En un entorno en el que solo se piensa en la salud de los bancos y en el crecimiento económico asombra, al mismo tiempo que agrada, que se conceda el Premio Nobel a una persona, Agnus Deaton, británico-estadounidense, al que preocupa "la construcción de sociedades fundadas en el bienestar" de los ciudadanos del mundo y concede una gran importancia al concepto de felicidad. Hasta ahora, el único país en el que sus autoridades gubernamentales decidieron sustituir el Producto interior Bruto (PIB) o Producto Nacional Bruto (PNB) por la Felicidad Nacional Bruta (FNB) fue Bután, situado en la región del Himalaya.
No es esa la única peculiaridad por la que Deaton es calificado de heterodoxo. En sus estudios abandona la concepción de la economía como una ciencia matemática sin soporte experimental: su trabajo es eminentemente experimental, como lo fue el trabajo de Elinor Ostrom, también Premio Nobel, sobre gestión de los bienes comunes. A Deaton le fue concedido el Premio Nobel por su análisis sobre el "consumo, pobreza y bienestar". En las encuestas, utilizadas en su trabajo, preguntaba acerca de la vida de las personas: preguntaba sobre ingresos, sobre empleo y sobre lo que la gente hace, sobre como piensan que le van las cosas y sobre su vida emocional. Según él, las vidas emocionales no son completamente ajenas al dinero: "si yo fuera tan pobre que no pudiera visitar a mis nietos sería infeliz.En general, la falta de dinero -la pobreza- puede interferir gravemente en nuestras vidas emocionales, seguramente porque no tenemos suficiente ni siquiera para hacer vida social, comer con los amigos o practicar deporte con ellos. Pero más allá de eso, el dinero no importa tanto.
Gran parte de los economistas ortodoxos han criticado los programas de austeridad, porque han reducido el consumo y, por tanto, el crecimiento económico. Deaton ha criticado duramente esos programas, pero por razón distinta. "Los programas de austeridad -dice- deben diseñarse para proteger a los más desfavorecidos, porque la pobreza puede arruinar gran parte de lo que importa a la gente. (...) La austeridad es mala -ya lo creo-, pero no tiene por qué destruir nuestros placeres diarios." En un artículo La vida en tiempos de austeridad, publicado en el periódico El País del 11 de marzo de 2012 y al que pertenecen la mayor de los anteriores entrecomillados, Deaton escribió: "Que la austeridad traerá sufrimiento [quizá durante bastantes años] es, por desgracia, cierto".
En sus análisis, este Premio Nobel incluye a los países pobres y critica duramente las ayudas al desarrollo tal como se han llevado a cabo hasta ahora, ayudas que, según él, han hecho más daño que bien. "Los algo más de 50 años consagrados a la lucha contra la pobreza y el subdesarrollo indican con claridad lo que no debe hacerse. Es indispensable dar una respuesta rápida, teniendo en cuenta la gran cantidad de exitosas experiencias llevadas a cabo por las ONG, las organizaciones comunitarias y las cooperativas". Según él, "para obtener resultados eficaces en los plazos más breves posibles, es urgente un debate profundo sobre el tema." Mientras tanto, es partidario de acoger a los que emigran a los países ricos huyendo del hambre, es decir, a los refugiados económicos.
El contenido de este blog se ha cedido al dominio público: puede ser copiado, parcial o totalmente, sin previo permiso de la autora.
