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miércoles, 13 de diciembre de 2023

Menores y adolescentes palestinos

     Tres días después de su cumpleaños (17 años),  medio centenar de militares israelíes irrumpieron en su casa de madrugada y se lo llevaron con las manos esposadas a la espalda, los ojos vendados y bajo un cascada de insultos. Una vez en Cisjordania, los soldados lo forzaron a arrodillarse. Así permaneció cinco horas. Después lo llevaron a una prisión israelí de alta seguridad y lo encerraron cinco días en una celda de aislamiento. En todo ese tiempo, solo vió a los israelíes que lo interrogaban desde las 11 de la mañana hasta los nueve o 10  de la noche.- La comida esa muy escasa y las amenazas, constantes. Sobre todo la de si no confesaba, el ejército israelí demolerá la casa de sus padres. Querían que firmara unos papeles en hebreo que no entendía.

     Además este adolescente pasó en soledad otros 35 días en un calabozo en el que apenas podía ponerse de pie, ni dar más de tres pasos. Fue entonces, en ese mes largo solo, sometido a un interrogatorios constantes, y con una luz en la celda que parpadeaba sin tregua.

     "Los niños palestinos pueden ser arrestados en cualquier lugar, en controles, en el camino al colegio, durante operaciones en ciudades y campamentos o incluso en sus propias casas" explicó ante la Asamblea General de Naciones Unidas el 28 de octubre Francesca Albanese, relatora especial de la ONU sobre Derechos Humanos en los Territorios Ocupados de Palestina.

     Tras entrevistar a 470 niños entre los 10 y 17 niños indicó que casi uno de cuatro niños denunció puñetazos, bofetadas, empujones o patadas, durante su detención. Una vez  recluidos, el 81% fue golpeados y el 43· recibió numerosas palizas, el 88% no recibió la atención sanitaria que necesitaba y el 46% se le privó de alimentos y agua. A más de la mitad se le amenazó durante los interrogatorios con hacer daño a sus familias y el 73% tuvo que firmar documentos en hebreo. Ninguno fue asistido por un abogado durante los interrogatorios. Un número menor sufrió malos tratos como que les soltaran perros o les pusieran una bolsa de plástico en la cabeza (Fuente: El País, 5 de diciembre de 2023)

     Todo lo anterior, desde mi punto de vista, es más que suficiente para pensar y, si se puede, actuar. En la próxima entrada les contaré lo que yo he pensado.

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