeta?
El planeta en que vivimos nos ofrece una cantidad limitada de bienes, recursos, unos renovables y otro no renovables. Sin embargo, el actual sistema económico-social necesita, para su funcionamiento, un consumo cada vez mayor de materias primas y, como consecuencia, es de prever un agotamiento de los recursos humanos y una desaparición de múltiples ecosistemas y especies animales que, de algún modo, podrían también como recursos no renovables.
El ser humano, desde hace unos años,  no solo sobreexplota el planeta, sino que reparte de manera desequilibrada los beneficios y provoca una contaminación desmedida. Todo ello está llevando al planeta y sus habitantes al colapso. Es imprescindible que los ciudadanos tomen conciencia y adopten un sistema de desarrollo sostenible.  Este es objetivo de la colección El estado del sistema, en el que, junto a la descripción de los retos contra los que se está enfrentado la humanidad, se presentan los Objetivos de Desarrollo Sostenible, aprobados por la Asamblea General de Naciones Unidas.  Puesto que en uno de esos Objetivos se señala la necesidad de “poner freno a la pérdida de la diversidad biológica”, considero oportuno hablar, en esta entrada, de las abejas.
¿Para qué sirven las abejas? Se atribuye a Einstein la siguiente afirmación: “ Si las abejas desaparecieran de la Tierra, al hombre solo le quedaría cuatro años de vida. Sin abejas no hay polinización, ni hierbas, ni animales, ni hombres”. 
En el libro La biodiversidad de la colección indicada se dice: “Las abejas polinizan 70 de los aproximadamente 100 cultivos que alimentan al 90% del planeta. Si desaparecieran podríamos perder todas las plantas polinizadas, después todos los animales que se alimentan de esas plantas, y así más y más arriba en la cadena alimentaria. Hasta el hombre”.
El 27 de abril último la Unión Europea prohibió totalmente el uso en agricultura de compuestos a base de nicotina por el daño constatado que causan a las abejas, tanto las domésticas como las silvestres. Un informe presentado al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en marzo de 2017 negaba el “mito” de que fueran necesarios.
El camino para sacar estos compuestos  de los ecosistemas ha sido largo. La medida afecta a tres insecticidas comercializados  por las empresas: Bayer y Sygenta. Estas empresas multinacionales intentaron demostrar que no era para tanto, hasta que llegó una demostración científica por `parte de la Agencia de Seguridad alimentaria (EFSA) y  tuvieron múltiples actos de presión por parte de los ciudadanos. Nunca hay que minimizar “la movilización de los ciudadanos del mundo para cerrar la brecha entre el mundo que tenemos y el mundo que la mayoría de la gente quiere”
La desforestación por si sola nos está llevando a un callejón sin salida, pero, por si eso fuera poco, según se informa en el indicado libro, la deforestación interrumpe la polinización de las abejas.
Otro acontecimiento a las que se ven sometidas las abejas es el cambio climático. El aumento de las temperaturas globales está provocando un desequilibrio en muchas especies animales y vegetales en todo el mundo, de forma que animales  que vivían en un lugar se trasladan a otro más favorable. Por ejemplo, debido al cambio climático  los avispones asesinos de Japón han aumentado su área de distribución. Estas avispas causan la muerte de las abejas, hasta tal punto que unos pocos de ellos pueden acabar con una colmena entera.         
Sin duda, estamos al borde del precipicio. Es urgente que los ciudadanos tomemos conciencia de que, dadas las circunstancias, solo nosotros podemos salvarnos y salvar a las generaciones futuras.  

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