martes, 29 de diciembre de 2015
miércoles, 16 de diciembre de 2015
Gobernados por los mercados
"Los mercados castigaron la reelección de Dilma Rousseff" es el título de una noticia aparecida el día 27 de octubre de 2014. En el cuerpo de la noticia se podía leer; "Era la respuesta esperada a la reelección de Rousseff, a la que castigaron, sobre todo, por sus medidas intervencionistas y porque, a su juicio, no acomete las reformas que ellos consideran necesarias y urgentes",
En contraposición, los mercados han festejado el buen resultado de Macri (Mauricio) en las elecciones argentinas, "analistas de Wall Street ansían que el próximo presidente de Argentina, que asumirá el poder en diciembre próximo, abandone las políticas estatalistas y proteccionistas, vigentes durante doce años de kirchnerismo"; "el índice de la bolsa de Buenos Aires subía más del 3%"; "aunque el peronista Scoli también es considerado un candidato pro mercado, los operadores consideran que está condicionado por los ultra kirchneristas, mientras que Macri supone un cambio radical",
¿Quiénes son los mercados? Federico Mayor Zaragoza, en el libro Reacciona. 10 razones por las que debes actuar frente a la crisis económica, política y social (Varios autores, Aguilar), indica que "los mercados son los bancos, las multinacionales y los órganos supranacionales, entre otros, el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio (OMC), todos ellos no elegidos democráticamente". Sin embargo, según el libro Quienes son los mercados y cómo nos gobiernan (Varios autores, Icaria editorial, 2011, Licencia Creative Commons), "cuando se habla en los medios de comunicación de los mercados, en realidad, no se hace referencia a los mercados en general, sino a un tipo muy particular de mercados que presentan hoy día una enorme importancia: los mercados financieros". Una enorme importancia porque no se limitan a dar su opinión: pueden destruir un país en "un abrir y cerrar los ojos"
Mayor Zaragoza señala, en el libro en primer lugar indicado, que "todas las directrices que proceden de los mercados van en la misma dirección: reajustes estructurales, privatizaciones, reducción del gasto público". Cuyas consecuencias, señala, han sido que nos quedemos sin trabajo, que tengamos que pagar por servicios públicos que deberían ser gratuitos y universales, que los gobiernos reduzcan el gasto social y las prestaciones sociales". "Otras medidas que ayudan a recibir el visto bueno de los mercados son las reformas del mercado laboral, al considerar que las medidas de protección de los trabajadores son un obstáculo para los beneficios empresariales t así, para el crecimiento económico".
Pero no queremos ser gobernados por los mercados. ¿Podemos hacer algo? Sí
En el segundo de los libros indicados (se puede consultar en Internet) en su capítulo X indica que "aunque suele presentarse como imposible, sí existe un margen para gestionar la salida de la crisis sin subordinarse a los intereses de los mercados" y dedica el capítulo siguiente a describir cuáles deberían ser los primeros pasos. Para no agrandar demasiado esta "píldora", me voy a limitar al primer paso: "Antes que nada, es imprescindible frenar los planes de austeridad y los recortes en los servicios públicos, así como derogar las reformas laboral y de pensiones aprobadas durante 2010 y 2011". Y, por mi parte, añado, "no olvidar las prácticas de la economía colaborativa"
En contraposición, los mercados han festejado el buen resultado de Macri (Mauricio) en las elecciones argentinas, "analistas de Wall Street ansían que el próximo presidente de Argentina, que asumirá el poder en diciembre próximo, abandone las políticas estatalistas y proteccionistas, vigentes durante doce años de kirchnerismo"; "el índice de la bolsa de Buenos Aires subía más del 3%"; "aunque el peronista Scoli también es considerado un candidato pro mercado, los operadores consideran que está condicionado por los ultra kirchneristas, mientras que Macri supone un cambio radical",
¿Quiénes son los mercados? Federico Mayor Zaragoza, en el libro Reacciona. 10 razones por las que debes actuar frente a la crisis económica, política y social (Varios autores, Aguilar), indica que "los mercados son los bancos, las multinacionales y los órganos supranacionales, entre otros, el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio (OMC), todos ellos no elegidos democráticamente". Sin embargo, según el libro Quienes son los mercados y cómo nos gobiernan (Varios autores, Icaria editorial, 2011, Licencia Creative Commons), "cuando se habla en los medios de comunicación de los mercados, en realidad, no se hace referencia a los mercados en general, sino a un tipo muy particular de mercados que presentan hoy día una enorme importancia: los mercados financieros". Una enorme importancia porque no se limitan a dar su opinión: pueden destruir un país en "un abrir y cerrar los ojos"
Mayor Zaragoza señala, en el libro en primer lugar indicado, que "todas las directrices que proceden de los mercados van en la misma dirección: reajustes estructurales, privatizaciones, reducción del gasto público". Cuyas consecuencias, señala, han sido que nos quedemos sin trabajo, que tengamos que pagar por servicios públicos que deberían ser gratuitos y universales, que los gobiernos reduzcan el gasto social y las prestaciones sociales". "Otras medidas que ayudan a recibir el visto bueno de los mercados son las reformas del mercado laboral, al considerar que las medidas de protección de los trabajadores son un obstáculo para los beneficios empresariales t así, para el crecimiento económico".
