El contenido de este blog se ha cedido al dominio público: puede ser copiado, parcial o totalmente, sin previo permiso de la autora.


miércoles, 17 de octubre de 2012

Declaración Universal de la Democracia

     Del 5 al 11 de octubre último se celebró en Estrasburgo el Foro Mundial de la Democracia, organizado por el Consejo de Europa. En ese Foro, Federico Mayor Zaragoza y Karel Vasak presentaron un proyecto de Declaración Universal de la Democracia. En http://www.ubuntu.upc.edu/index.php?pg=2&ncom=31&lg=esp#_blank tienen a su disposición el texto completo de ese proyecto, para el que Ubuntu pide adhesiones. (Ubuntu es un foro mundial de redes de la sociedad civil).

     ¿Por qué, a estas alturas, una Declaración Universal de la Democracia? ¿Acaso porque el sistema representativo, habitual en todas las democracias occidentales, ha dejado de representar a los ciudadanos y se limita a cumplir, sin consultar con nadie, a las instituciones internacionales que dirigen el vigente sistema económico-social?  Ya antes de que empezase la actual crisis financiera, el sociólogo y politólogo Guillermo O'Donell (1936-2011) pronosticó la "muerte lenta de la democracia".

     En el texto del citado proyecto de Declaración Universal de la Democracia, se habla de "democracia participativa" (Art. 3.2). Sin duda a los autores no les satisface -no consideran una forma de democracia ajustada a los tiempos actuales- la actual democracia representativa.

     La democracia participativa no renuncia a su carácter de democracia representativa, pero incluye una mayor participación de los ciudadanos que la que les otorga la democracia representativa, en la que la máxima participación ha consistido, hasta ahora, en la celebración de referendos en  algunas ocasiones muy especiales.

     Amartya Sen, premio Nobel de Economía, considerado como "la conciencia de su profesión", dice en su libro La idea de la justicia (Taurus, 2010): "La democracia debe juzgarse no solo por las instituciones formalmente existentes sino también por el punto hasta el cual pueden ser realmente escuchadas voces diferentes de sectores distintos del pueblo" (pág. 17); "Al ponderar los pros y los contras de la democracia, tenemos que otorgar un adecuado reconocimiento a la atracción del gobierno participativo" (pág. 353); "... en la filosofía política contemporánea ha ganado una amplia aceptación la idea de que la democracia se entiende mejor como el gobierno por discusión" (pág. 354).  También indica Sen que para que sea posible una democracia participativa los ciudadanos deben de dejar de ser considerados como "máquina de calcular" (teoría de la "elección racional").

     Los analistas políticos indican que, en una democracia participativa, nuestros representantes tendrán un conocimiento más íntimo, que en el caso de un gobierno altamente centralizado, de las necesidades de la población. (Ahora ninguno de los representantes políticos saben lo qué es que sus hijos pasen hambre).

     Estudios realizados por economistas, sociólogos y psicólogos han demostrado que las personas que participan en la toma de decisiones son más felices que las que se limitan a aceptar o aplicar las decisiones de otros, debido a que se sienten responsables del mejoramiento de la calidad de vida. La actividad participativa convierte  las personas en mejores ciudadanos; la participación desarrolla la capacidad de las personas de trabajar en colaboración con los demás, de identificar prioridades y de lograr que las cosas se hagan y los proyectos se realicen.

     Imposible en unas pocas líneas resumir todos los beneficios para todos -incluidos los organismos sectoriales, las empresas  y los gobiernos- que se derivan del establecimiento de una democracia participativa. Hay muy buenas razones a favor de una democracia participativa.

    

2 comentarios:

Arcadio R.C. dijo...

La democracia o es participativa o no es democracia. Una forma de participar es la representación, hallazgo feliz de los tiempos modernos. Eso sí, la representación se puede modular y perfeccionar, supongo, que sin límite. Sin embargo, me temo, que cuando se habla de democracia participativa, de lo que se está hablando es de democracia directa. El referéndum es un modo, pero también un instrumento que conviene desmitificar; no en balde lo han utilizado todas las dictaduras del Mundo para legitimarse, por ejemplo, la franquista. El populismo y la demagogia tienen en él a su principal aliado. Por otra parte la democracia ateniense, que es el modelo de cualquier democracia directa, no pasaría hoy el más relajado examen de homologación democrática. Hay que innovar porque el mundo cambia, pero, cuidado, hay quien descubre el Mediterráneo cada día. Saludos cordiales.

Juliana Luisa dijo...

Arcadio E. C.

Estoy totalmente de acuerdo contigo en la utilización de los referendos por parte de las dictaduras.

También me parece muy oportuna tu indicación de que los tiempos cambian, y porque cambia un gran número de filósofos políticos contemporáneos indican que, en la actualidad, la democracia como el "gobierno por discusión". Hace falta precisar cómo se entiende ese tipo de gobierno y, sin duda, saber los argumentos que se utilizan en pro y contra.

Sin embargo, desde mi punto de vista, se hace necesario modificar la forma como funcionan las democracias representativas occidentales.

Muchas gracias por tu comentario.