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miércoles, 27 de abril de 2016

Secretos y ... más secretos

     El  Parlamento Europeo ha aprobado una Ley de Protección de Secretos Comerciales, cuyo objetivo, aseguran sus promotores, es defender las empresas frente a sus competidores.
     Un ejemplo que ha dado mucho que hablar es la fractura hidráulica (técnica más conocida por el término en inglés, "fracking")  utilizada para extraer gas y petróleo del subsuelo. Uno de los temas que más polémica ha generado lo constituye la composición de los productos químicos que se añaden al fluido necesario para llevar a cabo la extracción. ¿Son tóxicos?  El secreto comercial de las empresas permite a las compañías de gas no indicar que productos están usando. Pero, ¿no tienen derecho los ciudadanos a saber? Al fin y al cabo son los que van a sufrir las consecuencias. Sin embargo,  con la ley aprobada por el Parlamento Europeo, los consumidores, periodistas o científicos no tienen derecho a necesitar información interna de las empresas.   (Sobre este tema es aconsejable leer el libro de Manuel Peinado, doctor en Biología y catedrático de Universidad, El fracking ¡vaya timo! (2014, Pamplona, Laetoli)
    La ONG italiana Riparte il Futuro indica que "si esta ley hubiera estado en vigor en su momento, nunca habríamos sabido del fraude de las emisiones de los coches diésel de Volkswagen."  No se trata de una ley que regule la competencia, como se indica, sino de "algo parecido  a un cheque en blanco sobre el secreto corporativo, que amenaza a cualquier persona que pueda necesitar información interna de las empresas, sin su consentimiento", protesta el Observartorio Corparativo Europeo, según  recoge la Deutsche Welle.
     En el caso concreto de los "papeles de Panamá", el Parlamento Europeo ha aprobado la creación de una comisión de investigación, que al amparo de la citada Ley de Protección de Secretos Comerciales va a criminalizar a los informantes, con lo que hará más improbable cualquier filtración de este tipo o del tipo de la lista de Falciani.  Además, para colmo de males, el Parlamento Europeo ha establecido que esa comisión debe trabajar "en secreto, sin que los documentos que maneje o los debates internos puedan ser conocidos por los medios de comunicación."
     ¿Dónde la democracia? ¿No constituye todo esto un atentado contra la dignidad humana?  ¿No será posible que el Parlamento Europeo, en defensa de los ciudadanos a los que representa, decida modificar la Ley de Protección de Secretos Comerciales y en temas como los "papeles de Panamá", decida "facilitar la labor de los informantes y ofrecerles protección y remuneración?"
(Fuente.  "El corazón del Parlamento son los impuestos" de Soledad Gallego-Díaz en El País del 17 de abril de 2016).

3 comentarios:

Lorenzo Garrido dijo...

Las multinacionales pretenden la impunidad total y a fe que lo están consiguiendo.

Anónimo dijo...

Es que lxs parlamentarixs pertenecen a la correspondiente "clase social", cuando no "trabajan" para esas multinacionales o seguro que pasarán a ser de su plantilla. El problemas es que la mayoría de lxs europexs les votan. Y cuando llegue la extrema derecha, que son los hijos, familiares y amigos de lxs anteriores, harán exactamente lo mismo, con el mensaje vendido de que son diferentes.

Juliana Luisa dijo...

De acuerdo con vosotros en que, en estos momentos, las que mandan son las grandes empresas. A pesar de lo que eso está suponiendo para los ciudadanos, la mayoría sigue votando por inercia. ¿Cuando despertaremos y tomaremos el mando? Necesitamos un sistema de gobierno totalmente diferente de los ciudadanos.

Muchas gracias por vuestros comentarios. Justo en estos momento iba a publicar algo relativo a ese tema.

Un saludo