Pero no queremos ser gobernados por los mercados. ¿Podemos hacer algo? Sí
En el segundo de los libros indicados (se puede consultar en Internet) en su capítulo X indica que "aunque suele presentarse como imposible, sí existe un margen para gestionar la salida de la crisis sin subordinarse a los intereses de los mercados" y dedica el capítulo siguiente a describir cuáles deberían ser los primeros pasos. Para no agrandar demasiado esta "píldora", me voy a limitar al primer paso: "Antes que nada, es imprescindible frenar los planes de austeridad y los recortes en los servicios públicos, así como derogar las reformas laboral y de pensiones aprobadas durante 2010 y 2011". Y, por mi parte, añado, "no olvidar las prácticas de la economía colaborativa"
sábado, 12 de diciembre de 2015
Desigualdad. Problema emergente
Me he enterado que el 25 de marzo último se inscribió en el Registro de Fundaciones la fundación sin ánimo de lucro Common Action Forum, con sede en Madrid, calle Claudio Coello, nº 5, piso 4º. El ámbito de actuación de esta fundación u organización no gubernamental (ONG) se extiende a todo el territorio del Estado español y su objetivo es proporcionar una plataforma de investigación y desarrollo de ideas y prácticas para crear un mundo más justo y equitativo.
El 5 de diciembre reunió a más de 50 expertos, activistas y políticos que creen en la necesidad de llevar a cabo una transición hacia un mundo mejor.
Como inicio a esa reunión el presidente del Foro o Fundación, Aref A. Khanfar, dijo: "El sistema económico y político global ha sido incapaz de ofrecer un reparto justo de los recursos y un gobierno responsable. Los cambios sin precedentes de las últimas décadas han dejado a muchas personas en la cuneta. Ha llegado la hora de aportar soluciones".
En esa reunión estaba Javier Solana, exministro de Exteriores de España (Partido Socialista Obrero Español, PSOE), ex secretario general de la OTAN, Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC) de la Unión Europea y, en la actualidad, presidente, en ESADE, del nuevo Center for Global Ecobomy and Geopolitics, dedicado al análisis político y económico y a la reflexión sobre las prácticas de buena gobernanza. En esta ocasión, Solana resaltó que la desigualdad ha emergido como un problema creciente y subrayó que, en ausencia de una mayor igualdad, las relaciones entre Estados permanecerán inestables, provocando conflictos y competición por el poder.
La desigualdad hará -está haciendo - que el mundo no sea seguro para nadie.
martes, 8 de diciembre de 2015
Guerra contra el terrorismo
Después de, a mi juicio, apresurada y poco o nada pensada, decisión de Hollande de declarar la guerra al ISIS, me parece conveniente resumir lo que Jeffrey Sachs que, entre otras cosas, fue consejero espacial del secretario general de la ONU, Kofi Annan, y, en la actualidad, profesor de desarrollo sostenible y política sanitaria en la Universidad de Harvard, dice acerca de los conflictos bélicos en su libro Economía para un planeta abarrotado (Debate, 2008. 365-369).
Sachs distingue dos tipos de conflictos: los conflictos entre países y los conflictos que llama civiles y indica que en el fondo de los conflictos civiles casi siempre se encuentran la desigualdad económica y la frustración. Kofi Annan dijo que la desigualdad económica entre países y dentro de un mismo país hará que el mundo no sea seguro no siquiera para los privilegiados países ricos. Más recientemente, el Papa ha señalado: "La experiencia demuestra que la violencia, los conflictos y el terrorismo que se alimentan del miedo, la desconfianza y la desesperación nacen de la pobreza y la frustración".
