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jueves, 30 de julio de 2015

Renta Mínima

     Estas consideraciones acerca de la Renta Mínima de Inserción, Salario Social, Renta Garantizada de Ciudadanía, Renta Básica o Ingreso Mínimo de Solidaridad van dirigidas, principalmente, hacia la necesidad de tener en cuenta el concepto de dignidad humana, es decir, el derecho que tiene todo ser humano de ser respetado y valorado por el solo hecho de ser persona.
     Decía Rosa Montero (El País, suplemento semanal, del 21 de diciembre de 2003): "es cierto que las personas poseemos un corazón en donde se alojan todas las posibilidades del ser. Más allá de las diferencias culturales o individuales,  si escarbamos lo suficiente, todos somos iguales. Sentimos el mismo dolor, las mismas esperanzas, una quemadura parecida a la humillación".  Entiendo que "esa quemadura parecida a la humillación" esté relacionada con la dignidad humana. Por ello no me gustan las connotaciones habitualmente asociadas a la palabra "caridad", considero más adecuado hablar de empatía y solidaridad, y recordar que los seres humanos somos empáticos por  naturaleza.
     Desde ese punto de vista, considero que la Renta Mínima no debe limitarse a la concesión de una ayuda monetaria que, en realidad, no permite salir del círculo de la pobreza. Para no atentar contra su dignidad hay que evitar la posibilidad de que los receptores caigan inexorablemente en una subclase permanente, la Administración pública debe hacer algo más.
     Se trata de personas, en general, con mucho tiempo libre. Mediante una estructura similar a la de los Bancos de Tiempo,  la Administración puede solicitar ese tiempo libre para que realicen trabajos no atendidos ni por el sector privado ni por el sector público: atender a enfermos, ayudar a personas discapacitadas, acompañar a ancianos que viven solos, rehabilitar casas, proporcionar alimentos a los más pobres, crear grupos locales de teatro, coros y orquestas, etc. Son multitud las tareas que pueden llevar a cabo. Este apoyo a los parados no será un gasto sino una de las mejores inversiones que se pueden hacer, no en beneficio de unos pocos, sino en beneficio de todos.  He oído que esto, o algo similar, se está haciendo ya en alguna parte.


4 comentarios:

Vicky Moreno dijo...

Muy acertado.
Sigo estando de acuerdo.
Mil gracias por tan lúcida reflesión.

Juliana Luisa dijo...

Me alegra que estés de acuerdo. ¿Lo hará realidad algún político?
Un abrazo

J. Felipe dijo...

Sin duda. Odio el término caridad, por que la gente honrada lo que quiere es trabajo y no caridad. Ese término siempre me recuerda al "Auxilio Social" de la Falange que con una mano daba de comer mientras que con la otra...

Juliana Luisa dijo...

J. Felipe.
Coincidimos en lo que significa realmente la palabra caridad

Un saludo