Los problemas que subyacen en los conflictos civiles "no pueden abordarse de la forma adecuada mediante el ejército de los países ricos, por poderosos que puedan ser estos ejércitos". El general sir Rupert Smith, uno de los militares y estadistas británicos más sobresaliente, en su libro The Utility of Force. The Art in the Modern World (2005) citado por Sachs, señala que la "ventaja militar convencional puede revelarse inútil a la hora de hacer frente a las amenazas reales a la seguridad en el siglo XXI, y, de hecho, así ha sucedido en las guerras del último medio siglo. Nuestro pensamiento, afirma Smith, está todavía anclado en la imagen que, algunos autores, llaman "conflicto industrial" entre ejércitos masivos, como la primera y segunda guerras mundiales. Pero, "en las dos últimas décadas, y en un futuro a corto plazo, los países deben hacer frente a un tipo de desafío para su seguridad muy diferente."
Según Sachs, "en el siglo XXI todos los países [ricos] tendrán que repensar su estrategia en materia de política exterior". "No se trata de vencer un ejército convencional sino de eliminar las fuentes de inestabilidad fundamentales.De acuerdo con ello, la cantidad de dinero asignada [por Estados Unidos y la Unidad Europea] está fuera de lugar. Gastamos en cosas que traerán sin duda pesar y frustración, en lugar de una auténtica seguridad nacional e internacional." Según Federico Mayor Zaragoza, en la actualidad, presidente de la Fundación Cultura de Paz, "el terrible balance es que cada día mueren de hambre más de 20.000 seres humanos, al mismo tiempo que se invierten 3.000 millones de dólares en armamento y gastos militares".
En la actual guerra contra el terrorismo, la situación es mucho más compleja porque algunos de los países que intervienen buscan algo más que terminar con los terroristas: buscan ocupar un papel más importante en el mundo. Por ejemplo, he leído que en Inglaterra, los partidarios de colaborar con Francia "apelaron a la solidaridad con los socios y a la necesidad de que el Reino Unido recupere su papel en el mundo".
Más que nunca es necesaria la sabiduría. La lucha contra el ISIS exige una acción compleja que no se agota con los bombardeos. No podemos pensar que yendo allí conseguiremos eliminar a todos los terroristas y hacer desaparecer el Estado Islámico; lo único que conseguiremos es que aumenten los actos terroristas aquí. Sabiduría y sabiduría.
Sachs distingue dos tipos de conflictos: los conflictos entre países y los conflictos que llama civiles y indica que en el fondo de los conflictos civiles casi siempre se encuentran la desigualdad económica y la frustración. Kofi Annan dijo que la desigualdad económica entre países y dentro de un mismo país hará que el mundo no sea seguro no siquiera para los privilegiados países ricos. Más recientemente, el Papa ha señalado: "La experiencia demuestra que la violencia, los conflictos y el terrorismo que se alimentan del miedo, la desconfianza y la desesperación nacen de la pobreza y la frustración".
Los problemas que subyacen en los conflictos civiles "no pueden abordarse de la forma adecuada mediante el ejército de los países ricos, por poderosos que puedan ser estos ejércitos". El general sir Rupert Smith, uno de los militares y estadistas británicos más sobresaliente, en su libro The Utility of Force. The Art in the Modern World (2005) citado por Sachs, señala que la "ventaja militar convencional puede revelarse inútil a la hora de hacer frente a las amenazas reales a la seguridad en el siglo XXI, y, de hecho, así ha sucedido en las guerras del último medio siglo. Nuestro pensamiento, afirma Smith, está todavía anclado en la imagen que, algunos autores, llaman "conflicto industrial" entre ejércitos masivos, como la primera y segunda guerras mundiales. Pero, "en las dos últimas décadas, y en un futuro a corto plazo, los países deben hacer frente a un tipo de desafío para su seguridad muy diferente."
Según Sachs, "en el siglo XXI todos los países [ricos] tendrán que repensar su estrategia en materia de política exterior". "No se trata de vencer un ejército convencional sino de eliminar las fuentes de inestabilidad fundamentales.De acuerdo con ello, la cantidad de dinero asignada [por Estados Unidos y la Unidad Europea] está fuera de lugar. Gastamos en cosas que traerán sin duda pesar y frustración, en lugar de una auténtica seguridad nacional e internacional." Según Federico Mayor Zaragoza, en la actualidad, presidente de la Fundación Cultura de Paz, "el terrible balance es que cada día mueren de hambre más de 20.000 seres humanos, al mismo tiempo que se invierten 3.000 millones de dólares en armamento y gastos militares".
En la actual guerra contra el terrorismo, la situación es mucho más compleja porque algunos de los países que intervienen buscan algo más que terminar con los terroristas: buscan ocupar un papel más importante en el mundo. Por ejemplo, he leído que en Inglaterra, los partidarios de colaborar con Francia "apelaron a la solidaridad con los socios y a la necesidad de que el Reino Unido recupere su papel en el mundo".
Más que nunca es necesaria la sabiduría. La lucha contra el ISIS exige una acción compleja que no se agota con los bombardeos. No podemos pensar que yendo allí conseguiremos eliminar a todos los terroristas y hacer desaparecer el Estado Islámico; lo único que conseguiremos es que aumenten los actos terroristas aquí. Sabiduría y sabiduría.
miércoles, 2 de diciembre de 2015
Una Bolsa Social
En 2012 confeccioné algunas "píldoras [entradas] para pensar" sobre la importancia de las empresas-sociales y la figura del emprendedor social en la construcción de un mundo mejor- Como un ejemplo de organizaciones de apoyo a las iniciativas de estos emprendedores mencioné es caso de Ashoka.
Por otra parte, ese mismo año, como un ejemplo más del poder creativo del ser humano, señalé la existencia de unas plataformas en Internet diseñadas para financiar determinados proyectos mediante pequeñas aportaciones, realizadas por muchas personas, préstamos entre iguales: crowdfunding o microfinanciación. Muchas personas han podido hacer realidad sus ideas o sueños gracias a estas plataformas.
Recientemente, se ha dado un nuevo paso en esa dirección. La idea es unir a emprendedores sociales con inversores a los que interesa no solo la rentabilidad, sino que desean también que el dinero que invierten beneficie al conjunto de la Humanidad. Para ello se ha diseñado un sistema de funcionamiento análogo al empleado en las plataformas de crowdfunding: una vez seleccionado el proyecto de empresa social, éste se publica en la plataforma de Internet y durante tres meses, mediante aportaciones de distintos inversores, se va recaudando el dinero necesario. Si transcurrido ese tiempo no se llega a la cifra deseada, el dinero se devuelve a los inversores. Es misión de los emprendedores exponer todos los argumentos posibles para poner de manifiesto las ventajas sociales y medioambientales de a empresa que pretenden crear. la diferencia con el crowdfunding reside en que los que aportan, en este caso, el dinero se convierten en accionistas de la empresa.
Se dice que ha nacido la Bolsa Social. Recientemente, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha aprobado la existencia de estas plataformas en España. Las inversiones realizadas bajo esta novedosa fórmula de la economía colaborativa está dotada, por ley, de seguridad jurídica.
En estos momentos, creo, que hay tres empresas sociales que están buscando fondos por este procedimiento: 1) Wake Up Health, relacionada con la creación de aplicaciones móviles que contribuyan a la mejora de la salud en nuestra sociedad; 2) Nostoc, especialista en bioagricultura y fertilizantes no contaminantes; y 3) Utopic Us, empresa que ofrece espacios de trabajo colaborativo donde realizar sueños y utopías, y encontrarse con gente creativa y capaz de proponer ideas nuevas.
La crisis financiera ha propiciado que estas fórmulas de financiación colectiva estén proliferando en todas partes del mundo.
viernes, 27 de noviembre de 2015
Actual modelo productivo
Con un poco de retraso acabo de leer en el suplemento Negocios del periódico El País del 22 de noviembre, un artículo titulado Un nuevo modelo productivo para España: ahora o nunca, se puede leer:
" ... si queremos construir un tejido productivo sólido y estable, debemos comenzar por la base, qué es la educación. Necesitamos un consenso político que dé estabilidad al modelo educativo y que contemple planes que generen interés por la formación tecnológica y el mundo empresarial, al tiempo que promocionen y hagan atractiva la formación profesional. La educación superior debería tener como fin el mercado laboral, de manera que sea más práctica y orientada, además, a las necesidades de las empresas. (...). Se trata de un reto prometedor y objetivamente posible, en el que las multinacionales que llevamos años en España tenemos bastante que aportar."
El autor de este artículo parece ignorar las consecuencias para el mercado laboral de los últimos adelantos en las Técnicas de la Información y de la Comunicación. Además, al defender un modelo educativo que, en todos sus niveles, tenga como objetivo final el mercado laboral y las necesidades de las empresas, está poniendo de manifiesto que concibe el ser humano como perteneciente a una especie animal análoga a la especie canina: a los perros se les educan para que sean útiles en la búsqueda de drogas o de personas atrapadas en unos escombros o como acompañantes de una persona ciega o que vive sola, etcétera, es decir, ignora que aquellos seres a los que dedica su modelo educativo pertenecen a la especie humana, una especie muy difícil de domesticar.
¿Cómo se explica esta aparente ignorancia? En realidad, no se trata de ignorancia, sino de un claro conocimiento del posible futuro de agotamiento de un sistema económico que le reporta grandes ganancias. Dice Jeremy Rifkin en su último libro (2014, 168) que "nos hallamos frente a un cambio de proporciones colosales en el mundo laboral" y añade que "la sustitución de los trabajadores y profesionales asalariados por esta tecnología inteligente está empezando a alterar el funcionamiento del sistema capitalista". En la página siguiente señala que "gran parte del empleo humano liberado por la automatización del trabajo en todos los sectores de la economía de mercado se está trasladando a la naciente economía social", colaborativa.. Quizás por ello, en el título del artículo se indica: "ahora o nunca".
Lo peor de este tema es que el ciudadano normal y corriente, bombardeado con afirmaciones de este tipo, llegue a creer que su vida debe quedar reducida a adquirir las habilidades que le indican pueden permitirle conseguir un trabajo en una gran empresa y así conseguir dinero para consumir. Un desperdicio. El ser humano no nació para solo trabajar y consumir.
" ... si queremos construir un tejido productivo sólido y estable, debemos comenzar por la base, qué es la educación. Necesitamos un consenso político que dé estabilidad al modelo educativo y que contemple planes que generen interés por la formación tecnológica y el mundo empresarial, al tiempo que promocionen y hagan atractiva la formación profesional. La educación superior debería tener como fin el mercado laboral, de manera que sea más práctica y orientada, además, a las necesidades de las empresas. (...). Se trata de un reto prometedor y objetivamente posible, en el que las multinacionales que llevamos años en España tenemos bastante que aportar."
El autor de este artículo parece ignorar las consecuencias para el mercado laboral de los últimos adelantos en las Técnicas de la Información y de la Comunicación. Además, al defender un modelo educativo que, en todos sus niveles, tenga como objetivo final el mercado laboral y las necesidades de las empresas, está poniendo de manifiesto que concibe el ser humano como perteneciente a una especie animal análoga a la especie canina: a los perros se les educan para que sean útiles en la búsqueda de drogas o de personas atrapadas en unos escombros o como acompañantes de una persona ciega o que vive sola, etcétera, es decir, ignora que aquellos seres a los que dedica su modelo educativo pertenecen a la especie humana, una especie muy difícil de domesticar.
¿Cómo se explica esta aparente ignorancia? En realidad, no se trata de ignorancia, sino de un claro conocimiento del posible futuro de agotamiento de un sistema económico que le reporta grandes ganancias. Dice Jeremy Rifkin en su último libro (2014, 168) que "nos hallamos frente a un cambio de proporciones colosales en el mundo laboral" y añade que "la sustitución de los trabajadores y profesionales asalariados por esta tecnología inteligente está empezando a alterar el funcionamiento del sistema capitalista". En la página siguiente señala que "gran parte del empleo humano liberado por la automatización del trabajo en todos los sectores de la economía de mercado se está trasladando a la naciente economía social", colaborativa.. Quizás por ello, en el título del artículo se indica: "ahora o nunca".
Lo peor de este tema es que el ciudadano normal y corriente, bombardeado con afirmaciones de este tipo, llegue a creer que su vida debe quedar reducida a adquirir las habilidades que le indican pueden permitirle conseguir un trabajo en una gran empresa y así conseguir dinero para consumir. Un desperdicio. El ser humano no nació para solo trabajar y consumir.
miércoles, 25 de noviembre de 2015
Formación Profesional
En un foro celebrado en Berlín, mientras se reflexionaba sobre la necesidad de realizar algunos cambios educativos, el actual ministro de Educación señaló que en España hay "demasiados universitarios y pocos alumnos de formación profesional". Dejando a un lado cualquier estadística destinada a comparar lo que sucede en otros países, considero más oportuno analizar el papel que, en estos momentos, pueden jugar los universitarios y los alumnos de formación profesional.
Empiezo con los alumnos de formación profesional. "Los contenidos de los estudios [de Formación Profesional, FP] se ajustan a las necesidades reales de los sectores productivos", es decir, están diseñados para enseñar a sus alumnos las habilidades que parecen necesitar para poder acceder a un trabajo.
Sucede, sin embargo, que los últimos adelantos de las Técnicas de la Información y de la Comunicación (TIC) han conducido a la fabricación de máquinas (robots) capaces de sustituir al ser humano en todas aquellas repetitivas, es decir, que no necesitan de la creatividad propia de los seres pertenecientes a la especie humana.
No es utopía, es realidad, una realidad que puede alterar el funcionamiento del sistema capitalista. Razón, esta última, por la cual la la sustitución total de los trabajadores y profesionales asalariados por máquinas, choca con aquellas personas que ocupan una situación privilegiada en el sistema.
Los primeros indicios de esta contradicción robots-capitalismo apareció en el inicio mismo de la revolución de las TIC, a principios de la década de 1960, cuando se introdujo el ordenador en las fábricas con la llamada "tecnología de control numérico por ordenador". En el control numérico, un programa informático, diseñado y gestionado por un equipo de profesionales y técnicos, contiene las instrucciones sobre el tratamiento que se debe aplicar a las piezas: indica a las máquinas cómo se producen las piezas y controla los robots de la fábrica para que monten los correspondientes productos finales.
Hoy en día, las fábricas gestionadas por ordenador y prácticamente sin obreros son cada vez más habituales tanto en los países muy industrializados como en los países en desarrollo. "La población de robots va en aumento en todo el mundo. En 2011, las ventas de robots crecieron un 43% en los Estados Unidos y en la Unión Europea· (Jeremy Rifkin, La sociedad de coste marginal cero. El Internet de las cosas, el procomún colaborativo y el eclipse del capitalismo. (2014.159)
¿Para qué los alumnos de formación profesional?
Empiezo con los alumnos de formación profesional. "Los contenidos de los estudios [de Formación Profesional, FP] se ajustan a las necesidades reales de los sectores productivos", es decir, están diseñados para enseñar a sus alumnos las habilidades que parecen necesitar para poder acceder a un trabajo.
Sucede, sin embargo, que los últimos adelantos de las Técnicas de la Información y de la Comunicación (TIC) han conducido a la fabricación de máquinas (robots) capaces de sustituir al ser humano en todas aquellas repetitivas, es decir, que no necesitan de la creatividad propia de los seres pertenecientes a la especie humana.
No es utopía, es realidad, una realidad que puede alterar el funcionamiento del sistema capitalista. Razón, esta última, por la cual la la sustitución total de los trabajadores y profesionales asalariados por máquinas, choca con aquellas personas que ocupan una situación privilegiada en el sistema.
Los primeros indicios de esta contradicción robots-capitalismo apareció en el inicio mismo de la revolución de las TIC, a principios de la década de 1960, cuando se introdujo el ordenador en las fábricas con la llamada "tecnología de control numérico por ordenador". En el control numérico, un programa informático, diseñado y gestionado por un equipo de profesionales y técnicos, contiene las instrucciones sobre el tratamiento que se debe aplicar a las piezas: indica a las máquinas cómo se producen las piezas y controla los robots de la fábrica para que monten los correspondientes productos finales.
Hoy en día, las fábricas gestionadas por ordenador y prácticamente sin obreros son cada vez más habituales tanto en los países muy industrializados como en los países en desarrollo. "La población de robots va en aumento en todo el mundo. En 2011, las ventas de robots crecieron un 43% en los Estados Unidos y en la Unión Europea· (Jeremy Rifkin, La sociedad de coste marginal cero. El Internet de las cosas, el procomún colaborativo y el eclipse del capitalismo. (2014.159)
¿Para qué los alumnos de formación profesional?
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